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jueves, 12 de junio de 2025

Mafalda se publica por primera vez en inglés, con viejas e incómodas preguntas que rebotan en la actualidad

La icónica historieta de Quino debuta en Estados Unidos con una edición de cinco tomos. "En un clima político polarizado, no puede llegar más oportunamente", definió el influyente periódico The New York Times.

(Foto: composición propia).

La publicación de la colección completa de Mafalda en inglés marca un hito para los lectores de Estados Unidos, quienes por primera vez tendrán acceso a la icónica tira cómica argentina creada por Quino, en una edición de cinco volúmenes a cargo de Elsewhere Editions. El primer tomo, que acaba de salir al mercado, representa el inicio de un proyecto editorial que busca acercar el humor, la crítica social y la mirada aguda de Mafalda a un público que hasta ahora había permanecido prácticamente ajeno a su cosmovisión.

La edición en inglés de Mafalda está traducida por Frank Wynne, premiado escritor y traductor irlandés que cuenta con una amplia trayectoria en la traducción literaria y experiencia previa como editor de cómics en el sello británico Fleetway y en la revista Deadline. Wynne ya había experimentado con la traducción de Mafalda décadas atrás, llegando incluso a rotular sus propias versiones sobre los dibujos originales de Quino. Ahora, su trabajo se materializa en una colección de cinco volúmenes de tapa dura de 120 páginas cada uno, que se publicarán de manera progresiva, comenzando este mes de junio.

(Foto: Elsewhere Editions).

La editorial Elsewhere Editions, un sello de Archipelago Books fundado en 2017, se especializa en literatura infantil traducida y ha construido un catálogo diverso de libros ilustrados provenientes de distintas partes del mundo. La publicación de Mafalda representa su primera incursión en el ámbito de los cómics, lo que subraya la importancia y el carácter ambicioso del proyecto. La editora Jill Schoolman, responsable de Archipelago, descubrió Mafalda durante un viaje a Buenos Aires en 2011 y desde entonces inició un largo proceso para obtener los derechos de publicación en inglés, una gestión que se concretó recién a fines de 2022.

La sinopsis del primer volumen describe a Mafalda como "una niña de seis años que ama la democracia y detesta la sopa". En una de las tiras, la protagonista pregunta: "¿En qué sector democrático caen los gatos?", para luego desplegar una alfombra roja hecha de papel higiénico y pronunciar su propio discurso presidencial. En una nota sobre esta edición, el New York Times subraya que la inteligencia precoz y la pasión de Mafalda desconciertan a los adultos que la rodean.

Y presenta a "un elenco de personajes entrañables": el soñador Felipe, la chismosa Susanita, el joven capitalista Manolito y el rebelde Miguelito. La edición destaca que, aunque Mafalda es pequeña cuando sueña en la cama o se columpia, sus aspiraciones y su corazón no tienen límites. "Como siempre, en cuanto pones los pies en el suelo, se acaba la diversión", se queja Mafalda en una de las viñetas seleccionadas.

(Foto: Elsewhere Editions).

A pesar de que Mafalda ha sido traducida a unos 25 idiomas, entre ellos chino, hebreo y guaraní, su presencia en el mundo angloparlante había sido casi nula hasta ahora. Según rumores, la tira nunca se tradujo al inglés durante la Guerra Fría porque tanto Mafalda como Quino mantenían una postura crítica frente a la intervención estadounidense en Vietnam. En la década de 2000, se publicó una traducción parcial, pero esta no alcanzó distribución internacional. La nueva edición de Elsewhere Editions busca revertir esa ausencia y ofrecer a los lectores estadounidenses la totalidad de la obra.

El lanzamiento de Mafalda en inglés llega en un momento que muchos consideran oportuno para el público estadounidense. Al respecto, The New York Times publicó una extensa nota titulada "Mafalda, la heroína de cómic argentina con opiniones muy firmes, llega a Estados Unidos", en donde presenta a su público el significado de esta edición, con opiniones de Liniers. “Es Charlie Brown con socialismo”, define el ilustrador y humorista argentino.

A su vez, el diario neoyorquino reflexiona sobre la vigencia de las preguntas que plantea la protagonista, como la célebre: "¿Puedes explicar por qué la humanidad es un desastre?", dirigida a su padre. El autor del artículo, Benjamin P. Russell, señala que, en el contexto actual de polarización política, el humor y la mirada crítica de Mafalda pueden ofrecer un respiro y una invitación a la reflexión. E incluye una opinión del traductor Frank Wynne: "Mafalda está intentando comprender qué significa el mundo de los adultos, y cuando se equivoca, sus errores sirven para poner de manifiesto las incoherencias, las incongruencias y lo ridículo de ese mundo".

El legado de Quino, fallecido en 2020, se mantiene vivo a través de la reedición y traducción de su obra. En las páginas del primer volumen publicado por Archipelago, la protagonista desafía una y otra vez a los mayores, obligándolos a enfrentar preguntas incómodas y a reconsiderar su papel en el mundo. Para The New York Times "las preguntas de Mafalda, divertidas y a menudo inquietantes, son inagotables y empujan a los lectores adultos a contemplar la igualmente inagotable, aterradora y vital tarea de responder".

(Fuente: EFE / Infobae / redacción propia)

lunes, 31 de marzo de 2025

"El eternauta": así será la inminente producción sobre el relato gráfico de Oesterheld-Solano López

La serie está bajo la dirección de Bruno Stagnaro, con Ricardo Darín en el papel del protagonista, Juan Salvo. "La historieta te hacía sentir que vos estabas ahí. Había que ser fiel a esa cercanía”, subraya el director.

