jueves, 11 de abril de 2024

Musicoterapia, o el poder mejorador y curador de la música

A lo largo de la historia, muchas civilizaciones han reconocido la influencia que tiene la música en las personas. Por ejemplo, ya en los papiros médicos egipcios del año 1500 a.C., se hace referencia al encantamiento de la música relacionándola con la fertilidad de la mujer.

En la Biblia encontramos como David efectuaba música curativa frente al rey Saúl. En muchas leyendas, cosmogonías y ritos sobre el origen del universo en diversas culturas, el sonido juega un papel decisivo. Así pues, la música fue para el hombre primitivo un medio de comunicación con el infinito.



Para los egipcios, el Dios Thot creó el mundo con su voz. Los médicos brujos solían y suelen utilizar en sus ritos mágicos, canciones y sonidos para expulsar los espíritus malignos que existen en el individuo enfermo y se ayudan con la danza, la expresión corporal y la ejecución instrumental.

Para los indios, de la boca de Brahma salen los primeros dioses y estos son cantos y el sonido "OM" es la sílaba engendradora de la creación.

Entre los griegos Aristóteles fue el primero en teorizar sobre la gran influencia de la música en los seres humanos, y así podemos seguir hasta llegar a nuestros días, los cuales sabemos que la musicoterapia es una ciencia, pero que se organizó como tal recién a principios del siglo XX.

Es la combinación de muchas disciplinas, que giran alrededor de Música y Terapia, porque es Arte, Ciencia y Proceso interpersonal. Al ser a la vez un arte y una ciencia que se practica dentro de un proceso interpersonal requiere de la integración de muchos elementos aparentemente contradictorios.

La musicoterapia puede ser objetiva y subjetiva, individual y colectiva, interpersonal e intrapersonal. Como arte, la musicoterapia se organiza por la ciencia y se focaliza por un proceso interpersonal. Como ciencia se enriquece por el arte y se humaniza por la relación terapeuta-paciente. Como proceso interpersonal, es facilitado por el arte y guiado por la ciencia.


Quién realiza esta terapia es el musicoterapeuta, profesional entrenado no sólo en música sino también en psicología, anatomía, técnicas de investigación, y otras ramas paralelas.

Beneficios y efectos de la Musicoterapia

Numerosos estudios demuestran la funcionalidad de la musicoterapia en pacientes con diferentes problemas neurológicos. Estos estudios demuestran que la música ayuda a los pacientes a ganar control sobre su ritmo de caminar, estimula la memoria anterógrada y retrógrada, ayuda a incrementar la autoestima, estimula a formar nuevas relaciones sociales, y se puede utilizar como método de contacto con la realidad. La música como instrumento terapéutico tiene diferentes efectos, a saber:

- Efectos bioquímicos

• Puede afectar los aminoácidos de las proteínas.
• Puede afectar las secreciones glandulares: hormonas, neurotransmisores, neuromoduladores.

- Efectos fisiológicos

• Acelera o disminuye el ritmo cardiaco y el pulso.
• Regula la presión sanguínea.
• Regula el ritmo respiratorio.
• Controla la respiración y las partes del cuerpo que intervienen en la fonación y el canto.
• Mejora las enfermedades cutáneas, la respuesta galvánica de la piel (GSK) y sus niveles de conductancia (SCL).

- Efectos músculo-motrices

A través de las actividades musicales se trabaja la coordinación y el equilibrio, la movilidad y el desarrollo de las actividades motrices funcionales. A la vez, se puede lograr la mejora de la coordinación motora, la amplitud de movimiento, el tono muscular y la respiración.

• Mejora la actividad muscular.
• Permite la coordinación motriz (con movimientos de asociación y disociación, equilibrio, marcha, lateralidad etc).
• Mejora el nivel de resistencia al dolor.
• Ayuda los movimientos peristálticos del estómago (sistema nervioso autónomo).
• Mejora los reflejos pupilares.
• Permite adquirir destrezas y medios de expresión corporales, instrumentales, gráficos, melódicos, etc.

