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jueves, 24 de julio de 2025

Para conocer a Rogelio Polesello, el artista de la forma y la luz que creó un mundo de pureza

El Centro Cultural Borges presenta “Más aquí. Polesello 1970-2000″, exposición que reúne más de 150 piezas, creadas entre 1970 y 2000, en las que se recorre su experimentación con el arte óptico y cinético. 

(Foto: prensa C.C. Borges).

El concepto de "más aquí", formulado por Marta Traba en 1978, define la singularidad de Rogelio Polesello: una obra que, según la crítica, "no suscita ninguna pregunta, no produce expectativa y, por lo tanto, ninguna angustia, y crea un espectador que es en simultáneo productor, actividad que lo aleja de los lugares más predecibles del arte: de la contemplación a la reflexión".

Esta idea, que da título a la exposición "Más aquí. Polesello 1970–2000", se materializa en la nueva muestra antológica que el Centro Cultural Borges (Viamonte 525, CABA) dedica al artista, en el marco del décimo aniversario de su fallecimiento.

La exhibición reúne así más de 150 obras creadas entre 1970 y 2000, tres décadas decisivas en su trayectoria. El recorrido incluye acrílicos tallados, monocopias, pinturas, obras sobre papel y piezas inéditas, todas ellas testimonio de su incesante exploración de la percepción, la luz, el color y la forma.

(Foto: prensa C.C. Borges).

El visitante se enfrenta a una experiencia visual inmersiva, donde el juego óptico, la precisión técnica y el espíritu lúdico invitan a mirar y mirarse de otra manera. La selección abarca obras de la colección de su compañera Naná Gallardo, material de archivo del propio artista y piezas de colecciones privadas de toda Argentina.

El texto curatorial de Santiago Villanueva subraya que la obra de Polesello (Buenos Aires, 1939-2014) es una presencia "no sólo indiscutible, sino también incómoda y generadora de nuevas preguntas" desde los años sesenta hasta la actualidad.

La muestra se centra en el período que comienza en 1970, cuando la proyección internacional del artista, especialmente en Venezuela, se intensifica, y concluye en el año 2000. En estas tres décadas, la selección de obras y materiales revela el carácter experimental, de prueba y error, y una abstracción que se aleja de los programas rígidos para difuminarse entre el diseño, la decoración, la publicidad, el muralismo y la manualidad.

Foto: prensa C.C. Borges).

Desde sus inicios, Polesello experimentó con materiales industriales como el acrílico, desafiando los procesos tradicionales de la obra de arte. Esta actitud lo convirtió en objeto de debates en los años sesenta, desde el ensayo fundamental de Oscar Masotta en 1965 hasta la gran exposición en el Instituto Di Tella en 1969, organizada por Jorge Romero Brest.

Masotta observó en él una manera inédita de trabajar, desde su vestimenta hasta los materiales y la escenificación de su práctica. Según el crítico, Polesello "elimina algo del gesto, y se pregunta por el modo en el que estas superficies ‘anónimas’ pueden ser un modo de integrar el arte con la vida social".

Masotta lo describió como alguien que, vestido con overol y soplete en mano, "parece un obrero metalúrgico, pero que no lo es". Esa apariencia, sostiene, es la superficie donde se sostiene la estructura de pensamiento de la obra de Polesello.

(Foto: redes sociales Malba).

El "más aquí" de Polesello implica, según la mencionada Traba, "una eficacia y resolución de la imagen que salta los pasos impuestos por generaciones anteriores de artistas-intelectuales al arte no figurativo. Es tanto el exceso como el acortamiento de distancias, la disolución y la pérdida de rigidez, estableciendo un contacto no comprometido".

En la obra de Polesello, el tiempo suspendido es también proceso: la referencia se diluye y la relación con el contexto se vuelve menos utilitaria y literal. Al acercarse el fin de siglo, esa proximidad se transforma en una aceleración hacia la pérdida de un sentido vanguardista de la imagen y una reorientación hacia la magia.

Figura central del arte óptico y cinético en América Latina, Polesello transitó el diseño, la pintura, la escultura y la gráfica. Integrante del Grupo Arte Nuevo y exponente del Op-Art internacional, desarrolló una estética propia basada en la distorsión visual, la geometría y el movimiento. 

(Foto: prensa C.C. Borges).

Desde joven, se destacó por su búsqueda de movimiento en lo estático y por articular de manera innovadora las relaciones entre arte, diseño, industria y arquitectura. Su experimentación con materiales -en especial el acrílico- le otorgó una impronta distintiva. La combinación de orden y azar, junto con la audacia cromática, marcó toda su producción y dejó una huella inconfundible en el arte argentino.

Comenzó a trabajar en una agencia de publicidad a los quince años. Se formó en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano y se graduó en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón en 1958. Durante su educación, descubrió la obra de Paul Klee, que influyó notablemente en su trabajo, y recibió enseñanzas de su padre, constructor, lo que inspiró la incorporación de materiales y métodos de construcción en sus obras.

El artista recorrió diversas vertientes del abstraccionismo geométrico: su obra combina formas geométricas y efectos ópticos de color para generar la ilusión de movimiento. Sus primeras esculturas, de los años cincuenta, exploran el efecto de la luz en los objetos. Traspasó los límites de la pintura tradicional con el mural Eclipse en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza (Buenos Aires, 2001) y con intervenciones en automóviles, edificios y cuerpos humanos.

(Foto: prensa C.C. Borges).

Participó en numerosas bienales y su obra integra colecciones nacionales e internacionales, incluyendo el MOMA, el Guggenheim de Nueva York, el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo Moderno y el MACBA. Dentro de la comunidad artística, era conocido como “Pole”.

