martes, 30 de julio de 2024

Esta es la biblioteca embrujada de Dublín que inspiró a Bram Stoker

Es la biblioteca pública más antigua de Irlanda y una visita obligada para todos los amantes de los libros que visiten Dublín.


(Foto: gobierno de la República de Irlanda).

Dublín es la única ciudad del mundo cuya topografía urbana remite directamente a la historia de la literatura. Se puede pasear por ella -de una biblioteca a un pub, de un parque a una casa, de un museo a una farmacia- siguiendo el rastro de la vida y de la obra de sus autores más importantes: hay un Dublín de James Joyce, otro de Jonathan Swift, uno de Oscar Wilde y también uno de Bram Stoker.

En St. Patrick's Close, adyacente a la Catedral de San Patricio, hay una de esas "coordenadas librescas" de la ciudad. Pasa desapercibida para muchos, ensombrecida por la sala del Trinity Collage, corazón literario de Dublín; pero a cambio, traspasar sus puertas es entrar en la biblioteca pública más antigua de Irlanda. La Marsh's Library ocupa uno de los últimos edificios del siglo XVIII en Irlanda que todavía se utiliza para su propósito original. Tal vez por ello, por todo el tiempo que acumulan sus salas, se sienta tan a gusto uno de sus más ilustres usuarios: el fantasma del arzobispo Narcissus Marsh, el fundador de la biblioteca que, cuentan, ha sido visto más de una vez a medianoche, hurgando entre las estanterías, quién sabe si tratando de encontrar entre los valiosos libros una forma definitiva de volver del más allá.

El origen de la biblioteca


Fue fundada por el mencionado arzobispo en 1701, deán de la cercana Catedral de San Patricio, la Primera Galería y la Antigua Sala de Lectura fueron terminadas en 1705, pero la biblioteca no fue abierta al público formalmente hasta la publicación de una ley del Parlamento irlandés en 1707. La Segunda Galería se añadió entre 1708 y 1709. En su correspondencia, el fundador de la biblioteca indicó que el diseño se basara en la Biblioteca Bodleian de Oxford, una de sus favoritas.

Traspasar la entrada, un elegante pórtico con frontón neoclásico del siglo XIX, es meterse en una evocadora máquina del tiempo. La lista de bibliotecarios principales, desde Elias Bouherau (1701) hasta la actualidad, da la bienvenida antes de entrar en la Primera Galería. El pavimento cimbrea al pisarlo, escoltados por las imponentes estanterías de roble báltico de casi cuatro metros de altura, coronadas por frontones de volutas, delicadas flores y letras. Aunque su mayor belleza es la concentración de los lomos de los libros que forman su espectacular fondo de unos 25.000 ejemplares, divididos en cuatro colecciones principales.


(Foto: gobierno de la República de Irlanda).

Celdas para los lectores

La electricidad es prácticamente el único cambio con respecto a sus orígenes, además del "detalle pop" que se han permitido los bibliotecarios actuales, que han ido dejando en algunos estantes figuritas de Playmobil de sus autores favoritos. Al final del pasillo, aguarda la sala de lectura, con sillas cuyo barniz está desgastado de tanto roce: son las mismas en las que se sentaron Bram Stoker o James Joyce (que estuvo aquí en 1902). A Jonathan Swift también le gustaba estar en esta sala: se sentaba junto a la ventana y a la chimenea. Bram Stoker consultó el 5 de julio de 1866 aquí un mapa de Transilvania. Tres décadas después publicó Drácula: la literatura siempre es el resultado de una obsesión.

Hacia 1708, los estantes de la biblioteca existente estaban llenos y se construyó una segunda galería en un eje oeste-este, siempre unos grados más fría que la anterior sala y, tal vez, por ello, lugar donde dicen se presenta de vez en cuando el fantasma del arzobispo Narcissus Marsh. Es en esta sala donde se encuentra uno de los espacios más singulares de la Marsh 's Library: las celdas donde se encerraba a los lectores para evitar que robaran los valiosos libros. Ya se sabe, la cleptomanía se remonta a los orígenes mismos de los libros. Por cierto, que la Marsh's Library sea tan antigua no significa que no deje de mirar hacia el futuro: en su Instagram suben cada día imágenes de algunas de sus joyas bibliográficas.

(Fuente: soybibliotecario.blogspot.com)