lunes, 15 de julio de 2024

Un problema que crece: ludopatía infanto-juvenil, el flagelo de las apuestas deportivas online

Del mismo modo que en el consumo de sustancias o alcohol, los sitios de apuestas deportivas llenan espacios de fragilidad y se presentan como un "alivio" a las crisis personales. Cómo detectar la ludopatía en los jóvenes y cuáles son las estrategias para enfrentarla, según los expertos.


Cada vez aumenta más la preocupación en los padres, los maestros y las autoridades por una adicción que crece de forma descontrolada en chicos y adolescentes.

"La ludopatía infantil, juvenil o juego patológico en niños, es una adicción al juego en personas menores de edad. Del mismo modo que en los adultos se manifiesta con comportamientos compulsivos alrededor de los juegos de azar, videojuegos o apuestas en línea, entre otros", explicó Julieta del Caño, médica especialista en psiquiatría infanto-juvenil del Hospital Alemán de Buenos Aires.

En Argentina, varias acciones se han llevado a cabo impulsadas por autoridades municipales y provinciales, como el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el de la Provincia de Buenos Aires y, hace pocos días se sumó la voz de la Iglesia Católica, que emitió una declaración conjunta donde alertó sobre este flagelo.

La problemática afecta a toda América Latina. El licenciado Manuel González Oscoy, docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), postuló que la ludopatía no involucra sustancias externas o del organismo en sí para desarrollarse, sino que "se caracteriza por un impulso incontrolable de seguir apostando, sin importar las consecuencias en la vida del afectado", definió.

El juego es una actividad normal e indispensable en el desarrollo humano, agregó el licenciado mexicano y dijo que "es una la formas en que todos nos vamos insertando en este mundo", pero cuando se pierde el control de la conducta en los juegos de apuesta, hay ciertos síntomas que delatan que esto se comienza a transformar en una enfermedad, como confirma el hecho de que al no realizar esta actividad hay cambios de humor, agresividad y un deseo incontrolable por jugar, lo cual repercute en lo económico, laboral y familiar.

Por qué se produce esta adicción

La licenciada Julieta Del Caño explicó que "las apuestas, lo mismo que el alcohol y las drogas, llenan espacios de fragilidad o de vacío en los niños con cierta vulnerabilidad. Los alejan de la interacción social y de otros intereses académicos, lúdicos o deportivos".

La falta de supervisión de los adultos y la disponibilidad actual y el acceso de dispositivos electrónicos conectados a internet cada vez a más temprana edad facilitan el acceso a los juegos de azar online, señaló la psiquiatra, muchas veces enmascarado por la oferta propia del sistema y auspiciados por figuras públicas conocidas por jóvenes y adolescentes. La especialista destacó la contradicción de que casi todo el contenido deportivo gráfico, o transmisión de grandes competencias en TV o cable, esté básicamente patrocinado por las grandes casas de apuestas (Betsson, Betano, Codere, Stake, etc).

Del Caño explicó que la adolescencia es una etapa biológica donde se experimentan modificaciones y cambios ya sean físicos, orgánicos, emocionales y psicológicos para realizar el pasaje hacia la adultez enfrentando a los jóvenes a numerosos desafíos que los hacen vulnerables por la edad biológica de su grupo poblacional en sí.

El sistema de recompensa

Sin embargo, se sabe que el problema no es sólo psicológico, sino que el juego incide en circuitos neuroendocrinos cerebrales activando sistemas de recompensa rápida que producen placer inmediato y mucha necesidad de continuar jugando, ya que tienden a ser repetidos compulsivamente.

En consecuencia, "el estrés, la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental pueden surgir como debido a los problemas de juego en línea", señaló un documento de la Sociedad Argentina de Pediatría publicado en marzo de este año.

"Las niñas, niños y adolescentes pueden experimentar vergüenza, culpa y aislamiento social como resultado de su comportamiento de juego compulsivo. Como también incurrir en deudas significativas, ya sea utilizando su propio dinero o aplicaciones o tarjetas de crédito de sus padres", advirtió la entidad.

Las cifras son contundentes: el 8,29% de los argentinos apostó online en algún momento de su vida, cifra que se eleva al 12,5% en jóvenes de entre 15 y 24 años, y alcanza el 15,5% en el grupo de 25 a 34 años, según un reciente informe presentado por el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo bonaerense.

Cómo detectar la ludopatía en niños y adolescentes

De acuerdo a la Corporación de Juego Responsable de Chile, "encontrar las diferencias entre un apostador casual y un ludópata puede ser muy sencillo a grandes rasgos. Por ejemplo, mientras que un apostador casual juega para divertirse y define el límite de sus apuestas; las personas con problemas de juego compulsivo juegan hasta ganar o intentar recuperar lo perdido".

La licenciada Del Caño brindó algunos indicadores de la adicción al juego en las personas:

• Mienten repetidamente.
• Presentan un alto grado de competitividad.
• Se distorsiona su pensamiento (negación, confianza excesiva, sentido de poder, superstición).
• Se muestran inquietos constantemente, irritables y ansiosos.
• Se aburren.
• Se distraen fácilmente con trastorno de atención.
• Bajan el rendimiento escolar y deportivo.
• Toleran muy mal la frustración.
• Tienen una preocupación excesiva por la opinión o aprobación de los demás.
• Muestran una generosidad hasta la extravagancia, no le dan valor al dinero.
• Presentan tasas altas de ideación suicida.
• Piden dinero continuamente sin dar justificativo de para qué la necesitan.
• Pasan mucho tiempo conectados a distintas plataformas.
• Ocultan lo que realizan y se acuestan a altas horas de la noche.
• Comienzan a faltar al colegio.
• Presentan trastornos en el sueño.
• Tienen trastornos del estado de ánimo (depresión).
• Se aíslan, dejan de compartir con amigos.

Según los expertos, tanto los padres como los educadores juegan un rol fundamental en la detección, prevención y tratamiento de la compulsión al juego.

Según la Sociedad Argentina de Pediatría, "es crucial que los padres, tutores y educadores estén informados sobre los riesgos asociados con las apuestas en línea. Siempre es necesaria la presencia de un adulto responsable cerca del niño para brindar apoyo y hospedaje emocional. La comunicación abierta y honesta sobre este tema es fundamental para evitar peligros".

Los expertos afirman que la mejor manera de evitar el desarrollo de una adicción o una ludopatía infantil es hablar abiertamente con los adolescentes respecto a los riesgos del uso de redes, del grooming, del acceso irrestricto a la pornografía y de las apuestas online. Los especialistas recomiendan solicitar ayuda profesional a un psicólogo o psiquiatra si se observan signos de compulsión al juego.

"Como con cualquier adicción, el tratamiento de las personas con ludopatía comienza con el reconocimiento del problema. Los ludópatas con frecuencia niegan tener un problema o que necesiten tratamiento", explicó Del Caño.

(Fuente: Infobae)