Expuso en la 3ª Bienal de París en 1963, la 8ª Bienal de San Pablo en 1965, la muestra Plástica con Plásticos en el Bellas Artes en 1966, el Di Tella en 1967 y 1968, el Center for Inter-American Relations de Nueva York en 1968, el Bellas Artes en 2000, el Centro Cultural Recoleta en 2005 y nuevamente en el Bellas Artes en 2012. En 2003, recibió el Gran Premio de Honor del Fondo Nacional de las Artes. Y ahora se puede disfrutar en el C. C. Borges, de miércoles a domingos, de 14:00 a 21:00, con entrada libre y gratuita.

(Fuente: Infobae / C.C. Borges / redacción propia)

jueves, 26 de junio de 2025

Agenda Cultural: el Palacio Libertad (ex Centro Cultural Kirchner) renueva su oferta semanal multidisciplinaria para despedir el mes de junio

Ubicado en Sarmiento 151, CABA, el complejo cultural más importante de Latinoamérica propone mucha música, pintura y danza. Como siempre, con acceso libre y gratuito para toda la comunidad.

• Esenciales: Almodovariana 

Llega un espectáculo ideado por Valeria Ambrosio y dedicado a la maravillosa obra de Pedro Almodóvar, con las canciones de sus películas. Las funciones están a cargo de un ensamble orquestal dirigido por Juan Serruya y con la participación de los cantantes Maxi Serral, Virginia Kaufmann, Gigi Lepío y Amal, con la performer Paulina Domínguez a cargo de los pasajes teatrales. Entre otros temas, se interpretarán "Cucurrucucú paloma", "Un año de amor", "Encadenados", "Déjame recordar" y "Resistiré".

Sábado 28 de junio, 20:00 - Auditorio Nacional.
Domingo 29 de junio, 19:00 - Auditorio Nacional.

• Pintura italiana hoy: una nueva escena


Con curaduría de Damiano Gullì, la muestra Pintura italiana hoy: una nueva escena da a conocer la riqueza actual de la pintura italiana a través de la obra de 27 artistas. La exhibición cuenta con el apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional italiano y de la Embajada de Italia.

Inauguración: miércoles 25 de junio, 18:00.
Miércoles a domingos, 14 a 20:00 - Salas 705 y 706.

• Musyca Children's Choir: música de cine


Desde California, Estados Unidos, el Musyca Children’s Choir (Coro Infantil Musyca) presenta el espectáculo Música de cine, un concierto coral que fusiona obras maestras, clásicos de Broadway y de jazz, y canciones de diferentes épocas.

Miércoles 25 de junio, 19:00 - Salón de Honor.

• Mozart, Haydn y Mendelssohn, por la Orquesta Sinfónica Nacional


Con Roberto Rutkauskas como director y solista y la participación de la soprano Malena Napal Porpiglia, la Orquesta Sinfónica Nacional ofrece un nuevo concierto. El programa está integrado por obras de Wolfgang A. Mozart, Joseph Haydn y Felix Mendelssohn.

Miércoles 25 de junio, 20:00 - Auditorio Nacional.

Baila en libertad, por la Escuela Nacional de Formación en Danza


Un espectáculo en el que se muestra una clase de danza en modo escénico. Se interpretarán fragmentos de obras coreográficas y se realizará el estreno de la obra Botellones a todo ritmo, de Alejandra y Astrid Castro Videla.

Miércoles 25 de junio, 19:00 - Sala Argentina.

• Música y palabras, episodio 20: Las Carelli y Catalina Dowbley


Nuevo episodio del ciclo que combina piezas literarias y musicales. Las hermanas Celina y Leticia Carelli en guitarra y bajo, con Flor Zerillo en piano, presentan ¿Cómo es la canción?, una propuesta en la que dialogan con Cartas a un tal Juan, proyecto epistolar de la periodista, cantante y poeta Catalina Dowbley.

Sábado 28 de junio, 18:00 - Salón de Honor.

• Pista abierta: chamamé y cueca cuyana


Continúa la propuesta de danza que explora el movimiento y sus tendencias. El sábado 28 de junio, habrá una práctica guiada de chamamé por Rodrigo Colomba y Bárbara Contreras. Y el domingo 29, tendrá lugar una práctica de cueca guiada por Juan Manuel Visetti y Jimena Visetti Herrera.

Sábado 28 y domingo 29 de junio, 17:00 - Terraza del Auditorio Nacional. 

• Ciclo Ensambles: Luís Ceravolo 4


En un nuevo concierto del ciclo Ensambles, se presenta el grupo integrado por Luis Ceravolo en batería y dirección, Cristian Zárate en piano, Juan Pablo Navarro en contrabajo y Nicolás Enrich en bandoneón. Luis Ceravolo 4 interpretará música de Astor Piazzolla y de otros compositores de tango y jazz.

Domingo 29 de junio, 17:00 - Salón de Honor.

• Tardes de jazz: Nicolás Politzer Trío



En una nueva fecha del ciclo Tardes de jazz, el baterista Nicolás Politzer se presenta en formato de trío con Nataniel Edelman en piano y Hernán Merlo en contrabajo. El ensamble interpretará obras de Bill Evans, Carla Bley y Bud Powell, entre otros creadores.

Domingo 29 de junio, 18:00 - Plaza seca.

(Fuente: prensa Palacio Libertad)

miércoles, 11 de junio de 2025

Los asombrosos dibujos que Victor Hugo hacía en los márgenes de sus manuscritos con la tinta que le sobraba

Tratándose de un genio de las letras como Víctor Marie Hugo, cualquier cosa medianamente buena es valiosa, porque abre la posibilidad de vislumbrar la vida interior del autor de "Los miserables" y "Nuestra Señora de París".  

Hugo tuvo una obsesión de toda la vida con los castillos. Este "El Castillo del Ángel", c. 1863, es uno de muchos, con torres y agujas góticas; en colinas o junto a lagos; de cuento de hadas y de pesadilla; reales y soñados (Foto: Paris Musées / Maisons de Victor Hugo).

El mismo Victor Hugo tenía una visión más bien circunspecta de su obra pictórica. A su editor le escribió en 1862: "Temo mucho que esas marcas aleatorias de mi pluma, arrojadas más o menos torpemente sobre el papel por un tipo que tiene muchas otras cosas que hacer, dejan de ser dibujos desde el mismo momento en que pretenden serlo".

