El alto contenido en carne fresca, los métodos de cocinado o la cantidad de nutrientes son factores clave a la hora de proporcionar la mejor comida para nuestras mascotas.
Elegir el alimento más adecuado para nuestros animales es una de las decisiones más importantes para cuidarlos. Más allá de llenar el plato de nuestros amigos peludos, seleccionar una comida de calidad desempeña un papel fundamental en su bienestar general y su calidad de vida.
A pesar de que los perros descienden de los lobos y han evolucionado desde una dieta rica en proteínas obtenidas de la caza, es importante saber que no están hechos para depender únicamente de la carne. La adaptación a diferentes formas de alimentación a lo largo del tiempo ha influido en la elección de la dieta para los perros domésticos, recordando sus raíces pero considerando también otros factores adaptados a sus necesidades actuales. Siguen algunas recomendaciones básicas (y casi obvias):
• Conocer las necesidades nutricionales del perro
Es crucial comprender las necesidades específicas de la mascota. Cada perro es único, y factores como la edad, el tamaño, el nivel de actividad y las posibles condiciones médicas influyen en sus requerimientos nutricionales.
Los alimentos para perros están diseñados para diferentes etapas de la vida, desde cachorros en crecimiento hasta perros mayores que necesitan cuidados especiales. Además, si el perro tiene alergias, intolerancias o condiciones de salud específicas, es fundamental seleccionar un alimento que se adapte a sus necesidades individuales.
• Revisar la lista de ingredientes
Optar por alimentos que contengan ingredientes naturales y de alta calidad. Buscar fuentes de proteínas animales como carne, pescado o aves de corral como ingrediente principal, evitando los subproductos cárnicos y los alimentos genéticamente modificados. Además, asegurarnos de que el alimento incluya una variedad de vegetales para una dieta equilibrada y rica en nutrientes. Evitar los alimentos que contienen colorantes, conservantes artificiales y otros aditivos que no aportan valor nutricional y pueden ser perjudiciales para la salud a largo plazo.
Además, buscar alimentos que proporcionen un equilibrio adecuado de carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas, minerales y agua. Esta combinación asegura que el perro reciba todos los nutrientes necesarios para mantenerse saludable y activo. Y por supuesto, prestar atención a los niveles de grasa, asegurándonos de que sean moderados para evitar el sobrepeso, y promover una piel y un pelaje saludables.
Por último, asegura la presencia de aminoácidos esenciales para el perro en su alimentación. Estos componentes vitales, que no puede producir internamente, deben estar presentes en su dieta para mantener su salud y vitalidad. Debemos eligir un alimento que cumpla con estos requisitos para garantizar el bienestar óptimo de la mascota.
• No olvidarnos de su salud intestinal
La salud intestinal juega un papel crucial en el bienestar general de nuestro perro. Debemos buscar alimentos que incluyan prebióticos para promover una microbiota intestinal (también llamada flora bacteriana o intestinal) saludable.
Estos prebióticos ayudan a mantener un equilibrio óptimo de bacterias beneficiosas en el intestino, lo que puede mejorar la digestión, fortalecer el sistema inmunológico y prevenir problemas de salud digestiva. Las alteraciones en la microbiota pueden resultar en una serie de problemas como diarrea, sobrepeso o alergias.
• Proporcionarle alimentos cocinados
El alimento balanceado tiende en buena medida, si es de calidad, a cubrir las necesidades nutricionales básicas de nuestro perro pero, por supuesto, reemplazar parte de ese tipo de alimento por comida casera siempre es una buena idea. Es más: existen animales que jamás han probado alimento balanceado y sólo consumen lo que les cocinan sus dueños o, en caso de frituras -por ejemplo- una variante más sana de lo mismo. En la vida moderna y con la cantidad de complicaciones que se nos presentan, la opción "sólo comida casera" suele ser impracticable para la mayoría de nosotros, pero no deja de ser la ideal.
La forma en que se prepara el alimento también es importante. Aunque la dieta más cercana a la naturaleza para los perros sea la carne cruda, evitar los alimentos crudos debido al riesgo de contaminación bacteriana y parásitos.
En su lugar, escoger alimentos cocidos al vapor o a baja temperatura para conservar al máximo los nutrientes y garantizar la seguridad alimentaria. Además, asegurémonos de que el perro tenga acceso constante a agua limpia y fresca para mantenerse bien hidratado.