(Foto: prensa Bruno Stagnaro / Netflix).

La oscuridad se posa sobre la existencia, el frío se siente en el cuerpo y una gigantesca pantalla curva de más de 30 metros de largo por 15 de alto convierte un reconocible barrio de Belgrano en un lugar nevado, sombrío y devastado. Un mundo distópico que Hector Germán Oesterheld imaginó, Francisco Solano López dibujó y que ahora Netflix está trasladando al audiovisual. La esperada versión en serie de "El eternauta" traerá a esa creación inmortal el 30 de abril nuevamente a las conversaciones diarias. Casi setenta años después, la más leída e influyente historieta argentina sigue aterrando y abriendo cabezas.

Publicada desde 1957 y hasta 1959 en Hora Cero Semanal, finalmente dejó de lado los frustrados proyectos cinematográficos que comenzaron en 2005 y encontró en el formato seriado del "streaming" el lugar ideal de exhibición, los tiempos necesarios de producción y el voluminoso presupuesto para hacer de aquella invasión extraterrestre y su tormenta de nieve mortal en la Argentina una versión que pronto llegará a las pantallas.

Una mega producción que, acorde con la obra que pretende trasladar, se sitúa entre los estrenos más esperados e importantes de la era dorada de las series.

(Foto: prensa Bruno Stagnaro / Netflix).

"Como todas las decisiones, una de las más relevantes fue hacer que 'El eternauta' sea una versión contemporánea al momento de su emisión", cuenta su director sobre la determinación artística y conceptual de que la serie transcurra en la actualidad. "Arribamos a la idea de que cuando el autor publica la obra, él juega bastante con que fuera contemporánea al lector, con detalles que dan cuenta de esa especie de mundo paralelo: la sensación de estar en las calles de esa misma época en que transcurre la historia. Nos pareció que preservar la idea de que la historia sea contemporánea a la emisión y no retroceder en el tiempo, era un aspecto importante que respetaba el espíritu de la obra original. Además, llevarla al tiempo de la obra original le agregaba una capa de complejidad y nos iba a impedir que la ciudad fuera una presencia viva en la historia. Que uno pudiera reconocerla, transitar los espacios que recorremos habitualmente y que existan, que estén ahí, por lo menos para los habitantes de Buenos Aires, como una especie de mundo paralelo".

La decisión de que la historia se cuente en tiempo presente, entonces, se transformó en la piedra angular de la adaptación en la que Ricardo Darín interpretará a Juan Salvo, en un elenco que completan Carla Peterson, César Troncoso, Andrea Pietra, Ariel Staltari, Marcelo Subiotto, Claudio Martínez Bel, Orianna Cárdenas y Mora Fisz. "Para todos nosotros es contar esta historia desde nuestro presente, pero también desde nuestra generación y ver en dónde había puntos de conexión: cuánto hay de esa angustia cósmica, de ese terror, de ese pánico a perder lo que uno ama de un día para el otro en la época de 'El eternauta' y cuánto de eso también podemos encontrar hoy si leemos el diario del día en la mañana", detalla Matías Mosteirín, uno de los productores ejecutivos de la serie.

La ciudad de la furia

La idea de que la serie capture la Ciudad de Buenos Aires, donde transcurre la historia original, fue una de las cosas más complejas de realizar. ¿Cómo filmar la ciudad de Buenos Aires absolutamente nevada y desolada, en los diferentes pero reconocibles lugares a los que la obra de Oesterheld hace referencia y forman parte de su atractivo dramático a la hora de transmitir la inquietud que envolvió al lector y que ahora debe hacerlo con el espectador? ¿Cómo sortear esa dificultad en una ciudad en la que la nieve es una rareza (como en un recordado 9 de julio de 2006), y en la que el tránsito a diario de peatones, automóviles y bicicletas no se detiene por nada del mundo?

(Foto: prensa Bruno Stagnaro / Netflix).

Ese desafío encuentra respuesta en el diseño de producción que se puso en marcha, que no tiene precedentes en Argentina. La adaptación audiovisual de la novela gráfica fue filmada íntegramente en Buenos Aires, de mayo a diciembre de 2023, en más de 35 locaciones reales, y en más de 25 escenarios creados especialmente con una tecnología de última generación llamada Virtual Production. Un recurso tecnológico que se utilizó en series como "The mandalorian" y que requirió de un archivo fílmico previo de la ciudad, sus calles y paredes para luego trasladar al set.

La combinación de escenarios reales con los virtuales filmados en pandemia resultaron claves para una producción que necesita sí o sí mostrar una ciudad desolada, beneficiando el rodaje sin tener que trasladar equipos a locaciones ni grabar en horarios extraños para mantener las calles vacías. La practicidad de este diseño de producción es tal que permite grabar en un mismo estudio distintas escenas de la ciudad, con sus imperfecciones y paredes escritas, sin perder identidad ni realismo. Es más: en una misma jornada se pueden grabar en el mismo lugar tomas de autos apilados sobre una muralla de la General Paz, la avenida Cabildo o una callecita del barrio del Bajo Belgrano cambiando la imagen que proyecta la pantalla y adecuando el set armado sobre el piso.

"Silencio todos. ¡Acción!". La voz del director corta de cuajo el murmullo en el estudio. El actor y coguionista Ariel Staltari aparece en el set con un traje impermeable, una máscara y una escopeta en su mano. Caminando sobre un manto de nieve artificial, entre los hierros retorcidos de las divisiones del Metrobus y un horizonte en el que la pantalla gigante proyecta lo que sería una devastada Avenida Cabildo, el actor camina con la mesura de saber que el peligro acecha.

