La inteligencia emocional (IE) es un constructo que se refiere a la capacidad de los individuos para reconocer sus propias emociones y las de los demás, discernir entre diferentes sentimientos y etiquetarlos apropiadamente, utilizar información emocional para guiar el pensamiento y la conducta, y administrar o ajustar las emociones para adaptarse al ambiente o conseguir objetivos.
Dentro de la inteligencia emocional, existen 2 tipos principales:
• Reconocer las emociones propias.
• Diferenciar las emociones que se perciben.
• Entender los sentimientos propios y de los demás.
• Gestionar las emociones.
• Estabilizar las emociones.
• Mirar en el interior propio para reflexionar en profundidad sobre las ideas y los sentimientos que se tienen en un momento dado.
• Comprender la manera de pensar y actuar de sí misma.
• Escuchar con atención a los demás para entender lo que desean expresar.
• Expresar apropiadamente aquello que se desea decir.
• Empatizar con otros.
¿Cómo desarrollar la inteligencia emocional?
• Aprender a controlar las emociones para evitar que sean ellas las que tomen el control de la situación.
• Mejorar la comunicación verbal para expresar mejor lo que se siente.
• Desarrollar más la empatía para comprender de forma más precisa los sentimientos de los demás.
• Desarrollar la escucha activa para entender el mensaje que otros quieren comunicar.
• Aprender a hacer autocríticas constructivas.
• Practicar mindfulness.
• Aprender a negarse a ciertas cosas, priorizando el bien propio antes que el de los demás.
• Desarrollar la capacidad de identificar las emociones para evitar confundirlas con otras y tener consciencia sobre lo que se siente en cada momento.
Importancia de la inteligencia emocional
La inteligencia emocional es una cualidad que destaca por su utilidad en cualquier ámbito de la vida. Ella te permite crear nuevas relacionales y fortalecer las que ya existen, solucionar conflictos, comunicar efectivamente, comprender contextos emocionales, empatizar con los demás, regular las emociones, tomar buenas decisiones, superar situaciones difíciles y trabajar apropiadamente en equipo.
Ejemplos de inteligencia emocional
• Intervenir en conflictos de trabajo para solucionarlos de manera efectiva.
• Controlar episodios de enojo.
• Ponerse en el lugar de una persona que está pasando por un mal momento para comprenderlo a cabalidad, permitiendo saber qué hacer en tal situación.
• No confundir la tristeza con la depresión.
• Expresar un determinado sentimiento utilizando las palabras precisas, de modo que la otra persona pueda comprender muy bien lo que se siente.