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lunes, 2 de diciembre de 2024

Xul Solar y Pettoruti, en un portal hacia la histórica revolución del arte plástico argentino

La Galería Del Infinito porteña (Av. Quintana 325, CABA) presenta "Nuevo Mundo", una exposición que recorre el camino previo de los dos artistas en Europa en los primeros años del siglo XX, ante de regresar y cambiarlo todo con su vanguardia. El acceso a la muestra es libre y gratuito. 


Xul Solar y Pettoruti, en un portal hacia la histórica revolución del arte argentino, en Galería Del Infinito (Foto: prensa Galería Del Infinito).

En 1916, Xul Solar cruza raudo una calle de Florencia, Italia, en dirección a un bar poblado de personas, donde Emilio Pettoruti se tomaba un descanso.

- ¿Usted es Pettoruti?- pregunta Xul.

- Sí, ¿quién es usted?

- Alejandro Xul Solar.

- ¿Y cómo es posible que sepa quién soy y no otra persona?, ¿cómo me encontró?

- Me guiaron mis pasos y usted no podía ser otro.

Palabras más, palabras menos, ese es el comienzo de una de las grandes amistades de la historia del arte argentino. Una relación de la que surgió una muestra icónica, además, como si fuera poco, la de Pettoruti en las galerías Witcomb en 1924, de la que se cumplió un siglo, y que generó en su época tal escándalo que unos años después en los periódicos y revistas detractores y defensores continuaban su enfrentamiento verbal y que, en aquella tarde del 13 de octubre, llegó a los golpes que sólo se detuvieron bajo la intervención policial.

Xul y Pettoruti regresaron a la Argentina aquel ‘24, luego de deambular por Europa, conocer vanguardias, realizar obras, en un viaje que "habían planeando durante mucho tiempo, de hecho, hay cartas desde el '18 en las que empiezan a decir 'volvamos, volvamos, le damos pelea'", cuenta Javier Villa, curador de la muestra "Nuevo Mundo", en Galería Del Infinito.

"Farfalla", de Pettoruti (Foto: prensa Galería Del Infinito).

En tono con la efeméride modernista, la exposición invita a los espectadores a realizar aquel periplo europeo a través de obras, algunas nunca vistas, y textos, previo al gran y escandaloso desembarco, en una especie de "coming-of-age" en en el que se van desenvolviendo los elementos que integrarían lo más reconocible de su lenguaje artístico.

"Buscamos dar una visión integral de un montón de conceptos de ambos. Se ven obras que normalmente tampoco salen del Pan Klub y la Fundacion Pettoruti, quienes fueron muy generosos con nosotros", comenta Julián Mizrahi, director del espacio. Y agrega: "Es una muestra muy atípica y nos parecía importante mostrar ciertas cosas, que si bien no son todas de esa época, construyen sus carreras".

Es una muestra necesaria, tanto para los que aman lo contemporáneo como para los que tienen su corazón moderno, que le hace más que justicia al centenario. La selección preciosista que, en los 140 m² del espacio, se distribuyen marcando bloques temáticos, en una suerte de puesta boutique minimalista, con los trabajos esenciales para capturar el espíritu de época, y que dejan de lado lo más conocido, lo primero que viene a la mente cuando se piensa en la dupla.

Se construye así una mirada alternativa y original, que evita los lugares comunes pero en la que se ven los guiños, los destellos, generando una viaje cautivante al interior de dos artistas que patearon con sus formas el tablero del arte nacional. Así, el trabajo de selección y presentación es museístico.


La puesta abre con un autorretrato y un retrato de Xul, ambos hechos por Pettoruti en el '17 (Foto: prensa Galería Del Infinito).

La puesta abre con un autorretrato y un retrato de Xul, ambos hechos por Pettoruti en el '17, y una pequeña obra de Xul, en la que se observan dos barquitos, dos destinos que se encontrarán en ese "nuevo mundo", así como textuales de ambos, que matizan todo el recorrido.

"Ellos comparten muchas ciudades, se quedan un tiempo, se separan, se reencuentran. Comparten incluso unas vacaciones en Zoagli, Italia, en la casa de una tía de Xul" dice Villa. Y agrega: "Y siempre planeando esa vuelta juntos para exponer, pero finalmente Xul se echa atrás, no se sabe porqué, y Pettoruti me parece que, en su autobiografía, no lo quiere decir, pero sugiere como que no estaba seguro".

Marcan el itinerario unos telones semi diáfanos que juegan con la idea de los laberintos de Xul en un punto y también ciertas ideas de Pettoruti, sobre todo cuando elabora mucho con planos más translúcidos para trabajar la luz y, a su vez, las veladuras permiten que todas las obras ingresen en un diálogo desde cualquier ángulo.

Una selección de pequeñas obras como artistas callejeros en las calles europeas (Foto: prensa Galería Del Infinito).

