miércoles, 13 de marzo de 2024

Mona Lisa: nuevas pistas sobre su verdadera identidad

El 80 % de las personas que visitan el museo del Louvre, en París, buscan a La Gioconda. Sin embargo, podría ser que la identidad de la Mona Lisa sea realmente otra.


(Foto: Getty Images).


En promedio, 30 mil personas van al Louvre con la única intención de ver la Mona Lisa. Independientemente de cuál sea su identidad verdadera, a la gente le intriga la sonrisa de la obra de Leonardo Da Vinci.

Sin importar su calidad estética ni que sea, quizá, una de las piezas menos logradas del maestro renacentista, 80 % de los visitantes están ahí para ver el cuadro, según una investigación del museo parisino de 2019.

Con la pandemia, las cifras cambiaron. Aunque no existe un estudio más reciente al respecto, la tendencia era que, de la población que visitaba el museo en aquel entonces, 6 de cada 10 personas estaban ahí por primera vez. Y tenían ese único objetivo: ver La Gioconda.

Sin saberlo, quienes pasan los ojos sobre la pintura -a veces, a metros de distancia, porque es imposible verla de cerca entre la multitud- podrían no estar viendo a La "Gioconda" como tal.

Carla Glori es historiadora del arte de la Universidad de Turín, al norte de Italia. Durante toda su vida se ha dedicado a analizar las obras de maestros renacentistas, como Da Vinci. Si bien es cierto que no es la primera en preguntarse quién es realmente la Mona Lisa, desarrolló una teoría sobre su identidad verdadera a partir del paisaje que tiene detrás de sí.

Hasta ahora, la suposición más aceptada es que la mujer en la pintura es Lisa Gherardini, la esposa de un comerciante acaudalado de la época, contemporáneo de Leonardo.

Sin embargo, Glori no está de acuerdo con esta suposición histórica. Por el contrario, de acuerdo con un análisis que publicó recientemente, la especialista italiana asegura que la identidad de la Mona Lisa es otra. En lugar de representar a la esposa de un comerciante exitoso del Renacimiento, Leonardo le hizo un retrato a Bianca Giovanna Sforza.


(Foto: Getty Images).

De espaldas al castillo de Malaspina dal Verme

Glori sugiere esta nueva identidad de la Mona Lisa a partir del paisaje. Según ella, hubo una época en la que Da Vinci se mudó a la provincia de Bobbio, al norte de Italia. Aproximadamente al mismo tiempo, empezó a pintar La Gioconda. En un espacio de tres años -tiempo que le tomó terminarla-, vivió ahí con el amparo de la familia Sforza, al mando de Galeazzo Sanseverino, marqués de la región.

La especialista afirma que "el pequeño viaducto que Leonardo pintó en el paisaje a la izquierda de su modelo es el Puente Jorobado de Bobbio, que salva el cauce del río Trebbia, afluente del Po, frente a esta localidad".

Glori sacó estas conclusiones a partir de análisis paleontológico del paisaje. En el estudio, la autora apunta que el fondo de la pintura presenta elementos del Valle del Trebbia: "Todo el valle se caracteriza por la presencia de cárcavas, montañas erosionadas por profundos surcos creados por una prolongada acción erosiva de las aguas meteóricas -de lluvia, nieve o ríos- sobre las rocas arcillosas", aclara.

Además, hay detalles en la obra que coinciden con el paisaje de la ciudad. El mismo puente que hay en Bobbio se aprecia sobre el hombro izquierdo de la mujer representada. Y lo que es más: Galeazzo Sanseverino fue mecenas de Leonardo en esa misma época. Siguiéndole la pista a la biografía del autor, es razonable pensar que la Mona Lisa haya sido un encargo del noble italiano.