Un nuevo estudio revela que nuestro cerebro no procesa de la misma manera la promesa de una recompensa según dónde y cómo se presente. A veces refuerza la atención visual, otras sólo ajusta la estrategia de respuesta sin implicar atención real.
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martes, 19 de agosto de 2025
Cuando la recompensa engaña al cerebro: así decidimos a qué prestar atención y qué ignorar
miércoles, 30 de julio de 2025
Cronopios y mancuspias: lo que las pseudopalabras revelan sobre nuestro cerebro
lunes, 23 de junio de 2025
Científicos argentinos investigan los procesos cerebrales detrás del "sarcasmo", esa curiosa forma de decir algo invocando a lo contrario
El trabajo, publicado en la prestigiosa revista Brain Topography, contribuye a comprender mejor cómo se integra lo lingüístico y lo social en la interpretación de mensajes.
martes, 20 de mayo de 2025
Si la inteligencia artificial piensa por nosotros, ¿puede atrofiarse nuestro cerebro?
Cada nueva herramienta que inventamos los humanos, nace con la pretensión de facilitar una necesidad determinada. Pero todas las herramientas tienen la posibilidad de acabar produciendo el efecto contrario al que se buscaba con ellas cuando se usan de manera extrema.
lunes, 11 de noviembre de 2024
Cómo el cerebro organiza los recuerdos y los integra a lo largo del tiempo, según expertos
Los especialistas de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai (EE.UU.) postularon que algunas vivencias son almacenadas en conjuntos neuronales para incluir nueva información relevante. La palabra de los autores del estudio.

La reorganización flexible de recuerdos en el cerebro parece ser clave para adaptar la memoria a cambios del entorno, lo que facilita inferencias causales y decisiones en situaciones diversas (Foto: Freepik).
Existe un mecanismo cerebral que facilita la integración de la memoria a lo largo del tiempo? Esta pregunta se hicieron recientemente expertos de Mount Sinai. El hallazgo planteó que el cerebro reorganiza los recuerdos almacenados en conjuntos neuronales para incluir nueva información relevante, algo que los mantiene actualizados.
Este proceso, sostienen los investigadores, podría ayudar a comprender mejor tanto la memoria adaptativa, que permite realizar inferencias causales, como los procesos desadaptativos, entre ellos el trastorno de estrés postraumático (TEPT), en el que los recuerdos dolorosos afectan la percepción del presente.
Denise Cai, Doctora en Neurociencia y profesora asociada en la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, destacó cómo este descubrimiento desafía algunas creencias tradicionales sobre la estabilidad de los recuerdos.
"La opinión más extendida es que los recuerdos se forman durante el aprendizaje inicial y permanecen estables en conjuntos neuronales a lo largo del tiempo, lo que nos permite recordar una experiencia particular", afirmó Cai.



lunes, 14 de octubre de 2024
Una fascinante investigación sobre el cerebro de una mosca arrojará luz sobre el proceso del pensamiento humano
Pueden caminar, revolotear y los machos incluso pueden cantar canciones de amor para cortejar a sus parejas, todo ello con un cerebro más pequeño que la cabeza de un alfiler.

Tan bello como complejo: el cerebro de la mosca tiene más de 130.000 cables con 50 millones de intrincadas conexiones (Foto: MRC / Nature).
Y ahora, por primera vez, los científicos que investigan el cerebro de una mosca han identificado la posición, la forma y las conexiones de cada una de sus 130.000 células y 50 millones de conexiones.
Es el análisis más detallado del cerebro de un animal adulto jamás realizado.
Un destacado especialista del cerebro, ajeno a la nueva investigación, describió el avance como un salto enorme en la comprensión de nuestro propio cerebro.

El doctor Gregory Jefferis, del Laboratorio de Biología Molecular (LMB) del Consejo de Investigación Médica de Cambridge, en Reino Unido, dijo que actualmente no tenemos ni idea de cómo la red de células cerebrales de cada cabeza nos permite interactuar entre nosotros y con el mundo que nos rodea.
"¿Cuáles son las conexiones? ¿Cómo fluyen las señales a través del sistema que nos permite procesar la información para reconocer tu rostro, que te permite oír mi voz y convertir estas palabras en señales eléctricas? La cartografía del cerebro de la mosca es realmente extraordinaria y nos ayudará a comprender cómo funciona el nuestro", señaló.