Las huellas que deja a su paso en la nieve le imprimen a la escena una realidad sorprendente en los monitores. Aunque finalmente ningún peligro sucederá en esa escena, la tensión que genera saber que cualquier cosa puede pasar en ese mundo distópico se puede percibir en todo el set. "¡Corten! Perfecto", grita el director de cámaras del equipo y todos vuelven a respirar.

(Foto: prensa Bruno Stagnaro / Netflix).

Sumado a la solución tecnológica que posibilitó sortear la dificultad técnica y práctica de la nevada tóxica que cae sobre Buenos Aires, "El eternauta" parece haber encontrado en Stagnaro a un director con sobrada experiencia en la tarea de retratar las calles, paredones y arquitecturas de la urbanidad argentina. En efecto, el director supo contar como pocos los entresijos y las texturas de las ciudades en producciones anteriores que dirigió, como "Okupas", "Pizza, birra, faso" o "Un gallo para Esculapio".

La cuestión de la nieve requirió un trabajo sumamente detallado para que lo artificial adquiera impronta real en cámara. De hecho, no se utilizó un único tipo de nieve artificial sino que se desarrollaron cuatro tipos de copos de distinto material, según las necesidades de cada toma, espacio e iluminación.

La sal entrefina, por ejemplo, fue utilizada principalmente para el piso porque tiene la virtud de copiar las huellas al caminar. El jabón de espuma seco fue el usado para la caída de la nieve "desde el cielo", arrojada desde los propulsores. Hay otra clase de nieve llamada "perlita", que es una roca volcánica símil a la ceniza, que por sus características dio muy bien en cámara en el set cerrado, replicando a la real. Para maquillar objetos cubiertos de nieve, la producción creó una nieve que combina celulosa con agua. La tormenta mortal está bien representada.

El arduo trabajo con la nieve, la luz y el vestuario demandó un equipo técnico y artístico de más de 150 personas, quienes trabajaron en conjunto para poder contar la historia apocalíptica siendo lo más fieles posibles a la historieta. Otro de los mayores retos fue la creación de las criaturas, principalmente los "cascarudos". La fabricación de los invasores también constituyó un desafío, teniendo en cuenta que había que dotar de verosimilitud a esos bichos que protagonizan buena parte de la historia. No sólo en el aspecto visual, sino también en sus movimientos y comportamiento, para que la angustia del mundo apocalíptico en el que se encuentran los personajes no se perdiera.

"Creo que debemos haber visto todos los bichos existentes en el planeta Tierra para encontrarlo", cuenta la directora de arte María Battaglia, sobre la investigación previa que emprendieron para buscar un bicho que esté a la altura del dibujo de Solano López y de la necesidades dramáticas del audiovisual.

"Queríamos que fuese real, no queríamos un monstruo de ciencia ficción. Y que se sintiera orgánico a la necesidad de que abrís los ojos a este mundo de 'El eternauta' y todo es posible mañana. Bueno, el bicho era gran parte. Llamamos a biólogos, llamamos a medio mundo. Fue un ida y vuelta con Bruno y con todo el equipo de diseño de los cascarudos, porque después también había una animación detrás, tenía que moverse, cómo ataca, qué hace, las huellas que iban dejando a su paso", agrega.

La dimensión humana

Mas allá de los aspectos técnicos de la producción, que sin dudas marca un antes y un después en la ciencia ficción de la industria argentina, la obra cuenta una historia en la que Oesterheld siempre dejó en claro la importancia del "héroe colectivo" para salvar a la humanidad. Trasladar a la pantalla una historieta -que durante semanas se fue publicando de a tres o cuatro tiras durante años- y no morir en el intento fue una tarea titánica que involucró la adaptación narrativa a las formas audiovisuales. ¿Cómo llevar al formato de serie audiovisual todos los aspectos humanos que se ponen juego en la novela gráfica? ¿Cómo trascender al artificio técnico para contar una historia de personas expuestas a la incertidumbre, el horror, el sálvese quien pueda y a la imperiosa labor de unir sus voluntades para sobrevivir a esa invasión alienígena plagada de muerte?

(Foto: prensa Bruno Stagnaro / Netflix).

Bajo la idea de evitar la hipnotización a través de la parafernalia tecnológica, los productores y guionistas comprendieron que la historieta pasó a la historia y forma parte del ADN argentino por todos los aspectos humanos que allí se cuentan. Las posibilidades visuales de producción, entendieron, debían ser funcionales a la historia y no al revés. La primera temporada de la adaptación audiovisual contará de seis episodios de una hora cada uno.

"La serie habla de sobrevivientes y de resiliencia" -detalla Mosteirín- "También se habla mucho de lealtad en el cuento que estamos contando, que se va descubriendo a medida que los capítulos avanzan. Incluso, en la idea de amistad se plantea cómo funciona la lealtad, como algo que está allí permanentemente moviéndose. Y es una historia muy llena de esperanza, pero al mismo tiempo muy desgarradora. Es una tragedia, pero al mismo tiempo es una épica y una aventura. Siempre supimos que la inventiva y el ingenio debían conectar con nuestra idiosincrasia. Siempre tuvimos claro que, como estrategia, hubiese sido un error que, de repente, un paquete tecnológico de efectos visuales fuese el vehículo o el medio para hacer posible la historia".

