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martes, 3 de diciembre de 2024

Reeditan un disco legendario del jazz argentino: el encuentro entre el Mono Villegas y dos músicos de Duke Ellington

Paul Gonsalves y Willie Cook grabaron junto al trío del pianista en 1968, durante la visita del "Duque" a Buenos Aires.

(Foto: Wikimedia).

En septiembre de 1968, el legendario Duke Ellington visitó la Argentina junto a su orquesta para una serie de conciertos en Buenos Aires, Córdoba, Tucumán y La Plata, en el marco de su gira sudamericana que también incluyó presentaciones en Brasil, Uruguay y Chile.

Su estadía en Buenos Aires fue la más extensa porque, además de los shows en el Teatro Gran Rex, hubo una recepción en la Embajada de Estados Unidos. Pero también hubo algo más que quedó inmortalizado en audio: dos de sus músicos, Paul Gonsalves y Willie Cook grabaron junto al trío del pianista argentino Enrique "Mono" Villegas. Ahora esa mítica grabación, titulada "Encuentro", fue reeditada en CD.

Según pudo reconstruir el periodista Claudio Parisi en su libro "Grandes del jazz internacional en la Argentina (1956-1979)", "durante la estadía de la orquesta de Ellington en Buenos Aires se dio una relación muy especial entre sus músicos, los colegas locales y gente vinculada a la música. En determinado momento, sin pensarlo demasiado y en medio de una charla entre el saxofonista de la orquesta, Paul Gonsalves, y el empresario argentino Alfredo Radoszynski, dueño del sello Trova, barajaron la posibilidad de hacer una grabación junto a músicos locales. Había algunos problemas esenciales: no había mucho tiempo (la charla se desarrolló el día anterior a la partida de los músicos, de modo que solo quedaría libre la noche del domingo 15), había que consultar al 'Jefe' (Ellington) y no tenían estudio".

Enrique "Mono" Villegas (Foto: Wikimedia).

"Se le ofreció el privilegio al trío de Enrique Villegas, que estaba integrado por él mismo en piano, Alfredo Remus en contrabajo y Eduardo Casalla en batería. En tiempo récord se le solicitó autorización a Ellington, se consiguieron los Estudios ION, los técnicos para la grabación y una tanda de amigos para que participaran como público", detalla el autor del libro.

Villegas ya conocía a Gonsalves de su estadía en los Estados Unidos y eso fue un esencial para que el proyecto también se pudiera llevar a cabo. Cuando todo estaba encaminado, el saxofonista estadounidense propuso sumar a la sesión a otro miembro de la orquesta, el trompetista Willie Cook. El motivo, de acuerdo con las fuentes citadas en el libro, fue que estaba sin dinero y le vendría bien una paga, algo que no resultó un inconveniente para el empresario. El quinteto estaba listo para grabar.

Paul Gonsalves (Foto: Wikimedia).

Los músicos estadounidenses llegaron muy cansados a la noche de la grabación y el clima del estudio era sofocante, a tal punto que en un momento, según distintos testigos, Villegas se sacó la camisa y los pantalones para tocar.

El repertorio de la histórica sesión incluyó el clásico de Ellington "Perdido", "St. Louis Blues", de W.C. Handy, "Blues for BA", compuesto por Gonsalves en honor a Buenos Aires, y los standards "I Cover The Waterfront", "Just Friends" y "I Can’t Get Started", más un medley formado por tres piezas: "Gone With The Wind - Tenderly - Ramona".

Las notas del CD incluyen el texto escrito por Stanley Dance, autor del libro "The World of Duke Ellington" y columnista de la revista Jazz Journal, para el álbum original. Dance asistió a aquella grabación y la recordó de la siguiente manera: "Cuando Alfredo Radoszynski le sugirió que grabara para Trova con Enrique Villegas, Paul se entusiasmó con la idea. Esta era su oportunidad de retribuir en algo toda la amistad que le había brindado, y el primer tema que sugirió para la grabación fue 'Just Friends', un título de especial significación para esta ocasión. Otro tanto podemos decir de su blues de 24 compases, compuesto especialmente para este disco, Blues for BA, que expresa el pesar de todos los músicos de la orquesta por abandonar Buenos Aires".

La reedición de "Encuentro", a cargo de RP Music, incluye tres bonus tracks grabados en 1972 en una reunión entre amigos en la que el "Mono" interpreta "Lullaby of The Leaves", "Blues en Do" y "Nobody Knows The Trouble I’ve Seen", es una buena excusa para volver a escuchar a uno de los grandes músicos argentinos de jazz en su mejor momento, junto a dos leyendas del género.

