El plenilunio de mayo representa, entre los seguidores de Buda, una oportunidad para realizar acciones bondadosas y lanzar al mundo un mensaje de paz y felicidad.
Celebración del Vesak 2023 en Borobudur, Indonesia.
En todas las religiones del planeta, hasta las más minoritarias, existen días o períodos sagrados en los que los adeptos celebran acontecimientos clave que dan sentido a sus creencias. Así, por ejemplo, en el cristianismo las fechas más importantes corresponden a la Pascua, que conmemora la resurrección de Jesucristo; en el judaísmo, al Yom Kipur, y en el islam, al Ramadán.
Por su parte, en el contexto de las religiones tradicionalmente indias, en el budismo la festividad más destacada es el Vesak, que llega con la luna llena del mes Veshaka, que suele caer en mayo del calendario gregoriano. Esta celebra el día en que Siddhartha Gautama nació, alcanzó la iluminación -o "nirvana"- y se convirtió en Buda, el maestro del mundo, según la creencia.
Este suceso tuvo lugar hace aproximadamente 2.500 años, sin embargo, el inicio de su celebración no está tan claro: no son las fuentes canónicas budistas, sino la crónica histórica conocida como Mahāvaṃsa, escrita entre los siglos V y VI d.C., la que menciona por primera vez el Vesak como festividad. Así y todo, la fecha sagrada ha llegado hasta nuestros tiempos y continúa convocando a miles de personas cada año.
No fue hasta 1999 cuando la Asamblea General de la ONU reconoció el plenilunio de mayo como el día más importante para la religión budista, una de las más antiguas del mundo. La declaración oficial de la fecha ocurrió tras las peticiones expresadas por la Conferencia Budista Internacional, que tuvo lugar en Sri Lanka en noviembre de 1998.
¿Cuál es el origen del Vesak?
Al igual que sucede con el nacimiento de Jesús, el de Buda está asimismo envuelto en misticismo: los textos canónicos narran que Siddhartha Gautama nació en Lumbini, una localidad que ahora pertenecería a Nepal, entre los siglos VI y IV a.C., y que lo hizo en calidad de príncipe. Así, cuando llegó al mundo, su carta natal le profetizó que se convertiría en un poderoso rey o en un líder espiritual.
El miedo a que el segundo destino se hiciese realidad provocó que su padre mantuviese a Siddhartha alejado del sufrimiento: y con esto, durante los siguientes 29 años, el joven no fue testigo de la muerte o de la miseria que se encontraba más allá de las fronteras de su hogar.
Sin embargo, en un acto de rebeldía un día este escapó de la protección de su progenitor y vio cómo era el mundo real, simplificado por los budistas en las denominadas Cuatro señales: un hombre anciano, una persona enferma, un muerto y un monje.
Celebración del Vesak 2023 en Borobudur, Indonesia.
Ante la evidencia de que el dolor estaba ahí fuera, lejos de la vida privilegiada que hasta entonces había tenido, el príncipe decidió volver a su palacio, pero esta sería la última vez: al llegar, anunció al padre su voluntad de desprenderse de sus riquezas y abrazar una vida ascética; la única vía, de acuerdo con las creencias, para librarse del sufrimiento.
Es en ese momento de la narración cuando, acompañado únicamente de su túnica, Siddhartha se adentra en la selva, en lo que se entiende como una metáfora. Durante su travesía, el joven va superando obstáculos que tratan de empujarlo a satisfacer las necesidades de su mente: principalmente, el hambre, el sueño y la sed.
No obstante, él se mantiene firme hasta la luna llena del mes Veshaka, cuando logra alcanzar un trance total mientras medita bajo la sombra del árbol de Bodhi, ampliamente visto en las representaciones gráficas del personaje. Este acontecimiento es el que se toma como eje del budismo, junto a la fecha de su muerte, que corresponde con la misma noche pero de 80 años más tarde, cuenta la tradición.
Así, aunque sí existe el registro real de un Siddhartha Gautama que habría vivido durante la misma época que el individuo del relato, las historias sobre su vida no tienen fundamento histórico, por lo que se entiende que son mitos transmitidos de generación en generación hasta llegar a nuestros tiempos.
¿Cómo se celebra el Vesak en la actualidad?
Actualmente, la comunidad budista está dividida principalmente en dos subgrupos: la sangha monástica y los laicos. Así pues, como es evidente, las celebraciones en torno al Vesak también presentan diferencias en función de quién las lleve a cabo, si bien generalmente están caracterizadas por la meditación en templos, las buenas acciones, la donación de alimentos a monjes y la conexión con su líder espiritual, que en ningún caso es considerado un dios.
Los rituales específicos de los monásticos incluyen procesiones de monjes, baños en la estatua de Buda y recitación de textos religiosos. Mientras que, por su parte, los laicos se centran más en la parte cultural: realizan ofrendas o encienden farolillos en los templos, lugares en los que crean un ambiente de alegría protagonizado por la comida y otros elementos festivos.
Asimismo, otra de las actividades comunes que se relaciona con la bondad consiste en liberar animales -habitualmente, aves- de sus jaulas, aunque la conciencia animalista de los últimos años ha restringido esta práctica, que puede tener efectos negativos si las especies liberadas no son propias del ecosistema.
Con esto, en el contexto de globalización, "las enseñanzas de Buda y su mensaje de compasión y buena voluntad han llegado al corazón de millones de personas", señala la ONU, por lo que el Vesak no es solo una fecha especial para los budistas, sino también para todo aquel que busque hacer frente a las diferencias entre naciones y enviar al mundo un mensaje universal de paz y felicidad.
(Fuente: National Geographic)