La historia de supervivencia de Juan Salvo y su grupo de amigos, atrapados en esa ciudad en la que todo es muerte e incertidumbre, llegará a la pantallas en semanas, con la presión de estar a la altura de la obra que atemorizó e hipnotizó a varias generaciones de argentinos. La cápsula del tiempo que hace casi siete décadas Oesterheld imaginó, parece, aún tiene muchas cosas para decir.

(Fuente: Página/12 / redacción propia)

jueves, 27 de junio de 2024

Agenda Cultural: muestra homenaje a los dibujantes de "Humor", la revista que anticipaba la democracia

Una muestra homenajea a los dibujantes de la "revista de la risa política", editada entre 1978 y 1999 por Andrés Cascioli. También reunió a los grandes escritores y periodistas de fines del siglo XX.


Muestra de la revista "Humor" en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.

"Nada se pierde: dibujantes de Humor", es una muestra sobre la emblemática y masivamente popular revista publicada entre 1978 y 1999 por Ediciones de la Urraca, que abarca Humor registrado y más ediciones aledañas. Una inmersión a cierto mundo fantástico sucede al ingresar a la Galería Circular del patio de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno (BNMM). Es una muestra de arte, periodismo, historia de la prensa gráfica, del humorismo; de historia del arte en una mirada amplia, como debe ser además, por lo menos del arte contemporáneo.

"Es conocido que el gran cambio de Picasso fue influenciado por historietas que Gertrude Stein -recibía comics dominicales del Chicago Tribune, cuenta ella en sus memorias- le dio en 1906 y el del dibujo naturalista (pasó el periodo rosa y azul) "saltó" a 'Las señoritas de Avignon'”, la presenta su curador, José María Gutiérrez.

"Del grito pelado al mensaje velado, puede describir el derrotero de la prensa gráfica y su humorismo, y también la producción cultural relevante de entonces, teatro y rock etcétera, que atraviesa los setentas. La revista Humor corre el velo a finales de los setentas y por eso es tan significativa, al correrlo habilita que prorrumpan los ochenta", señala el experto.


José Alfredo Martínez de Hoz, por Andrés Cascioli.

Entre las enmarcadas y en vitrinas 70 piezas componen la imponente expo junto, al menos, de una decena de portadas, entre las de Humor, SuperHumor, Péndulo y Minotauro. Hay sillas alrededor y hay gente que se sienta, permite asimilar lo visto. En plena dictadura, ser dibujantes críticos a nivel recalcitrante y hacer de las suyas, era jugarse la vida pero se evidencia: "Humor" les dio libertad.

Fati, un dibujante descomunal o Sergio Izquierdo Brown, un autodidacta: está su Menotti escupiendo a Bilardo en birome azul Bic sobre el papel de máquina de escribir, "agarra y trabaja con lo que sea, era tan bueno que dibujaba con cualquier cosa; eran algo extraordinario", destaca Gutiérrez. En muchos casos, hasta implicaba que uno hacía el guion y otro el dibujo, o uno ilustraba y otro coloreaba.


El Señor López y sus famosas "puertitas", de Horacio Altuna, no podían estar ausentes en la muestra.

Un Leopoldo Marechal fumando su pipa (carbonilla), por Andres Cascioli (también director de la publicación) y entre las imágenes más impactantes se ve a la "Libertad crucificada" de fondo y delante festejan Videla, Massera y más dictadores ridiculizados.

Además, músicos interpretados con lírica bohemia poética, con las mejores plumas en letras y dibujos es lo que dio aquella revista desde sus portadas e interiores, por su espectacular contenido las hace obras de arte desde paneles con obras y ploteados, vitrinas verticales repletas de revistas u otras rectangulares con dibujos originales y herramientas de trabajo de los propios artistas: pinturas, pinceles, plumines, plumas y estilógrafos. "Para que se vea la materialidad, ahora la mayoría trabajan sobre iPad; es algo que inevitablemente se va a ir perdiendo", subraya su curador.


Menotti, Bilardo y el dictador Galtieri, dibujados con birome por Sergio Izquierdo Brown.

Un Charly García hippie -por Cascioli- indica la siguiente etapa con el primer número de revista Hurra que edita la Urraca; tras el éxito de cuando Humor pasa de vender 40 mil ejemplares a 140 mil en un año: tal apogeo es donde arranca la muestra. "Hay decisiones que podrían observarse incluso críticamente, como a Nine haciendo portadas de la revista infantil Humi; medio se debían julepear los niños, aunque genial quizá son un poco aterradoras", cuenta el curador. La revista Humi, también de Ediciones de la Urraca competía, en un registro muy diferente, con Billiken y Anteojito.


El Charly García "hippie" de Andrés Cascioli.

Explicael mismo Cascioli: "No quise centrarla toda en Humor, sino ‘A partir de Humor’ porque suceden otros fenómenos muy interesantes eso que no pasan con otras publicaciones también emblemáticas: siempre con los mismos equipos dibujando abarcó distintos géneros de revistas de publicación periódica; algo interesante de la muestra que los originales más exhibidos han sido los de Cascioli (alma máter de la publicación) pero justamente acá trato de mostrar algo no expuesto antes".

