lunes, 3 de junio de 2024

¿Dónde se guardan nuestros datos? Ocho lugares donde no imaginaríamos que están

Al día de hoy, prácticamente todas nuestras acciones generan una gran cantidad de datos e información, y todos esos datos deben almacenarse en un lugar: se trata de los centros de datos o "data centers".

Sin ir más lejos, cada minuto se envían en el mundo aproximadamente unos 330.000 millones de correos electrónicos, una cifra que da vértigo. Y esto son sólo e-mails comunes. Imaginemos la gran cantidad de datos que se mueve cada día por el planeta y se almacena por la red ¿A dónde van a parar todos esos datos? ¿En qué lugar se almacenan? ¿Es importante el lugar en el que se sitúe un centro de datos?


Nuestros datos se guardan en lugares inesperados (Foto: iStock).

Algunos centros de datos se ubican en los lugares más insospechados y su localización no es azarosa. Su ubicación es una decisión clave a muchos niveles y, aunque muchos están situados en localizaciones ordinarias, existen algunos ubicados en lugares más bien peculiares.

En esta sociedad de la información y de los datos, son cada vez más personas con acceso a la red:  según el informe de We Are Social y Hootsuite que presentaron a principios de 2020, 2019 contaba con la nada despreciable cifra de 4.540 millones, es decir, el 59% de la población mundial (el anterior informe de 2019 arrojaba una cifra de 4.388 millones de internautas, con una penetración del 57%).

Y esta cifra no parará de aumentar con la llegada del 5G y la extensión de la internet de las cosas y la Inteligencia Artificial, que favorecerán, sin lugar a dudas, un incremento en el volumen de datos en todo el planeta, lo que supone un reto de almacenamiento y espacio para los centros de datos mundiales.

Cuanto más lejos estén del usuario final, más distancia tendrán que recorrer los datos y por tanto, mayor latencia, de ahí que sea importante que estos se ubiquen cerca del usuario y no lo contrario.

Pero, ¿cuáles son esos lugares tan insólitos donde se guardan nuestros datos? A continuación, sólo algunos de ellos:

En una mina noruega

Nadie imaginaría un data center en las profundidades de una mina nórdica, pero es una de las soluciones al gasto energético que supone la refrigeración de un centro de datos lo que llevó a implantar uno en la antigua mina Lefdal, en Noruega.


Entrada a la antigua mina Lefdal, en donde se aloja un descomunal centro de datos (Foto: lefdalmine.com).

Teniendo en cuenta que los servidores necesitan estar activos 24 horas al día sin interrupciones, toda esta actividad genera muchísimo calor y hay que contrarrestar la posibilidad de altas temperaturas para que no se vea interrumpido el servicio, de ahí que el costo de refrigerar el centro de datos sea un aspecto clave a tener en cuenta.

El frío de una antigua mina noruega hace que sea una de las decisiones más eficientes para solucionar este problema de temperatura. Una curiosidad: la mina subterránea se empleaba para excavar olivino, también conocido como peridoto, un mineral verde de alta densidad utilizado en la producción de acero, y una de las pocas piedras preciosas encontradas en un solo color.

En el Círculo Polar Ártico

Ubicado en lo que se ha llamado ingeniosamente el "Polo Nodal", su temperatura media posibilita que la eficiencia energética del lugar sea más que afortunada. Los casi 90.000 metros cuadrados de racks de servidores del centro son enfriados por el frío aire nórdico que baja a -41 ºC en los largos inviernos que duran de septiembre a mayo.

Además, la abundancia de energía hidroeléctrica local disponible significa que el 100% de la energía utilizada es renovable.


El Polo Nodal Ártico (Foto: facebook.com).

Si tenemos una cuenta de Facebook, por ejemplo, es muy probable que nuestra información se encuentre allé, ya que la gran mayoría de los servidores de la compañía se encuentran en ese lugar.

En el fondo del mar escocés

El hecho de que Microsoft decidiera colocar un centro de datos bajo el agua tiene todo el sentido del mundo. Recordemos que cuanto más cerca esté el centro de datos del usuario, menos tienen que viajar los datos. Teniendo en cuenta que la mayoría de las personas vive cerca del agua , este centro de datos sumergible se despliega rápidamente, y puede aprovechar la energía hidrocinética para obtener electricidad y enfriamiento natural. El centro de datos se encuentra en el fondo marino cerca de las Islas Orcadas, en Escocia.


Tareas de mantenimiento en un módulo del data center submarino de Microsoft (Foto: Microsoft).

Forma parte de un esfuerzo de investigación para analizar la fabricación y operatividad de unidades de centro de datos preempaquetadas ambientalmente sostenibles que se puedan pedir a medida, desplegar rápidamente y dejar que funcionen de forma independiente en el fondo marino durante años. Es el llamado Proyect Natick.


