viernes, 13 de septiembre de 2024

13 de septiembre: Día del Bibliotecario en Argentina

Las Bibliotecarias de la Universidad CAECE, les desean un Feliz Día!

      
                Carolina Lac Prugent             Marina Acevedo              Liliana Antoniotti

El día 13 de septiembre fue establecido como Día del Bibliotecario por el Congreso de Bibliotecarios realizado en Santiago del Estero en 1942. Años más tarde, en 1954, fue instituido como Día del Bibliotecario a nivel nacional, mediante Decreto Nro.17.650/54, en homenaje a los bibliotecarios de todo el país.

Este día se corresponde con la edición de la «Gaceta de Buenos Aires» del 13 de septiembre de 1810, en la que apareció un artículo titulado Educación, escrito por Mariano Moreno, en el que informaba sobre la creación, por la Junta de Mayo, de la Biblioteca Pública de Buenos Aires, hoy Biblioteca Nacional y de los nombramientos del Dr. Saturnino Segurola y Fray Cayetano Rodríguez, quienes fueron los primeros bibliotecarios oficiales de la nueva era de la Independencia de la República.

Esta fecha tiene un gran valor histórico y cultural porque la Biblioteca Nacional fue creada a inspiración del Dr. Mariano Moreno, Secretario de la Primera Junta de Gobierno de la Revolución de Mayo.

En uno de los tantos ensayos del prestigioso filósofo y pensador español, José Ortega y Gasset , encontramos la siguiente expresión «A mi juicio la misión del bibliotecario habrá de ser, no como hasta aquí, la simple administración de la cosa libro, sino el ajuste, la mise au point de la función vital que es el libro.»

Y Marcel Prevost dijo: «El Hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma.»

El oficio del bibliotecario se encuentra indisolublemente unido al origen del libro como producto cultural que contiene el registro gráfico del conocimiento y como medio de comunicación a largo plazo. En el primer caso encontramos al bibliotecario como guardián de libros y, en el segundo, como su organizador, proveedor y facilitador, por consiguiente, como profundo conocedor de sus contenidos, dando como resultado dos extremos entre los que oscila el oficio: inquisidor y erudito.

Estos profesionales, se han preparado durante años, para apoyar la formación de nuestros jóvenes en las aulas, para colaborar en el desarrollo científico del país, al interior de los centros de investigación, o construyendo una Argentina más grande.

En la actualidad, los bibliotecarios escolares encuentran en la ley 26917 de Creación del Sistema Nacional de Bibliotecas Escolares y Unidades de Información Educativas, sancionada por el Congreso de la Nación el 27 de Noviembre del 2013, la recopilación de toda la experiencia acumulada en el país y, fundamentalmente, el reconocimiento de que los estantes repletos de libros necesitan de la pasión para que cada biblioteca escolar se constituya como un espacio imprescindible y un centro de recursos para el aprendizaje y la investigación.

(Fuente: Dirección General de Escuelas)

La emperatriz más triste de la historia

La trágica vida de Elisabeth de Baviera, conocida como Sissi, terminó a orillas del lago Léman, en Ginebra, a manos de un hombre de carácter violento.

Bulímica, vigoréxica y depresiva, Isabel de Baviera, habitualmente conocida simplemente como Sissi Emperatriz, nunca encontró su sitio en la rígida corte de Viena. Pese a su belleza legendaria, vivió presa de la melancolía hasta su trágica muerte.


Sissi la Emperatriz.

Amediados de la década de 1950, el cine entronizó a la emperatriz Elisabeth de Austria (Isabel de Baviera) como el ícono de una Viena que vibraba a ritmo de vals. Sin embargo, "Sissi" fue una personalidad muy controvertida en su tiempo, a la que los sectores más conservadores de las cortes europeas no dudaron en tachar de irresponsable y extravagante. La gran pantalla no citó lo que han demostrado posteriores y rigurosas biografías: sus problemas de salud, su atormentada personalidad, su amor por la cultura clásica o su legado poético.

