martes, 23 de abril de 2024

Cómo funciona la educación pública en el mundo: ¿inversión o gasto?





Mucho se escucha hablar actualmente -sobre todo en Argentina- en cuanto al asunto "Educación Pública vs. Educación Privada", como si se tratara de una pelea o de dos fuerzas en pugna. En realidad forman parte de una misma cuestión y, con un poco de voluntad política e inteligencia, deberían complementarse armónicamente.


Pero sin ir ya al dilema de "irse a estudiar a otro país que no sea el nuestro", aún quedan cuestiones por resolver con respecto al alumnado autóctono. En ese sentido, sería ilustrativo revisar de que manera funciona la educación pública alrededor del mundo, sobre todo en tiempos donde muchos -generalmente desde el desconocimiento o como mera consigna- sostienen que "todo lo privado es mejor". Y ésto último es una gran falacia y lo ideal es que cada persona estudie en su propio país.

La escuela pública es uno de los pilares de la democracia y un factor clave de la movilidad social. En América Latina, también se ven como una forma de mantener a las personas en su lugar. La región tiene algunas de las escuelas más segregadas del mundo, y los estudiantes de las escuelas públicas a menudo enfrentan discriminación basada en su origen étnico o estatus socioeconómico. A pesar de estos desafíos, la educación pública sigue siendo vista como la mejor esperanza para muchos jóvenes en América Latina.

Las escuelas públicas tienen varias ventajas sobre las escuelas privadas. Por lo general, son más baratos y accesibles, y brindan un entorno de aprendizaje más diverso.

En muchos países, incluidos Brasil y México, las escuelas públicas deben enseñar una amplia gama de materias, incluidas la historia y la geografía desde una perspectiva regional. Esto ayuda a los estudiantes a aprender sobre su patrimonio cultural y comprender la diversidad de su región.

Por otro lado, las escuelas públicas en América Latina a menudo se consideran en desventaja en comparación con las escuelas privadas. La financiación del gobierno a menudo no es suficiente -y actualmente, en Argentina, pretende ser absolutamente desfinanciada- lo que significa que las escuelas públicas carecen de recursos tales como buenos libros de texto, tecnología actualizada y maestros calificados. Además, el plan de estudios de las escuelas públicas a menudo está desactualizado y no está diseñado para satisfacer las necesidades de los estudiantes del siglo XXI.

El peligro de desfinanciar la educación pública

Desde las aulas en España hasta las escuelas en Colombia y Senegal, se evidencian alarmantes señales de una dirección que podría tener consecuencias devastadoras en la formación de las generaciones futuras. Más allá de las fronteras nacionales, la desinversión en la educación pública está tejiendo una red que podría comprometer el progreso y la equidad a nivel mundial.

Si nos trasladamos a América Latina, descubrimos que está es la región del planeta donde la privatización educativa ha avanzado de forma más pronunciada y constante en las últimas décadas. Los países latinoamericanos se destacan no sólo por tener la tasa de escolarización primaria privada más elevada del mundo, sino por mostrar además un crecimiento sostenido elevado de la oferta privada desde la década de 1990. En el nivel de educación secundaria, América Latina también encabeza el ranking de regiones con mayor participación privada, pero en este caso comparte posición con los países del África Subsahariana (Instituto Estadística UNESCO, 206).

Indaguemos un poco más en el caso de Colombia, que en 2022 entró en la lista de los 10 países con ingresos más desiguales tomando como medida el coeficiente GINI. Aunque 8 de cada 10 niñas y niños colombianos cursen sus estudios obligatorios en centros públicos, 97 de los 100 mejores centros educativos del país son privados. Además, el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana, tras examinar los resultados de las Pruebas Saber (pruebas nacionales del país), observó que la brecha de desempeño entre colegios públicos creció tras la pandemia. Esta brecha es más alarmante en las asignaturas de inglés, dónde la diferencia en desempeño asciende a más de 10 puntos en ventaja de los centros privados, y en matemáticas donde se halló una brecha de más de 6 puntos.

Si cruzamos el Atlántico y nos dirigimos a Senegal, encontramos un panorama educativo similar. Aunque la gran mayoría de gobiernos africanos han trabajado para mejorar el acceso a la educación, el crecimiento constante de instituciones educativas privadas plantea desafíos significativos. La UNESCO informa que, en Senegal, la tasa de matriculación en escuelas privadas ha aumentado sustancialmente en las últimas décadas. Este fenómeno no solo resalta la tendencia global hacia la privatización, sino que también señala la urgente necesidad de abordar las desigualdades que surgen de esta dinámica.

Por último, en España, una nación europea con una larga tradición de educación pública, también se observan signos preocupantes de privatización. Esta mercantilización se ha logrado a partir de conceptos propios como "libertad de elección" y una regulación que ha atraído a grandes fondos de inversión que se han centrado, en un primer momento, en la educación universitaria. Actualmente, más del 40 % de las universidades españolas son instituciones privadas.

La educación pública a menudo es criticada por ser ineficaz e ineficiente. Sin embargo, cuando se identifican las deficiencias en la educación pública, muy frecuentemente ellas no pueden ser atribuidas a la falta de capacidad, sino a la falta de voluntad política. Al revisar siete ejemplos de educación pública en países en desarrollo, esta investigación muestra que, en contraste directo con ideas ampliamente difundidas, la educación publica puede ser un abordaje mas eficaz, eficiente y transformador de la educación y -lo mas importante-, que es posible desarrollar una educación pública de calidad en todas partes del mundo.

