viernes, 16 de agosto de 2024

Energías renovables: la "gama de colores" del hidrógeno y qué implica cada uno

El hidrógeno es una de las fuentes de energía más interesantes para combatir los efectos del calentamiento global. Todo depende del tipo de hidrógeno y su forma de obtención, ya que no es lo mismo el hidrógeno verde que el marrón, el azul o el turquesa.


Es un elemento fundamental en l camino hacia la descarbonización. Si queremos  mitigar los efectos del cambio climático, las energías renovables son vitales. La energía eólica y la solar, sobre todo con el auge debido al derrumbe de los precios de los paneles fotovoltaicos, se han convertido en la punta de lanza de las renovables, pero no podemos pasar por alto al hidrógeno.

Es el elemento químico más abundante del universo y no es una excepción en la Tierra. Sin embargo, encontrarlo solo es complicado porque tiene una estructura que tiende a combinarse con otros elementos. Por ejemplo, con el oxígeno en el agua (H2O) o con el carbono para formar hidrocarburos (CH4, C2H6, etc).

Debido a esa facilidad de combinación, lo que hay que hacer para poder extraer hidrógeno y utilizarlo como fuente de energía es separarlo de los elementos a los que está "pegado". Y no todas las formas de extracción son igual de respetuosas con el medio ambiente, motivo por el que hay hidrógenos de varios colores.

Los colores del hidrógeno y su significado


Son la forma en la que se clasifica al hidrógeno teniendo en cuenta la materia prima necesaria para su obtención y las cantidad de emisiones de CO2 que esto provoca. Así, estos son los colores del hidrógeno ordenados de la forma de extracción más sostenible a la más contaminante:

Hidrógeno verde: también conocido como hidrógeno "renovable", es el más limpio y procedente de las energías renovables, ya que se utiliza las energías solar, eólica o hidroeléctrica en el proceso. No se producen emisiones de CO2 durante su producción y lo que se hace es utilizar, generalmente, agua para realizar un proceso de electrólisis. De esta manera, se separa el hidrógeno del agua, pero también se pueden utilizar métodos como la conversión bioquímica de la biomasa o el reformado del biogás, siempre que se cumplan los requisitos de sostenibilidad.

Hidrógeno rosa: es el mismo proceso de electrólisis, pero en lugar de utilizar energía procedente de las renovables, se emplea electricidad procedente de una central nuclear.

Hidrógeno azul: es producido a partir de gas natural u otros hidrocarburos como metano o gases licuados de petróleo a los que se aplica un tratamiento posterior para capturar y almacenar el carbono resultante del proceso. Se estima que es algo que reduce el 95% de las emisiones de CO2 generadas en la extracción.

Hidrógeno turquesa: a la par con el hidrógeno azul, el turquesa también se extrae del gas natural, pero mediante un proceso de pirólisis de metano, descompone el metano en hidrógeno y carbón sólido en lugar de CO2 al no haber presencia de oxígeno, por lo que las emisiones se reducen.

Hidrógeno amarillo: de nuevo, nos encontramos con un hidrógeno que se ha extraído mediante la electrólisis, pero si en el rosa teníamos energía nuclear y en el verde las renovables como fuente eléctrica, en el hidrógeno amarillo esa electricidad viene de la red primaria de electricidad (que a su vez puede proceder de combustibles fósiles).

Hidrógeno gris: similar al hidrógeno azul, pero sin realizar técnicas de captura de CO2. Se estima que el 99% del hidrógeno consumido en Europa, por ejemplo, es de este tipo y no es de los más respetuosos con el medio ambiente, ya que no deja de ser un hidrógeno de origen fósil.

Hidrógeno negro / marrón: es el más contaminante porque se extrae mediante la gasificación del carbón.

Hay un color más de hidrógeno: el dorado, que es el que se encuentra sin combinar. Como ya dijimos antes, es escasísimo en la naturaleza y, aunque hay planes para su extracción, la opción más viable actualmente para ese cambio energético y la reducción de CO2 en la atmósfera pasa por cambiar la industria y hacer que el hidrógeno verde sustituya al hidrógeno gris.


Es el que está llamado a ser una de las claves del cambio energético tanto en la industria como en el transporte por tierra, mar y aire. ¿El principal problema? El de casi siempre: el dinero, ya que el hidrógeno verde es casi ocho veces más caro que el gris.

(Fuente: Xataka)