lunes, 15 de julio de 2024

Movimientos de la Historia del Arte: Futurismo

1909–1920

Gino Severini, Italia (1883–1966)
Manifiesto futurista

  1. Queremos cantar el amor al peligro, al hábito de la energía y a la temeridad.
  2. El coraje, la audacia y la rebeldía serán elementos esenciales de nuestra poesía.
  3. La pintura y el arte ha magnificado hasta hoy la inmovilidad del pensamiento, el éxtasis y el sueño, nosotros queremos exaltar el movimiento agresivo, el insomnio febril, la carrera, el salto mortal, la bofetada y el puñetazo.
  4. Afirmamos que el esplendor del mundo se ha enriquecido con una belleza nueva: la belleza de la velocidad. Un coche de carreras con su capó adornado con grandes tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo, un automóvil rugiente que parece que corre sobre la metralla es más bello que la Victoria de Samotracia.
  5. Queremos alabar al hombre que tiene el volante, cuya lanza ideal atraviesa la Tierra, lanzada ella misma por el circuito de su órbita.
  6. Hace falta que el poeta se prodigue con ardor, fausto y esplendor para aumentar el entusiástico fervor de los elementos primordiales.
  7. No hay belleza sino en la lucha. Ninguna obra de arte sin carácter agresivo puede ser considerada una obra maestra. La pintura ha de ser concebida como un asalto violento contra las fuerzas desconocidas, para reducirlas a postrarse delante del hombre.
  8. ¡Estamos sobre el promontorio más elevado de los siglos! ¿Por qué deberíamos protegernos si pretendemos derribar las misteriosas puertas del Imposible? El Tiempo y el Espacio morirán mañana. Vivimos ya en lo absoluto porque ya hemos creado la eterna velocidad omnipresente.
  9. Queremos glorificar la guerra – única higiene del mundo-, el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los anarquistas, las ideas por las cuales se muere y el desprecio por la mujer.
  10. Queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias variadas y combatir el moralismo, el feminismo y todas las demás cobardías oportunistas y utilitarias.
  11. Cantaremos a las grandes multitudes que el trabajo agita, por el placer o por la revuelta: cantaremos a las mareas multicolores y polifónicas de las revoluciones en las capitales modernas; cantaremos al febril fervor nocturno de los arsenales y de los astilleros incendiados por violentas lunas eléctricas; a las estaciones ávidas devoradoras de serpientes que humean, en las fábricas colgadas en las nubes por los hilos de sus humaredas; en los puentes parecidos a gimnastas gigantes que salvan los ríos brillando al sol como cuchillos centelleantes; en los barcos de vapor

¿Qué es el futurismo?

El futurismo fue una corriente artística perteneciente a las vanguardias europeas del siglo XX. Irrumpió en Italia en 1909 a partir de la publicación del Manifiesto futurista del poeta, dramaturgo y editor italiano Filippo Tommaso Marinetti (1876-1944).

Buscó romper con la tradición moral y el pasado del arte y la poesía. Sus máximas eran la exaltación de la velocidad, la fascinación por la novedad tecnológica, lo maquínico (es decir, todo lo relacionado con las máquinas) y el movimiento.

Se ofrecía como un movimiento actual, feroz y agresivo. Aunque su eje principal tenía que ver con la literatura, tuvo también una importante repercusión en las artes plásticas, la arquitectura, el urbanismo, la moda, el cine y la publicidad. En la pintura, fue un hito la firma del Manifiesto de los pintores futuristas al año siguiente de la publicación del manifiesto de Marinetti.

El futurismo también tuvo una importante presencia en la música. El texto fundacional de la música futurista fue el manifiesto. El arte de los ruidos (L’arte dei rumori), escrito por el compositor italiano Luigi Russolo (1885-1947) en una carta dirigida a su amigo Francesco Balilla Pratella (1880-1955). En este escrito, Russolo propuso elevar el ruido a la categoría de arte y otras ideas disruptivas que tuvieron un impacto muy significativo en el arte y la música experimental del siglo XX.

El futurismo marcó un precedente importante para movimientos artísticos posteriores, como el surrealismo y el dadá. 

Contexto histórico y social del futurismo

El futurismo nació en Milán, Italia, y se considera un movimiento fundamentalmente italiano. Por su temple nacionalista, misógino y guerrerista, se le asocia con el pensamiento fascista que emergió posteriormente con Benito Mussolini. Muchos futuristas, incluyendo especialmente a su fundador, Marinetti, adhirieron al régimen fascista. Otros se desilusionaron y se alejaron progresivamente.