Estos son los cables necesarios para procesar la visión. Se necesitan muchos más que para el movimiento porque la visión requiere más cálculo (Foto: MRC / Nature).
Los humanos tenemos un millón de veces más células cerebrales, o neuronas, que la mosca de la fruta estudiada. Entonces, ¿cómo puede el diagrama del cableado del cerebro de un insecto ayudar a los científicos a entender cómo pensamos?
Las imágenes obtenidas por los científicos y publicadas en la revista Nature muestran una maraña de cables tan bella como compleja. Su forma y estructura son la clave para explicar cómo un órgano tan diminuto puede llevar a cabo tareas de cálculo tan potentes.
Desarrollar un ordenador del tamaño de una semilla de amapola capaz de realizar todas estas tareas está muy por encima de la capacidad de la ciencia moderna.
La doctora Mala Murthy, una de las codirectoras del proyecto, de la Universidad de Princeton, en Estados Unidos, afirmó que el nuevo diagrama de cableado, conocido científicamente como conectoma, va a ser "transformador para los neurocientíficos".
"Ayudará a los investigadores a comprender mejor cómo funciona un cerebro sano. En el futuro esperamos que sea posible comparar lo que ocurre cuando las cosas van mal en nuestro cerebro", dijo.
Es una opinión respaldada por la doctora Lucía Prieto-Godino, jefa de grupo de investigación del cerebro en el Instituto Francis Crick de Londres, que no forma parte del equipo de investigación.
"Los investigadores han completado los conectomas de un simple gusano que tiene 300 cables y de un gusano que tiene 3.000, pero tener un conectoma completo de algo con 130.000 cables es una proeza técnica asombrosa que allana el camino para encontrar los conectomas de cerebros más grandes como el del ratón y quizá dentro de varias décadas el nuestro", afirmó.
¿Por qué las moscas son tan difíciles de matar?
Otros investigadores ya están utilizando los diagramas de los circuitos, por ejemplo, para averiguar por qué las moscas son tan difíciles de atrapar.
Los circuitos de visión detectan en qué dirección viene el periódico enrollado y transmiten la señal a las patas de la mosca.
Pero lo más importante es que envían una señal de salto más fuerte a las patas que se alejan del objeto que las puede golpear. Se podría decir que saltan sin tener que pensar, literalmente más rápido que la velocidad del pensamiento.
Este hallazgo podría explicar por qué nosotros, los torpes humanos, rara vez matamos moscas.

La "cortadora de cerebros de mosca": el cerebro se cortó en 7.000 trozos increíblemente finos con este cuchillo microscópico (Foto: MRC / Nature).
Los investigadores lograron identificar circuitos separados para muchas funciones individuales y mostrar cómo están conectados.
Por ejemplo, los cables que intervienen en el movimiento están en la base del cerebro, mientras que los que procesan la visión están en la parte lateral. En este último caso intervienen muchas más neuronas porque la visión requiere mucha más capacidad de cálculo.
Aunque los científicos ya conocían los circuitos por separado, no sabían cómo estaban conectados entre sí.
El diagrama del cableado se hizo cortando el cerebro de una mosca con lo que es en esencia un "rallador de queso microscópico", y tomando fotografías de cada una de las 7.000 rebanadas que luego fueron juntadas digitalmente.
A continuación, el equipo de Princeton aplicó inteligencia artificial para extraer las formas y conexiones de todas las neuronas. Pero la IA no resultó perfecta: los investigadores tuvieron que corregir a mano más de tres millones de errores.
Esto en sí mismo era una proeza técnica, pero el trabajo sólo estaba hecho a medias. Según Philipp Schlegel, también del Laboratorio de Biología Molecular del Consejo de Investigación Médica, el mapa por sí solo carecía de sentido si no se describía la función de cada cable.
"Estos datos son un poco como Google Maps pero para cerebros: el diagrama bruto del cableado entre neuronas es como saber qué estructuras corresponden a calles y edificios. Describir las neuronas es como añadir al mapa los nombres de las calles y ciudades, los horarios de apertura de los negocios, los números de teléfono, las reseñas, etc. Se necesitan ambas cosas para que el mapa sea realmente útil", sostuvieron.