En cualquier caso, Elisabeth de Austria fue un espíritu delicado y lúcido que comprendió mucho antes que su entorno que había llegado el fin de una época. Y, sobre todo, fue una mujer profundamente desgraciada, condenada a vivir una vida que no deseaba y obligada a superar infinitos sinsabores que, sin duda, culminaron con la trágica muerte de su hijo Rodolfo, el heredero de la Corona, en el pabellón de caza de Mayerling.

Sissi, Emperatriz por sorpresa

Elisabeth, que sería conocida en la corte vienesa como Sissi, fue la cuarta de los diez hijos del duque Maximiliano José de Wittelsbach y la princesa Ludovica, hija del rey Maximiliano I de Baviera. Nació en Múnich el 24 de diciembre de 1837, pero creció en Possenhofen, a orillas del lago Starnberg, libre y feliz, siempre en contacto con la naturaleza y en un ambiente desinhibido que condicionaría el carácter de la futura emperatriz y el de la mayoría de sus hermanos.

La mayor, Helena –elegante, discreta, muy religiosa y extremadamente disciplinada– parecía la candidata idónea para convertirse en emperatriz. Al menos eso pensaban su madre y Sofía, su tía y madre de su futuro esposo, el emperador Francisco José. De ahí que, en 1853, se concertase una cita en Bad Ischl, la residencia de verano de la familia imperial, a fin de cerrar el compromiso. En un principio, madre e hija iban a viajar solas, pero en el último momento se decidió que Elisabeth las acompañara. Por entonces, a causa de un frustrado primer amor, Sissi atravesaba una de las primeras crisis depresivas que la irían asaltando en el futuro, y se creyó que el viaje la ayudaría a sanar su joven y maltrecho corazón.

Isabel de Baviera fue criada en un ambiente desinhibido, libre y feliz, siempre en contacto con la Naturaleza y los animales.

Nadie esperaba lo que sucedió, y mucho menos la propia interesada. Cuando Francisco José se reencontró con su prima Sissi, a la que recordaba como una niña, y descubrió que se había convertido en una atractiva y esbelta doncella de rostro ovalado y espléndida cabellera castaña, supo de inmediato que quería convertirla en su esposa. Francisco José acababa de cumplir veintitrés años y era un hombre hecho y derecho. Sissi, por el contrario, era una adolescente que, aunque se sintió halagada por sus atenciones, enseguida advirtió las diferencias de intereses y temperamento que la separaban de su primo. Pero también fue consciente de que el emperador de Austria jamás admitiría una negativa por respuesta.


El emperador de Austria Francisco José.

Lo cierto es que no era la única en advertir que aquel matrimonio no iba a cumplir con los cánones propios de la corte imperial. Todo el mundo, comenzando por la archiduquesa Sofía, intentó hacer desistir al emperador de su propósito. Era evidente que aquella jovencita no tenía fuste de emperatriz. Nunca se había sometido al rígido protocolo cortesano, nunca se había movido en círculos sociales y sus escasos dieciséis años no parecían ser una buena garantía para compartir la responsabilidad de ceñir la corona. Todo fue inútil. El emperador escribió a su primo Alberto de Teschen que estaba «enamorado como un cadete» y el 24 de abril de 1854 se celebró el solemne enlace en la iglesia de los Agustinos de Viena.

Una vez en el Hofburg, el palacio imperial, Elisabeth vio que sus temores eran fundados. Su nueva vida poco o nada tenía que ver con el ambiente en el que ella había crecido. La etiqueta cortesana imposibilitaba cualquier muestra de espontaneidad y no dejaba hueco a la intimidad. La joven emperatriz se encontraba sola en un medio al que no se sentía unida ni afectiva ni intelectualmente. Sus damas, elegidas entre las familias de la alta aristocracia, eran de edad avanzada y tremendamente conservadoras. Por otra parte, la archiduquesa Sofía criticaba siempre sus hábitos, vestidos, costumbres y aficiones. Cierto que Francisco José estaba muy enamorado, pero sus obligaciones no le permitían dedicar demasiado tiempo a su esposa, y su autoritaria madre se convirtió en una absoluta pesadilla para Isabel de Baviera en los primeros años de matrimonio.

