miércoles, 15 de mayo de 2024

Danza Macabra: la tendencia medieval que reunía la vida y la muerte

 
"La muerte acompañando a un comerciante y a un banquero", fresco en la iglesia de Hrastovlje, Eslovenia (Foto: Getty Images).

En muchos casos la intención del arte es materializar conceptos complejos y abstractos, y la Danza Macabra no es la excepción. Este término es básicamente un conjunto de elementos visuales o narrativos que representan la inevitabilidad de la muerte y, aunque existan distintas interpretaciones, dichas obras suelen coincidir en algo: la convivencia entre humanos vivos y muertos.

Aunque existan registros literarios de conceptos parecidos a la Danza Macabra desde antes, las representaciones visuales comenzaron en 1424. Desde entonces, imágenes de esqueletos acompañando a seres humanos vivos en el camino hacia su muerte empezaron a popularizarse.

El auge de la Danza Macabra fue en la Europa occidental durante la Edad Media y no se trata de un recurso meramente estético. Su origen está cargado de historia y condiciones contextuales que marcaron para siempre no solo a los países europeos, sino a la tradición mortuoria moderna de todo el mundo.

La Danza Macabra y su particular origen

Cuando cada vez más artistas empezaban a incluir Danzas Macabras en sus repertorios, Europa occidental atravesaba un periodo repleto de fallecimientos. El impulso de dichas obras parte de una obsesión por la muerte provocada por la Peste Negra a mediados del siglo XIV. Asimismo, en la Guerra de los Cien Años (1337-1453), Inglaterra enfrentó a Francia, país donde probablemente se originó el concepto.


Grabado de la primera Danza Macabra (detrás de los arcos) en el Cementerio de los Inocentes, París (Foto: Wikimedia Commons).

Estos factores dieron pie a la tendencia y muchos artistas europeos cedieron ante ella aunque, por supuesto, existen registros de una primera pieza. Esta fue una serie de pinturas en un muro del Cementerio de los Inocentes en París que mostraba al clero y el estado bailando junto a los esqueletos esperando su muerte. Esta obra fue destruida en 1669 para ensanchar una calle, pero sus textos explicativos aún se conservan.

Su relevancia y trascendencia cultural

Un sinfín de culturas de todas partes del mundo han hallado formas distintas de interpretar y representar la mortalidad. La Danza Macabra es solo una de ellas y aunque su origen parezca lejano, algunos restos suyos siguen vigentes; por ejemplo, gracias a ella hoy los esqueletos son parte importante de la iconografía de tradiciones como el Halloween.

A veces espeluznantes, a veces caricaturescos, los esqueletos bailarines de hoy están muy alejados de sus predecesores en la Danza Macabra. Sin embargo, por más que Halloween esté comercializado, sigue siendo una festividad que nos hace más conscientes de la muerte y nos obliga a confrontar nuestra propia mortalidad.

Por otro lado, la Danza Macabra busca retratar en igualdad de condiciones a personas vivas de distintos estratos sociales, sugiriendo que la muerte es un destino común entre todos los seres humanos sin importar sus estilos de vida. Finalmente, de alguna forma su trascendencia cultural e iconográfica resulta inevitable, justo como la muerte, su principal atractivo estético.

(Fuente: National Geographic)