miércoles, 21 de agosto de 2024
Nuestro cerebro tiene su propia "copia de seguridad" de cada recuerdo: ya se conoce cómo las crea
El "almacenamiento" de los recuerdos nos ayuda a aprender tomando como punto de partida nuestras experiencias. Las "copias" de un recuerdo se conservan durante diferentes periodos, porque no todas permanecen de forma indefinida.

(Foto: Anna Shvets).
Durante las últimas décadas los científicos que desarrollan su actividad de investigación en el ámbito de la neurociencia han aprendido muchísimo. Y, aun así, en gran medida nuestro cerebro sigue siendo un misterio. Y lo es debido a que su complejidad es extraordinaria. No obstante, esta dificultad no representa un obstáculo a la hora de seguir esforzándose e investigando.
El científico Flavio Donato y su equipo de investigadores de la Universidad de Basilea (Suiza) no se han dejado amedrentar por la complejidad natural de nuestro cerebro, y su esfuerzo ya está dando fruto. En el artículo que estos científicos han publicado en la prestigiosa revista Science explican con bastante detalle un mecanismo del cerebro que hasta ahora los neurocientíficos no conocían bien. Y, curiosamente, es un comportamiento que recuerda lejanamente al de la estrategia que utilizamos los seres humanos para evitar que nuestros ordenadores pierdan nuestra información más valiosa.
Nuestro cerebro se asegura de mantener a buen recaudo nuestros recuerdos
El cerebro humano tiene una capacidad de aprendizaje y una plasticidad enormes. El almacenamiento de los recuerdos es uno de los mecanismos que nos ayudan a aprender tomando como punto de partida las experiencias que hemos vivido en el pasado. Y ese aprendizaje es crucial porque nos permite adaptarnos y responder a algunos de los desafíos y las experiencias que tendremos que afrontar en el futuro. Hasta ahora los neurocientíficos desconocían cómo resuelve el cerebro humano la dinámica de los recuerdos, pero ya tenemos algunas respuestas.
El profesor Donato y su equipo han descubierto que nuestro cerebro procesa cada recuerdo vinculado a una experiencia específica con el propósito de almacenarlo en múltiples copias simultáneamente. Esto significa, sencillamente, que un recuerdo no deja una única impronta en nuestra estructura cerebral, de ahí que no resulte descabellado comparar este mecanismo con la creación de las copias de seguridad que utilizamos para salvaguardar la información más relevante que almacenamos en nuestras computadoras o móviles.
Además, estos científicos han concluido que las copias de un recuerdo en particular se conservan durante diferentes periodos de tiempo, por lo que no todas ellas permanecen de forma indefinida. De hecho, puede que en algunos casos ninguna de ellas perdure. No obstante, esto no es todo lo que han averiguado. También han confirmado que algunas copias pueden ser modificadas en cierta medida con el paso del tiempo. Lo curioso es que toda esta actividad se lleva a cabo en el hipocampo, que es la región del cerebro que se responsabiliza del aprendizaje a partir de la experiencia.
Curiosamente, cada experiencia se almacena al menos en tres grupos distintos de neuronas que se forman durante diferentes etapas del desarrollo embrionario. De hecho, las neuronas que se forman en primer lugar son las responsables del almacenamiento de los recuerdos que se preservan a largo plazo. Las neuronas que se forman más tarde tienen una capacidad de retención de los recuerdos muy fuerte al principio, pero se desvanecen con el tiempo. Y, por último, los recuerdos que se almacenan durante poco tiempo en las neuronas formadas en las últimas fases del desarrollo embrionario pueden ser modificados y reescritos con facilidad.
"El desafío al que se enfrenta nuestro cerebro en lo que concierne a la memoria es impresionante. Por un lado debe recordar lo que hemos experimentado en el pasado para ayudarnos a comprender el mundo en el que vivimos. Pero, además, necesita adaptarse a los cambios que se producen a nuestro alrededor para ayudarnos a tomar las decisiones adecuadas para garantizar nuestra supervivencia", nos explica el profesor Donato, y es apasionante. No cabe duda de que en el ámbito de la neurociencia a los científicos aún les queda muchísimo trabajo por hacer, pero gracias a descubrimientos como el de estos investigadores podemos otear el futuro con un optimismo muy saludable.
