En los primeros años de los llamados "Juegos Olímpicos Modernos" hubo carreras complementarias. La Federación Internacional del Automovil (FIA), sin embargo, no logró que formen parte de la competencia oficial. Pero ahora están intentando convencer al Comité Olimpico Internacional (COI) de su inclusión con vistas a los próximos JJ.OO. de Los Ángeles 2028.
El automovilismo es uno de los deportes más populares del mundo y es uno de los pocos que a nivel histórico tuvo diversidad de género, ya que desde sus inicios permitió la competencia directa entre mujeres y hombres. Sin embargo, por los prejuicios de tener un medio mecánico, el Comité Olímpico Internacional (COI) puso reparos a lo largo de los 128 años de historia de los Juegos Modernos iniciados en 1896 en Atenas. Aunque los motores tuvieron su lugar en cuatro eventos y en uno de ellos venció un argentino.
Los antecedentes fueron sin puntuación y el primero aconteció en los Juegos Olímpicos de 1900 en París, la misma sede de este año. Fue con una carrera de autos y de motos. El evento olímpico fue XL y se desarrolló del 14 de mayo al 28 de octubre de aquel año. La competencia fue el 25 de julio, con inicio y final en la capital francesa, pasando por Toulouse. Fueron 1.347 kilómetros divididos en tres etapas, Montgeron-Toulouse, Toulouse-Limoges y Limoges-Montgeron. Hubo tres categorías: Voitures (autos grandes), Voiturette (coches chicos) y motocicletas.
Todos los ganadores fueron galos. Alfred Velghe lo hizo en Voitures (19 autos, terminaron nueve), a bordo de un Mors. En Voiturette (ocho máquinas), se impuso Louis Renault (creador de la marca que lleva su apellido), sobre un auto construido junto a su hermano Marcel (también corrió, pero fue uno de los tres que abandonó en su división). En tanto que en las motos (28 participantes, nueve deserciones), venció Georges Teste, con una Dion. Aquella prueba, hace ya 124 años, la organizó el Automóvil Club de Francia y fue en pleno auge: también en aquel país, del 19 al 22 de julio de 1894, se había realizado la primera carrera de la historia que fue la París-Rouen.
Más tarde hubo dos carreras de Rally que fueron complementos de los juegos. Ambas se hicieron en Alemania y como previas de los eventos olímpicos. En Berlín 1936 (1 al 16/8), una mujer, la inglesa Elizabeth Haig, a bordo de un Singer Le Mans, venció en el denominado "Rally hacia Berlín", con 125 coches. La competencia de 4.000 kilómetros se largó el 22/7 en Birmingham (Inglaterra), atravesó los Balcanes y terminó en la capital germana el 30/7. El día de la fiesta de apertura, Haig y su compañera (navegante) Barbara Marshall, recibieron igual una medalla de oro. Dos británicas le ganaron al local Huschke von Hanstein (que conducía un BMW), ante los ojos de Adolf Hitler en plena proliferación del nazismo.
La carrera de motos que formó parte de los Juegos Olímpicos de París en 1900 (Foto: Collection Jules Beau. Photographie sportive).
Ya con Alemania dividida y en plena Guerra Fría, en Munich 1972 (26/8 al 11/09), se corrió el llamado "Olimpia Rally", carrera que unió Kiel (sede de las regatas) y el Estadio Olímpico. Tras 3.500 kilómetros y seis días, del 13 al 18 de agosto, ganó el francés Jean-Pierre Nicolas con un Alpine A110, uno de los 340 vehículos que formaron parte. El navegante del vencedor fue su compatriota Jean Todt, que más tarde fue responsable de Peugeot Sport cuando la "marca del león" ganó las 24 Horas de Le Mans en 1992 y 1993 y también estuvo a cargo del equipo Ferrari de Fórmula 1 que arrasó con Michael Schumacher entre 2000 y 2004, y estuvo en la "Scuderia" hasta fines de 2007. Entre 2009 y 2021 fue el presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).
Por último, en 1992, la FIA coqueteó con los Juegos de Barcelona, realizados del 25/7 al 9/8. Fue con el Gran Premio de España de F1 corrido el 19/4 en el Circuito de Barcelona-Cataluña, por entonces un flamante autódromo inaugurado en 1991 y que se ubica en Montmeló, a 20 kilómetros de la capital catalana. En la actualidad sigue recibiendo a la Fórmula 1.
Elizabeth Haig, la piloto inglesa que ganó el rally en los Juegos de Berlín 1936 y le entregaron la medalla de oro delante de Adolf Hitler. Nótese la esvástica que se vieron obligados a lucir todos los participantes en la trompa de sus autos, más allá de su nacionalidad (Foto: Archivo Corsa).