(Fuente: Noticias Argentinas)

miércoles, 6 de noviembre de 2024

El Bebop Club porteño anuncia una gran cartelera de shows internacionales de jazz durante noviembre

La sala celebra su décimo aniversario con shows del contrabajista polaco Wojtek Mazolewski, el pianista nicaragüense Donald Vega y los músicos estadounidenses Jeff Berlin y Delvon Lamarr.

Wojtek Mazolewski (Foto: prensa Bebop Club).

Para iniciar esta serie de conciertos, el miércoles 6 y jueves 7 de noviembre, el Bebop Club recibirá al contrabajista polaco Wojtek Mazolewski y su quinteto. Mazolewski es un referente del jazz europeo y del jazz polaco, conocido por su capacidad de fusionar el jazz tradicional con influencias contemporáneas. Su estilo vibrante y energético seguramente cautivará a la audiencia, brindando un espectáculo que abrirá con broche de oro esta serie de shows.

Los días viernes 8 y sábado 9 de noviembre, el club será testigo de la elegancia y maestría del pianista Donald Vega, quien ha sido parte del trío de Ron Carter. En esta ocasión, Vega se presentará junto a un quinteto compuesto por los talentosos Mariano y Sebastián Loiácono, Mauricio Dawid y Marco Scaravaglione. La propuesta ha sido aclamada internacionalmente, y promete una experiencia musical de alto calibre que no se pueden perder los verdaderos amantes del jazz.

El 24 y 25 de noviembre, los seguidores del jazz fusión tendrán la oportunidad de disfrutar del trío de Jeff Berlin, uno de los bajistas eléctricos más innovadores de las últimas cuatro décadas. Conocido por su virtuoso estilo y su influencia en bandas como Weather Report y por su relación con el legendario Jaco Pastorius, Berlin se presentará junto a Mariano Agustoni y Quintino Cinalli.

Donald Vega (Foto: prensa Bebop Club).

Para cerrar la semana, el 26 y 27 de noviembre, el Delvon Lamarr Organ Trio hará vibrar el Bebop Club con su característico sonido groovero, influenciado por el soul de los 60, Motown y el blues. Este trío ha ganado popularidad por su energía contagiosa y su capacidad de conectar con el público, haciendo de su show una cita imperdible.

Diciembre comenzará con fuerza, ya que el 3 y 4 de diciembre, el contrabajista, cantante y compositor israelí Avishai Cohen se presentará en el club. Conocido por su estilo innovador, Cohen compartirá su último trabajo, "Brightlight", junto a Guy Moskovich en piano y Roni Kaspi en batería. Este espectáculo, sin duda, promete ser uno de los más destacados de la temporada.

Para culminar esta serie de conciertos internacionales, el 6 y 7 de diciembre, el aclamado armoniquista suizo Grégoire Maret subirá al escenario. Con una impresionante lista de colaboraciones que incluye a leyendas como Herbie Hancock, Pat Metheny, Prince y Sting, Maret llega al Bebop Club para compartir su estilo único y emocional, cerrando así la celebración de los diez años con una nota altísima.

Avishai Cohen (Foto: prensa Bebop Club).

La celebración de los diez años del Bebop Club no es solo un motivo de fiesta, sino también una oportunidad para que los aficionados al jazz disfruten de la música en vivo de grandes artistas. La programación incluye a destacados músicos de diversas partes del mundo, quienes compartirán su talento y creatividad en el escenario del club. Esta serie de conciertos es una invitación a sumergirse en el rico y diverso mundo del jazz contemporáneo, donde cada show promete ser una experiencia única.

Las entradas para estos imperdibles conciertos ya están a la venta en la página oficial del Bebop Club o directamente en el club (Uriarte 1658 casi esquina Honduras, CABA) de 17 a 20 horas. Además de la experiencia musical, los asistentes podrán disfrutar de una variada propuesta gastronómica, haciendo de cada noche un evento completo en el ambiente íntimo y acogedor que caracteriza a este mítico club.

La celebración del décimo aniversario del Bebop Club es una ocasión especial que invita a todos los amantes del jazz a ser parte de una temporada de conciertos memorables. Con un line-up excepcional y una atmósfera única, el Bebop Club reafirma su lugar en la escena musical de Buenos Aires y más allá.