Una tragedia en Hungría

Tal era su ascendiente que, un año después de la boda, cuando Elisabeth dio a luz a Sofía, su primera hija, la archiduquesa se hizo cargo de la pequeña, considerando que la joven madre era totalmente incapaz de educarla. La historia se repitió al año siguiente cuando nació una segunda niña, Gisela. De nuevo, Sofía organizó y dispuso. Pero esta vez, Elisabeth logró imponerse y, quince días después del nacimiento de la pequeña, las niñas fueron trasladadas a sus habitaciones del Hofburg. No obstante, fue un triunfo efímero.


El enorme conjunto arquitectónico del Palacio de Hofburg fue la residencia real desde la época de los Habsburgo. Sissi se trasladó allí tras su matrimonio con el emperador, y allí se dio cuenta que sus temores eran fundados. Su nueva vida poco o nada tenía que ver con el ambiente en el que ella había crecido. Hasta su muerte, trataría de alejarse de las estrictas normas de palacio mediante sus constantes viajes. 

En la primavera de 1857, Francisco José y Elisabeth viajaron a Hungría. La archiduquesa Sofía se opuso firmemente a que las niñas les acompañaran, pero Elisabeth defendió con una firmeza inusitada su criterio y se las llevó consigo. No contaba con la insalubridad de algunas regiones húngaras. Un peligro que tuvo una trágica consecuencia: la pequeña Sofía contrajo disentería y murió en Budapest el 29 de mayo de 1857.

La emperatriz errante

Elisabeth se sintió culpable de la muerte de su hija y devolvió a su suegra la responsabilidad de la educación de Gisela. La emperatriz cayó en una terrible depresión que ni siquiera superó cuando, un año después, el 21 de agosto de 1858, nació su hijo Rodolfo. Pretextando razones médicas, viajó a la isla de Madeira donde, aparentemente, se recuperó. Pocos meses después regresó a la corte, pero el re- encuentro con la realidad fue brutal. Retomar la vida cortesana, someterse a la etiqueta y soportar de nuevo la incomprensión de su entorno la derrotaron, hasta el punto de que se temió seriamente por su vida. De nuevo se le prescribió el alejamiento de Viena, y en esta ocasión el destino elegido fue Corfú. Allí comenzó su idilio con la cultura clásica griega y su pasión por el Mediterráneo. Totalmente repuesta, en agosto de 1862 regresó a Viena.


Con 30 años, Elisabeth había dado ya tres descendientes al emperador, entre ellos el tan deseado heredero al trono, y estaba a punto de tener el cuarto. Era una emperatriz con personalidad y hermosa que parecía haber dejado atrás la melancolía que le provocó el verse apartada de la crianza de sus dos hijos tras la muerte de la primogénita a los dos años, y se negó a someterse a la rígida disciplina de la corte más que cuando fuera estrictamente necesario. Gran amante de los animales, existen muchas fotografías de Sissi con sus perros, como ésta, tomada en 1867, en que aparece con su perro Houseguard, un animal que la acompañó durante años y por el que sentía especial cariño.

Isabel de Baviera había madurado y se encontraba en el cénit de su belleza, que llegó a ser legendaria. Acordó con el emperador que no se sometería a la disciplina de la corte más que cuando fuera estrictamente necesario. Cumpliría con sus deberes de emperatriz, pero se reservaría un territorio propio donde cultivar su propia individualidad.

