Creada a comienzos del siglo XX, esta herramienta sirve a los científicos y a las autoridades durante un sismo, pero tiene sus limitaciones.
La escala Richter ayuda a expertos y autoridades a responder adecuadamente a los impactos de los fenómenos sísmicos naturales. En la imagen, la devastación causada por el tsunami y el terremoto de marzo de 2011, que azotaron la costa de Japón.
La escala de Richter es una herramienta de la sismología. La creó en 1935 Charles Richter, un físico y sismólogo estadounidense, con el propósito de proporcionar una medida matemática para comparar la magnitud de los terremotos. En esencia, esta escala evalúa la amplitud de las ondas sísmicas registradas por los sismógrafos, explica el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
La magnitud de un terremoto, según la escala de Richter, se deriva del logaritmo de la amplitud de estas ondas. Además, se efectúan ajustes para considerar la distancia entre el epicentro del temblor y los diversos sismógrafos. Los resultados de esta medición se expresan en números enteros y fracciones decimales.
Por ejemplo, un terremoto moderado podría tener una magnitud de 5.3, mientras que uno fuerte podría alcanzar 6.3 en la escala de Richter.
De acuerdo con el USGS, un aspecto destacado de esta escala es su base logarítmica: cada incremento de un número entero en la magnitud implica un aumento de diez veces en la amplitud medida. En términos de energía liberada, cada paso de un número entero en la escala de magnitud equivale a aproximadamente 31 veces más energía que el valor precedente.
En otras palabras, la escala de Richter permite comprender y cuantificar la magnitud de los terremotos. Sirve a científicos y autoridades para evaluar y responder de manera adecuada a estos eventos naturales.
La escala de Ritcher evalúa la amplitud de las ondas sísmicas registradas por los sismógrafos. En la imagen, una mujer camina sobre trozos de coral que utilizó para elevar el suelo de su casa por encima de las mareas después de que un terremoto hiciera descender la tierra un metro.
Charles Richter se inspiró en la astronomía para crear una escala de magnitud sísmica (Imagen: Erika López).
¿Es la escala de Richter adecuada para medir sismos leves?
La escala de Richter plantea una peculiaridad. A diferencia de escalas lineales, donde cada incremento representa un valor igual al anterior, en las escalas logarítmicas, como la de Richter, cada paso adelante supone un aumento exponencial en la magnitud.
Por ejemplo, si se comparan dos terremotos con magnitudes de 3 y 6 respectivamente, la energía liberada por el segundo terremoto no es el doble, sino un millón de veces mayor que la del primero.
Inicialmente, la escala de Richter se ideó para medir sismos relativamente débiles, situados entre magnitudes de 2.0 y 6.9. Sin embargo, con el tiempo, surgieron críticas hacia esta escala. Una de ellas es la dificultad para relacionarla con las características físicas del origen del terremoto, reconoce un artículo español
A principios del siglo XXI, muchos sismólogos consideraron la escala de Richter obsoleta y propusieron una alternativa más adecuada: la escala sismológica de magnitud de momento.
Introducida en 1979 por Thomas Hanks y Hiroo Kanamori, esa herramienta se basa en la medición de la energía total liberada en un sismo. A diferencia de su predecesora, es capaz de evaluar la energía liberada en terremotos de magnitudes superiores a 6.9, proporcionando una visión más completa del fenómeno sísmico.
(Fuente: National geographic / Unam)