Un año después, señaló modestamente que eso que "la gente insiste en llamar mis dibujos no eran más que cosas hechas en los márgenes o en las portadas de manuscritos durante horas de ensoñación casi inconsciente con lo que quedaba de tinta en mi pluma".

A pesar de la forma tan bella de describir sus obras, no promete mucho. No obstante, el arte visual del autor francés sorprende. Nos encontramos con casas hermosas pristinas o en ruinas, castillos de ensueño o imponentes y enigmáticos, barcos a merced de las olas o naufragados, criaturas marinas curiosas o terrestres intrigantes y hasta manchas abstractas que anticipan el porvenir. Y nos damos cuenta de que están lejos de ser garabatos marginales.

El mundo natural, y en especial el océano, fue una importante fuente de inspiración para los escritos y dibujos de Hugo, quien a veces fue llamado "hombre océano", un término que él mismo usaba para referirse a genios (Foto:  Bibliothèque Nationale de France, Département des Manuscrits).

"Si encontraras sus dibujos en un baúl hoy sin saber quién los hizo, de todas maneras sería un descubrimiento muy emocionante pues son cautivadores, muy bien logrados y técnicamente experimentales", dice la historiadora de arte Sarah Lea.

"Experimentaba con la abstracción, y también era capaz de dibujar detalles increíblemente finos con la pluma", añade Lea, curadora de la exposición "Cosas Asombrosas: los dibujos de Victor Hugo" de la Royal Academy en Londres.

"Era increíblemente hábil y la aparente espontaneidad de algunas de las obras más abstractas es como la improvisación de un músico de jazz: es capaz de perder el control de una manera que anticipa que dejará un efecto interesante". Sin embargo,los dibujos de Hugo rara vez viajan para ser expuestos debido a su fragilidad.

Pero los 70 exhibidos en la Royal Academy muestran cómo lo que empezó con simpáticas caricaturas -que le dejaba a sus hijos sobre la cama para que las encontraran al despertar- evolucionó a obras dignas de la admiración de figuras como el gran artista romántico Eugène Delacroix.

Según él, si Hugo hubiera elegido ser pintor en lugar de escritor, habría sido uno de los más grandes del siglo. El poeta y crítico Théophile Gautier coincidió: "Si no fuera poeta, Victor Hugo sería un pintor de primer orden. Destaca por mezclar en sus fantasías salvajes y sombrías el claroscuro de Goya con los aterradores efectos arquitectónicos de un Piranesi".

Un tipo ocupado

Como dijo en su carta al editor, Hugo era efectivamente un tipo que tenía muchas cosas que hacer. A lo largo de su vida, escribió 10 novelas, una docena de obras de teatro, más de 20 volúmenes de poesía y una enorme cantidad de cartas.

Además de su gran actividad literaria, estuvo profundamente arraigado en el discurso político de la Francia del siglo XIX, con o sin cargos públicos.

Se pronunció abiertamente en asuntos de Estado: abogó por la abolición de la esclavitud y los derechos de las mujeres, hizo campaña por el fin de la pena de muerte y se manifestó firmemente contra el emperador Napoleón III, a favor de una república francesa.

"Ecce Lex" (Contemplad la Ley - 1854), fue parte de su fallida campaña para salvar a un asesino convicto llamado John Tapner, pues se oponía a la pena capital. Años después autorizó que este dibujo se usara en protesta por la ejecución del activista antiesclavista estadounidense John Brown (Foto: Paris Musées / Maisons de Victor Hugo).

Por razones políticas, tuvo que vivir en el exilio más de una vez, y por razones más placenteras, viajaba a menudo por Europa.

Además, estaba casado con Adèle Foucher, tuvo 5 hijos, varias amantes y con una de ellas, la actriz francesa Juliette Drouet, tuvo un apasionado romance durante 50 años.

Por si fuera poco, era un entusiasta del diseño de interiores, tanto que dictaba la decoración no sólo de su casa, sino también de la de Drouet, fabricando incluso muebles con fragmentos de baúles antiguos. Alguna vez dijo que se había desviado de su verdadera vocación y que había "nacido para ser decorador".

Hugo se exilió en Guernsey, y convirtió su casa en un refugio gótico con un interior romántico lleno de toques fantásticos, como este espejo destartalado cuyo marco de madera pintó con pájaros de colores (Foto: Paris Musées / Maisons de Victor Hugo).

Y en medio de todo eso, pintaba y pintaba y pintaba... "Ciertamente era una persona muy ocupada, por lo que pintar debe haber significado algo realmente importante para él, porque estimamos que hizo alrededor de 4.000 dibujos a lo largo de su vida", subraya Lea.

"Era más que un pasatiempo, era más bien una compulsión, diría yo, y un lugar al cual ir cuando la escritura o la política o algo doloroso lo abrumaba. Y es que también experimentó muchas tragedias personales en su vida. De sus cinco hijos, él sobrevivió a todos menos a su hija, que estaba en un manicomio", agrega.

Sin embargo, Lea piensa que la pintura era más que un refugio. "Cuando miro su obra me parece que para él la página en blanco era un espacio increíblemente libre para experimentar y jugar con ideas o reflexionar sobre algo de su literatura, gracias a la ausencia de público, pues sus dibujos eran privados".

Así es: esta era una faceta que Hugo no aspiraba a compartir más que con personas de su confianza, aunque eso no quería decir que pasara desapercibida por sus contemporáneos.

En su prominente ensayo crítico del Salón de París de 1859, por ejemplo, Charles Baudelaire destacó que no había visto en las exposiciones del Salón "la magnífica imaginación que fluye en los dibujos de Victor Hugo, como misterio en el cielo. Hablo de sus dibujos a tinta china, porque es demasiado evidente que en poesía, nuestro poeta es el rey de los paisajistas".

