martes, 1 de octubre de 2024

Algo que pocos sabemos: la Estatua de la Libertad original está en CABA, no en Nueva York

La Estatua de la Libertad porteña, una joya oculta en la Ciudad, fue inaugurada 11 años antes que su réplica gigante de Nueva York.


La Estatua de la Libertad de Buenos Aires está ubicada en Barrancas de Belgrano.

A metros del famoso Barrio Chino de la Ciudad de Buenos Aires, se encuentra una curiosa estatua que puede pasar desapercibida si no prestamos atención. Se trata de la Estatua de la Libertad porteña, que fue inaugurada 11 años antes que su contraparte estadounidense. Ambas fueron diseñadas por el escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi, reconocido por su trabajo en la Escuela Francesa.

De acuerdo al Archivo General de la Nación (AGN), la estatua porteña fue adquirida por la Municipalidad de Buenos Aires. A diferencia de la majestuosa Estatua de la Libertad en Estados Unidos, que alcanzó los imponentes 93 metros de altura, esta versión porteña tiene una modesta altura de tan sólo 3 metros. Está hecha de hierro fundido y en sus inicios fue pintada de color bronce, pero con el paso de los años y la exposición al sol, la pintura se oxidó y la estatua adquirió ese característico tono verde que la distingue.

Ubicada en la esquina de la calle La Pampa y la Avenida Virrey Vértiz, la estatua parece estar escondida entre los árboles. Es necesario acercarse a unos 10 metros para poder apreciarla en toda su magnitud. La obra representa a una mujer en marcha, con la mano derecha en alto, portando una antorcha que simboliza "la luz de la libertad por el mundo". En su brazo izquierdo lleva grabada la declaración de la Independencia, y a sus pies se encuentra una cadena rota que representa la ruptura con la tiranía.

La emblemática Estatua de la Libertad, que está en una pequeña isla al sur de Manhattan, en Nueva York, se inauguró en 1886 y fue un regalo del gobierno francés por los 100 años de la independencia de Estados Unidos. Mientras que la porteña  se instaló en 1875, un dato que fue confirmado en 1990 tras un intercambio entre el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y un ciudadano francés llamado Francis Beaumatin, miembro del Club de los Amigos de la Estatua de La Libertad, quién había visto una foto de la versión argentina en una revista.

Otro detalle curioso es que en el  momento de la inauguración de la escultura, el barrio de Belgrano era territorio provincial y no fue incorporado oficialmente a la ciudad hasta 1887. Para ese entonces ya tenía dos años instalada en la zona hoy conocida como Barrancas de Belgrano. De hecho, en 1886 fue vandalizada, al igual que el altar donde está posada.

(Fuente: El Destape)