1600-1750
El Barroco trasciende al arte. Fue un período cultural, científico, tecnológico, filosófico, político, económico, aunque probablemente sea en el arte donde mejor se ilustra el clima del momento.
El siglo XVII nace con cambios políticos (los estados modernos), religiosos (la contrarreforma), tecnológicos (el telescopio), económicos (crisis) y sociales (la burguesía). Con esa atmósfera surge un estilo anti-clásico, menos racional y más apasionado, una reacción contra lo anterior como suele -y debe- pasar a lo largo de la historia del arte.
El arte se volvió dinámico, teatral, efectista. Busca sorprender, asombrar. Eso no quiere decir que se elimine el realismo. Todo lo contrario: se recrudece. En esa época de crisis económica, el hombre se enfrenta de forma más radical a la realidad.
Aún así se distorsiona todo, se violenta. Se potencian los contrastes (el tenebrismo) y el desequilibrio.
Obras representativas
Rembrandt van Rijn, Países Bajos (1606-1669)
San Gerolamo.
Frans Hals, Países Bajos (1582 o 1583-1666)
Banket van de officieren van de St. Jorisdoelen.