(Fuente: Infobae)

jueves, 31 de octubre de 2024

"Las rutas del Jazz", un libro-viaje por el fascinante mundo de la improvisación y el ritmo

El libro de Marcelo Bettoni, editado de manera independiente, es una obra fundamental para los amantes del género, ya sean músicos, oyentes o entusiastas. 


(Foto: Marcelo Bettoni).

El jazz es un género musical que se originó en el sur de los Estados Unidos a principios del siglo XX, especialmente en Nueva Orleans. Se caracteriza por su improvisación, ritmos complejos, y una fusión de influencias africanas, europeas y de música popular. El jazz incorpora elementos como el swing, el blues y el uso de instrumentos como el saxofón, la trompeta, el piano y el contrabajo. A lo largo de los años, ha evolucionado en varios estilos, como el bebop, cool, West Coast, jazz fusión, free y smooth jazz, manteniendo siempre su esencia de innovación y expresión personal. Esa rica historia, plagada de grandes nombres, y toda su diversidad ahora quedó plasmada en un el libro "Las rutas del jazz", del docente y músico Marcelo Luis Bettoni.

En sus 550 páginas, la obra aborda al inconmensurable mundo del jazz por todos sus flancos. Analiza su ADN, desde las "work songs", los "field hollers" y los "spirituals", hasta el blues, el ragtime y la canción popular norteamericana, pasando también por la influencia africana y europea. Además, a modo de introducción, el libro ofrece un capítulo dedicado a la evolución de la música, desde la Edad Media, que atraviesa los períodos del Renacimiento, el Barroco, el Clasicismo, el Romanticismo y la Vanguardia.

Con una prosa clara y ágil, el autor también analiza el contexto histórico en los Estados Unidos, la esclavitud, la migración, la segregación racial y la lucha por los derechos civiles, y como determinados acontecimientos históricos marcaron a fuego a una sociedad que, en paralelo, desarrolló una cultura y una música que se expandieron por todo el mundo.


(Foto: collage propio).

Bettoni desmenuza todos los estilos del jazz, sus formatos, instrumentos predominantes, músicos más representativos y los discos que hicieron época. Así se suceden nombres como los de Louis Armstrong, Count Basie, Charlie Parker, Duke Ellington, Lester Young, Dizzy Gillespie, Miles Davis, John Coltrane, Thelonius Monk, Wes Montgomery, Bill Evans y muchísimos más. Cada estilo tiene un código QR que nos lleva a playlists específicas de Spotify creadas por el autor para acompañar la lectura.

Por su condición de músico, formado en la Escuela de Música Popular de Avellaneda (EMPA) y con workshops realizados en el Berklee College of Music y la Los Angeles Music Academy, así como también en la Lincoln Center´s Academy, Bettoni dedica una buena cantidad de páginas a los elementos técnicos del jazz, desde su armonía, melodía e improvisación hasta el ritmo, los arreglos y la composición.

"La idea de escribr Las rutas del jazz surgió porque tengo una nutrida colección de más de 200 libros de jazz, blues y música en general, y un día me plantee la posibilidad de unificar todo ese contenido, más lo que yo enseñaba, en un solo libro. Demoré casi ocho años en escribirlo siempre con la idea de que fuera un trabajo que les sirviera a los que llevan mucho tiempo escuchando jazz, a los que recién empiezan a hacerlo, a los que están estudiando y a los que están dando clases", contó Bettoni.

"Esta música, a pesar de todos los avances tecnológicos, es improbable que se sustituya la experiencia de escucharla en vivo, donde se gesta la conexión entre los músicos y la audiencia, que forma parte de la tradición. El libro un poco rescata eso, que la gente pueda tomar contacto con esta música, con la cultura, de la experiencia de compartir, de intercatuar. El aporte del libro es eso: descubrir sus orígenes y valorar esta cuestión democrática que tiene el jazz a la hora de tocarse en vivo", añadió el autor.

El libro, que fue editado de manera independiente, es una pieza fundamental de consulta para los amantes del jazz, tanto músicos como oyentes y entusiastas. Tal como escribió Claudio Parisi en el prólogo: "El autor espera que este viaje musical resuene en los corazones de los lectores, recordándoles la belleza de la improvisación, la importancia de la mutua colaboración y la magia de la creatividad sin límites. ¡Bienvenidos a un viaje musical sin igual!".

(Fuente: Noticias Argentinas)

lunes, 8 de julio de 2024

Editan "Mono. Buscando a Enrique Villegas": una biografía posible de un grande de la música argentina

El autor del libro sobre el notable pianista, cuenta en el prólogo del libro cómo encaró la tarea de contar la fascinante historia de alguien que fue mucho más que un músico de jazz.