A partir de 1862, Sissi se negó a someterse a la rígida disciplina de la corte más que cuando fuera estrictamente necesario

Ello no implicaba que Sissi se mantuviese al margen de los asuntos de Estado. Por entonces, Hungría, aunque integrada en el Imperio, luchaba por recobrar sus privilegios ancestrales. Viena había suprimido todas sus prerrogativas constitucionales como respuesta al levantamiento nacionalista y liberal de 1848. Elisabeth sentía simpatía por los rebeldes aristócratas húngaros que no dejaban descansar en paz a las conservadoras mentes del Imperio. Su deseo de conocer en profundidad el país y su cultura la llevó a contratar como lectora a Ida Ferenczy, una joven húngara que se convertiría en su mejor amiga. A través de ella, Sissi conoció al apuesto Gyula Andrássy, un coronel del ejército magiar. Profundamente liberal, conectó enseguida con Elisabeth y entre ellos nació una profunda amistad. La emperatriz se convirtió en adalid de la causa húngara, lo que a su vez le atrajo la decidida enemistad de la corte vienesa.

Reina de Hungría

Fue Isabel de Baviera quien logró mantener Hungría unida al Imperio. Tras la derrota de Sadowa, en 1866, cuando los ejércitos prusianos avanzaban hacia Viena, Elisabeth decidió refugiarse en Buda junto con sus hijos. La confianza demostrada por la emperatriz al buscar protección en su territorio frustró cualquier plan de insurrección. Poco después, Andrássy y el emperador negociaron los términos para que el territorio magiar recobrara su condición de Estado constitucional y que se configurara el Imperio austro-húngaro, dos Estados soberanos con regímenes y gobiernos distintos, pero unidos bajo una sola corona.

El 8 de junio de 1867, Francisco José y Elisabeth fueron coronados solemnemente reyes constitucionales de Hungría en la iglesia de Nuestra Señora de Budapest. En prueba de su reconocimiento, el pueblo húngaro les hizo donación del castillo barroco de Gödöllö, en las inmediaciones de la capital. Fue allí donde, un año después, nació la última y más querida de sus hijas, la archiduquesa María Valeria.

Isabel pasaba largas temporadas en Gödöllö con sus hijos, entre cacerías, largos paseos a caballo y muchas horas de lectura. Años después, tras el matrimonio de Gisela y el inicio de la formación militar de Rodolfo, Sissi inició de nuevo una intensa temporada de viajes acompañada de su hija María Valeria.

Desde 1874, y con el nombre de condesa Hohenembs para garantizarse el anonimato, Sissi y su hija viajaron por el Mediterráneo, las islas británicas y buena parte de Europa central.


Las depresiones de Elisabeth se agudizaron poco después de cumplir 50 años, cuando recibió el duro golpe de la muerte de su hijo Rodolfo en Mayerling. De luto perpetuo, en sus años de madurez, la emperatriz se negaba a dejarse fotografiar el rostro. En las imágenes tomadas a partir de entonces aparece a menudo con el rostro cubierto por un velo o con un abanico, como en esta imagen.

El nacimiento de María Valería marcó el comienzo de una nueva etapa para la pareja imperial. Pese a sus diferencias, existía entre ambos una relación cordial y amistosa, basada en un sincero afecto y una profunda generosidad. Cuando en 1885, Katharina Schratt, una actriz del Burgtheater de Viena, entró en la vida del emperador, lo hizo con la aquiescencia de Elisabeth, que la llamaba cariñosamente «la amiga». Elisabeth apreciaba a la actriz, compartía con ella y el emperador largas horas de conversación y sabía que Katherina daba a su marido la compañía, el afecto y la pasión que ella nunca pudo ofrecerle.

María Valeria no contrajo matrimonio hasta 1890. El elegido fue el archiduque Francisco Salvador de Habsburgo, un candidato que no convencía demasiado al emperador, pero que contaba con el apoyo de Elisabeth, firme defensora del derecho de sus hijos a casarse por amor. Por entonces, la emperatriz contemplaba impotente el progresivo deterioro del matrimonio del heredero, Rodolfo, con Estefanía de Bélgica, una joven a la que la emperatriz siempre juzgó arribista y ambiciosa. Estefanía era muy conservadora y tradicional, la antítesis de su culto, liberal y poco convencional esposo. Los negros presentimientos de Isabel de Baviera se cumplieron cuando Rodolfo apareció muerto en el pabellón de caza de Mayerling junto a su amante, María Vetsera. Todo parecía indicar que el príncipe había disparado primero contra María y luego se había suicidado. La versión oficial habló de una enajenación mental del heredero, pero la sombra de un crimen de Estado siempre planeó sobre lo sucedido aquel 30 de enero de 1889.