"La ciudad de Vianden vista a través de una tela de araña", 1871 (Foto: Paris Musées / Maisons de Victor Hugo).

Ese talento estético del escritor como pintor permaneció oculto del público general hasta después de su muerte en 1885. La primera exposición pública de sus obras fue en París en 1888, y desde entonces, discretamente, empezaron a dejar su huella en la historia del arte.

Un lugar especial

En 1890, Vincent van Gogh le escribió a su hermano Theo: "En tu carta anterior hablas de los dibujos de Hugo. Acabo de ver un volumen de la Histoire de France (ilustrada) de Michelet. Vi admirables dibujos de (Daniel Urrabieta y) Vierge que eran completamente similares a los de Victor Hugo, cosas asombrosas".

Van Gogh y Hugo "nunca se conocieron, pero compartieron ideas sobre la afinidad creativa a través de épocas y disciplinas. Para ambos, la escritura y el dibujo eran procesos creativos paralelos que se enriquecían mutuamente", apunta la Royal Academy.

"Hubo una gran superposición entre los movimientos artísticos y literarios a finales del siglo XIX", señala la curadora.

Algunos dibujos de Hugo son inquietantes: si observamos de cerca este colosal y enigmático hongo, que se alza imponente sobre un paisaje desolado, veremos un rostro en su tallo (Foto: Paris Musées / Maisons de Victor Hugo).

Curiosamente, la obra visual de Hugo parecía adaptarse a varios de los "istmos" de la historia del arte. El autor es una figura clave del romanticismo francés, y algunos de sus dibujos reflejan los ideales de ese movimiento.

Otros son descritos como la encarnación del simbolismo, un concepto literario que pronto abarcó las artes plásticas, con pintores que creían que el arte debía reflejar una emoción o idea, en lugar de representar el mundo natural de forma objetiva. Pero Hugo además fue un vanguardista adelantado a su tiempo.

Atraído por el espiritualismo, experimentó con charcos de tinta para crear dibujos de "tache" o "manchas" décadas antes de que los surrealistas adoptaran el dibujo automático, aquel en el que permitían que sus manos se movieran aleatoriamente por la página, impulsadas por el subconsciente.

No sorprende entonces que Hugo apareciera mencionado en el Primer Manifiesto Surrealista de André Breton de 1924, en medio de un panteón de héroes surrealistas.

"Hugo es surrealista cuando no es estúpido", declaró el fundador y principal exponente del surrealismo, expresando así su admiración por él como artista, y su desagrado por sus escritos, que despreciaba por su "sentimentalismo literario" y su estilo de prosa convencional.

Bretón poseía dibujos del escritor, y Max Ernst, figura fundamental tanto en el movimiento dadá como en el surrealismo se interesó mucho en la obra de Hugo.

"Encaje y espectros", c. 1855-56, aguada a pluma y tinta marrón, impresión de carboncillo y encaje sobre papel (Foto: Paris Musées / Maisons de Victor Hugo).

"Se podría hacer una exposición sobre todos los artistas que se han inspirado en Hugo. Incluso hoy en día hay artistas que se interesan mucho por sus dibujos, como el escultor británico Antony Gormley y la artista visual Tacita Dean, y artistas estadounidenses como Raymond Pettibon", continúa Lea.

Quién sabe qué pensaría Hugo de que su "Les Miserables" (1862) fuera más conocida como un musical que como una novela. Pero quizás le sorprendería más que sus pinturas, aquellas que compartía sólo con familiares y amigos, fueran tan apreciadas.

"Hay una especie de espíritu irreverente al que pertenece Hugo y que tiene su propia tradición en la historia del arte", concluye la curadora.

(Fuente: BBC Mundo)

martes, 13 de mayo de 2025

Agenda Cultural: el Palacio Libertad (ex Centro Cultural Kirchner) continúa proponiendo actividades, muestras y espectáculos para toda la famila

El imponente centro cultural porteño, ubicado en Sarmiento 151, CABA, ofrece mucha música, radioteatro y hasta astronomía. Como siempre, el acceso es libre y gratuito para toda la comunidad.

 

• Quinquela y el arte como práctica comunitaria

La exposición recupera el legado cultural y social de Benito Quinquela Martín en La Boca a través de un material único, fotografías y crónicas periodísticas. A su vez, se exhibe la obra de Alejandra Fenochio, que evoca el espíritu del gran pintor boquense.

Desde el viernes 16 de mayo, de miércoles a domingos, de 14:00 a 20:00 - Sala 206.


• Concierto homenaje a Enrique Fasuolo

Con la participación de destacados músicos, se realiza un tributo al bandoneonista Enrique Fasuolo, figura entrañable de Buenos Aires, con diferentes formaciones. Se presentan en vivo Carla Algeri, Leonardo Marconi, Daniel Martí, Héctor Ugarteche, Marcelo Ugarteche, Claudio Guiragossian y el propio homenajeado.

Viernes 16 de mayo, 20:00 - Sala Argentina.


• Visita temática: Buenos Aires estelar

Organizada junto con la Asociación Argentina Amigos de la Astronomía, "Buenos Aires estelar" propone una noche de observación del cúmulo de estrellas, los mares y los cráteres de la Luna, al alcance de la retina a través de telescopios.

Miércoles 14, jueves 15 y viernes 16 de mayo, 19:00 - La Cúpula.


• Radioteatro: En familia, de Florencio Sánchez

El ciclo Radioteatro, llevado adelante por Cristina Alberó, Marcelo Caballero y Eduardo Gondell, ofrece una obra clave del teatro rioplatense: "En familia", un clásico de Florencio Sánchez (1875-1910). Con dirección y adaptación de Gondell, cuenta con la participación de Osvaldo Laport junto con Alberó y un elenco de actores-músicos.

Miércoles 14 de mayo, 20:00 - Sala Argentina.


