viernes, 24 de mayo de 2024

Comedores comunitarios sin alimentos: las cifras de la crueldad en la Argentina de hoy

Mientras los salarios pierden poder adquisitivo mes a mes, la gente deja de comprar alimentos e insumos básicos, aumentan los despidos y suspensiones en el ámbito estatal y privado y crecen la pobreza y la indigencia (click aquí para ver el post con el informe), el gobierno nacional, con el presidente Javier Milei a la cabeza, acopia sin entregar 5.000 toneladas de alimentos con diferentes plazos para perecer (dejar de ser aptos para su consumo). Los mismos están alojados en galpones de todo el país, luego de que el Poder Ejecutivo decidiera suspender las entregas a comedores comunitarios y escolares, con la excusa de "hacer un relevamiento" (que prácticamente no está siendo hecho) para saber cuáles son "fantasma" y cuáles son "inscriptos y legales".


En importante aclarar que los escasos comedores que fueron "inspeccionados" por el Ministerio de Capital Humano a cargo de Sandra Pettovello y tenían todos sus "papeles en regla", tampoco reciben alimentos, lo cual habla de un plan sistemático para cortar estas asistencias sin importar a quién, en pos de un supuesto superávit fiscal y equilibrio de la macroeconomía, que tampoco se está logrando.

Otro punto a aclarar es que estos alimentos fueron comprados por la gestión anterior (a cargo del anterior presidente Alberto Fernández), y que el presidente Milei, desde su asunción, no gastó un solo peso en compra de los mismos. Solamente algunas de las cifras de los alimentos básicos guardados en galpones por la actual gestión son:

Aceite (soja y mezcla): 551.000 litros.
Arroz (enlatado con carne y hortalizas): 40.050 unidades.
Azúcar (bolsa por 1 kg.): 15.300 unidades.
Fideos secos para guiso (paquete por 500 g.): 53.320 unidades.
Harina (maíz y trigo, paquete de 1 kg.): 182.200 unidades.
Leche en polvo (lata por 1 kg.): 345.650 unidades.
Puré de tomates: 137.800 kg.
Garbanzos: 81.100 kg.
Yerba mate: 3.146.700 kg.
Locro (mezcla lista para cocer): 15.000 kg.
Agua mineral (bidón x 6 l.): 12.200 unidades.

La lista es parcial ya que, en cantidades menores, se encuentran alojados otros alimentos no enumerados aquí como arvejas, polenta, sal, pasas de uva, huevo en polvo, mezcla para guiso de lentejas, etc.

Es de recordar, asimismo, que en estos mismo depósitos hay grandes cantidades de budines, panes dulces y otros alimentos que se sirven en las mesas de las fiestas de fin de año, que estaban destinados a estos comedores en el mes de diciembre, y que jamás fueron entregados.

Por si ésto no fuera suficiente, cabe agregar que, más allá de los alimentos, hay una importante cantidad de insumos para ayuda escolar y para paliar emergencias tales como, por ejemplo, inundaciones, tormentas y tornados. De éstas últimas, podemos recordar la tormenta de Bahía Blanca (ciudad en la cual el presidente se hizo presente, pero para anunciar que no iba a enviar ayuda) y las recientes inundaciones en Concordia (donde hubo más de 700.000 evacuados), para las cuales la ayuda del Poder Ejecutivo fue nula.

Entre lo mencionado en el último párrafo se encuentran acopiados en depósitos 190.130 guardapolvos (talles 6 a 16), una cantidad indeterminada (pero calculada en miles) de kits escolares, 3.750 colchones (de cuna, 1 y 2 plazas), 85.600 juegos de sábanas y frazadas (de 1 y 2 plazas) y 80.800 unidades de tirantes para construcción, los cuales se entregan (junto con chapas) en caso de emergencias como las mencionadas para construir refugios y viviendas temporarias para los damnificados. Desde luego, demás está aclarar que nada de esto se distribuyó.

Cada uno sacará las conclusiones que crea pertinentes, pero ante estos datos, las primeras sensaciones que suelen aflorar son tristeza, indignación, impotencia y bronca.

(Fuente: Infobae / eldestapeweb / Página 12 / La Nación)