lunes, 8 de abril de 2024

Cinco de las ciudades más sostenibles del planeta

Hay lugares que asumieron un claro compromiso con el planeta ante la advertencia sobre los efectos del cambio climático.

Y es que en la carrera contra el tiempo para evitar que la temperatura global supere el umbral de 1,5 °C establecido por los científicos, existen algunos destinos que están demostrando ser mejores que otros en la implementación de soluciones para un futuro más sostenible y con menos emisiones de carbono.

Esto es lo que revela el último Índice Global de Sostenibilidad de Destinos (IGSD), que en base a 69 indicadores, como las tasas de reciclaje, los niveles de contaminación atmosférica, la cantidad de carriles para bicicleta y el porcentaje de habitaciones de hotel certificadas como ecológicas, logró seleccionar las ciudades que están contribuyendo para hacer del mundo un lugar mejor.

Aunque el índice está orientado a reconocer a los sectores turísticos por sus compromisos con la sostenibilidad, también tiene en cuenta datos que afectan a los residentes de las ciudades, lo que lo convierte en un buen recurso no sólo para los viajeros que quieran elegir un destino sostenible, sino también para los futuros residentes que deseen establecerse en una ciudad que respeta el medio ambiente.

Las cinco mejor calificadas son las siguientes:

Gotemburgo (Suecia)

Gotemburgo también lideró el ránking entre 2016 y 2021 (Foto: Getty Images).

Esta ciudad en el suroeste de Suecia ocupa el primer puesto del IGSD, pero su reputación va mucho más allá.

Además de haber liderado el ránking entre 2016 y 2021, ese mismo año la segunda ciudad más grande de Suecia también fue nombrada como la mejor ciudad sostenible del mundo. Y en 2022 firmó un compromiso para ser una de las 100 ciudades de la Unión Europea que planean alcanzar la neutralidad climática en 2030.


Es notable la forma en la que se usan la bicicleta para moverse de un lugar a otro de la ciudad, y es la ciudad europea con mayor cantidad de estaciones de carga de vehículos eléctricos. El 95% del transporte público de la ciudad funciona con energías renovables, su aeropuerto recibió una de las certificaciones más altas del programa Airport Carbon Accreditation por su compromiso con el seguimiento, reducción y compensación de las emisiones de carbono y nueve de cada diez habitaciones de hotel cuentan con certificación medioambiental.

Oslo (Noruega)

Oslo introdujo los monopatines eléctricos y cuenta con 5.000 estaciones de recarga de vehículos con motores de ese tipo (Foto: Getty Images).

La segunda de la lista -y la segunda de las ocho ciudades nórdicas que figuran entre las 10 primeras- es Oslo, que también fue nombrada Capital Verde de Europa en 2019.

Quizá sea una paradoja que teniendo en cuenta la dependencia económica de Noruega del petróleo y el gas, el país obtenga habitualmente las mejores calificaciones por sus compromisos de sostenibilidad. Esto también se extiende a su capital, Oslo, donde ese compromiso se hace evidente desde que se pasea por la ciudad.

Sólo en lo que respecta al transporte cuenta con 270 estaciones de bicicletas urbanas, 5.000 estaciones de recarga de vehículos eléctricos y ha introducido los monopatines eléctricos.

Luego está lo verde que es la ciudad: un 63% del municipio es bosque y otro 9% está formado por zonas verdes y parques urbanos.

Glasgow (Escocia)


En Glasgow, ocho de cada diez niños viven a menos de 400 metros de un espacio verde público (Foto: Getty Images).

Desde su mismo nombre, Glasgow habla de su herencia medioambiental ya que proviene de la palabra gaélica Glaschu que significa "querido espacio verde". Unos 1.500 años después de su fundación, la ciudad escocesa ocupa el octavo lugar del IGSD, índice en el que se ha situado entre las 10 primeras cada año desde 2016.

La ciudad ha dado pasos hacia un futuro más sostenible como, por ejemplo, delimitar la zona de bajas emisiones que restringe la entrada de vehículos al centro del casco urbano para reducir la contaminación atmosférica.

También se han construido estaciones de recarga para los vehículos eléctricos, se han instalado farolas LED inteligentes y se han realizado notables esfuerzos para el uso de la bicicleta con sistemas de alquiler y nuevos carriles exclusivos.

Otro aspecto positivo es la actitud de sus ciudadanos que han impulsado los programas de economía circular como centros comunitarios donde se reparan o prestan productos.

Burdeos (Francia)


La sostenibilidad es una de las principales estrategias en las que se centrará Burdeos en los próximos años (Foto: Getty Images).

Es posible que la mayoría de la gente conozca a Burdeos por su impresionante arquitectura y su vino, pero hay otra razón por la que enamorarse de la ciudad francesa: su búsqueda de un futuro más sostenible. Además de figurar entre los 10 primeros del IGSD, Burdeos es el tercer destino sostenible mejor valorado por el sitio web de turismo TripAdvisor.

Y al dar nomás una vuelta por la ciudad se ve este esfuerzo por todas partes. Además de bicicletas públicas, se dispone de autobuses eléctricos, tranvías e incluso servicios de transporte fluviales. También abundan los restaurantes de kilómetro cero y las tiendas de segunda mano.

Alrededor de tres cuartas partes de sus viñedos y un tercio de sus empresas turísticas han obtenido la certificación ecológica, al igual que su propia oficina de turismo.

El popular festival de vino de la ciudad, que cuenta con certificación ecológica desde 2021, ha implementado iniciativas para reducir su huella de carbono como convertir en abono los residuos alimenticios, no vender artículos de plástico y medir e informar anualmente de sus emisiones.

Goyang (Corea del Sur)


Goyang ofrece 424 kilómetros de carriles para bicicletas (Foto: Getty Images).

La surcoreana Goyang es la primera ciudad no europea que aparece en el IGSD gracias a los esfuerzos que ha hecho en los últimos años por mejorar sus credenciales ecológicas.

Desde que se convirtió en la primera ciudad de Corea del Sur en entrar al IGSD en 2017, y ser la que más mejoró al año siguiente, Goyang ha ido escalando posiciones paulatinamente hasta ubicarse actualmente en el puesto 14 en el mundo. En 2022, obtuvo sus primeras certificaciones de sostenibilidad ISO 20121.

Uno de los sectores que más contribuyen lograr esos reconocimientos es el del Centro de Convenciones y Exposiciones, que cuenta con una ingeniería capaz de reciclar el agua de lluvia para los baños, el estanque y los jardines.

A eso se suman los 68 parques que ofrece la ciudad y un sistema público de bicicletas. Ofrece 1.000 hectáreas de "verde y azul" (en referencia a sus parques y espacios acuáticos) por cada 100.000 habitantes, además de los 424 kilómetros de carriles para bicicletas.