La muerte de una mujer infeliz

Tras la muerte de Rodolfo, Elisabeth se convirtió en una sombra de sí misma. Acusó a la corte vienesa de ser la causante indirecta de la muerte de su hijo, y nunca volvió a vestir de color. De luto perpetuo, viajó frenéticamente sin rumbo alguno, siempre escondida tras un gran abanico, un velo o bajo un seudónimo que la hacía creer que así pasaba desapercibida. Las que siempre se habían considerado como «rarezas» de la emperatriz se agudizaron hasta extremos inconcebibles cuando el destino se mostró implacablemente cruel con ella. Casi no volvió a pisar el Hofburg. Cuando recalaba en Viena se alojaba, sola, en el pabellón de Hermesvilla, un palacete erigido por orden de Francisco José en el parque de Lainz con la pretensión de disponer de una residencia más acogedora y cómoda para la familia imperial.


Ficha policial de Luigi Lucheni

El 8 de septiembre de 1898, durante uno de sus innumerables viajes, Elisabeth se encontraba alojada en el hotel Beau-Rivage de Ginebra. Dos días después, cuando se disponía a tomar el ferry que iba a llevarla a Montreux, tropezó casualmente con otro pasajero. Sintió un fuerte golpe en el costado y, una vez en el barco, se desvaneció. Murió aquella misma tarde. El viajero atolondrado que se había cruzado en su camino era en realidad un anarquista italiano llamado Luigi Lucheni y le había clavado un estilete muy cerca del corazón.

El emperador no quiso que Elisabeth descansara donde ella había dispuesto, a orillas del Mediterráneo, en Corfú o en Ítaca. Su condición de emperatriz de Austria-Hungría la obligaba a ser sepultada en la cripta de los Capuchinos. Allí descansa, en la misma Viena a la que nunca amó y que nunca la comprendió.

Contra la monarquía

Sissi, la emperatriz inconformista

La esposa de Francisco José I de Austria vivió alejada de los círculos de la corte de Viena y escribió en secreto poesías en las que criticaba ácidamente la hipocresía del mundo cortesano y expresaba sus ideas pacifistas.

(Fuente: National Geographic)

Si una página web dejó de existir será más fácil que nunca "resucitarla"

Google se alía con "The Internet Archive". Si la página web dejó de existir, será más fácil que nunca "resucitarla".

También permitirá acceder a viejas versiones de una misma página, algo muy útil para comprobar los cambios que se han producido en ella.


Ya hemos hablado en el pasado de la "descomposición digital". Se sabe que el 38% de los sitios web que existían en 2013 han desaparecido de internet. Para acceder a buena parte de ellas siempre ha habido una herramienta prodigiosa: la Wayback Machine de Internet Archive, pero ahora esa opción va a ser más fácil de usar que nunca.

Y lo será gracias al acuerdo que Google ha firmado con esta ONG que se ha convertido desde hace años en la gran hemeroteca digital mundial. La alianza permitirá que podamos acceder a páginas web que están desaparecidas en la actualidad desde el propio buscador de Google.

En Internet Archive dan más detalles sobre este acuerdo, e indican la sencillez del proceso. Bastará con hacer una búsqueda normal en Google. Al lado de cada resultado de búsqueda veremos tres puntos, y si hacemos clic en ese icono podremos elegir la opción "Sobre este resultado".