(Foto: Editorial Vademécum).

El texto que sigue prologa el libro de Claudio Parisi, "Mono. Buscando a Enrique Villegas":

El sábado 12 de agosto de 2023 recibí un mensaje por WhatsApp. Era un audio de Roque Di Pietro, editor de Vademécum. Fue al hueso: quería un libro sobre Enrique Villegas, que funcionara como una biografía del "Mono", pero que estuviese construida en base a testimonios de un amplio abanico de personas, que el perfil del protagonista fuese apareciendo a través del relato de gente que alguna vez se vinculó con él o que fue impactado por su música. Roque me preguntó si quería hacerme cargo del proyecto y, lógicamente, acepté de inmediato.

Lo primero que hice fue armar una lista con posibles entrevistados. Luego, entre mis archivos, encontré charlas relacionadas a Villegas con personas ya fallecidas (Alfredo Radoszynski, Nano Herrera, Horacio "Chivo" Borraro y Selma Henry) que podría utilizar en el proyecto. Poco después, empecé con los mensajes y llamadas. Algunos me enviaban un audio con sus historias, otros me pedían un cuestionario para responder; hubo también numerosos encuentros en persona y comunicaciones al Uruguay (Julio Frade, que cuenta una experiencia con Enrique en Montevideo casi desconocida en Argentina) y Estados Unidos (Lalo Schifrin, Fernando Gelbard y Carlos Franzetti).

De a poco, y a través de múltiples voces, iba a emergiendo una biografía (una de las tantas posibles, quizás) de Enrique Villegas.

No conocí personalmente al protagonista de este libro y nunca presencié uno de sus conciertos. Como cualquier persona interesada en el jazz que haya vivido en este país durante el último medio siglo, conozco la música de Enrique Villegas y la mitología que lo rodea. Sin embargo, ni bien comencé con esta investigación, me encontré con un artista y un personaje que -a pesar de que ya pasaron casi cuarenta años de su muerte- todavía despierta tanto cariño y adhesiones como rechazo a su personalidad sin filtro y cierto menosprecio hacia su música. No obstante, unos y otros, en algo coincidían: Villegas era un personaje con todas las letras, alguien que trascendía el terreno de lo musical a través de sus monólogos en medio de los conciertos, su corrosivo sentido del humor y el modo totalmente incorrecto en que expresaba sus opiniones, imposible de pensarlo en el siglo XXI.


(Foto: Editorial Vademécum).

Fui descubriendo que, de alguna manera, Villegas inventó su propio marketing, algo inédito para un músico de jazz argentino (de hecho, ningún artista de nuestro jazz ha sido tan popular como él; estas páginas intentarán ser, entre otras cosas, una muestra de eso). El Mono ejerció el "stand-up" sin saberlo y mucho antes de que el concepto esté plenamente consolidado en el mundo del espectáculo.

Otra sorpresa fue ahondar en el "período norteamericano" de Villegas, gracias a un contrato con la Columbia para grabar en Estados Unidos. Un episodio -otro más- sin precedentes en el jazz argentino. Aunque a veces se intente minimizar esta historia debido a la escasa repercusión de sus discos "made in USA", el Mono estuvo ahí, involucrado en la primera línea y en la edad de oro del género, intentando hacer lo suyo en Nueva York, el lugar donde se cocinaba aquella música con resonancia planetaria. Este libro también quiere ser un testimonio documental del paso de Villegas por el corazón del negocio del jazz a mediados de los 50 en Estados Unidos.


(Foto: Editorial Vademécum).

De regreso a la Argentina, en el primer lustro de los 60, comenzaron sus presentaciones en la Avenida Corrientes. También tocó en el Colón y, ante 20 mil personas, en la cancha de Vélez ("Rhapsody in Blue" junto a la Sinfónica Nacional dirigida por Jacques Bodmer).

El Mono logró lo imposible para un músico de jazz que desarrolla su carrera en Argentina: lo seguía mucho público. Creó la necesidad de que "hay que ir a ver a Villegas". La gente lo saludaba en la avenida Corrientes o mientras viajaba en subte. Lo reconocían personas que no necesariamente estaban familiarizadas con su música.

Tenía -lo dicen los especialistas en las páginas que siguen- una sólida formación académica. Podía tocar jazz, tango, folklore o música clásica. Era cinéfilo (una película por día en una sala a oscuras) y le encantaban las mujeres (pero su vida sentimental era un misterio). Un gran bohemio abstemio que no fumaba y anotaba cada peso que gastaba. Una personalidad austera que vivía con dos pianos de cola, pilas de diarios viejos, libros y partituras.