Ese juntos a la par se observa inmediatamente, incluso cuando aún no se conocían, con una selección de pequeñas obras como artistas callejeros en las calles europeas, algunos de Xul del '13, y otros, de los mismos paisajes que compartieron durante unas vacaciones que compartieron en el '16, en los que ya empieza a despuntar ciertas características del lenguaje posterior.

El siguiente espacio, al que el curador considera "del quiebre", se puede ver la influencia que tuvo en Pettoruti el haber observado una muestra de futurismo italiano en Florencia. "Ahí la cabeza le hace crack, y a diferencia de los italianos él representa la energía, la velocidad, el movimiento, a través de dibujos que son abstracción pura, pocos años después de Kandinsky, y no a través de la figuración en la que repetían varias veces una pierna o una rueda para expresar la idea".

Con respecto a Xul, sostiene, que "su verdadero quiebre se produjo en el '24, cuando conoce a Alister Crowley. Ya se habían cruzado antes, pero en ese año él se inicia en todo lo que es el Grupo hermético gnóstico de Crowley, quien le enseña las técnicas de meditación a partir de los símbolos que Xul tomará para toda su vida a través del I Ching. De allí saca los signos para sus visiones, que transforma en un portal que atraviesa para llegar al viaje en el plano astral".

Dibujos futuristas de Pettoruti y el "Rezue" de Xul (Foto: prensa Galería Del Infinito).

Varias obras de la serie "Man plantas", de Xul (Foto: prensa Galería Del Infinito).

Otra de las rarezas son las pinturas de "Man plantas", "Man trees" o "Androdendros" de Xul, jamás mostradas en el país, de "la época no sólo de las plantas, sino también de los Ángeles de las ofrendas, esos seres que entregan su corazón, y a los que se los puede mirar desde un plano contemporáneo del especismo con elementos simbióticos".

También se presenta "el primer 'Pan tree' "que aparece en el catálogo razonado cronológicamente, que es el '51", de los que al final de su vida realizó alrededor de 100, que es, simplifica Villa, "como el árbol de la vida de la Cábala, al que transforma en su propio sistema astrológico".

Casi enfrentadas se encuentran las dos obras más grandes de la muestra. Por un lado, "Farfalla" (Mariposa) y "7 Rishis" (7 reyes). En la primera serie, Pettoruti se aleja de los temas urbanos que marcaron gran parte de su carrera en Argentina, como los músicos y arlequines, para regresar a la abstracción y encontrar inspiración en la naturaleza.

La extraña "7 Rishis" se presenta como un portal hacia lo espiritual (Foto: prensa Galería Del Infinito).

Por otro lado, "7 Rishis", se presenta como un portal hacia lo espiritual. A diferencia de "Rezue", que ilustra un método de meditación personal, ésta enorme obra -que no se asociaciaría a priori con el artista- se centra en la meditación colectiva de los siete sabios del hinduismo y su conexión con el Ser Supremo.

La desconcertante pintura, explican, podría haber sido concebida para un grupo dedicado a la meditación o una orden hermética, sugiriendo un proceso de separación del plano astral de los cuerpos materiales de los sabios. Así, ambas obras, aunque diferentes en su enfoque y ejecución, comparten la idea de un portal hacia nuevas dimensiones de percepción y comprensión.

Dentro de lo más reconocible de Xul, pero no por eso menos extraño, se encuentra el primer paisaje realizado en torno al Tigre, realizado en el '22 en Europa. "Él era de San Fernando, así que el paisaje del Tigre era algo típico de su infancia. Los artistas, como se unieron, también se separaron casi al mismo tiempo. En '53, Pettoruti regresa a París, donde muere en el '71, mientras que en el '54, Xul compra su casa en el delta y comienza con el famoso proyecto de fachadas, de los que hizo más de 200 obras".

Uno de los temas que atraviesa toda la muestra es el regreso a los bosques por parte de los dos. Desde aquellas "obritas" hechas para ganar unas monedas de los peatones, pasando por los "Man tree", o por unas obras de Pettoruti, que va de la figuración a la abstracción con la naturaleza platense como eje, hasta el último proyecto de Xul, inacabado en vida, la creación de un bosque propio, que fue llevado adelante por su esposa, Lita.

En "Witcomb - Bar" se recrea la histórica muestra del '24 (Foto: prensa Galería Del Infinito).

"En el '17, en Europa, Pettoruti pinta un bosque de La Plata. De hecho él dice 'los colores y las formas que tuve cuando niño las llevé conmigo por donde quiera que fuesen mis pasos y están en mis telas'. En ese momento él iba y venía de la abstracción a la figuración, pintaba distintos bosques en simultáneo”, retoma Villa.