Con el correr de los años en los JJOO de la era moderna, siempre estuvo el debate sobre si el deporte motor debía tener su lugar. Los fundamentos en contra apuntan a que se trata de una actividad sin tracción a sangre. Además, se debería buscar que todos los participantes puedan tener el mismo medio para poder competir.
Mientras que los argumentos a favor apelan que hay otras disciplinas en las que se emplea un vehículo, como la vela o el ciclismo. Otro punto que solventa la participación de esta disciplina es que hoy un piloto de alto nivel es un atleta con un fuerte entrenamiento y preparación física para soportar los 6,5 grados de Fuerza G, que llegan a tener los actuales autos de la F1. Hoy son atletas los pilotos de F1 u otra categoría de élite como el Mundial de Endurance o IndyCar, por caso.
Las idas y vueltas continuaron, hasta que el 9 de enero de 2012 la FIA fue reconocida por el COI por "compartir los valores deportivos olímpicos". A partir de entonces se empezó a especular con la posibilidad de que el ruido de motores suene otra vez en un JJOO.
El Olimpia Rally en los Juegos de Múnich 1972 tuvo 340 autos participantes (Archivo Corsa).
Por esa época la FIA estaba gestando lo que hoy es la Fórmula E, la categoría de autos eléctricos cuya primera temporada fue en 2014/2015 y que hasta 2017 corrió en un circuito callejero en Puerto Madero (Ciudad de Buenos Aires), cumpliendo tres visitas seguidas a la capital argentina. Es el "caballito de batalla" de la entidad rectora del automovilismo mundial para promover las energías alternativas. Los fabricantes asumieron que el futuro ya llegó y que los autos con motor a combustión son cosa del pasado, pero no se basaron sólo en los impulsores eléctricos.
En 2018 la Ciudad de Buenos Aires fue sede de un hecho histórico: luego de 46 años y por cuarta vez, el automovilismo volvió a acompañar una cita olímpica. Ocurrió en los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se llevaron a cabo entre el 6 y 18 de octubre. Se desarrolló a modo de exhibición y por intermedio del karting, la disciplina formadora de pilotos.
Fue con kartings con motores eléctricos y conducidos por pilotos de hasta 18 años, de diferentes países y ambos sexos. La actividad fue mixta y el 3 de octubre se hizo una muestra en Puerto Madero y luego otra en Palermo. Un día antes de la apertura de los juegos, se disputó una competencia en el Club Argentino de Karting, cuya pista está en el predio del Autódromo Oscar y Juan Gálvez, donde un chico de 15 años llamado Franco Colapinto fue el ganador junto a Brisa Puig.
Franco Colapinto y Brisa Puig (en el escalón más alto del podio) ganaron en la carrera de karting exhibición en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018 (Foto: Francisco Aure).
Dos meses más tarde, el ex piloto de F1, Felipe Massa, quien fue presidente de la Comisión Internacional de Karting de la FIA, se refirió al tema en una entrevista. "Cuando era presidente de la Federación de Karting lo hemos intentado con los kartings eléctricos. Pero no fue posible. Espero que algún día el karting o el automovilismo, de alguna manera, pueda ser deporte olímpico", dijo el subcampeón de F1 de 2008.
Sin embargo, la FIA cambió el rumbo y el karting no sería la única especialidad para poder volver a ser olímpico. Creó sus propios juegos denominados Motorsport Games, que es un evento anual con distintas disciplinas y, además de los kartings, hay competencias en diversos tipos de terreno. En pista se suman carreras de Fórmula 4, autos de Turismo, Gran Turismo y Drifting. Además, el Rally, Off Road y hasta carreras electrónicas en simuladores. Participan equipos que representan a muchos países. La edición de este año se llevará a cabo del 23 al 27 de octubre en el Circuito Ricardo Tormo de Valencia (España).
Por ahora están confirmados tres chicos argentinos, dos en karting (uno en la categoría Mini y otro en la Junior) y Agustin Torlaschi (e-sport F4). En los Motorsport Games, todos los participantes de cada disciplina tienen vehículos iguales y se apunta a la esencia de equidad que exige el olimpismo. Podría ser un canal para que el automovilismo retorne a la gran cita del deporte.
Desde la gestión a cargo de Jean Todt como presidente de la FIA y luego con su sucesor desde diciembre de 2021, Mohammed ben Sulayem, se busca que el automovilismo vuelva a tener su participación olímpica más allá de una exhibición y que sea una disciplina puntuable. El objetivo es estar presente en Los Ángeles 2028 y la carrera por cumplir ese objetivo ya se largó.
(Fuente: Infobae)