(Fuente: Xataka)
miércoles, 10 de julio de 2024
¿Qué le pasa a nuestro cerebro cuando rezamos o meditamos?
Al célebre escritor británico C.S. Lewis, famoso por haber creado el universo literario de Narnia, se le atribuye una frase que describe muy bien lo que para muchos significa la oración.
“Oro porque no puedo evitarlo, oro porque estoy desconsolado, oro porque la necesidad de hacerlo fluye de mí todo el tiempo, despierto o dormido. Orar no cambia a Dios. Me cambia a mí", dijo el autor en alguna ocasión.
Veamos que dicen los expertos para tratar de entender lo que ocurre en el cerebro de las personas que rezan y saber si ese mecanismo está necesariamente relacionado con las creencias religiosas, o si tal vez podría estar presente en aquellos que meditan o aquellos que llevan una vida creativa.
El neurocientífico Andrew Newberg, director de investigaciones del Instituto Marcus de Medicina Integral de la Universidad Thomas Jefferson, en EE.UU., se ha dedicado a estudiar los efectos de la oración y otras prácticas religiosas en el bienestar mental de sus pacientes. A través de resonancias magnéticas, su equipo ha sido capaz de ver las áreas del cerebro que se activan en una persona que está en rezando.
"Una manera común de rezar es cuando una persona repite una oración específica una y otra vez como parte de su práctica. Y cuando uno lleva a cabo una acción así, una de las áreas del cerebro que se activa es el lóbulo frontal", le explicó el experto.
Esto no es de extrañar, ya que el lóbulo frontal del cerebro es el que tiende a activarse cuando nos concentramos profundamente en una actividad. Lo que le sorprende a Newberg es lo que ocurre cuando las personas entran en lo que sienten como "oración profunda".
"Cuando la persona siente que la oración se está casi apoderando de ella, por decirlo de alguna manera, la actividad del lóbulo frontal de hecho desciende. Esto ocurre cuando el individuo reporta sentir que no son ellos los que están generando la experiencia sino que es una experiencia foránea que les está ocurriendo", dijo el investigador.
La oración profunda, según ha encontrado Newberg, también genera una reducción en la actividad en el lóbulo parietal, más hacia la parte trasera del cerebro. Esta área recibe la información sensorial del cuerpo y nos crea una representación visual de él.
Newberg dice que una reducción de actividad en el lóbulo parietal podría explicar los sentimientos de trascendencia que reportan aquellos que oran profundamente: "A medida que la actividad en esta área disminuye, perdemos el sentido del ser individual y nos llega esa sensación de unidad, de conexión".
¿Tema de fé?

Para muchos, orar los hace sentir que son parte de algo más allá que ellos mismos, algo que también sienten las personas que meditan.
¿Podrían prácticas similares a la oración, pero sin ningún fundamento religioso, producir los mismos efectos que sienten aquellos con creencias profundas?
Para Tessa Watt, una experta en prácticas de meditación y atención plena ("mindfulness", en inglés) que ha trabajado con cientos de clientes, se puede alcanzar ese estado enfocando la atención en el presente y en las sensaciones que experimentamos.
"Creo que tanto la oración como el mindfulness ayudan a tranquilizar a una persona, para que tenga más tiempo para sí misma y, además, active el sistema nervioso parasimpático", explica Watt. El sistema nervioso está compuesto de dos sistemas autónomos distintos que son los que controlan la mayoría de las respuestas automáticas del cuerpo.
Por un lado, el sistema simpático regula lo que se conoce como respuestas de "lucha o huida", aquellas que requieren reacciones rápidas del cuerpo ante una amenaza. Por otro lado, las labores relacionadas con “el descanso y la digestión” del cuerpo están a cargo del sistema parasimpático.
"Esto quiere decir que practicando mindfulness aprendes a calmar la respuesta de lucha o huida, haciéndote más eficiente a la hora de controlar tus emociones", dice Watt.
Relación con Dios

Algunos expertos afirman que la relación con nuestros cuidadores puede tener un efecto en como vemos otras relaciones, incluida aquella que tengamos (o no) con un dios.
