Cada 15 de mayo se conmemora en el mundo el Día Internacional de la Objeción de Conciencia, con el objetivo de celebrar la resistencia de los objetores por la paz y su firme decisión de no formar parte de guerras armadas.
Se entiende por objeción de conciencia a la total negación que tiene un ciudadano de realizar actos o cumplir leyes, basándose en motivos religiosos o éticos. Es un derecho inalienable que tiene toda persona de no cumplir los mandatos de la autoridad si ello vulnera sus principios morales, sociales o religiosos.
En otras palabras, la objeción de conciencia está relacionada con los valores y convicciones que están arraigados en cada individuo y que no le permite llevar a cabo actos que vayan en contra de sus principios y los cuales están amparados en los tratados internacionales de derechos humanos.
Orígenes de la conmemoración
El origen de este día se remonta a los grupos pertenecientes a la Internacional de Resistentes a la Guerra (IRG), que se conformaron a partir de 1981. La IRG tuvo vigencia hasta 1997 y llevó a cabo actividades en países de Europa como España, Austria, Francia, Hungría, Turquía y en el continente sudamericano, representado por Colombia.
Desde su creación, el objetivo fue promover un movimiento activista en favor de la paz. Con el tiempo, se concedió mayor importancia a los miembros de esta organización en países donde su situación era más crítica y precaria.