Esta lista clasifica a los países de Latinoamérica en tres categorías: pioneros, adoptantes y exploradores. Argentina, por el momento, se encuentra en la categoría intermedia y sin muchas perspectivas de inversión.
Ocho naciones, entre ellas Colombia, Ecuador, Costa Rica y
República Dominicana, conforman el grupo de "adoptantes" (Foto:
composición propia / mapade.org).
El desarrollo de la inteligencia artificial avanza con rapidez en América Latina y el Caribe, impulsado por el interés creciente de gobiernos, empresas y ciudadanos en incorporar esta tecnología en la vida cotidiana. Sin embargo, sólo un reducido grupo de países lidera la adopción y preparación de la región frente a este cambio, según la tercera edición del Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA 2025), presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Centro Nacional de Inteligencia Artificial de Chile (CENIA).
Mientras unos avanzan en innovación y políticas públicas, otros enfrentan limitaciones estructurales que afectan las oportunidades y la calidad de vida de su población. Comprender qué países marcan el ritmo y por qué este fenómeno repercute en la vida diaria resulta clave para entender el presente y futuro de la región.
Países pioneros en IA y cómo marcan la diferencia
El ILIA 2025 clasifica a los países en tres categorías: pioneros, adoptantes y exploradores. Chile, Brasil y Uruguay se posicionan como líderes, situándose en el grupo de pioneros al superar los 60 puntos en este índice regional. Esta posición se explica por sus avances en conectividad, desarrollo de talento tecnológico y la adopción de estrategias nacionales orientadas a la inteligencia artificial.
La CEPAL y el CENIA presentaron el Índice Latinoamericano
de IA, una herramienta pionera que mide sistemáticamente el nivel de
preparación, adopción y gobernanza de la IA en 19 países de la región
(Foto: cepal.org).
Ocho naciones más, entre ellas Colombia, Ecuador, Costa Rica y República Dominicana, conforman el grupo de "adoptantes". Aunque están en una etapa intermedia, han logrado acortar distancias con los pioneros mediante la mejora en infraestructura digital, la formación de expertos y la definición de políticas nacionales.
En contraste, más de un tercio de los países analizados permanecen en la categoría de "exploradores", con ecosistemas emergentes y capacidades limitadas que dificultan la incorporación y el desarrollo de soluciones tecnológicas propias.
Chile, Brasil y Uruguay se posicionan como líderes,
situándose en el grupo de pioneros al superar los 60 puntos en este
índice regional (Foto: Wikimedia Commons).
No obstante, el ILIA también identifica grandes desafíos en la región, sobre todo en lo referente a inversión en IA y la fuga de talento especializado. Mientras América Latina y el Caribe representan el 6,6% del PIB mundial, sólo reciben el 1,12% de la inversión global en inteligencia artificial, lo que restringe significativamente la capacidad de estos países para escalar proyectos y fortalecer el ecosistema innovador.
"Más allá de su posición relativa en ILIA, ningún país supera el promedio mundial en inversión en IA en relación con el PIB per cápita, y el promedio regional se mantiene seis veces por debajo de ese umbral", señala Álvaro Soto, director de ILIA en CENIA.
Impacto de la inteligencia artificial en la vida diaria de la región
La brecha en la adopción de inteligencia artificial no sólo marca diferencias entre países: también influye directamente en aspectos cotidianos como la educación, la salud, el trabajo, la protección social y los servicios públicos. José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la CEPAL, sostiene que "la inteligencia artificial puede convertirse en un motor para superar las trampas del desarrollo en América Latina y el Caribe, siempre que la digitalización y las políticas productivas trabajen en conjunto para cerrar brechas en infraestructura, talento e innovación".
La aplicación efectiva de IA puede, por ejemplo, democratizar el acceso a la educación y la salud, promover la equidad de género, reducir la contaminación ambiental y modernizar los estados para hacerlos más transparentes y eficientes.
El informe ILIA subraya que la región ya concentra el 14% de las visitas globales a soluciones de IA, pero la adopción aún se enfoca en el consumo de herramientas listas para usar, con bajo requerimiento principalmente técnico. El reto está en pasar del simple uso de estas soluciones al desarrollo de herramientas propias que impulsen la productividad local, el bienestar colectivo y la sostenibilidad.
Salazar-Xirinachs enfatiza que "es fundamental alinear las políticas de digitalización con las políticas de desarrollo productivo, incluyendo la transformación digital de sectores prioritarios, a fin de cerrar las brechas de infraestructura, talento, innovación y gobernanza. De no hacerlo, la región corre el riesgo de profundizar las desigualdades y quedar rezagada frente al avance internacional".
No obstante, el ILIA también identifica grandes desafíos en la región, sobre todo en lo referente a inversión en IA y la fuga de talento especializado. Mientras América Latina y el Caribe representan el 6,6% del PIB mundial, sólo reciben el 1,12% de la inversión global en inteligencia artificial, lo que restringe significativamente la capacidad de estos países para escalar proyectos y fortalecer el ecosistema innovador.
"Más allá de su posición relativa en ILIA, ningún país supera el promedio mundial en inversión en IA en relación con el PIB per cápita, y el promedio regional se mantiene seis veces por debajo de ese umbral", señala Álvaro Soto, director de ILIA en CENIA.
Impacto de la inteligencia artificial en la vida diaria de la región
La brecha en la adopción de inteligencia artificial no sólo marca diferencias entre países: también influye directamente en aspectos cotidianos como la educación, la salud, el trabajo, la protección social y los servicios públicos. José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la CEPAL, sostiene que "la inteligencia artificial puede convertirse en un motor para superar las trampas del desarrollo en América Latina y el Caribe, siempre que la digitalización y las políticas productivas trabajen en conjunto para cerrar brechas en infraestructura, talento e innovación".
La aplicación efectiva de IA puede, por ejemplo, democratizar el acceso a la educación y la salud, promover la equidad de género, reducir la contaminación ambiental y modernizar los estados para hacerlos más transparentes y eficientes.
El informe ILIA subraya que la región ya concentra el 14% de las visitas globales a soluciones de IA, pero la adopción aún se enfoca en el consumo de herramientas listas para usar, con bajo requerimiento principalmente técnico. El reto está en pasar del simple uso de estas soluciones al desarrollo de herramientas propias que impulsen la productividad local, el bienestar colectivo y la sostenibilidad.
Salazar-Xirinachs enfatiza que "es fundamental alinear las políticas de digitalización con las políticas de desarrollo productivo, incluyendo la transformación digital de sectores prioritarios, a fin de cerrar las brechas de infraestructura, talento, innovación y gobernanza. De no hacerlo, la región corre el riesgo de profundizar las desigualdades y quedar rezagada frente al avance internacional".
(Fuente: Infobae)