Por su parte, cuando Xul fallece en el '63, deseaba plantar un bosque alrededor de Li-Tao, que finalmente lo llevarían adelante Lita y un grupo de amigos, y que en la exposición se corporiza a través de un slide de fotografías en los que se observa el crecimiento forestal.

La última parada de la muestra es el "Witcomb - Bar". "Nuestra idea primero era rehacer la muestra del ‘24, pero era imposible por la gran cantidad de obras que están en los museos de todo el mundo. Entonces, decidimos construir este camino de sus obras previas y reconstruir la exposición de Witcomb a partir del archivo de Pettoruti, mediante las fichas técnicas de las obras que se sabe que estuvieron allí, en las que él hacía anotaciones a mano", dice Mizrahi.

El nombre completo de la muestra es "Nuevo mundo. Emilio Pettoruti y Xul Solar. A un siglo de la primera irrupción de la vanguardia en Argentina", y es una oportunidad imperdible para conocer la historia de vida y el arte de estos dos grandes artistas argentinos.

(Fuente: Infobae)

viernes, 28 de junio de 2024

Xul Solar, el polifacético autodenominado "músico visual"

Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari fue artista visual, inventor y astrólogo.

Nació el 14 de diciembre de 1887 en la localidad bonaerense de San Fernando. Sus padres fueron Emilio Schulz (ruso) y Agustina Solari (italiana). Su hermana menor, Sara, falleció de fiebre tifoidea, enfermedad que Xul también padeció. En cuanto a sus estudios, asistió al Colegio Francés Fermy y luego al Colegio Inglés, además de practicar violín, actividad que abandonó tras un accidente. 

En su juventud la familia se traslada a la capital y Solar asiste al Colegio Nacional Sección Norte del barrio de Palermo. Trabajaba con su padre, que se desempeñaba como ingeniero en la Penitenciaría Nacional. En 1905 decidió iniciar la carrera de Arquitectura, que abandonó dos años después. 

En la familia había un gran interés por la música, su abuelo había sido pianista y su padre tocaba la cítara. Solar aprendió a tocar ambos instrumentos y disfrutaba de las composiciones de Bach y de Wagner. Forjó amistad con el músico Juan de Dios Filiberto y con Vicente Scaramuzza, profesor de piano del Conservatorio Nacional. Sus dos pasiones fueron las artes plásticas y la música, pero  también se interesó por los idiomas, las religiones, la antroposofía, la numerología y la astrología.


Retrato de Xul Solar, MALBA, CABA.

Etapa europea

Con 25 años y la intención de llegar a Hong Kong, en 1912 partirá hacia Europa, viaje del que retornará doce años después rebautizado como Xul Solar y con el anhelo de dar a conocer las nuevas corrientes artísticas en nuestro país. 

Regresaría recién en 1924, luego de recorrer varios países y pasar las Fiestas en la casa materna de San Pietro di Roveretto (Génova). En Turín conoció al colectivo expresionista Der Blaue Reiter, creado por Vasili Kandinski y Franz Marc en Berlín. De allí incorporó la técnica de acuarela y la explotación del color. Sus primeras obras en esta dirección fueron al óleo y en témpera: "Nido de fénices" y la primera versión de "Entierro". Fue influenciado por el cubismo, el futurismo y el surrealismo.

En 1914 Solar conoció en París a Aleister Crowley, uno de los ocultistas más reconocidos del siglo XX. En una entrevista, Crowley le enseña a sistematizar la manera de tener visiones a través de los 64 hexagramas del I Ching, legendario Libro de las Mutaciones. Solar vuelca dicho aprendizaje en un texto denominado "Los San Signos".

En 1915 conoció en París a Picasso y Modigliani y realizó varias obras de carácter místico a través del simbolismo. Lentamente las obras de Xul se llenan de combinaciones de signos y símbolos, creando un lenguaje verbal y visual particular que coincidía con su búsqueda espiritual. En 1917, en Florencia, conoció a Emilio Pettoruti. Juntos recorrieron varios países europeos y decidieron volver a la Argentina para revolucionar el mundo del arte. 

El público y los críticos de arte de nuestro país no lograban clasificar la obra de estos artistas, vinculados al estilo de Paul Klee. Con sus cuadros rurales y costumbristas, Fernando Fader era la figura más importante del arte argentino de la época.


"Celdas na roca", MNBA, CABA.

En 1920, Solar realizó su primera exhibición en Milán. Pettoruti escribe el texto del catálogo y afirma: "Hay un extraño misterio en éstas (obras), sus fantásticas visiones, en las que la imaginación, sin ningún control de la realidad… Parece que mirara en espacios privilegiados y descubriera todo un mundo de fantasmas y de sugestiones ignotas".

