viernes, 3 de octubre de 2025

"Belén", de Dolores Fonzi: cuando el cine es documento, activismo y, como arte, un gran espectáculo

La película elegida para representar a Argentina en los premios Oscar está basada en la historia de una joven tucumana que pasó casi tres años presa, luego de ser falsamente acusada de provocarse un aborto.

(Fuente: prensa K & S).

La pesadilla de Belén, que no se llama Belén pero cuyo anonimato se respeta como deberían haberse respetado sus derechos, comenzó el 21 de marzo de 2014, cuando llegó a la guardia del Hospital Avellaneda, de San Miguel de Tucumán, con intensos dolores abdominales. Tenía entonces 25 años, la acompañaba su madre.

La revisaron por encimita, le inyectaron un calmante y la dejaron en la camilla, de la cual se levantó dos veces para ir al baño. Todo lo que siguió forma parte de la pesadilla: la hemorragia vaginal, la denuncia desde adentro del hospital mientras ella estaba inconsciente, la llegada de la policía, los casi 900 días detenida, el juicio en el que la condenaron a 8 años de prisión por la insólita causa de “aborto seguido de presunto homicidio”, los abusos y el destrato de la Justicia.

Belén había tenido un aborto espontáneo y ni siquiera sabía que estaba embarazada; se enteró en el hospital público, cuando después de las pérdidas la trasladaron a Ginecología y un médico le explicó que estaba pasando por un aborto espontáneo de un embarazo de dos meses, y que iba a practicarle un legrado, procedimiento terapéutico para terminar de raspar y extraer tejido del interior del útero.

(Fuente: prensa K & S).

Pero alguien, alguienes, uno solo, muchos, por ceguera ideológica, por fanatismo religioso, por conservadurismo social, decidieron o /inventaron que ella misma se había provocado un aborto. Aseguraban que estaba embarazada de ocho meses. No sólo las palabras de la muchacha contradecían esta certeza: el jean y la camperita ajustada que vestía Belén esa madrugada también desmentían la versión. Nadie luego, en los años del oprobio, con ella encerrada y con una multitud de mujeres pidiendo por su libertad en Tucumán y en todo el país, recordaría haberla visto en ese hospital como una mujer con panza de embarazada sino como una chica joven en estado de dolor. Joven, pobre, abandonada por el sistema y hostigada por la Justicia.

Lo que figuró luego en el expediente judicial y en las versiones populares más indignas era un supuesto feto expulsado y asesinado en el baño. Un supuesto feto a veces femenino, a veces masculino, que supuestamente ella misma habría parido y asesinado. La versión fue sumando contornos: era un feto de 32 semanas, la propia Belén había cortado el cordón umbilical y lo había matado, lo había encontrado en uno de los baños del hospital una enfermera que se dispuso a meter la mano con un guante en el inodoro. 

(Fuente: prensa K & S).

En el quirófano, al despertarse de la anestesia por el legrado, lo primero que vio fue a un enfermero que, mientras la trataba de “hija de puta”, le mostraba lo que supuestamente era el bebé que ella había parido y asesinado y luego vio a la policía, que la llevó esposada, directo a la cárcel. Recién en 2016 y gracias a labor profesional de la abogada católica y feminista Soledad Deza, el trabajo del movimiento de mujeres, organizaciones humanitarias y la presión de la calle, Belén pudo tener un nuevo juicio y, a partir de entonces, quedar en libertad. En 2017 fue absuelta.

Mientras Belén sufría en prisión y en los tribunales, las mujeres abandonaron el silencio y la voz baja y comenzaron a tomar las calles para exigir sus derechos y el final de toda clase de violencias sobre ellas y sobre sus cuerpos. El 3 de junio de 2015, multitudes de mujeres y también de hombres de todas las edades llegaron hasta las plazas del país para decir “Basta de femicidios”. Nacía el movimiento #NiUnaMenos, una consigna poderosa y en línea con el Nunca Más que se acuñó luego de la última dictadura militar; un movimiento masivo que daba lugar a la conciencia colectiva de las pequeñas y grandes violencias que atraviesan las mujeres a lo largo de su vida. 

(Fuente: prensa K & S).

Desde el principio se supo que la búsqueda era, al menos no exclusivamente, una forma de desahogo colectivo de frustración. Se exigían autocríticas sobre la forma en que se presentaban los casos de femicidio, a menudo centrándose en el estilo de vida de la víctima, revictimizándola una y otra vez por su forma de vestir, los hombres con los que salía o el tipo de fotos que publicaba en las redes. También en el caso Belén se asistió a esa revictimización, muchas veces por verdadera ideología y otras, simplemente, por pereza intelectual

(Fuente: prensa K & S).

Pocos años después de que Belén saliera en libertad, en el Congreso argentino se comenzaba a discutir el aborto legal, seguro y gratuito, un debate que culminaría el 30 de diciembre de 2020 con la sanción de la Ley 27.610 que establece el acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Con la legislación, se terminaba el negocio y la tragedia del aborto clandestino. 

(Fuente: prensa K & S).

Una película, un documento

"Belén" es una película producida por K & S y dirigida y protagonizada por Dolores Fonzi, que reconstruye aquella historia de dolor, injusticia y lucha popular en Tucumán. Tomando como base el libro "Somos Belén" (Planeta), de Ana Correa, que tuvo prólogo de Margaret Atwood, Dolores escribió el guión junto con la actriz Laura Paredes, quien también actúa en la película. Ya habían escrito juntas "Blondi", la primera y celebrada película de Fonzi. Ambas confirman que juntas son buena pareja a la hora de crear historias sensibles, potentes y atractivas.

Compitió en el Festival de Cine de San Sebastián, donde otra protagonista del film, Camila Plaate, ganó el Premio a Mejor Actriz de Reparto. Luego de los cines, llegará a la plataforma Prime Video. Es una obra que extiende amorosamente varios brazos: es documento, es activismo y es un gran espectáculo. Por estos días, algunos sucesos nos permiten confirmar que el tiempo siempre juega con nosotros y nada es eterno: ni las ideas, ni las políticas, ni los gobiernos, ni las leyes.

Un libro de la ya mencionada Soledad Deza sobre el caso Belén puede comprarse y descargarse haciendo click aquí.

(Fuente: Infobae / bajalibros.com / redacción propia)