- Efectos sobre los ritmos de las ondas cerebrales

El impulso electroquímico generado en las neuronas provoca las ondas cerebrales que se observan en un electroencefalograma. Se tienen cuatro ritmos:

•  Beta. Entre 15 y 30 Hz o ciclos por segundo. Es del hemisferio cerebral izquierdo. Se caracteriza por el pensar analítico, la lógica, realiza operaciones matemáticas. La acetilcolina es su principal neurotransmisor.
Alfa. Entre 8 y 14 Hz o ciclos por segundo. Es del hemisferio cerebral derecho. Aparece en estados de quietud y relajación, de paz y es el denominado "ritmo del súper aprendizaje". Los neurotransmisores de este ritmo son acetilcolina, serotonina y dopamina.
Theta. Entre 5 y 7 Hz o ciclos por segundo. También del hemisferio cerebral derecho. Se observa en el proceso onírico, fase R.E.M. del sueño. Es el llamado "ritmo del chamán". La serotonina es su principal neurotransmisor.
Delta. Entre 0.2 a 4 Hz o ciclos por segundo. Del hemisferio cerebral derecho. Es el ritmo del sueño profundo, del descanso total y dura de una a una hora y media del tiempo total del sueño.

Mediante prácticas constantes de meditación, a través de la danza o con música especial, se puede llegar a experimentar los estados alfa y theta: con estas acciones el individuo puede relajarse mental y físicamente, con una mejora y aumento en el aprendizaje, memoria e inteligencia. Numerosos estudios han confirmados que dichas técnicas provocan gran cantidad de liberación de neurotransmisores, principalmente endorfina, pero también de la dopamina y serotonina entre otras.

- Efectos cognitivo-intelectuales

Con la música como elemento motivador se estimulan las funciones superiores: la atención, la memoria, el nivel de alerta, la orientación, el reconocimiento, el aprendizaje y la imaginación.

Permite el desarrollo de la capacidad de atención sostenida (desarrollar la discriminación auditiva aprendiendo sonidos y ruidos, recordándolos, reproduciéndolos).
• Facilita el aprendizaje.
• Permite el desarrollo del sentido de orden y análisis.
• Ayuda el proceso de razonamiento.
• Desarrolla la memoria.
• Facilita las relaciones tiempo-espaciales.
• Permite la relajación, reflexión y meditación.
• Estimula la imaginación y creatividad.
• Desarrolla la locución y la expresión oral mediante la articulación, vocalización, control de la voz, el canto.

- Efectos sociales

• Une, y permite y fomenta compartir.
• Facilita el diálogo.

- Efectos psico-emocionales

Es fuente de placer, mueve emociones y sentimientos.
Puede despertar, evocar, provocar, fortalecer, desarrollar.
Puede ser sedante, estimulante, enervante.
Refuerza la autoestima y la personalidad mediante la autorrealización.
Permite elaborar pautas de conducta que faciliten la integración social.
Libera la energía reprimida y permite conseguir el equilibrio personal a través del ritmo,
Sensibiliza afectiva y emocionalmente a través de los valores estéticos de la música misma.



En resumen, podríamos decir que la Musicoterapia ejerce efecto terapéutico simultáneamente en todas las áreas de la persona y en todas produce cambios.

Es un tratamiento no invasivo y no doloroso, permite llegar a personas con diferentes habilidades o discapacidades, tiene pocas o nulas contraindicaciones. La música, por su carácter de universalidad, es fácilmente accesible desde cualquier lugar y ofrece oportunidades al paciente para que se implique de forma activa.

Finalmente, podemos afirmar que la música realmente produce efectos y que un buen musicoterapeuta trabajará con el sonido, el movimiento, la mente, y lo más importante, con los sentimientos.