Será en ese panel en el que eligiendo la opción "Más sobre esta página" se mostrará un enlace al sitio de Wayback Machine para dicha página web. Ese enlace directo permitirá que accedamos a versiones anteriores de dicha página web, y permitirá que accedamos tanto a páginas que desaparecieron como a esas ediciones anteriores de una página web que a menudo se va actualizando con el tiempo.

Como explican en este importante organismo, Internet Archive permite así que los usuarios puedan aprovechar la labor de preservación de la web que llevan haciendo desde hace años. Eso sí, avisan: los enlaces a sitios web archivados en esa hemeroteca no estarán disponibles si el propietario de los derechos ha optado por no activar esa labor de archivado o si la página web viola las políticas de uso de Wayback Machine.

(Fuente: Xataka)

jueves, 12 de septiembre de 2024

Semblanza de Horacio Quiroga, el torturado narrador uruguayo

Horacio Silvestre Quiroga Forteza nació el 31 de diciembre de 1878 en Salto, Uruguay. Era hijo del vicecónsul argentino en Salto y de la oriental Pastora Forteza. Por parte de su padre descendía del caudillo riojano Facundo Quiroga.



Su infancia quedó marcada por la trágica muerte de su padre al producirse un disparo accidental de su escopeta cuando descendía de una embarcación, en presencia de su mujer y del propio Horacio. Tras la tragedia la madre se trasladó con sus hijos a Córdoba, donde residieron cuatro años, y regresaron a Salto. En 1891 su madre casó con Ascencio Barcos. Fue un buen padrastro para el niño, pero la tragedia se cebó de nuevo para la familia ya que éste sufrió en 1896 un derrame cerebral que le impedía hablar y se suicidó disparándose con una pistola.

Siempre fue buen deportista y amante de la mecánica y la construcción, pero además a los veintidós años comenzó sus primeros tanteos poéticos. Descubrió la obra de Leopoldo Lugones y Poe, que marcaron claramente su escritura. Mientras trabajaba y estudiaba, colaboraba con las publicaciones La Revista y La Reforma. Durante el carnaval de 1898 conoció a su primer amor, una niña llamada María Esther Jurkovski, que inspiraría dos de sus obras más importantes: Las sacrificadas y Una estación de amor. Colaboró con el semanario Gil Blas de Salto, y conoció en esta época a Lugones en una escala durante un viaje fluvial, y se inició una amistad que duraría toda su vida. En 1899 Quiroga fundó en su pueblo natal la Revista de Salto, pero la revista fracasó.

En 1900 la herencia de su padre le permitió viajar a París, partió esperanzado en primera clase y vestido de frac, y allí conoció a Rubén Darío, pero volvió tras cuatro meses en tercera clase, hambriento y con la barba negra que no lo abandonaría más.

Fundó en Uruguay el Consistorio del Gay Saber una especie de laboratorio literario experimental de cariz modernista. Su primer libro de poesía Los arrecifes de coral, se publicó en 1901. Ese mismo año murieron dos de sus hermanos, Prudencio y Pastora, en el Chaco, a causa de la fiebre tifoidea. A esta desgracia le sucedió la muerte accidental de manos del propio Quiroga de su amigo Federico Ferrando, que iba a batirse en duelo, Horacio lo ayudaba a limpiar el arma cuando ésta se le disparó. Fue detenido y finalmente puesto en libertad, tras comprobar la naturaleza accidental del homicidio. La desolación por este suceso lo llevó a abandonar Uruguay. Fue a Argentina a vivir con María, otra de sus hermanas, su cuñado lo inició en la pedagogía. Fue designado profesor de castellano en el Colegio Británico de Buenos Aires en marzo de 1903. En junio de 1903 Quiroga se unió como fotógrafo a Leopoldo Lugones en una expedición a Misiones, financiada por el Ministerio de Educación, en la que planeaba investigar unas ruinas de las misiones jesuíticas. Esta experiencia marcó de manera absoluta a Horacio Quiroga que se decidió a invertir lo que le quedaba de su herencia paterna en la compra de unos campos algodoneros en Chaco. El proyecto acabó fracasando pero la experiencia fue fundamental para el escritor y provocó un cambio radical en su obra y en su vida. A partir de este momento se dedicó a cultivar la narración breve, y en su estilo.