Para algunas personas que crecen en ambientes marcadamente religiosos, la relación con un dios puede reflejar las relaciones afectivas que tenemos con otras personas, dijo el investigador Blake Victor Kent, un sociólogo del Westmont College de California.
"La oración puede ser beneficiosa pero hay que tener en cuenta diferentes factores, particularmente cómo nos conectamos con Dios de manera emocional". Blake era pastor, y ahora se dedica a estudiar el impacto que la religión tiene sobre la vida de las personas. "Si venimos de un ambiente en el que tenemos dificultades para confiar en los demás, orar seguro nos va a resultar más difícil".
Para poder entender lo que dice de Blake, hay que hablar sobre la teoría del apego en la psicología: es la idea de que la relación que los seres humanos tienen con sus cuidadores tempranos define el tipo de relaciones que tienen en el futuro.
La teoría dice que si de niños tuvimos un cuidador presente y confiable, seguramente formaremos vínculos "seguros" de adulto, mientras que si tuvimos un cuidador inconsistente como Blake, nos será difícil desarrollar la confianza cuando crezcamos . La confianza, por supuesto, es fundamental para el desarrollo de la fe. Esto puede hacer que para algunos, generar una relación íntima con Dios sea muy difícil y que, si viven en un ambiente muy religioso, puedan sentirse culpables por no poder desarrollarla.
"Para mí", dice Blake, "orar se siente vacío, arriesgado, incierto". Blake se autodefine como una persona con apego ansioso y que sufrió mucho durante su carrera de pastor por sentir que había algo que no estaba haciendo bien cuando oraba.
"Y creo que a muchas personas en congregaciones religiosas les ocurre lo mismo y les hace sentir que están haciendo algo mal o que Dios está molesto con ellas", cuando oran y ven que no obtienen los mismos resultados que los demás a su alrededor.
Si bien tener una relación de apego inseguro a Dios podría ser nocivo, Blake dice que entender de dónde viene esa inseguridad puede ayudar. Además, los apegos se pueden modificar a través de la psicoterapia, algo que puede resultar beneficioso para la salud mental en general.
La creación

Algunos estudios muestran que la improvisación musical también disminuye la actividad en el lóbulo frontal del cerebro.
Newberg dijo que sus investigaciones revelan que hay otro tipo de momentos en los que las imágenes del cerebro, en las resonancias magnéticas, son increíblemente parecidas a las de la oración profunda.
"Ha habido estudios muy interesantes de músicos muy bien entrenados que, cuando empiezan a improvisar, frenan la actividad de sus lóbulos frontales, y es casi como si la música les llegara de la misma manera en la que ciertas personas sienten que les llega Dios", dijo el científico.
"La creatividad puede ser una práctica profundamente espiritual para muchas personas, sin importar que tengan una vida religiosa o no. Y creo que sí están relacionadas, porque el cerebro no tiene un área designada solo para la religión", agrega.
Newberg explica que los centros emocionales de nuestro cerebro se estimulan a través de experiencias trascendentales, ya sea hablar con Dios o escuchar la Novena Sinfonía de Beethoven.
"Y claro, con las prácticas religiosas y espirituales está más que comprobado que funcionan, si consideramos la enorme cantidad de tiempo que los humanos llevamos usándolas y cómo persisten más allá de los cambios políticos o de tradiciones culturales".
(Fuente: BBC News)lunes, 10 de junio de 2024
¿Cuáles son los últimos avances científicos para enfrentar tumores cerebrales?
Este mal se produce por un defecto genético en la multiplicación de las células que causa cuerpos extraños en nuestro principal órgano. Las novedades presentadas por expertos en ASCO, la reunión de oncólogos más grande del mundo.

Actualmente, se diagnostican cada año 7,5 casos de tumores cerebrales primarios por cada 100.000 personas en todo el planeta. Esto representa el 2% de los casos de cáncer en adultos a nivel global.
En algunas ocasiones, estos tumores cerebrales son difíciles de diagnosticar, heterogéneos y agresivos. En estos últimos años hemos tenido un mayor y mejor conocimiento de este tipo de afección en el cerebro gracias la investigación.
