1917-1931
El neoplasticismo o constructivismo neerlandés (o también, en su lengua original, De Stijl) es un movimiento artístico surgido a inicios del siglo XX en Holanda, vinculado a otras vanguardias artísticas como fueron el cubismo y el futurismo, así como al arte abstracto.
Su propósito era representar la realidad de manera enteramente abstracta, simplificándola en sus colores primarios y sus formas más elementales, para así deshacerse de todo aquello que podía considerarse “superficial” o “de sobra”.
Esta tendencia inició en 1917 con el pintor, poeta y arquitecto neerlandés Theo van Doesburg (1883-1931), considerado fundador y guía espiritual del movimiento, cuyo órgano principal de expresión lo constituyó la revista De Stijl ("el estilo" en neerlandés), publicada entre 1917 y 1932, y en la que abogaban por la integración de las artes y la construcción de un "arte total".
El neoplasticismo tuvo un poderoso impacto en las artes del momento, y surgió paralelamente al movimiento constructivista, con el que comparte algunos puntos de su filosofía artística, razón por la cual se lo conoce también como “constructivismo neerlandés”.
Características del neoplasticismo
A grandes rasgos, el neoplasticismo se caracterizó por lo siguiente:
• Abarcó principalmente la pintura, pero también tuvo incursiones en la escultura y sobre todo en la arquitectura. Su principal órgano de difusión fue la revista De Stijl, centrada en las artes visuales modernas, donde el grupo publicó su primer manifiesto en 1918.
• Planteó una concepción más analítica de la pintura, poco o nada interesada en representar el mundo tal cual es, o sea, en el figurativismo tradicional. Tampoco estaba interesado en expresar el mundo emocional del artista.
• Su propósito fundamental era evocar, a través de un arte depurado de elementos superfluos y distractores, un sentimiento de orden y equilibrio espiritual en el observador. Para ello, debía representar la realidad mediante sus formas y colores más básicos y esenciales.
• Su estilo se considera herencia del cubismo y el futurismo, y estuvo estrechamente vinculado con el Constructivismo alemán, dado que ambos movimientos pretendían una renovación estética y espiritual, que superara el clima de pesadumbre dejado por la Primera Guerra Mundial.
• Su lenguaje plástico aspiraba a ser universal: objetivo, elemental, depurado en sus formas geométricas y totalmente racionalista.
• Usaron pocos colores, generalmente planos, saturados o puros, así como tonos neutros, todo siempre sobre fondos claros.
• Sus pinturas eran ordenadas, optimistas, alegres. Aunque poseían un fuerte sentido del equilibrio, la simetría no era algo que les interesara.
Obras representativas
Piet Mondrian, Países Bajos (1872-1944)


Composition VII (the three graces) (Composición VII, las tres gracias).
Bart van der Leck, Países Bajos (1876-1958)
Composition No. 4 (Leaving The Factory).

De Stijl 1.
Vilmos Huzsár, Hungría (1884-1960)
Juego de Bacarrá (Juego de Bacará).