Un caso emblemático en este sentido es el del pintor futurista Carlo Carrá (1881-1966), que abandonó el fascismo en 1920 por considerar que su visión artística era incompatible con la violencia y el autoritarismo que comenzaba a recrudecer en Italia. Terminó aislado, censurado por el régimen y exiliado.

Los mayores exponentes del futurismo se enlistaron cuando estalló la Primera Guerra Mundial. Pocos volvieron del frente, y quienes lo hicieron no necesariamente continuaron con el movimiento, por lo que el centro operativo del futurismo pasó de Milán a Roma.

Cuando Marinetti murió en 1944, ya el futurismo se había convertido en un movimiento académico que había abandonado su espíritu rebelde.

Características del futurismo

El futurismo se define a sí mismo en sus manifiestos, a partir de estos principios:

Se obsesionó por la velocidad

El futurismo consideraba que la velocidad era una virtud del momento y la exaltaba en sus obras. Eran recurrentes las alusiones al movimiento mecánico vertiginoso y a las temáticas relacionadas con la civilización industrial.

Sentía atracción por la novedad y la tecnología

Los futuristas confesaron en sus escritos su fascinación por los progresos tecnológicos propios de la industrialización y la mecanización del mundo moderno. En sus obras buscaban transmitir dinamismo y movimiento, y para eso fragmentaban los objetos en pequeños instantes sucesivos, o en transparencias e imágenes multiplicadas simétricamente.

Exaltaba la fuerza bruta y el conflicto

Para el futurismo, la belleza estaba en la confrontación. En sus obras plásticas o literarias eran frecuentes las alusiones al nacionalismo, el heroísmo, la audacia, la consideración de la vida como una lucha constante y la exaltación de la acción bélica.

Abandonó la imagen fija

La pintura se había encargado tradicionalmente de encuadrar un instante inmóvil. El futurismo, en cambio, buscó por todos los medios representar el vértigo del movimiento. Para eso, abandonó la pincelada clásica y exploró formas novedosas de mostrar la velocidad en sus composiciones. Los futuristas incorporaron formas geométricas y fragmentadas, tonos alternados y colores vibrantes.

Experimentó con nuevos materiales

La búsqueda de novedad futurista se hizo notar incluso en el uso de materiales no tradicionales como cartón, vidrio coloreado, acero, tela, aluminio o celuloide. Todos estos materiales se combinaban con materias primas tradicionales como el bronce o el yeso para crear efectos lumínicos o sensación de dinamismo.

Poesía futurista

La poesía futurista se destacó especialmente en Rusia. Grandes escritores rusos como Vladimir Mayakovski (1893-1930) y David Burliuk (1882-1967), que también eran pintores, fueron entusiastas poetas futuristas, con perspectivas tan propias y únicas que rompieron con el futurismo de Marinetti en 1914.

En la poesía futurista rusa es frecuente hallar el entusiasmo revolucionario, quizá una anticipación de lo que ocurriría en la Revolución de octubre de 1917, cuando los militantes comunistas derrocaron al zarismo e instauraron el régimen bolchevique.

El canto a la modernidad, a la máquina, al progreso y al cambio se hace sentir en los versos futuristas, como se ve en estos ejemplos:

“Poeta y obrero” de Vladímir Mayakovski

Somos parejas

Compañeros, dentro de la masa obrera.

Proletarios de cuerpo y alma.

Solo juntos hermosearemos el mundo

Y lo impulsaremos con himnos.

“Canción del automóvil” de Filippo Tommaso Marinetti (fragmento)

¡Dios vehemente de una raza de acero,

automóvil ebrio de espacio

que piafas de angustia, con el freno en los dientes estridentes!

¡Oh formidable monstruo japonés de ojos de fragua,

nutrido de llamas y aceites minerales,

hambriento de horizontes y presas siderales

tu corazón se expande con su taf-taf diabólico (…)

Pintura futurista

La pintura futurista estuvo muy influida por el cubismo, a tal grado que los primeros lienzos futuristas podrían haber pasado por cubistas. Sin embargo, el futurismo pictórico marcó pronto un estilo propio, a partir de su deseo de representar la realidad en sus trazos y formas.