La muestra engloba creaciones de 35 artistas: María Alcobre, Patricia Breccia, Claire Bretécher, Maitena Burundarena, Max Cachimba, Andrés Cascioli, Ceo, Oscar Chichoni, Cilencio, Dany Duel, Fontanarrosa, Raúl Fortín, Carlos Garaycochea, Alfredo Grondona White, Petisuí, Néstor Ibañez, Sergio Izquierdo Brown, Carlos Killian, Sergio Langer, Lawry, Jorge Limura, Lizán, Eduardo Maicas, Jorge Meiji, Eduardo "Artó" Ojeda Ortiz, Daniel Paz, Peni, Miguel Rep, Tomás Sanz, Jorge Sanzol, Jeremías Sanyú, Luis "Fati" Scafati, Tabaré, Tacho y Viuti.


"Bosquivia", de Raúl Fortín.

Su enfoque es mostrar las otras producciones, las ilustraciones de artículos, las historietas publicadas. "En base a esa exhibición de dibujos creo que quizás logré demostrar la enormísima calidad artística de los artistas gráficos que colaboraron allí, los argentinos tenemos profesionales en la Argentina de enorme calidad, cantidad de artistas gráficos que han sido de avanzadas a nivel mundial, en cuanto a estilo, formas y concepciones", subraya Gutiérrez.

Esta publicación logró hacerlos convivir, eso es un fenómeno realmente notable, para su curador "es sorprendente la amplitud de formas, estilos, lenguajes e imaginarios tan contrapuestos incluso que no se ven en ninguna otra publicación. Fue un producto y su efecto está ahí además, cómo transforma a una cultura una sociedad y se convierte en algo superlativo, trasciende los sentidos de lo que puede ser cualquier producto que se vende y se compra. Son ese tipo de artistas formados en la academia editorial".

Algunas de las cosas más valiosas: "La recuperación de algunos artistas perdidos que nuevas generaciones no los conocen y quizás es difícil que los hayan olvidado aquellos que pudieron ver sus obras el tiempo que fueron publicadas porque la publicación periódica es un tema extraordinario, no son libros; se escribe de otra manera, es la inmediatez: recuperás el pasado cuando revisitás los diarios y las revistas de antaño", resalta.

El curador agrega: "Con esas tapas -sus 'máscaras', fundamentales para entender los mensajes e íconos históricos del presente, componen una iconografía para describir esa época- encuentra una fórmula en la que va a conformarse con un medio opositor al gobierno militar hasta convertirse en esa figura emblemática de resistencia e inclusive de ofensiva, contra que la convierte en una publicación exitosísima. El otro aspecto importante es que fue la última gran publicación periódica masiva de humor gráfico; luego de esa no hubo más basada en dibujos".


"Eustaquio", ilustrado por Tabaré con guión de Aquiles Fabregat.

Enmarcada entre las celebraciones extendidas por los 40 años del retorno democrático, lo central de la exhibición son los originales: pinturas, dibujos, materiales gráficos, obras de arte todos originales de artistas y acompañados por las revistas que integran la muestra son parte de su acervo, en perfecto estado de conservación. El archivo del Centro de Historieta y Humor Gráfico Argentino de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno tiene una colección de museo, de originales de arte con más de 60.000 dibujos, desde el año 2012, cuando comenzaron a reunir toda esa documentación.

"La puesta moviliza reflexiones: el fin de los originales, la última publicación periódica; es el fin de una era de comunicación, el fin de las publicaciones periódicas tal como las conocíamos -impresas, las gráficas; la materialidad, el papel-. Es un cambio muy grande, no sé si lo estamos mensurando pero ya estamos metidos ahí, sin terminar de entenderlo: un cambio total en las comunicaciones", concluye Gutiérrez.

Muestra: Nada se pierde, dibujantes de Humor.
Lugar: Biblioteca Nacional Mariano Moreno, Agüero 2502, CABA.
Horario: martes a domingo, 14:00 a 19:00.
Fecha: hasta el 31/6.
Entrada libre y gratuita.

(Fuente: Clarín / Wikipedia / otras)

viernes, 14 de junio de 2024

Las increíbles aventuras de “Pelusa”, el hombre detrás de las voces de los populares Larguirucho y Clemente

Empezó a cantar a los 3 años y a los 12 tuvo su primer dúo. Pasó por la publicidad e hizo humor en el programa de radio La Revista Dislocada. Y de la mano de Manuel García Ferré le dio vida a algunos de los personajes animados más queridos por los argentinos.


"Pelusa" Suero y su persinaje más querido, Larguirucho (Foto: Wikimedia).

Profesión: comediante, locutor y actor de voz. Pedro Domingo Suero, conocido como "Pelusa", fue el responsable directo de hacer que las mentes de los niños y niñas de las décadas del 70 y 80 viajasen por los lugares más recónditos de sus fantasías, mientras esperaban la hora de la merienda para conocer las aventuras de los personajes animados del momento.

Larguirucho, El Profesor Neurus, Pucho, Gold Silver, El Comisario, El Chofer Gutiérrez y El Boxitracio, entre otros tantos, cobraron vida cuando Suero les prestó su voz, pero además les dio características únicas e inigualables. Durante siete años trabajó con el dibujante Manuel García Ferré y luego en la tira animada de Clemente, de Caloi.

"El doblaje es cuando uno tiene que poner la voz sobre lo filmado, cuando eso ocurre la imagen es tiránica porque uno tiene que respetar esos tiempos. En cambio, en el dibujo animado original, primero se graba y luego se producen la cantidad de dibujos y el largo de los dibujos en función del largo de la palabra y es mucho mejor desde el punto de vista artístico vocal; y es mucho más fácil y más tranquilo grabar primero y luego poner la imagen, que es lo que hizo siempre García Ferré. Hay veces que la gestualidad del que actúa en imagen obligaba a que sea copiada en lo vocal", explica los secretos de su trabajo que detalla con esmero, y recuerda que en las épocas de trabajo en Hijitus las grabaciones hasta lograr la perfección de lo que buscaba llegaban a una hora de trabajo por cada minuto de animación, en promedio.

