martes, 25 de junio de 2024

Grandes pensadores: la sociedad, el trabajo y la felicidad según el filósofo Karl Marx

El revolucionario pensador alemán del siglo XIX desarrolló una teoría de la sociedad basada en la economía política, el materialismo histórico y la crítica del capitalismo.

A pesar de las críticas y las crisis provocadas por sus teorías, las ideas de Karl Marx, uno de los pensadores más importantes del siglo XIX, han sido enormemente influyentes. Este pensador revolucionario alemán desarrolló una teoría de la sociedad basada en la economía política, el materialismo histórico y la crítica del capitalismo.

Sin lugar a duda, sus ideas sobre la sociedad, la lucha de clases y la estructura económica han dejado una profunda huella en la historia, la sociología, la política y la economía, y aún hoy siguen siendo objeto de debate.


Karl Marx.

El materialismo histórico es la metodología que Marx utiliza para analizar la sociedad. Según esta teoría, la historia de la humanidad está determinada por las condiciones materiales de la vida, es decir, por la forma en que los seres humanos producen y reproducen su existencia.

Marx sostiene que la base económica de una sociedad (las fuerzas productivas y las relaciones de producción) determina la superestructura (instituciones políticas, leyes, ideologías, etc.). Esta relación implica que los cambios en la economía conducen a transformaciones en todos los aspectos de la vida social.

Ilustración de Carl Marx en la imprenta de La Gaceta Renana, periódico que él mismo fundó.

La lucha de clases

Sin embargo, para Marx, la historia de todas las sociedades hasta el presente es la historia de la lucha de clases. Esta lucha se manifiesta entre los opresores y los oprimidos en distintas formas a lo largo del tiempo. En la sociedad capitalista, la lucha principal es entre la burguesía (la clase capitalista que posee los medios de producción) y el proletariado (los trabajadores que no poseen medios de producción y deben vender su fuerza de trabajo).

Marx argumenta que el conflicto de clases es el motor del cambio histórico. La explotación de una clase por otra lleva inevitablemente a tensiones y luchas que resultan en la transformación de las estructuras sociales. Según Marx, la sociedad capitalista está destinada a ser reemplazada por el socialismo, donde los medios de producción serían socializados y la explotación de clase abolida.

Crítica al capitalismo

Asimismo, Marx critica duramente el capitalismo por su naturaleza explotadora. En su obra "El Capital", analiza cómo los capitalistas se enriquecen extrayendo plusvalía del trabajo de los proletarios. La plusvalía es la diferencia entre el valor producido por el trabajo y el salario pagado al trabajador. Esta explotación es, para Marx, la fuente de todas las desigualdades y conflictos en la sociedad capitalista.

Marx también destaca la alienación que sufren los trabajadores en el capitalismo. Los trabajadores están alienados de los productos de su trabajo, del proceso de producción, de sus compañeros de trabajo y de su propia esencia humana, según Marx. Para él, esta alienación deshumaniza a los trabajadores y reduce su vida a la mera subsistencia.

Revolución y comunismo

En consecuencia, Marx cree que el capitalismo contiene las semillas de su propia destrucción. Desde su punto de vista, las crisis económicas recurrentes, la concentración de capital y la intensificación de la explotación llevarán eventualmente al proletariado a tomar conciencia de su situación y organizarse para derrocar a la burguesía. Esta revolución proletaria resultaría en el establecimiento del socialismo, una sociedad transicional donde los medios de producción son controlados colectivamente.

Así, el objetivo final de Marx es una sociedad comunista, sin clases, sin Estado y sin explotación. En el comunismo, la producción estaría orientada a satisfacer las necesidades humanas y no a generar ganancias. Marx imagina una sociedad en la que "el libre desarrollo de cada uno sea la condición para el libre desarrollo de todos", una comunidad de productores libres e iguales.

¿Y la felicidad?

Por otra parte, y pese a que no abordó directamente el tema de la felicidad humana en sus escritos, se considera que, para Marx, este concepto está profundamente vinculado a las condiciones materiales y sociales en que viven las personas. En consonancia con sus críticas al capitalismo y su visión de una sociedad comunista, para Marx, la felicidad no podría ser alcanzada en una sociedad que separa y aliena a los individuos de su trabajo, de los productos de su trabajo, de sus compañeros y de su propia esencia.

Por tanto, la verdadera felicidad requeriría de una transformación radical de las condiciones materiales y sociales, donde los seres humanos puedan realizarse plenamente y cooperar libremente en una comunidad igualitaria.

Monumento a Karl Marx y Friedrich Engels en Berlín.

En cuanto a la religión, Marx también considera que la gente se ata a ella porque busca un lugar en el que el individuo no se vea despreciado o alineado, pero explica que esto no es debido a ningún dios autoritario, sino a hechos materiales en la vida diaria de cada cual. Entonces, para él, la verdadera felicidad implica la abolición de la religión en cuanto felicidad ilusoria para el pueblo. Pero su respuesta no está solo en la eliminación de la religión, sino en un cambio político y social total.

Sea como fuere, este artículo es solo una aproximación somera a las ideas de Marx, que han inspirado movimientos políticos y sociales en todo el mundo y siguen siendo una referencia fundamental para entender las dinámicas de poder, explotación y resistencia en la sociedad contemporánea. Su filosofía invita a reflexionar sobre las estructuras económicas y sociales que condicionan nuestras vidas y a imaginar posibilidades de transformación y emancipación.

Referencias: 
- Engels, F; Marx, K. 'El manifiesto comunista' . Planeta (2019).
- Marx, K. 'El Capital'. Plutón Ediciones (2017).
- VV.AA. 'El libro de... la Filosofía'. Ediciones Akal (2023).

(Fuente: Muy Interesante)