lunes, 8 de abril de 2024

Tetris: cómo un joven logró derrotarlo y qué nos dice ésto sobre nuestras capacidades

Era una hazaña que por décadas se pensó que sería imposible de lograr, pero a finales 2023, Willis Gibson -un adolescente estadounidense de 13 años conocido en internet como "Blue Scuti"-, ganó el juego de la versión para Nintendo de Tetris, lanzado por primera vez en 1989.

Gibson transmitió en vivo su batalla con Tetris el 21 de diciembre de 2023 y jugó durante 40 minutos a velocidades cada vez más frenéticas.

Los diseñadores de la primera versión de Tetris (juego creado por el programador ruso Alekséi Pázhitnov) pensaron que nadie podría hacerlo: está diseñado para que no paremos de jugar y las piezas caen cada vez más rápido hasta que el jugador se agobia. Para ganar el juego, hay que alcanzar puntuaciones tan altas que hacen que la memoria del juego se sobrecargue y se "cuelgue". El jugador gana porque la computadora simplemente no puede continuar.

La forma en que lo hizo nos dice mucho sobre cómo los límites del desempeño humano están cambiando en la era digital. Anteriormente, sólo la inteligencia artificial había logrado vencer a Tetris en su versión para Nintendo. Aquel programa especialmente diseñado fue capaz de percibir, casi instantáneamente, los movimientos de Tetris y responder rápidamente con acciones. Jugó sin cansarse, sin cometer ningún error, yendo mucho más allá de las limitaciones que puede presentar un humano.

En aquel momento, en 2021, la IA pudo mostrar niveles del juego que anteriormente no habían sido explorados por humanos. Al igual que la física en los límites de un agujero negro, Tetris comienza a cambiar en los niveles superiores. La velocidad se duplica repentinamente en el nivel 29, un nivel que pocos humanos alcanzan y pocos sobreviven por mucho tiempo.

Cuando el contador de puntuación supera el millón, los dígitos comienzan a ser reemplazados por letras y, finalmente, por glifos (símbolos, caractéreres) gráficos de Tetris.

Con el tiempo, los colores de los bloques se deforman y cambian, algunos niveles son todos de un rosado intenso, otros tienen bloques tan oscuros que casi no se pueden pueden ver, especialmente a la velocidad necesaria para reaccionar y sobrevivir.

40 minutos a gran velocidad

Gibson transmitió en vivo por YouTube su hazaña el 21 de diciembre de 2023 y jugó durante 40 minutos a velocidades cada vez más frenéticas. Estableció nuevos récords mundiales de puntuación, niveles jugados y líneas que logró despejar.

Al final, fue recompensado con el choque que indica que había logrado lo imposible: ganar el juego.
El logro fue real, pero su importancia va mucho más allá del ámbito de los juegos "arcade" clásicos y de sus fanáticos. Lo que hizo Gibson y cómo lo hizo ofrece lecciones generales sobre cómo aprende la gente y cómo se van ampliando los límites del desempeño humano.

Para entender por qué, hay que tener en cuenta que Tetris es una comunidad, además de un juego. Cuando Gibson comenzó a jugar no sólo jugó en una vieja consola, sino que se unió a una tradición. Hay miles de jugadores dedicados al Tetris en Nintendo.

Además de los jugadores, hay streamers, bloggers, teóricos que discuten sobre estrategias y personas que buscan romper récords y que compiten para superarse entre sí. Incluso existe el Campeonato Mundial de Tetris Clásico, que se celebra anualmente en Portland, en Estados Unidos.

Jugadores compiten en el Campeonato Mundial de Tetris Clásico (Foto: Getty Images).

Laboratorios de ideas y experimentos

Tetris es famoso porque logra absorber a quien lo juega, pero es la comunidad la que garantiza que esos nuevos jugadores se involucren más en el pasatiempo, a pesar de las muchas alternativas que existen. Las comunidades brindan aliento y otro ingrediente crucial para acelerar el potencial humano: inspiración.

Son también laboratorios de ideas y experimentos, donde diferentes personas pueden probar cosas nuevas y compartir sus éxitos. Los científicos estudian este aprendizaje social bajo la etiqueta de "evolución cultural". Aunque algunos otros animales hacen esto, los humanos se destacan en ello. Mediante esta evolución diferentes comunidades desarrollan diferentes prácticas para adaptarse a su entorno inmediato.

Lo que demostró el récord de Gibson

En Tetris, una innovación crucial ha sido una nueva forma de sostener el control, llamada "rolling" (rodar), y consiste en golpear la parte de abajo del mando con una mano mientras se pulsa ligeramente los botones con la otra. Permite que los jugadores puedan realizar acciones más rápido que presionando con un solo dedo.

A pesar de que Tetris tiene 34 años de historia, el rolling sólo se hizo popular en los últimos años y se ha extendido dentro de la comunidad. Como suele ocurrir, son los miembros más jóvenes de una comunidad quienes reconocen la innovación útil.

Gibson comenzó a jugar al Tetris a los 11 años y utilizó la técnica con la que ha superado varios récords.

Gran parte del debate en torno a la inteligencia artificial se centra en ámbitos en los que las habilidades humanas podrían volverse obsoletas, pero es un error pensar que el desempeño humano es un objetivo estacionario. Como demostró el logro récord de Gibson, constantemente miramos hacia los límites exteriores para ampliar nuestro alcance.

La moraleja es que ampliar las fronteras de las habilidades humanas es una consecuencia de la innovación colectiva contínua, así como de individuos notables.

Los humanos somos una especie definida por nuestra capacidad de aprender, y en la era digital hay cada vez más potencial para avanzar hacia territorios inexplorados de desempeño en todos los aspectos del arte, la ciencia y la cultura moderna... que incluye al Tetris.