Poner la voz

"Pelusa" Suero nació en Buenos Aires el 11 de agosto de 1938. De niño, pasaba sus tardes jugando con algunas herramientas, con la que se las ingeniaba para fabricarse y reparar sus propios juguetes. Pero aunque todo indicaba que lo manual sería su camino, la brújula giró para otro lado: creció en una familia en la que escuchar y crear música era parte de la rutina cotidiana y con apenas 3 años, el chico ya hacía imitaciones de los cantores del momento usando su cuerpo y voz.

"Yo nací en una casa donde mi madre tocaba el piano; y mi tía, que tocaba el piano mejor que mi madre, era amiga de todo el ambiente musical que visitaban la casa y yo, permanentemente en contacto con ese ambiente, empecé a cantar. ¡Mi madre me enseñó a cantar! A mis 12 años ya armé un dúo, que se convirtió en un trío que luego se convirtió en un cuarteto cuando entró Rodolfo Sciammarella (hijo). Su papá fue el primer jinglero argentino y un autor muy festejado y muy famoso... Escribió canciones que cantó Gardel, por ejemplo. La cuestión es que cuando se entera de que su hijo tiene un cuarteto vocal -sin preguntar prácticamente nada- nos metió dentro de un estudio de grabación... Y para mí fue un descubrimiento porque nunca había visto esos micrófonos gigantes que habían dentro... no conocía para nada el tema de cómo se hacía para grabar y, por supuesto, me fascinó. Me hice amigo de los técnicos de grabación y les pedía permiso para presenciar grabaciones. Y vi cómo se ponía un micrófono a los distintos instrumentos: no es lo mismo poner uno a un contrabajo que ponerlo a un piano, o a un violín... Aprendía muchísimas cosas de la técnica de grabación y a la vez que me daba cuenta de cómo modificaba la voz o el sonido la disposición de cada micrófono. Eso hizo que me diera cuenta que podía cambiar el color de mi voz según cómo encaraba el micrófono", recuerda sus primeros contactos con una sala de grabación cuando aún no imaginaba cómo esa floreciente pasión lo haría subirse al barco en el que navegó sus grandes sueños.

En esa adolescencia, experimentaba en el nuevo mundo mientras la madre le advertía que estaba bien que tuviera esa pasión como un aficionado, pero que no debía dejar de lado sus estudios. Quería que fuera un profesional universitario: médico o arquitecto, carrera a la que le dedicó años, pero el chico tenía otro destino guardado...

Con 18 años y junto a un quinteto vocal que dirigía Virgilio Expósito, integró la Orquesta de 60 Profesores con los cantores solistas Aldo Campoamor y Carlos Acuña, que dirigía el maestro Mariano Mores, y que tuvo dos temporadas en Radio Belgrano y grabó en Emi Odeón muchos de los éxitos de Mores. Poco después, llegó un cuarteto vocal con la orquesta de Santos Lipesker en el exitosísimo programa La Revista Dislocada, por Radio Splendid.

"Era un programa de radio que iba antes del almuerzo de los domingos, cuando estaba la costumbre de reunirse en familia. Entonces, se hablaba en chistes de la política, lo que era bastante difícil para la época porque había mucho control. Ahí trabajé, en 1958. Coincidí con Jorge Porcel, que tenía mi misma edad y nos hicimos íntimos amigos. Empecé a escribir mis guiones y se los presenté a Délfor Dicásolo, el guionista de la Revista Dislocada, y me dijo que eso tenía que hacerlo en el micrófono, y empecé a trabajar como cómico ya no haciendo cosas cantadas sino creando personajes", recuerda.

Desde ese momento y hasta 1966, se dedicó de lleno a la actividad de productor, músico, cantante de "jingles" y actor de voces para personajes de dibujos animados y de ficción. Grabó más de 6 mil piezas publicitarias.

La llegada de Larguirucho

Aunque "Pelusa" fue la voz de decenas de personajes animados, lleva desde hace 50 años en el corazón a Larguirucho, una de las creaciones del dibujante y empresario Manuel García Ferré, quien, conocedor de su trabajo, lo convocó para que diseñara las voces de sus personajes.

Para entonces, otra creación de García Ferré, Anteojito y Antifaz, estaba en el aire de manera publicitaria, y comenzaba a crear los personajes de la que lo catapultó en la cumbre del doblaje argentino: Hijitus.

"García Ferré me pide que le pusiera voz a Larguirucho, Pucho y el Profesor Neurus. Él ya venía haciendo dibujos animados en publicidad, pero no nos conocíamos personalmente y una amiga mía, que cantaba conmigo jingles y que era la voz de Anteojito, me cuenta que necesitaba tener un tercer personaje en la historia para que pudiera dialogar con ellos y una persona que le hiciera distintos colores de voz para que contestarán las preguntas o en las incógnitas que tenía Anteojito y Antifaz. Lo hice y vio mi flexibilidad. Eso sucedió cuando se enoja con los con los publicitarios porque le cambiaban los guiones antes de empezar a trabajar... O sea, que se hacía toda la preparación para poder generar una película y una hora antes de empezar a grabar la modificaban, por lo tanto se enojó y dijo no iba a trabajar más para la publicidad y creó la tira Hijitus", recuerda..