"Un tumor cerebral es una masa o bulto de células anormales que se encuentra en el cerebro. Existen varios tipos de tumores cerebrales: algunos son benignos (no cancerosos) y otros malignos (cancerosos). Los tumores cerebrales pueden originarse en el propio cerebro (tumores cerebrales primarios) o pueden ser el resultado de la propagación de cánceres de otras partes del cuerpo al cerebro (tumores cerebrales secundarios o metastásicos). La rapidez del crecimiento de un tumor cerebral puede variar considerablemente. La tasa de crecimiento y la ubicación del tumor determinan cómo afectará el funcionamiento del sistema nervioso", explica el doctor Alejandro Andersson, médico neurólogo, director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA).
El experto indicó que las opciones de tratamiento dependen del tipo de tumor, así como de su tamaño y ubicación. "En adultos, los tumores cerebrales primarios, conocidos como gliomas, tienen una incidencia anual de 4 por cada 100.000 habitantes, predominando a partir de los 40 años. La incidencia anual de tumores del sistema nervioso central (SNC) en niños es de 2 a 5 por cada 100.000", precisó.
Según los últimos datos del Instituto Nacional del Cáncer en Argentina, en 2020 se detectaron más de 130.000 nuevos casos de cáncer en ambos sexos, de los cuales el 1.4% fueron tumores encefálicos y de la médula espinal.
Dentro de los tumores cerebrales, el 58% son malignos, el 35% son benignos y el 7% presentan un comportamiento incierto. La supervivencia a cinco años en menores de 35 años con un tumor cerebral maligno es del 60%. En cuanto a la distribución por sexos, el 56% de los casos afecta a mujeres y el 44% a hombres.

Nuevos tratamientos de los tumores cerebrales
"Respecto al tratamiento de los tumores cerebrales de forma general, uno podría decir que la elección del tratamiento más adecuado depende de varios factores, como ser que tipo de tumor tiene el paciente, la localización, tamaño y el estado general del paciente", afirmó el doctor Sergio Rodríguez Quiroga, médico neurólogo del Área de Parkinson y Trastornos del Movimiento en el Hospital José María Ramos Mejía de Buenos Aires.
Dentro las principales opciones de tratamiento el especialista destacó:
• La extirpacion quirúrgica del tumor.
• La radioterapia: empleo de radiaciones para eliminar las células afectadas
• La quimioterapia: empleo de medicamentos que destruyen las células cancerígenas.
"En muchos casos, es necesario combinar estas terapias para obtener mejores resultados. Además, es fundamental brindar apoyo psicológico a los pacientes y asesoramiento e información a sus familias. Recientemente, los avances en el tratamiento de los tumores cerebrales han ofrecido nuevas esperanzas tanto a pacientes como a médicos", precisó Rodríguez Quiroga.
Y agregó: "Entre las nuevas estrategias médicas más destacadas se encuentran las terapias dirigidas, que utilizan medicamentos diseñados para atacar específicamente las células tumorales, minimizando el daño a los tejidos sanos. Además, técnicas de inmunoterapia han demostrado ser prometedoras, ya que estimulan el sistema inmunológico del paciente para que reconozca y destruya las células cancerosas. Estas innovaciones, junto con tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y la realidad aumentada, están mejorando la planificación y precisión de las intervenciones quirúrgicas, proporcionando un enfoque más completo y efectivo para el tratamiento".
El experto, que también integra el equipo de Neurogenética en el Hospital Ramos Mejía, sostuvo que "en el ámbito de la genética, los avances recientes han sido fundamentales para comprender mejor la biología de los tumores cerebrales y desarrollar tratamientos más precisos y personalizados. Se ha identificado que la presencia de determinadas variaciones genéticas, condicionan subgrupos específicos de pacientes portadores de un mismo tipo de tumor cerebral".
Y concluyó: "La identificación de variaciones genéticas específicas permite a los investigadores desarrollar terapias que atacan las alteraciones presentes en las células tumorales y por otro lado permite a los médicos de incorporar actualmente estos estudios para poder realizar diagnósticos más precisos, mejorar la predicción del pronóstico y elegir tratamientos más efectivos para cada paciente".
Avances destacados y últimas investigaciones
Las investigaciones sobre metástasis cerebrales y glioblastoma fueron de los avances más destacados presentados en el Congreso Mundial de Oncología Clínica, que concluyó hace días en la ciudad de Chicago, Estados Unidos.