En 1904 publicó El crimen de otro, fuertemente influido por el estilo de Edgar Allan Poe. Sus primeros cuentos fueron publicados en la revista argentina Caras y Caretas. Al año siguiente decidió volver a la selva, compró una chacra sobre la orilla del Alto Paraná y en 1908 se trasladó. Se enamoró de una de sus alumnas y consiguió convencer a sus padres no sólo de permitieran el matrimonio sino que vinieron a vivir a la selva con ellos. En 1911 nació su hija Eglé Quiroga. El escritor comenzó la explotación de sus yerbatales y al mismo tiempo fue nombrado Juez de Paz en el Registro Civil de San Ignacio. Al año siguiente nació su hijo menor, Darío. Se ocupó él personalmente de la educación de sus hijos un tanto especial adaptada a la necesidades de la vida en la selva, de modo que fueran autónomos. Su esposa cayó en una profunda depresión y se suicidó tomando veneno. Tras el suicidio de su esposa, Quiroga se trasladó con sus hijos a Buenos Aires, donde recibió un cargo de Secretario Contador en el Consulado General uruguayo en esa ciudad. Apareció en esta época uno de sus libros más famosos: Cuentos de la selva.

Su única obra teatral (Las Sacrificadas) se publicó en 1920 y se estrenó en 1921, El diario argentino La Nación comenzó también a publicar sus relatos, que a estas alturas gozaban ya de una impresionante popularidad. En 1921 apareció Anaconda. El escritor se dedicó a la crítica cinematográfica, teniendo a su cargo la sección correspondiente de la revista Atlántida, El Hogar y La Nación.

Regresó por un tiempo a Misiones, allí se construyó una barca y con ella regresó a Buenos Aires.

En 1927 se publicó Los desterrados. Se enamoró de María Elena Bravo, compañera de escuela de su hija Eglé, se casaron ese mismo año.

A partir de 1932 Quiroga se radicó por última vez en Misiones, en lo que sería su retiro definitivo, con su esposa y la hija de su segundo matrimonio. Perdió el consulado pero sus amigos consiguieron tramitarle la jubilación argentina. Empezó a sufrir una prostatitis, y su mujer lo abandonó llevándose a su hija. Se descubrió que las molestias eran en realidad de origen canceroso, tras su regreso a Buenos Aires para ser internado en el hospital, ante tal diagnóstico el 19 de febrero de 1937 Horacio Quiroga bebió un vaso de cianuro que lo mató pocos minutos después

Las desgracias siguieron a la familia y más o menos al mismo tiempo que el gran poeta, Eglé Quiroga, hija mayor de Horacio, se suicidó también. Su amigo Leopoldo Lugones se suicidó un año después por motivos amorosos. Finalmente, su hijo varón, Darío, se suicidó en un arranque de desesperación en el año 1951.

Su obra estuvo marcada por la influencia reconocida de Kipling, Conrad y, sobre todo, Edgar Allan Poe. En sus cuentos reina una atmósfera de alucinación, crimen, locura situada en la Naturaleza salvaje de la selva.

Quiroga legó a los jóvenes escritores su famoso Decálogo del perfecto cuentista que resumía de manera perfecta su propio estilo: una prosa precisa, estilizada y contundente al mismo tiempo, que lo convirtió en maestro del relato breve. Horacio Quiroga ha dejado para la posteridad algunas de las piezas más terribles, brillantes y trascendentales de la literatura hispanoamericana del siglo XX.