Así, comenzó en el mundo Ferré: trabajó con el guionista Néstor D’Alessandro, que también hacía voces de de Hijitus y de Cachavacha. "Esto fue entre 1967 y 1975. Hicimos cientos de capítulos porque, en realidad, la mecánica era hacer un minuto por día... Mejor dicho: se difundía un minuto por día, al final de la semana se volvían a pasar los cinco minutos que habían pasado durante la semana y el fin del mes se componía un programa de 20 minutos recordando todo lo que había sucedido. Hijitus estaba pensado como una tira de dibujos animados convencional de la televisión, pero se presentaba fraccionada en un minuto y medio, tiempo en que tenía que develarse una incógnita que había quedado colgada del día anterior y que invitaba a una nueva incógnita que continuaba en el programa siguiente... eso hacía que los chicos volvieran de la escuela y prendieran la televisión para ver qué seguía pasando".


"Pelusa" Suero, Soledad Pastorutti, Larguirucho, Manuel García Ferré y Carlitos Balá en el estreno de la película "Soledad y Larguirucho", en 2012 (Foto: Infobae).

A esos años ininterrumpidos de trabajo y diseño de episodios televisivos, se extendieron también a las películas animadas que llegaron al cine, como Ico, el caballito valiente.

Participó de las películas animadas "Mil intentos y un invento" (1972), "Trapito" (1975), "Los cuatro secretos" (1976), "Manuelita" (1999), "Las alegrías de Pantriste" (2000), "Micaela, una película mágica" (2002) y Soledad y Larguirucho" (2012).

En televisión, "Pelusa" fue parte de los programas "Operación Ja-Já" (1963), "Las aventuras de Hijitus" (1967), "El club de Hijitus" (1968), "Mafalda, la serie animada" (1972), "El mundo de Calculín" (1976), "Las cartas de Larguirucho" (1976)," Clemente" (1982), "Canal K" (1992), "Las nuevas aventuras de Hijitus" (1995) y "Los mundos de Uli" (2011).

Clemente

Otros de los inolvidables personajes que creó desde la voz fue al Clemente animado que copó las pantallas de los televisores en el Mundial de Futbol de 1982.

"A Caloi yo lo conocía por la tira de Clemente y él a mí no me conocía, pero llego por recomendación cuando tenía que ponerle voz. Yo le conté que de fútbol no sabia nada y subraya que Clemente era futbolero... y le insistí en que una de las condiciones que tiene mi trabajo es que no soy imitador sino que busco que los personajes tengan identidad propia y que no se parezcan a nada a otros. Como no sabía cómo quería que fuera la voz de Clemente, le pido que la hiciera él así yo podía entender qué buscaba y no le salía. Me mira y dice: ‘¡Yo lo tengo acá adentro, pero no lo puedo patentizar... Vos sos el especialista de cine. ¿Cómo es la voz de Clemente?’. Y le dije que la voz de Clemente es una voz que perdió la cuerda vocales gritando los goles de la Selección... A partir de ahí salió Clemente", recuerda.


Clemente son la voz "futbolera" que ls dio "Pelusa" Suero.

En su extensa carrera, fue parte de elencos de trabajo publicitario merecedores de premios nacionales e Internacionales. Recibió el Reconocimiento a la Trayectoria otorgado por la Universidad de Tucumán, la nominación como Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y la nominación como Golden Brain de la Fundación Atacama (de publicidad).

En 2014, en el Salón de los Pasos Perdidos del Honorable Congreso de la Nación recibió la distinción a la trayectoria del Centro de Estudios y Difusión de la Cultura Popular Argentina.

(Fuente: Infobae)

viernes, 16 de febrero de 2024

Rescatan en formato libro la tira "Don Pascual", obra mítica de la historieta argentina

El magistral y costumbrista trabajo del dibujante argentino Roberto Battaglia que cuenta las aventuras del almacenero homónimo y sus numerosos amigos, es compilada por primera vez en dos libros, uno con las tiras a color y otro en blanco y negro, gracias a la Biblioteca Nacional y como parte del proyecto "Papel de Kiosco".


Las historietas del almacenero Don Pascual fueron adaptadas en formato de libro gracias al aporte de la Biblioteca Nacional.

Don Pascual, la mítica historieta creada por el dibujante argentino Roberto Battaglia que cuenta las aventuras del almacenero homónimo y sus numerosos amigos, es compilada ahora por primera vez en dos libros (uno con las tiras a color y otro en blanco y negro) gracias a la Biblioteca Nacional Mariano Moreno como parte del proyecto "Papel de Kiosco", que sale al rescate de obras fundamentales del humor gráfico de Argentina.
Publicadas originariamente en la revista Patoruzito desde 1945 hasta 1962, las historias del almacenero Don Pascual marcaron a más de una generación de lectores y significaron un antes y un después en la creación de las tiras humorísticas. Con la colaboración de un grupo de lectores y estudiosos de la obra de Battaglia, la Biblioteca Nacional presenta la recopilación completa de la historieta en dos tomos. El primer volumen comprende la etapa color, es decir, desde 1945 a 1957; mientras que el segundo incluye la etapa blanco y negro, desde 1957 a 1962.

Roberto César Battaglia nació en el barrio porteño de Villa del Parque, el 17 de febrero de 1923. A comienzos de los años cuarenta, comenzó a trabajar en medios gráficos, destacándose en las revistas Cascabel, Bichofeo, Patoruzú, Patoruzito y en diversos diarios, siendo Crítica el más importante. En las revistas de la editorial Dante Quinterno creó tapas, historietas y series de humor gráfica como Orsolino, director, María Luz, ¡Nos tientan!, Motín a bordo y Mangucho y Meneca, que en sus últimos años cambiaron su nombre a Don Pascual, su máxima obra.