Tres de los mejores pianistas de la historia de la música popular argentina: Horacio Salgán y Adolfo Abalos junto al "Mono" Villegas (Foto: Editorial Vademécum).

El retrato de Villegas que presenta este libro quedó conformado por una polifonía de opiniones, reflexiones y anecdotario en la voz de familiares, amigos e hijos de amigos, músicos, ingenieros de grabación y periodistas. Además, se incluyeron reproducciones facsimilares de piezas periodísticas aparecidas entre las décadas del 40 y 80: un pantallazo acerca del interés que el pianista despertó en medios gráficos musicales (Sintonía, Jazz Magazine) y generalistas (Gente, Humor) prácticamente desde el inicio de su carrera.

Por último, y a modo de apéndice, reproducimos un puñado de artículos de los principales diarios porteños publicados los días posteriores a la muerte de Villegas. La intención fue, por un lado, graficar de qué manera el Mono estaba presente en la agenda mediática del país; por otro lado, estas líneas se están escribiendo semanas después de la muerte de Santiago Giacobbe y Néstor Astarita. Causa estupor enterarse que ningún diario de Buenos Aires dedicó unos centímetros impresos a comentar el fallecimiento de estos músicos. La nostalgia por la época en que la música popular era comentada y debatida en medios masivos es inevitable.

Disfruté mucho en la realización de este libro; desde que me sumergí en su historia, esta leyenda de nuestra cultura llamada Enrique Villegas tomó una nueva dimensión para mí. Ojalá que algo de ese perfume llegue a los lectores y los conduzca a la música del Mono.

(Fuente: Infobae / Claudio Parisi)

viernes, 31 de mayo de 2024

Reeditaron el primer álbum de Jorge López Ruíz, uno de los discos esenciales del jazz argentino

B.A. Jazz, de Jorge López Ruíz, es uno de los discos esenciales del jazz argentino. Editado originalmente en 1961, el álbum es un testimonio irreprochable de que los músicos locales destilaban un notable talento y no desentonaban en absoluto con la escena internacional. Ahora, acaba de tener su primera reedición en más de 60 años, en vinilo y CD, con un sonido restaurado y remasterizado.

Con López Ruíz en contrabajo, la banda se completó con una verdadera selección: Leandro “Gato” Barbieri en saxo tenor, Roberto “Fats” Fernández en trompeta, Rubén “Baby” López Furst en piano y Osvaldo “Picihi” Mazzei en batería.  El quinteto buscaba emular el sonido que por entonces había revolucionado al mundo del jazz, de la mano de Miles Davis y John Coltrane, con la combinación de dos instrumentos melódicos como el saxo y la trompeta, y una sección rítmica ajustada y solvente.

La calidad de los músicos argentinos compensaba por entonces la lejanía con escenarios como los de Nueva York, Los Ángeles o París, por donde se movía la crema del jazz, y también la falta de elementos y materiales, algo que se percibe en muchas otras grabaciones de la época, como por ejemplo en la antológica grabación de abril de 1964 del quinteto de Horacio Malvicino, por solo nombrar a uno.

El álbum está conformado por dos composiciones de López Ruíz ("Pablo" y "Tema para Gatofón") un par del Gato Barbieri ("Hiroshima" y "Michele") y otras de Fats Fernández ("Gisela"), Mazzei ("Trauma"), Víctor Bucchino ("Vicky"), Gustavo Kerestezachi ("Berklee Waltz") y Oscar López Ruíz ("Siento algo").

Pero además sobresalen notables versiones de "Village Blues" y "Like Sonny", ambas de Coltrane, y el clásico de George Gershwin, "Summertime", que según describe Walter Thiers: "fue realizada dentro de un climax muy personal.  La introducción de R.L. Furst al piano, junto al lirismo de Fats Fernández y su posterior improvisación, continuada con un gran relax por Barbieri, ofrecen un best seller del jazz argentino".

Este disco fue apenas el primero de López Ruíz, quien alcanzaría su pico compositivo algunos años más tarde con "El grito" (1967) y "Bronca Buenos Aires" (1970).

La reedición de B.A. Jazz, que respeta el arte original y es distribuido por RGS Music, estuvo a cargo de Radoszynski Producciones, que desde hace siete años viene relanzando títulos de grandes artistas como Enrique Villegas, Jorge Navarro y Horacio “Chivo” Borraro, entre otros.

(Fuente: Noticias Argentinas)