Según diversos análisis y estudios -tantos que sería imposible enumerarlos en este post- los países con mayor excelencia en educación pública son Canadá, Dinamarca, Finlandia, Hong Kong (Región Administrativa Especial de China), Irlanda, Japón, Corea, Letonia, Macao (otra Región Administrativa Especial de China) y el Reino Unido de Gran Bretaña.

Es bueno detenernos en repasar algunos ejemplos de los citados países, y seguramente la conclusión será que destruir la educación pública conduce, en el mediano y largo plazo, al embrutecimiento y empobrecimento -tanto intelectual o económico- de cualuqier nación:

Irlanda

La educación en Irlanda siempre ocupó un papel muy importante. Como sucede en otros países anglosajones, los estudiantes irlandeses aprenden desde muy jóvenes a trabajar en grupo, a resolver problemas de manera autónoma y a tener curiosidad por descubrir nuevas cosas.

La relación entre alumnos y profesores es más cercana. Gracias a este trato más igualitario, los estudiantes se sienten a gusto durante las clases y aceptan de buen agrado el papel que desempeña el profesor.

En Irlanda la educación es obligatoria y gratuita desde los 6 a los 16 años, o hasta que el alumno haya completado 3 años del segundo nivel. Además, el acceso a la etapa escolar no se realiza por el año de nacimiento, sino por la edad del niño y,  como dato ilustrativo, ap artir del año 1995, Irlanda eliminó los aranceles para estudiantes universitarios.

Dinamarca

La educación es obligatoria en Dinamarca entre los 6-7 y los 16 años. La Folkeskole es la escuela municipal básica que abarca nueve años de educación obligatoria, que se corresponde con la educación primaria y la secundaria inferior. Además, el primer año de preescolar es optativo al igual que el décimo y último año.

Casi la totalidad del sistema educativo de Dinamarca está enfocado hacia el aprendizaje para toda la vida (más conocido por su traducción al inglés "Longlife learning") que empieza en los primeros años de su alumnado y prosigue durante la vida profesional de los daneses, con numerosas iniciativas formativas destinadas a la formación vocacional y no formal para adultos.

Probablemente debido a la fortaleza y buen funcionamiento del estado del bienestar danés, la contratación de docentes por parte del estado en Dinamarca representa un 84,8% del total, dejando en un 15,2% la contratación por parte de gestores privados, ajenos al estado.

Japón

En Japón, la educación obligatoria es, mayoritariamente pública y gratuita. Al igual que en España, poe ejemplo, los niños empiezan su escolarización a los 6 años al entrar en el shōgakkō (小学校) o primaria. Esta primera etapa dura hasta los 12 años cuando acceden al chūgakkō (中学校) o lo que podríamos llamar secundaria. A los 15 años, los alumnos terminan lo que se considera como educación obligatoria. Aún así, casi el 100% de los escolares japoneses continúa su formación académica asistiendo a las clases de kōkō (高校), lo que equivaldría a los años de bachiller.

A los 18 años, al finalizar con el kōkō, los japoneses se enfrentan a uno de los momentos más importantes de su vida: los exámenes de ingreso a la universidad o daigaku (大学). 

Durante décadas, las empresas niponas han tomado el nombre de la universidad de los candidatos como un factor diferencial, clave en la contratación. Así, estudiar cualquier carrera en la Todai (Tokyo Daigaku), la universidad número uno de Japón, casi aseguraba entrar a formar parte de alguna de las empresas más grandes del país.


Frente de la Universidad de Tokio.

Corea

Un gran ejemplo de un país atrasado económicamente y con problemas de analfabetismo llegó a ser una de las grandes potencias comerciales del mundo en pocas décadas. Es la séptima económica más importante del mundo, pero "el milagro coreano" o "el milagro del río Han" no es casual. El país asiático transformó su economía desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y su independencia, en 1945, y el armisticio de la Guerra de Corea, en 1953, y pasó de ser uno de los estados más pobres y analfabetos (y rurales) a alcanzar uno de los mayores crecimientos económicos, educativos y desarrollo del mundo.

¿Cómo se logró, entonces, esta transformación radical? La situación socio-económica coreana cambió notablemente en un corto período de tiempo y encontró las claves en la educación y la inversión en el sistema educativo.

Uno de los pilares de este cambio es que las políticas educactivas no cambian con los vaivenes políticos y los cambios de gobierno, sino que se definió una política educativa a largo plazo, atravesando esos vaivenes.

Los planes de estudio evolucionan acorde a las necesidades laborales y de crecimiento del país. Es decir, el foco se pone en preparar a los estudiantes para los retos de la sociedad actual. Como dato crucial, el porcentaje del PBI coreano dedicado a la educación es de un inamovible 10%, mientras que, por ejemplo,  en Argentina se está impulsando que esté por debajo de 6%.

Conclusiones

Quizá no se le puede pedir a una sociedad individualista que tome decisiones colectivas, pero es esencial reconocer que la educación trasciende los límites de lo individual para moldear el tejido mismo de la sociedad. En un mundo interconectado y globalizado, la calidad de la educación no sólo afecta a los individuos, sino que también determina la capacidad de una sociedad para enfrentar los desafíos y prosperar en conjunto.

Por lo tanto, aunque la tendencia individualista pueda influir en las decisiones, es crucial recordar que una educación de pública y de calidad beneficia a la sociedad en su conjunto. La educación no es un producto: es un bien común y, ante todo, un derecho universal.

Un documento en formato PDF que puede ser esclarecedor al respecto, se puede leer haciendo click aquí.