lunes, 15 de abril de 2024

Qué es la "teoría del valle inquietante" y cómo explica nuestro miedo a los robots

La teoría del valle inquietante ofrece una explicación al miedo que experimentamos ante objetos y figuras de aspecto antropomórfico.

(Foto: Getty Images).

El auge de la inteligencia artificial es algo que por buenas razones ha llamado la atención. Muchas de las facilidades que nos ofrece este tipo de tecnología eran solo vistas como productos de la ficción. Para algunos todo este desarrollo es una maravilla, mientras que para otros hay algo que no termina de gustar.

El tema es que esto aún está en sus primeros tiempos; la mirada al futuro despierta muchas inquietudes sobre hacia dónde van las cosas y, ciertamente, la referencia que da la cultura popular no es muy alentadora. Fuera de lo dicho hasta ahora, cabe destacar que una teoría, de hace varias décadas, refuerza el temor por tecnologías que cada vez se parecen más a nosotros. Sí, estamos hablando del valle inquietante o, como se le conoce en inglés, "uncanny valley".

¿Qué es la teoría del valle inquietante?

Su nacimiento se atribuye a Masahiro Mori, un experto en robótica de origen japonés. En un ensayo, el especialista en dicha materia explicaba que los robots son agradables cuando se dotan de cualidades similares a las de los humanos, sin embargo, al alcanzar un gran parecido a nosotros, emerge un miedo natural a ellos.

Mori fue quien también bautizó a esta teoría con el nombre que actualmente se la conoce, y esto ocurrió en 1970. En japonés, a ésta se le conoce como Bukimi no Tani Genshō y se tradujo a nuestro idioma como "valle inquietante". La explicación de esta manera de llamar a la idea del especialista responde a una metáfora sobre el proceso que experimenta una persona ante el encuentro con estos seres humanoides.


(Foto: Getty Images).

En relación a lo último, la teoría de Masahiro apunta hacia la formación de un "valle" para la afinidad que sentimos con algo que se aproxima, por sus características, a nosotros. Dicho de otra manera, el aumento de los rasgos humanos, en algo que no lo es, nos genera una sensación de extrañeza que se figura a un espacio amplio que aleja nuestra simpatía y agrado por "eso".
 
Con el tiempo, la teoría de Masahiro Mori se extendió a cualquier figura antropomórfica, es decir, a toda entidad no viva que guarde una estrecha relación, en sus rasgos, con los seres humanos. De manera que el valle inquietante explora los grados de incomodidad y rechazo que experimentamos frente a estas representaciones que se pueden dar en el mundo físico y virtual.
 
¿Por qué ocurre?
 
Cuando Mori dio a conocer su teoría, el experto tomó como base la propia experiencia para compartir la idea que tenía con respecto al fenómeno que muchas personas podrían estar viviendo. Claramente, el supuesto de este hombre resonó en diferentes lugares, dando así un motivo para buscar una explicación, desde una perspectiva científica, en torno a qué hay detrás de esta desagradable sensación.

No hay una explicación absoluta que determine el motivo por el cual se presente el valle inquietante, pero sí existen algunas teorías al respecto. Una idea sugiere que la ambigüedad entre lo humano y lo no humano es lo que confunde e inquieta al cerebro.
 
La psicóloga e investigadora Thalia Wheatley, tiene una hipótesis. Según la especialista, tras años de evolución humana, hemos desarrollado la habilidad de identificar distorsiones y anomalías en la fisonomía, y de asociar a estas como indicadores de enfermedades físicas o mentales. Así, el rechazo ante algo que parece humano sería una defensa natural a la enfermedad e, incluso, a la muerte.