En la reunión anual organizada por la American Society of Clinical Oncology (ASCO), se presentaron los últimos resultados de una serie de estudios clínicos sobre metástasis cerebrales dirigidos por médicos investigadores del Miami Cancer Institute.
"No podríamos estar más entusiasmados con la investigación sobre tumores cerebrales dirigida por investigadores de Miami Cancer Institute", afirmó el doctor Manmeet Ahluwalia, jefe de oncología médica, y director adjunto de Miami Cancer Institute.
"Nos entusiasma presentar nuestros hallazgos, porque muchos de ellos son estudios históricos que están transformando la atención, prolongando y mejorando la calidad de vida", dijo el titular de la Cátedra de Investigación Oncológica patrocinada por la Fundación de la Familia Fernández.
Entre las presentaciones se encuentran:
• Resultados de METIS (EF-25), un estudio internacional multicéntrico, aleatorizado, de fase III, para evaluar la eficacia y la seguridad del tratamiento de tumores con campos eléctricos (TTFields) en pacientes de cáncer pulmonar no microcítico (CPNM) con metástasis cerebrales, del Dr. Minesh Mehta.
• Estudio multicéntrico de fase I de tucatinib, trastuzumab y capecitabina con radiocirugía estereotáctica en pacientes con metástasis cerebrales de cáncer de seno HER-2 positivo (TUTOR), del Dr. Manmeet Ahluwalia.
• Estudio de fases I/II para evaluar la seguridad y las pruebas preliminares del efecto terapéutico del azeliragón combinado con radioterapia estereotáctica en pacientes con metástasis cerebrales, del Dr. Rupesh Kotecha.
• Análisis comparativo de la supervivencia de pacientes con cáncer de seno metastásico HER-2 bajo y HER2 positivo, con o sin metástasis cerebrales, tratadas con trastuzumab deruxtecán, del Dr. Vivek Podder.
"El impacto de nuestro trabajo es amplio, en el sentido de que abarca temas como el uso de novedosas terapias independientes del tejido de origen y regímenes combinatorios con nuevos medicamentos y radiocirugía estereotáctica", declaró el doctor Ahluwalia.
"Al mismo tiempo, puso de relieve la colaboración de nuestros médicos con expertos de todo el mundo y la convergencia de tipos de cáncer que se benefician de la investigación y los resultados compartidos", agregó.
En el ámbito del glioblastoma, las presentaciones del Instituto en ASCO comprenden:
• Estudio multicéntrico, de fase 2b, aleatorizado y comparado, de la vacuna anti-survivina SurVaxM más temozolomida adyuvante para el glioblastoma de diagnóstico reciente, del Dr. Manmeet Ahluwalia.
• Estudio prospectivo y multicéntrico de ultrasonido focalizado de baja intensidad (LIFU) para la interrupción de la barrera hematoencefálica para la biopsia líquida en el glioblastoma, del Dr. Manmeet Ahluwalia.
• Estudio de fase 2 aleatorizado y comparado de nivolumab más dosis estándar o dosis baja de bevacizumab para el glioblastoma recurrente, del Dr. Manmeet Ahluwalia.
• Se presentaron resultados actualizados de un ensayo de fase 0/II de niraparib en pacientes con glioblastoma no metilado con MGMT recién diagnosticado (resumen de ASCO nº 2002), un estudio colaborativo patrocinado por el Ivy Brain Tumor Center. El tratamiento con niraparib logró una media de supervivencia global de 20,3 meses, frente a un control histórico de 12,7 meses. El perfil de seguridad fue consistente con lo que se informó anteriormente en este estudio. Sobre la base de estos resultados, se ha acelerado un ensayo clínico de fase III de niraparib versus tratamiento estándar.
Otras presentaciones en ASCO dirigidas por médicos investigadores de Miami Cancer Institute y otros expertos incluyen sesiones sobre cáncer de seno, de pulmón, de vejiga y cánceres de cabeza y cuello relacionados con el VPH.
(Fuente: Infobae / Wikipedia)
miércoles, 29 de mayo de 2024
Estimulan el cerebro con electrodos para tratar la depresión y el TOC
La estimulación eléctrica por interferencia temporal transcraneal se dirige específicamente a regiones profundas del cerebro que son los centros de control de varias funciones cognitivas importantes y están involucradas en diferentes patologías neurológicas y psiquiátricas.