En una iglesia finlandesa

La Catedral Ortodoxa Uspenski de Helsinki (Finlandia), contaba con un refugio antiaéreo de la Segunda Guerra Mundial, y qué mejor que aprovecharlo como centro de datos. Posee uno de los requisitos más buscados: una temperatura fresca idónea para los servidores. Pero, además, está todo pensado: el exceso de calor que emiten los múltiples servidores es absorbido y distribuido por el sistema de calefacción de la zona, lo que permite que hasta 500 hogares disfruten de su energía en forma gratuita.


Catedral de Upenski (Foto: Wikimedia).

Otros edificios religiosos parece que van a seguir el mismo destino, como la Capilla de Salem en Leeds, Reino Unido, que será convertida también en un centro de datos.

En un búnker nuclear de la Guerra Fría

Los centros de datos a prueba de bombas nucleares no son tan inusuales como podríamos imaginarnos, pero el de Bahnhof Pionen, en Estocolmo (Suecia), ocupa un lugar destacado en esta lista. Originalmente era un búnker nuclear situado a más de 30 metros de roca sólida bajo de las calles de Estocolmo y fue diseñado para resistir un ataque nuclear casi directo.


Entrada al refugio nuclear Bahnhof Pionen (Foto: Wikimedia).

El interior casi parece un set de una película de espías y cuando el centro de datos fue construido en 2008, se amplió aún más para hacer más espacio al interior ultramoderno y acomodar los dos motores diesel Maybach que pertenecían a un submarino alemán para proporcionar energía de respaldo al centro de datos.

En una antigua iglesia católica española

Este centro de datos, el MareNostrum 4 del Barcelona Supercomputing Center en España, (Centro Nacional de Supercomputación - BSC-CNS) fue elegido incluso como el más bonito del mundo.


Acceso al Barcelona Supercomputing Center (Foto: Wikimedia).

Está en la Torre Girona que, desde fuera, parece una iglesia como cualquier otra, pero dentro alberga el Centro de Supercomputación, que se utiliza para una gran variedad de proyectos de investigación, desde el cambio climático hasta la investigación del cáncer, biomedicina, pronóstico del tiempo y simulaciones de energía de fusión. La antigua Capilla Cristiana de Torre Girona alberga desde 2005 este centro de datos dedicado a la producción científica y la innovación.

En el interior de una montaña suiza

Oculto a unos 900 metros debajo de una montaña, el Centro de Datos Deltalis fue anteriormente el hogar del centro de comando de la Defensa Nacional Suiza. Este centro de datos en las Montañas Blancas y asegurado tras puertas de metal de unos 40 centímetros de grosor, utiliza el granito circundante y el agua fría subterránea para enfriar la instalación y explota las 556 centrales hidroeléctricas de Suiza para proporcionar casi el 100% de energía renovable.


Interior del Centro de Datos Detalis (Foto: Wikimedia).

Sin embargo, a diferencia de muchos otros centros de datos insólitos, su ubicación en el corazón de Europa también significa que está a 1-2 milisegundos de datos de Zurich y Milán, con el aeropuerto de Zurich a menos de una hora en coche.

En un lugar a prueba de volcanes islandés

Los centros de datos en Islandia están en auge y no es de extrañar: es el mejor y el peor lugar para poner uno. Hace frío, por lo que la refrigeración no es un problema pero, sin embargo, también es muy volcánico. Por eso, el centro de datos Verne Global de Islandia es uno de los pocos centros de datos en el mundo que está diseñado para ser a prueba de volcanes.


Panorámica aérea del Verne Global Data Center (Foto: verneglobal.com).

Ubicado al oeste de Islandia, en una península volcánica estéril llamada Reykjanesskagi, hogar de las ciudades gemelas de Keflavik y Njardvik, con alrededor de 19.000 habitantes, está el centro de datos de Verne Global y también el de al menos diez más, un repunte impulsado precisamente por el clima. Aquí, los centros de datos no necesitan ejecutar constantemente sistemas de enfriamiento de alta potencia para la moderación del calor: lo único que tienen que hacer es dejar entrar el aire subártico, lo que reduce el costo energético al 100%.

Y mañana será en el espacio

Finalmente, si la llamada "nube" no nos parece lo suficientemente alejada de nosotros para satisfacer la necesidad de sentir seguridad y eficiencia con el almacenamiento de datos, Cloud Constellation Corporation planea poner nuestros datos en órbita.

Una constelación de ocho satélites de órbita terrestre baja (LEO), llamada SpaceBelt, ofrecerá hasta cinco petabytes de almacenamiento y servicios de datos seguros que utilizará enlaces de comunicación láser entre los satélites para transmitir la información entre las diferentes ubicaciones en la Tierra.

(Fuente: Muy Interesante)