"Battaglia fue un dibujante excepcional, dotado de una capacidad de retratar desde el humor 'el sentido humano', tal como él mismo explica en un texto incluido en el libro. Fue además un creador de secuencias historietísticas que quedan grabadas a fuego, por su delirio, ternura y por su dibujo: Battaglia (sobre todo en 'Don Pascual') es claramente un dibujante que ya tiene en su trazo y en su cabeza a los dibujos animados. Todo se mueve en esas medias páginas, todo tiene vida", describe a Lautaro Ortiz, quien estuvo a cargo de la edición de los libros y fue convocado por Juan Sasturain para llevar a cabo el proyecto.

A fines de la década de 1950, Battaglia fue a probar suerte como dibujante en Estados Unidos, donde finalmente se radicó. Durante un tiempo siguió enviando sus trabajos por correo a los medios argentinos hasta que un día sus amigos dejaron de tener noticias sobre él. Las historias sobre el rumbo misterioso del humorista gráfico afloraron y se multiplicaron. Mientras algunos aseguraban que trabajaba como empleado en una farmacia, otros afirmaban que lo hacía como chofer de colectivos. Había quienes decían que se ganaba la vida en una pinturería.

Sobre la noticia de su muerte el 21 de junio de 2006 no hubo dudas. Fue enterrado en un cementerio de Nueva Jersey, dejando tras de sí un aporte valiosísimo en la historieta argentina.


Juan Sasturain convocó a Lautaro Ortiz para llevar a cabo el proyecto de la edición de los libros.

Durante 17 años, la tira Don Pascual formó parte de la publicación creada por Dante Quinterno que impuso un modelo de revistas de historietas para todos los públicos. Con esta máxima, Patoruzito combinaba a maestros de la historieta "seria" como Alberto Breccia y su Vito Nervio, Alex Raymond y su Flash Gordon, a Raúl Roux con Fierro a Fierro o a José Luis Salinas con Hernán el Corsario, entre tantos otros, con series humorísticas para chicos como el Patoruzito de Quinterno, El gnomo pimentón de Oscar Blotta y Langostino de Eduardo Ferro.

En Don Pascual, el escenario del almacén sale del lugar ordinario. "El almacén del que es dueño Don Pascual es un almacén sin nombre porque es todos los almacenes y es el escenario-excusa por donde pasan las aventuras de sus amigos y por donde pasa la vida de los argentinos", señala el editor del proyecto.

"Incluso hoy, el almacén sigue siendo el lugar donde suceden cosas, diálogos, miradas, historias e incluso amores. Don Pascual vive en carne propia los deseos y frustraciones de quienes pasan por su almacén, e incluso sufre y padece las inclemencias políticas argentinas: el peronismo, golpe de Estado del 55, la libertadora, Frondizi, Alsogaray y su plan invernal, el dictador Rojas y sus persecuciones. Todos están presentes en ese almacén, que acaso sea el gran ojo por donde Battaglia pudo retratar a los argentinos en un periodo que va desde 1945 a 1962", cuenta Ortiz.

Las tiras configuran, de esta manera, un "retrato de la historial cultural argentina" en la que los lectores pueden asistir al "fanatismo por la radio, el teatro, la llegada de la TV, a la disputa musical entre tangueros y la llamada nueva ola, a la llegada del vinilo", precisa Ortiz.

¿En qué medida resultaría incómodo o generaría una sensibilidad hoy en día el arquetipo del inmigrante dueño y avaro? "No podemos ponernos a analizar ni a leer ni a interpretar la cultura argentina desde la vereda de los "literales", responde el editor y agrega: "Todo lo que sucede en esa obra de Battaglia, incluso las exageraciones y locuras más disparatadas, corresponden a la época, al momento histórico en que se dibujaba (Battaglia entregaba semana a semana su tira) y, por lo tanto, nos hablan de esa sociedad, de sus costumbres de sus modos de hablar, de comunicarse".

Los libros que compilan la historieta "Don Pascual" forman parte del proyecto "Papel de Kiosco", que sale al rescate del humor gráfico de Argentina.

Hasta ahora, las tiras habían sido leídas de forma parcial. Con esta compilación en dos tomos, se puede leer de forma completa gracias a la digitalización y restauración del personal de la Biblioteca Nacional. "Gracias al Estado argentino este libro, soñado por coleccionistas y estudiosos de la historieta, se pudo realizar y hoy tenemos esta edición completa de Don Pascual. Al mismo tiempo, hay que subrayar que este tipo de libros no es un mero capricho de recuperación histórica, sino el fin de una deuda que la argentina tenía con uno de los fundamentales dibujantes argentinos. En Don Pascual están las claves y los secretos de todo el humor moderno argentino", concluye Ortiz.

Don Pascual forma parte de la colección "Papel de Kiosco", que se propone recuperar obras fundamentales de la historieta y el humor gráfico argentinos. Este trabajo fue realizado también por Pablo De Santis, Miguel Dao, Carlos Altgelt, Miguel Estévez, Judith Gociol, Juan Sasturain y Antolín Olgiatti, quienes aportan contenido teórico y analítico a los libros. Anteriormente la Biblioteca Nacional publicó "Las aventuras del Negro Raúl" de Arturo Lanteri.