La investigación destaca el enfoque interdisciplinario que integra medicina, neurociencia, computación e ingeniería para mejorar nuestra comprensión del cerebro y desarrollar terapias que potencialmente cambian la vida.
Los trastornos neurológicos se caracterizan por ser patologías complejas que involucran múltiples regiones y circuitos cerebrales. Son notoriamente difíciles de tratar debido a la naturaleza intrincada y poco comprendida de las funciones cerebrales y al desafío de administrar terapias a las estructuras cerebrales profundas sin procedimientos invasivos.
"La estimulación cerebral profunda invasiva ya se ha aplicado con éxito a los centros de control neuronal profundamente arraigados para frenar la adicción y tratar el párkinson, el TOC o la depresión" -afirma Hummel-. "La diferencia clave con nuestro enfoque es que no es invasivo, lo que significa que utilizamos estimulación eléctrica de bajo nivel en el cuero cabelludo para apuntar a estas regiones".
Dos pares de electrodos
Vassiliadis, autor principal del artículo, describe este nuevo tipo de estimulación como el uso de dos pares de electrodos conectados al cuero cabelludo para aplicar campos eléctricos débiles dentro del cerebro. "Hasta ahora, no podíamos apuntar específicamente a estas regiones con técnicas no invasivas, ya que los campos eléctricos de bajo nivel estimularían todas las regiones entre el cráneo y las zonas más profundas, lo que haría que cualquier tratamiento fuera ineficaz. Este enfoque nos permite seleccionar estimulan regiones cerebrales profundas que son importantes en los trastornos neuropsiquiátricos", explica.
La técnica innovadora se basa en el concepto de interferencia temporal, explorado inicialmente en modelos de roedores y ahora traducido con éxito a aplicaciones humanas por el equipo de EPFL. En este experimento, un par de electrodos se ajusta a una frecuencia de 2000 Hz, mientras que el otro se ajusta a 2080 Hz. Gracias a modelos computacionales detallados de la estructura cerebral, los electrodos se colocan específicamente en el cuero cabelludo para garantizar que sus señales se crucen en la región objetivo
El foco de esta última investigación es el cuerpo estriado humano, un actor clave en los mecanismos de recompensa y refuerzo.
Es en este momento cuando se produce la magia de la interferencia: la ligera disparidad de frecuencia de 80 Hz entre las dos corrientes se convierte en la frecuencia de estimulación efectiva dentro de la zona objetivo. La brillantez de este método reside en su selectividad; las frecuencias de base altas (p. ej., 2000 Hz) no estimulan la actividad neuronal directamente, lo que deja el tejido cerebral interpuesto no afectado y centra el efecto únicamente en la región objetivo.
El foco de esta última investigación es el cuerpo estriado humano, un actor clave en los mecanismos de recompensa y refuerzo. "Estamos examinando cómo el aprendizaje por refuerzo, esencialmente cómo aprendemos a través de recompensas, puede verse influenciado al apuntar a frecuencias cerebrales específicas", destaca Vassiliadis.
Al aplicar estimulación del cuerpo estriado a 80 Hz, el equipo descubrió que podían alterar su funcionamiento normal, afectando directamente al proceso de aprendizaje.
El potencial terapéutico de su trabajo es inmenso, particularmente para condiciones como la adicción, la apatía y la depresión, donde los mecanismos de recompensa juegan un papel crucial. "En las adicciones, por ejemplo, las personas tienden a exagerar las recompensas. Nuestro método podría ayudar a reducir este énfasis patológico excesivo", señala Vassiliadis, que también es investigador en el Instituto de Neurociencia de la Universidad Católica de Lovaina.
Además, el equipo está explorando cómo diferentes patrones de estimulación pueden no sólo alterar sino también mejorar potencialmente las funciones cerebrales. "Este primer paso fue probar la hipótesis de que 80 Hz afectan el cuerpo estriado, y lo logramos interrumpiendo su funcionamiento. Nuestra investigación también es prometedora en la mejora del comportamiento motor y el aumento de la actividad del cuerpo estriado, particularmente en adultos mayores con capacidades de aprendizaje reducidas", añade Vassiliadis.
(Fuente: ABC Salud)