• Magnificat, de Martín Palmeri, por el Coro Nacional de Música Argentina y ensamble

Bajo la dirección de Guillermo Tesone, el coro se presenta junto a un ensamble instrumental conformado por integrantes de la Orquesta Sinfónica Nacional y de la Orquesta Nacional de Música Argentina. Como solistas, se presentan la soprano Natalia Salardino y la mezzosoprano Lucila Blanc.

Miércoles 14 de mayo, 20:00 - Auditorio Nacional.


• Conciertos del mediodía: Maxime Zecchini, recital de piano

El pianista francés se suma a los Conciertos del mediodía del Mozarteum Argentino con un programa de música francesa de los siglos XIX y XX: obras de Camille Saint-Saëns, Gabriel Fauré, Erik Satie, Claude Debussy, Maurice Ravel, Germaine Tailleferre y Francis Poulenc.

Miércoles 14 de mayo, 14:00 - Sala Argentina.


• Gabriel Grätzer & Big Tequilas: por los caminos del country blues

En una nueva fecha del ciclo Música para el Bienestar, se presenta el concierto "Por los caminos del country blues". El grupo cuenta con Gabriel Grätzer en voz, guitarra y comentarios, Diego García Montiveros en contrabajo y Fernando Zoff en batería. Artista invitada: Emilia Duflos en voz y tabla de lavar.

Miércoles 14 de mayo, 19:00 - Salón de Honor.


• Ciclo Ensambles: Elegante Sport

En una nueva fecha del ciclo Ensambles, se presenta el grupo de tango Elegante Sport, con nuevas versiones de clásicos y composiciones propias. El grupo está integrado por Diego Vassallo, Nicolás Rossi, Sofía Calvet, Pablo Motta, Horacio Cacoliris y Julián Caeiro.

Viernes 16 de mayo, 18:00 - Salón de Honor.


• Clásicos del tango, por la Orquesta Nacional de Música Argentina

Con Ezequiel Silberstein como director invitado, la Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto interpreta clásicos del tango, arreglados por Carlos García y Lito Valle, a la que se suman piezas de Astor Piazzolla, José Bragato y Leo Sujatovich. Como solista, se presenta Pablo Bercellini en violoncello.

Viernes 16 de mayo, 20:00 - Auditorio Nacional.

(Fuente: Palacio Libertad)

martes, 29 de abril de 2025

Semblanza de Theodor Kittelsen, el artista noruego de los bosques mágicos y aterradores

El pintor, uno de los más emblemáticos de su país, capturó como pocos la fusión entre naturaleza y fantasía, dándole vida a gnomos, bosques encantados y sombríos, y leyendas populares.

"Autorretrato", de Theodor Kittelsen (Kragerø, Telemark, 1857 - Jeløya, Østfold, 1914), considerado uno de los artistas más emblemáticos de Noruega (Foto: WIkimdia Commons).

Fallecido en Jeløya, Østfold, en 1914, Theodor Kittelsen es considerado uno de los artistas más emblemáticos de Noruega, reconocido por su capacidad para transformar la naturaleza en escenario de magia, misterio y oscuridad. Nació el 27 de abril de 1857, en Kragerø, Telemark. Aunque su nombre no alcanzó la proyección internacional de otros pintores de su época, su obra ocupa un lugar central en la identidad cultural noruega.

Kittelsen ganó notoriedad principalmente por sus ilustraciones de cuentos de hadas y leyendas populares, en especial aquellas protagonizadas por duendes y gnomos, criaturas omnipresentes en la tradición escandinava. 

"El duendecillo del agua" (Foto: WIkimdia Commons).

Su mirada sobre la naturaleza, entre el romanticismo y la pintura "naif", supo integrar elementos fantásticos en paisajes rurales y boscosos, generando imágenes que aún hoy definen el imaginario popular noruego.

De aprendiz de relojero a artista nacional

Nacido en un pequeño pueblo costero, Kittelsen enfrentó desde muy joven las dificultades económicas tras la muerte de su padre. A los once años comenzó a trabajar como aprendiz de relojero, pero su talento artístico llamó la atención de Diderich Maria Aall, quien le ofreció apoyo financiero para estudiar en la escuela de pintura de Wilhelm von Hanno en Cristianía (actual Oslo) y, más tarde, en Múnich.

"Gavillas de trigo a la luz de la luna" (Foto: WIkimdia Commons).

La falta de recursos obligó a Kittelsen a mantenerse en Alemania trabajando como ilustrador para periódicos y revistas. En 1882 obtuvo una beca para perfeccionarse en París, pero regresaría definitivamente a Noruega en 1887. Allí, inmerso en los paisajes rurales, encontró la fuente inagotable de inspiración que marcaría su carrera.

Durante su estadía en el remoto Faro de Skomvær, en las islas Lofoten, Kittelsen comenzó también a escribir textos que acompañaban sus dibujos, un rasgo distintivo de su producción posterior.

"Eco" (Foto: WIkimdia Commons).

Lauvlia: el refugio creativo

En 1899, Kittelsen se estableció con su familia en Lauvlia, cerca de Prestfoss, donde construyó una casa con su propio taller. El entorno natural, dominado por el lago Soneren y el monte Andersnatten, nutrió algunas de sus obras más recordadas. En este período, fue convocado por los folcloristas Peter Christen Asbjørnsen y Jørgen Moe para ilustrar su célebre recopilación "Norske Folkeeventyr" (Cuentos populares noruegos).

"El hada que desapareció" (Foto: WIkimdia Commons).

El trabajo de Kittelsen en Lauvlia consolidó su reputación como el gran ilustrador de la mitología y la tradición noruega. Sin embargo, pese al reconocimiento -incluido su nombramiento como Caballero de la Orden de San Olaf en 1908-, sus últimos años estuvieron marcados por dificultades económicas y problemas de salud, que lo obligaron a abandonar su hogar en 1910. Falleció en 1914, en bancarrota.

