miércoles, 10 de abril de 2024

ASML: la compañía tecnológica más valiosa de Europa gracias a una máquina única en el mundo

Es difícil imaginar que dentro de un edificio corporativo normal y corriente, con mucho cristal y acero, se fabrica la máquina que puede que sea actualmente la más preciada en el mundo.

Esta es la planta en la que se fabrican las máquinas que han convertido a ASML en la más valiosa de Europa (Foto: Getty Images).

La fábrica se encuentra en el sur de Países Bajos y pertenece a ASML, una compañía que se ha convertido en la tecnológica más valiosa en Europa. Por algo la tecnología detrás de ella está en el centro de una feroz carrera en la que compiten Estados Unidos y China para tratar de ser la superpotencia dominante del futuro.

¿Qué es lo que produce? Diseña y fabrica las máquinas que producen los microchips informáticos, pero no unos microchips cualquiera, sino los más avanzados y microscópicos que existen.

Este monopolio efectivo significa que el funcionamiento exacto de las máquinas de ASML está sujeto a algunas de las medidas de seguridad empresarial más estrictas del mundo.

La importancia del tamaño

Los microchips se fabrican construyendo complejos patrones de transistores, o interruptores eléctricos en miniatura, capa a capa, sobre una diminuta superficie de silicio. Se imprimen mediante un sistema litográfico en el que se proyecta luz a través de un plano del patrón de esos interruptores en miniatura.

A continuación, la luz se encoge y enfoca mediante una óptica avanzada y el patrón se graba en una especie de oblea de silicio fotosensible.


Los microchips se han convertido en uno de lo recursos más preciados en el mundo (Foto: Getty Images).

Ese patrón forma el circuito de un microchip de silicio, que puede tener como destino una computadora, un teléfono o cualquier otro dispositivo electrónico. El objetivo es tratar de hacer el mejor y más eficiente microchip a escala, y cuanto más pequeño mejor.

Aquí es donde entra el elemento diferenciador de las máquinas más avanzadas de ASML, que pueden trabajar a escalas minúsculas generando luz ultravioleta extrema superfina, de sólo 13,5 nanómetros. Estamos hablando de líneas más finas que un pelo humano, que están entre los 50 y 100.000 nanómetros.

Sander Hofman
, de ASML, lo compara con el uso de bolígrafos con puntas diferentes: "Debido a la pequeña longitud de onda, ahora básicamente se está utilizando un marcador muy fino para dibujar estas líneas de circuitos integrados, en lugar de las máquinas de la generación anterior que utilizan, quizás, un rotulador", comparó.

La capacidad de grabar el silicio con circuitos tan finos permite introducir más componentes en la misma superficie, lo que, a su vez, significa que los dispositivos electrónicos pueden tener más capacidad de procesamiento y más memoria, manteniendo el mismo tamaño.

Máxima pulcritud

Las máquinas funcionan en el vacío, ya que todo el proceso de producción de un microchip se podría arruinar por la más mínima impureza, como una partícula de piel.

La limpieza a su máxima expresión es fundamental para la producción de microchips (Foto: Getty Images).

Hay momentos en los que los ingenieros y operarios deben ponerse guantes sobre guantes para asegurarse de no dejar ninguna huella dactilar, y así tener la garantía de no meter polvo de más en la máquina. Una sola huella dactilar puede causarle daños importantes.

Las máquinas son muy grandes y complejas. Una máquina de ultravioleta extrema (EUV) puede tardar un año en montarse y entregarse. En 2022, la empresa entregó sólo 50 de su modelo de mayor especificación y 400 máquinas en total. A pesar de tan reducida producción, sumado a los ingresos procedentes de la gestión y mejora de las máquinas existentes, hicieron que ASML obtuviera unos 22.700 millones de dólares el año pasado.

Los pedidos que tienen en cartera duplican la cifra de producción. Y ese crecimiento de las ventas se traduce en un aumento de la plantilla de personal, que se ha incrementado en un tercio en los últimos 12 meses.

Las máquinas que fabrica ASML tardan años, o incluso décadas, en desarrollarse y perfeccionarse. Un ejemplo son las de mayor especificación en las que la compañía lleva trabajando desde principios de la década de 2000, lo que deja a otras empresas del sector con bastante trabajo por hacer.

La batalla entre EE.UU. y China

Ser un engranaje tan crucial en la industria electrónica mundial conlleva dificultades. Actualmente, ASML se encuentra atrapada en el medio de una batalla entre Estados Unidos y China.

Pekín lleva mucho tiempo queriendo fabricar los chips informáticos más avanzados, para lo que necesita las máquinas de la empresa, pero desde 2019, Washington ha estado bloqueando efectivamente a ASML para que no exporte esas máquinas a China.

Ha habido informaciones que aseguran que las autoridades holandesas y estadounidenses han llegado a un acuerdo sobre las exportaciones de ASML, pero no se han dado a conocer los detalles. La propia empresa reaccionó a la noticia con un comunicado explicando que cualquier restricción necesitaría de mucho trabajo y tiempo antes de que se pueda implementar una legislación.

Aún así, el director ejecutivo de ASML, Peter Wennink, no cree que su negocio se vea gravemente afectado por las restricciones a la exportación a largo plazo. "Si los semiconductores no pueden fabricarse en China, se fabricarán en Corea del Sur, Estados Unidos, Europa o Taiwán. En última instancia, enviaremos esas máquinas porque el mundo necesita esa tecnología", aseguró.