En esa misma ciudad concretaría varios proyectos denominados Bau (Estilos). Se trataba de pequeñas arquitecturas montadas en cartulina con características neogóticas y de templos orientales. Dentro de esta misma serie hace escenografías y estudios de estilos en columnas, capiteles y frisos. Además, en estos años va gestando una obra pictórica característica: de pequeño formato, en acuarela, tempera, óleo, con temas relacionados al mundo inconsciente y al misticismo.

Crítica de arte

En las obras de este período surgió un interés por incorporar letras, signos y palabras. El neocriollo es un lenguaje basado en el portugués y el español, lenguas de América Latina, con la intención de redefinir la relación de la cultura americanista con Europa. Solar era políglota: hablaba fluidamente inglés, francés, alemán, italiano, ruso y guaraní, además de entender perfectamente latín, griego, chino y sánscrito. Los años 1.922 y 1.923 fueron de mucha creatividad en Alemania. Posteriomente, se instaló en Londres para trabajar en su producción y estudiar Teosofía. 

Martín Fierro, periódico quincenal de arte y crítica libre, es el nuevo proyecto en el que se embarca Solar. A través del mismo se vinculó con los grupos literarios de las vanguardias locales de las décadas de 1920 y 1930 (Boedo y Florida), entre ellos, Oliverio Girondo, Raúl González Tuñón, Roberto Arlt, Norah Borges, Eduardo González Lanuza y Leopoldo Marechal.


"Puerto azul", Museo Xul Solar.

Expone por primera vez en nuestro país en diciembre de 1924, en la muestra colectiva Primer Salón Libre, en la Galería Witcomb de Buenos Aires. Trabajó para varias publicaciones, entre ellas, la revista Proa, dirigida por Borges, Brandán Caraffa y Ricardo Güiraldes. 

Marinetti, el artista italiano futurista, llegó a la Argentina en 1926 y fue seleccionado junto a Norah Borges, Pedro Illari, Alberto Presbisch y Ernesto Vautier como mejores representantes de la vanguardia europea.

Borges y el neocriollo

Solar fue amigo de Borges durante más de cuarenta años; eran vecinos y tenían largas charlas respecto del mundo del lenguaje. El neocriollo era de gran interés para Borges. Publicó un relato llamado "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius", acerca de un mundo imaginario con un idioma particular,  palabras que se forman mediante la adición de prefijos y sufijos, basado en la idea del neocriollo.

"Xul Solar es uno de los acontecimientos más singulares de nuestra época (...) Un hombre versado en todas las disciplinas, curioso sobre todos los arcanos, padre de escrituras, lenguajes, utopías, mitologías, huésped de infiernos y de cielos... El pensamiento de Xul era incesante. Él me dio la impresión exacta de haber leído muchísimo y, sobre todo, de querer cambiar las cosas".


Prólogo del libro de Borges "El idioma de los argentinos", ilustrado por Xul Solar.

El panajedrez y la panlingua

En la revista Él, Solar comparte algunas reflexiones acerca de sus facetas artísticas:

"Soy campeón del mundo de un panjuego que todavía nadie conoce: el panajedrez. Soy maestro de una escritura que nadie lee todavía. Soy creador de una nueva técnica musical, de una grafía musical que permitirá que el estudio del piano, por ejemplo, sea posible en la tercera parte del tiempo que hoy lleva estudiarlo... Soy creador de una lengua universal –la panlingua– sobre base numérica y astrológica, que tanto contribuiría a que los pueblos se conociesen mejor unos a otros. Soy creador del neocriollo, lengua que reclama al mundo de Latinoamérica. Soy el director de un teatro que todavía no funciona".
 

Panajedrez (Foto: Jotdown).

En 1939 se inauguró el Pan-Klub, un lugar de encuentro para intelectuales y personas con las mismas inquietudes. En la década del 40 comenzó a pintar en tonos blancos, negros y grises, insertándose en una búsqueda e incorporando un nuevo sistema de escritura con base de signos estenográficos a sus obras.

Participó de varias publicaciones como Leoplán, Crítica y El Hogar, con ilustraciones, traducciones y reseñas literarias. Impartió además conferencias sobre astrología. En 1946 se casó con Micaela Cárdenas, su discípula. 


"Ciudá y abismos", Museo Xul Solar.

Para ella modificó los teclados de un piano coloreando las teclas de acuerdo a las vibraciones que cada una representaba. De esta manera, se podía ejecutar un movimiento musical inspirado en los colores. Las teclas fueron construidas en madera y pintadas por el artista según su lista de correspondencias para "dibujar movimientos musicales con líneas quizás legibles como música".

Falleció el 9 de abril de 1963, a los 75 años, en su casa de Tigre. Estaba acompañado de su esposa Lita, quien dijo que su marido "no creía en la muerte, para él siempre existirá un mañana".

"Zodíaco", Museo Xul Solar.


Para acceder a la página del Museo Xul Solar, hacer click aquí.