El legado de un imaginario

El arte de Theodor Kittelsen se distingue por su particular fusión entre la naturaleza real y el mundo fantástico. Sus troles, animales antropomórficos y paisajes hechizados no sólo ilustraron leyendas tradicionales, sino que resignificaron la relación entre los noruegos y su geografía.

"Doce patos salvajes" (Foto: WIkimdia Commons).

Hoy, Lauvlia funciona como un museo dedicado a su obra, con exposiciones anuales y actividades para niños, manteniendo vivo el legado de un artista que encontró en los bosques y montañas un universo mágico y a menudo inquietante.

Aunque su reconocimiento fuera de Noruega sigue siendo limitado, la obra de Kittelsen constituye una referencia insoslayable para quienes exploran la conexión entre arte, folclore y naturaleza en la cultura escandinava.

(Fuente: Infobae)

miércoles, 23 de abril de 2025

Agenda Cultural: las nuevas propuestas del Palacio Libertad (ex Centro Cultural Kirchner) para lo que resta de abril y el comienzo de mayo

El centro cultural más importante de Latinoamérica ofrecerá -luego de una semana de duelo por el fallecimiento del Papa Francisco, durante la cual no habrá actividades- música, teatro, pintura y hasta radioteatro de los años '30 y '40. 


• Rovira 100, por el Quinteto Sónico (Bélgica)

Comienza una nueva temporada de Conciertos del mediodía, el tradicional ciclo del Mozarteum Argentino. En la primera fecha de 2025, el ciclo convoca a Sónico, grupo de tango con base en Bruselas conformado por intérpretes de distintas nacionalidades. Está integrado por: Lysandre Donoso en bandoneón, Alejandro Schwarz en guitarra, Stephen Meyer en violín, Ariel Eberstein en contrabajo e Ivo De Greef en piano.

El quinteto presentará el programa Rovira 100, un homenaje al gran bandoneonista, director y compositor Eduardo Rovira, en el centenario de su nacimiento. El concierto se realiza con apoyo de Federation Wallonie Bruxelles - Vlaamse Gemeenschaap Commisie.

30 de abril, 14:00 - Sala Argentina.


• Viaje iniciático al Impenetrable Chaco salteño, obra del Grupo Tartagal

Como parte de la programación de Artes Visuales, se presenta Viaje iniciático al Impenetrable Chaco salteño, una exhibición que explora la obra del Grupo Tartagal, marcada por la experiencia de una expedición a los secretos del Impenetrable.

Compuesta por dibujos, pinturas, ilustraciones y material de archivo, la muestra busca acercar la aventura que en 1941 iniciaron Carybé (Héctor Julio Páride Bernabó), Raúl Brié, Gertrudis Chale y Luis Preti al internarse en el Chaco salteño a fin de descubrir la cultura ancestral de sus comunidades.

30 de abril, de 18:00 a 20:00 - Sexto piso.


• Homenaje a Benito Quinquela Martín, por la Orquesta Nacional de Música Argentina

En conmemoración de los 135 años del nacimiento de Benito Quinquela Martín, la Orquesta Nacional de Música Argentina 'Juan de Dios Filiberto' realizará un tributo al inolvidable artista plástico.

El ensamble estará dirigido por Ezequiel Silberstein, con dramaturgia y dirección escénica de Ariel Gurevich. Como actriz invitada se presenta Inés Estévez y como cantante invitada participa Agostina Pagella. Además, se suman dos integrantes del Ballet Folklórico Nacional: Mariángeles Regiardo y Leandro Bojko.

30 de abril, 20:00 - Auditorio Nacional.


• Hay que darle el gusto a mamá, de Mónica Salvador

La programación teatral de mayo comienza con Hay que darle el gusto a mamá, una comedia de Mónica Salvador con dirección de Carlos Kaspar y un destacado elenco.

La madre, Sofía del Mar, es una estrella del cine y la televisión que defiende estrictos valores de belleza. Sus dos hijas, Victoria y Soledad, son polos opuestos. La primera sigue los pasos de su madre, mientras que la segunda la desafía en todo aspecto, confrontando con humor. Entre ellas está Edidmundo, un leal mayordomo de toda la vida que es testigo y garante de lo que verdaderamente las une: el amor.

Una comedia con toques dramáticos y un desenlace sorprendente, en la que todos van a encontrar algún guiño de su propia experiencia. Después de todo, ¿quién no ha querido darle el gusto a mamá?

Viernes 2 y sábado 3 de mayo, 20:00 - Domingo 4 de mayo, 19:00 - Sala argentina.


• Seis manos al piano, por Piano Rojo

En un nuevo encuentro del ciclo Clásica y cercana, se presenta Piano Rojo, agrupación integrada por las pianistas Natalia González Figueroa, Melina Marcos y Daniela Salinas.

El programa incluye obras para seis manos de Sergéi Rajmáninov, Jean Cras y Celia Torrá, además de piezas y arreglos escritos especialmente para el trío, con autoría de Manuel Fraga, Pablo Aguirre y la propia González Figueroa.

3 de mayo, 18:00 - Salón de Honor.


• Tardes de canciones: María José Mentana

En una nueva fecha del ciclo Tardes de canciones, la reconocida cantante María José Mentana presenta el espectáculo Que sea tango, junto con dos destacados músicos invitados: Bernardo Baraj en saxo y Oscar De Elía en piano. La intérprete ofrecerá un repertorio de tangos y canciones.

3 de mayo, 18:00 - Plaza Seca.


• Tardes del mundo: música balcánica con la César Pavón Orkesta

En una nueva fecha del ciclo Tardes del mundo, se presenta el quinteto integrado por César Pavón en dirección y acordeón, Germán Pla en trompeta, Santiago Faryna en percusión, Esteban Barolin en tuba y María Florencia Albarracín en voz y acordeón. El ensamble propone una experiencia musical festiva con un repertorio de ritmos balcánicos y de otras regiones del mundo.

4 de mayo, 18:00 - Plaza Seca.