Los pintores futuristas empleaban el color puro y las formas geométricas, y representaban objetos de manera sucesiva, como si estuvieran en movimiento, y otros efectos para imprimir dinamismo. Muchos de sus cultores llegaron al abstraccionismo a través de su incursión en el rayonismo.

Arquitectura futurista

La arquitectura futurista fue una apuesta por una nueva estética y una ruptura con los modelos tradicionales. Para representar la velocidad, usó líneas rectas, diagonales y curvas que aspiraban a transmitir prisa, movimiento y vibración.

Se trató de una tendencia arquitectónica que valoró el cálculo y la audacia. Buscaba transmitir dinamismo y energía, y una estética austera y funcional. Para eso, sustituyó la piedra y el ladrillo por materiales elásticos y versátiles, como el hormigón armado, la fibra textil, el cristal, el hierro y el cartón.

La arquitectura futurista hallaba inspiración en el mundo moderno, por lo que incorporó innovaciones tecnológicas como ascensores, escaleras mecánicas, iluminación eléctrica y sistemas de ventilación.

Representantes del futurismo

Algunos de los principales representantes del futurismo fueron:

  • Representantes del futurismo en literatura

Filippo Tommaso Marinetti (1876-1944). Fue un dramaturgo y poeta italiano, fundador y principal ideólogo del futurismo. Su Manifiesto futurista de 1909 marcó el inicio del movimiento.

Giovanni Papini (1881-1956). Fue un ensayista, poeta y novelista italiano, y uno de los primeros escritores en adherir al futurismo.

Carlos Felipe Porfirio (1895-1970). Fue un poeta, cineasta, pintor y etnólogo italiano, director de la revista Portugal Futurist (1917).

Giuseppe Ungaretti (1888-1970). Fue un poeta italiano, que comenzó como escritor futurista y se distanció luego del movimiento para desarrollar su propio camino literario.

Vladimir Mayakovski (1893-1930). Fue un artista, poeta, dramaturgo y actor ruso, considerado uno de los más importantes exponentes del futurismo ruso.

Representantes del futurismo en la música

Luigi Russolo (1885-1947). Fue un compositor y pintor italiano. Creó El arte de los ruidos (1913), texto fundacional del futurismo musical.

Francesco Balilla Pratella (1884-1956). Fue un crítico, músico e importante teórico italiano. Expuso las ideas del movimiento en su libro La música futurista (1911).

Representantes del futurismo en la arquitectura

Antonio Sant’Elia (1888-1916). Fue un arquitecto italiano, considerado uno de los arquitectos futuristas más importantes, aunque sus obras nunca se construyeron y solo quedaron en proyectos y dibujos.

Angiolo Mazzoni (1890-1979). Fue un arquitecto e ingeniero italiano, famoso por sus grandes construcciones eclécticas y experimentales y su servicio al gobierno fascista italiano.

Nikolay Diulgheroff (1896-1980). Fue un artista, diseñador y arquitecto búlgaro, cuya obra se caracterizó por ser geométrica, de colores vivos y temática cósmica.

Representantes del futurismo en el cine

Arnaldo Ginna (1892-1982). Fue un cineasta, poeta, crítico de arte, pintor y dramaturgo italiano. Experimentó con el lenguaje poético y el cine futurista. Dirigió la película «La maschera del futurismo» (1916).

Obras representativas de la pintura y escultura:

Giacomo Balla, Italia (1871–1958)

Pessimismo e ottimismo (Pesimismo y optimismo).


Lampada ad arco (Luz de la calle).


Manifestazione patriottica (
Manifestación patriótica)

Ivo Pannaggi, Italia (1901–1981)


Mia madre legge il giornale (Mi madre leyendo el periódico).

Gino Severini, Italia (1883–1966)


Treno blindato in azione (Tren blindado en acción).

Umberto Boccioni, Italia (1882–1916)


Forme uniche della continuità nello spazio (
Formas únicas de continuidad en el espacio).

Carlo Carrà, Italia (1881–1966)


La casa rossa (
La casa roja).

Tullio Crali, Italia(1910–2000)


Prima che si apra il paracadute (Antes de que se abra el paracaídas).

Christopher Nevinson, Reino Unido, 1889–1946


The Soul of the Soulless City (‘New York - an Abstraction’) (
El alma de la ciudad sin alma).

(Fuente: Historia del Arte/Concepto)