• Radioteatro: ¡Jettatore!, de Gregorio de Laferrère

En abril, el ciclo Radioteatro, llevado adelante por Cristina Alberó, Marcelo Caballero y Eduardo Gondell, ofrece un nuevo clásico del teatro nacional.

¡Jettatore! es una obra teatral del dramaturgo argentino Gregorio de Laferrère (1867-1913) que se ha transformado en una verdadera pieza de culto. Originalmente estrenada el 30 de mayo de 1904 por la compañía Podestá, se caracteriza por su aguda sátira de la superstición y el absurdo que rodea la creencia popular en la mala suerte.

En versión libre de Marcelo Caballero, la emblemática pieza tendrá como protagonista a Arnaldo André, junto con Alberó y un destacado elenco de actores-músicos.

Cada presentación de Radioteatro busca transportar al público a las décadas de 1930 y 1940, y comienza con un homenaje audiovisual a la estética de Argentina Sono Film, al que le suma publicidades adaptadas o actuales con una vibra retro. En el escenario, hay estaciones de micrófonos, sillas y espacios específicos para la música y efectos, y los actores se mueven fluidamente entre ellas, guiados por el pulso de la historia.

28 de mayo, 20:00 - Sala argentina.

(Fuente: prensa Palacio Libertad)

martes, 1 de abril de 2025

¿Por qué es tan famosa la Mona Lisa? Cuatro puntos clave de su popularidad

La obra maestra de Leonardo Da Vinci ha captado la curiosidad de las personas desde su creación. Pero varios hechos se combinaron para impulsar la fama de la pintura.

"La Gioconda" fue pintada por Leonardo da Vinci durante el Renacimiento italiano. El retrato al óleo sobre paneles de madera es una de las obras más conocidas de da Vinci, así como una de las pinturas más famosas de todos los tiempos (Foto:  Centro de Investigación y Restauración del museo Francés / Wikimedia Commons).

Cada año, miles de personas acuden a ver la Mona Lisa en el Museo del Louvre de París (Francia), lo que convierte la visita a esta obra de arte en uno de los programas turísticos más famosos del mundo, junto con la típica visita a la Torre Eiffel. Según el propio museo francés, alrededor del 80% de los 10 millones de visitantes del Louvre buscan el cuadro de Leonardo da Vinci cuando entran al lugar.

La demanda es tan grande que, en 2024, el presidente francés Emmanuel Macron anunció que el cuadro tendrá un espacio solo para él en una parte del Louvre dedicada a las obras de Leonardo Da Vinci, que fue pintor, anatomista, arquitecto, paleontólogo, botánico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista, tal como detalla la Enciclopedia Britannica.

Pero ¿por qué, más de cinco siglos después de ser pintada, la Mona Lisa (o La Gioconda, como también se la conoce) sigue llamando tanto la atención? A continuación, cuatro posibles razones.

La pintura en la Sala de los Estados del Museo del Louvre (Foto: prensa Museo del Louvre).

• La misteriosa sonrisa del cuadro podría ser la respuesta

La famosa y enigmática sonrisa de la Mona Lisa ha fascinado al mundo durante siglos. Da Vinci pintó La Gioconda entre 1503 y 1506, y el retrato llamó inmediatamente la atención del rey francés Francisco I, uno de los primeros admiradores de la obra.

El monarca invitó a Da Vinci a Francia y le compró el cuadro en 1518, con lo que La Gioconda pasó a formar parte de las colecciones reales expuestas en el Louvre tras la Revolución Francesa. En la actualidad, el retrato cuelga tras un cristal a prueba de balas y terremotos, a temperatura y humedad controladas, y se encuentra bajo vigilancia las 24 horas del día, añade.

"El enigma sobre la sonrisa de la Mona Lisa procede probablemente de la multiplicidad de emociones que pueden leerse al contemplar el rostro de la mujer retratada", explica un artículo de Smithsonian Magazine, la revista del Museo Smithsonian de Historia Natural, institución educativa y de investigación gestionada por el gobierno de Estados Unidos.

• El realismo presente en La Gioconda ha convertido la obra en atemporal

Desde el momento en que fue pintada por Leonardo Da Vinci, La Gioconda ya era considerada una obra poco convencional. Sus contemporáneos copiaron la entonces novedosa pose del retrato. Más tarde, el escritor Giorgio Vasari ensalzó la habilidad de Leonardo para imitar de cerca la naturaleza.

El hecho de que sea un retrato muy realista es también una de las razones de su éxito a lo largo de los siglos. Da Vinci pintó una figura compleja que se parece mucho a un ser humano complicado, y también destaca la expresión ambigua del personaje pintado, como resultado de la combinación de la mirada fija y la sonrisa contenida.

Personal del Museo del Louvre traslada la obra a su inspección anual (Foto: Bruce Dale).

• Un robo la hizo más famosa

El 21 de agosto de 1911, la Mona Lisa desapareció del Louvre de París. La obra fue robada y permaneció desaparecida durante dos años aproximadamente, a pesar de que se ofrecieron generosas recompensas a quien ayudara a dar con su paradero.

Hasta que un día, Vincenzo Peruggia, un vidriero que había trabajado en el Louvre, intentó vender el cuadro más famoso del mundo a un marchante de arte italiano. Se alertó a las autoridades y La Gioconda fue recuperada.

Según la Enciclopedia de la Historia Mundial, una plataforma de conocimiento histórico, durante los dos años que guardó la Mona Lisa, Peruggia escondió el cuadro en el falso fondo de un baúl. Las investigaciones de la época nunca consideraron sospechoso al vidriero, hasta que finalmente fue denunciado cuando intentó vender el cuadro de Da Vinci en Italia.

Fue después de que la prensa de la época se hiciera eco de este hecho en todo el mundo cuando se formaron multitudes para ver la obra en el Louvre, sostiene la Enciclopedia histórica.

• Leonardo da Vinci siguió trabajando en la Mona Lisa hasta su muerte

El cuadro estaba en el estudio de Da Vinci en 1519, cuando murió. Aunque pintó la mayor parte en tres años (de 1503 a 1506), se cree que el artista trabajó en él de forma intermitente.

Así es como acabó añadiendo al cuadro múltiples capas de finos esmaltes al óleo en diferentes momentos. Otras características de la obra también muestran la extrema dedicación con la que Da Vinci la pintó: el velo delicadamente retratado, los mechones finamente labrados y la cuidadosa representación de la tela doblada revelan las estudiadas observaciones y la inagotable paciencia de Leonardo.

Los estudios de Da Vinci sobre la profundidad y la óptica también hicieron del cuadro un ejemplo único del talento del italiano.

(Fuente: National Geographic - redacción propia)

lunes, 24 de febrero de 2025

El Museo Nacional de Bellas Artes rinde homenaje a Raúl Conti con una muestra que recorre su legado

"Obras de Itatí y Nueva York" reúne pinturas, esculturas y documentos que reflejan el viaje estético del artista cordobés, entre la naturaleza del Litoral y el ritmo frenético de una megalópolis. 

La muestra en el Museo Nacional de Bellas Artes recorre la evolución de Raúl Conti, desde la riqueza natural de Itatí hasta la crudeza urbana de Nueva York (Foto: prensa Museo Nacional de Bellas Artes).

El Museo Nacional de Bellas Artes porteño ha inaugurado la muestra "Raúl Conti. Obras de Itatí y Nueva York", un recorrido que presenta dos momentos cruciales en la carrera del artista nacido en 1930 en Morteros, Córdoba. La exposición, que se extenderá hasta el 30 de marzo de 2025, reúne pinturas, esculturas y material documental que reflejan la transformación de su obra entre la exuberancia de la naturaleza correntina y la crudeza urbana de la metrópoli estadounidense.

Los orígenes: Itatí como fuente de inspiración

En su juventud, Raúl Conti se instaló en Itatí, una pequeña ciudad a orillas del Paraná, en la provincia de Corrientes. Allí encontró un universo visual rico en tradiciones, creencias y paisajes que marcarían profundamente su obra. Su trabajo de las décadas del '50 y '60, reunido en el primer núcleo de la muestra, plasma la vida cotidiana, la flora y fauna locales, y el sincretismo cultural de la región, donde el catolicismo convive con leyendas populares como la de San La Muerte.

Con pinturas, esculturas y documentos, la exhibición revela el contraste entre la inspiración rural y la metrópoli en la obra de Raúl Conti (Foto: prensa Museo Nacional de Bellas Artes).

"El artista captura el imaginario de Itatí con una paleta cálida y contrastada, con abundante carga matérica, que refuerza el esplendor del paisaje local", explica el director del Bellas Artes, Andrés Duprat. Las obras de este período reflejan un fuerte apego a la naturaleza, con especial atención a los arrozales, las lagunas y las aves que pueblan la región. Fue también en esta etapa cuando Conti realizó sus primeras tallas en madera, iniciando un camino escultórico que se mantendría a lo largo de su carrera.

El impacto de Nueva York

La segunda parte de la muestra se centra en la producción de Conti tras su llegada a Nueva York a fines de los años '70. La ciudad, con su ritmo frenético, su imponente arquitectura y su diversidad cultural, se convirtió en el escenario de una transformación en su estilo y en sus temas.

Según Duprat, "el carácter cosmopolita, la monumentalidad, el poder, el dinero y la violencia urbana operaron en Conti como un opuesto perfecto de sus vivencias en Itatí". En estas obras, la paleta se enfría y aparecen temáticas ligadas a las problemáticas sociales de los barrios periféricos. El artista retrata otras mitologías, no las rurales de Corrientes, sino las que emergen de las calles neoyorquinas, donde el anonimato y la marginalidad son parte del paisaje.

Uno de los puntos destacados de este período es el tríptico "Spanglish" (1981), una obra que refleja la vida en Hell’s Kitchen, el barrio donde residió durante años. Conti ha donado esta pieza al Museo Nacional de Bellas Artes, incorporándola a su acervo permanente.

El tríptico "Spanglish" (1981), inspirado en un barrio neoyorquino, es una de las piezas clave de la muestra de Raúl Conti y ahora forma parte del acervo del Museo (Foto: prensa Museo Nacional de Bellas Artes).

Escultura y material documental: la huella de la memoria

Además de su producción pictórica, la muestra presenta una serie de esculturas en las que Conti retoma las iconografías de las culturas originarias, en un claro diálogo con su fascinación por el arte precolombino, que exploró en sus viajes por Latinoamérica en los años '60.

La exhibición también incluye material documental sobre la vida y obra del artista, permitiendo un acercamiento más íntimo a su trayectoria. En este espacio, se destaca un homenaje a Edith Fariña Conti, su esposa y compañera de vida, representada en un retrato acompañado por un poema de su autoría.

Un reconocimiento a su legado

Con más de 90 años, Raúl Conti ha dejado una huella indeleble en el arte argentino e internacional. Desde sus primeras exposiciones en Argentina hasta sus muestras en países como Perú, Ecuador, España, Suecia, México y Estados Unidos, su obra ha sido ampliamente reconocida.

 La exposición incluye un homenaje a Edith Fariña Conti, compañera del artista, con un retrato y un poema de su autoría (Foto: prensa Museo Nacional de Bellas Artes).

Desde hace más de una década, el artista reside en Buenos Aires, cerrando un círculo que lo llevó de Córdoba a Itatí, de Itatí a Nueva York y, finalmente, de regreso a su país natal. La muestra en el Bellas Artes no solo revisita su vasta producción, sino que también rinde tributo a un creador que supo traducir en imágenes las experiencias de una vida atravesada por la exploración, la memoria y el contraste entre dos mundos.

La muestra  puede visitarse en el segundo piso del Museo Nacional de Bellas Artes (Av. del Libertador 1473, CABA), de martes a viernes de 11:00 a 19.30, y los fines de semana de 10: a 19:30.

(Fuente : Infobae)