BIBLIOGRAFÍA

  • Poesía:

Los arrecifes de coral, 1901

  • Cuentos:

El crimen de otro, 1904

Cuentos de amor de locura y de muerte, 1917

Cuentos de la selva, 1918

El salvaje, 1920

Anaconda, 1921

El desierto, 1924

Los desterrados, 1926

Más allá, 1935

  • Novela:

Historia de un amor turbio, 1908

Pasado amor, 1929

  • Teatro:

Las sacrificadas, 1920

(Fuente: escritores.org)

Movimientos de la Historia del Arte: Arte conceptual

 1960

"La única pretensión del arte es el arte mismo. El arte es la definición del arte". Kosuth

La idea es lo importante. Esa es la base del arte conceptual.

Entonces el arte conceptual existe desde hace siglos. Todas las obras de arte, incluso las más decorativas, tienen tras de sí una idea. Ahí tenemos la obra de Velázquez o de Miguel Ángel.

Pero hay que ser conscientes de que a partir del siglo XIX, corrientes como el impresionismo renunciaron a la idea y se centraron en lo expresivo o lo formal. De hecho, buena parte del arte posterior se caracterizó por ser muy formalista. Sólo hay que fijarse en el siglo XX, tan experimental en la forma.

La cosa llegó a un punto decadente con el expresionismo abstracto. Todo era forma y nada de contenido. Por eso los jóvenes artistas de los años 60 deciden superar esa característica fundamental del arte: ser un objeto.

Aparecen artistas en Estados Unidos, por supuesto (en ese lugar sí que saben vender un producto), pero también en Asia y Sudamérica, y por supuesto en la vieja Europa, pues en Francia e Italia algo sabían de arte. Diferentes lugares y diferentes contextos, pero curiosamente en todos ellos va naciendo un tipo de arte que elimina toda referencia al objeto, y se centra en la idea o concepto como el aspecto más importante de la obra.

Nace así el Arte Conceptual como movimiento artístico, donde la ejecución es algo superficial. Lo realmente importante es la planificación y las decisiones que se toman de antemano. A veces la obra de arte conceptual es el boceto y no la obra final. Y en los años 60, eso causó una conmoción al contemplar las posibilidades de este arte para transmitir una idea política o social.

Pero evidentemente el arte conceptual ya existía. 

Y esa es una de la principales características del arte conceptual: No tiene que ser precisamente bonito. Tiene que transmitir su idea.

Para transmitir una idea los artistas se pueden valer de muchas cosas, desde las técnicas tradicionales, hasta otras como el texto, la fotografía, el video o la performance. A veces ni eso. A veces la obra es un telegrama, un manual de instrucciones, una conversación o una lata. 

Por supuesto este arte requiere una mayor atención por parte del espectador, incluso su participación activa.

El arte conceptual es bueno solo si la idea es buena. Sol LeWitt

Obras representativas:

Oliver Jeffers, Irlanda, 1977


Before and After, No. 2 (Antes y después, No. 2)

Doris Salcedo, Colombia, 1958


Untitled (Sin título)

Yayoi Kusama, Japón, 1930


Narcissus Garden (Jardín de narcisos)

Charles Ray, Estados Unidos, 1953

 Plank piece I and II (Tablón 1 y 2)

Yoko Ono, Japón, 1933


White chess set (Juego de ajedrez blanco)

Félix González-Torres, Cuba, 1957–1996


Untitled (Perfect lovers)

Ana Mendieta, Estados Unidos, 1948–1985


Untitled (Blood Sign #2/Body Tracks)Sin título (Señal de sangre n.º 2/Huellas del cuerpo)

(Fuente: Historia del Arte)

miércoles, 11 de septiembre de 2024

Barbarie de nuestra civilización: las bibliotecas destruidas a lo largo de la historia

La destrucción de bibliotecas ha sido una práctica habitual, a causa de las guerras o por fanatismo ideológico y religioso. Esta es una lista cronológica de algunas destrucciones famosas.

La historia está llena de lamentables episodios en los que la guerra, el fanatismo, los prejuicios, la censura o a veces la simple ignorancia han causado estragos en el patrimonio artístico y cultural de la humanidad. Desde la infame "quema de libros y sepultura de intelectuales" que el emperador chino Qin Shi Huang llevó a cabo en el siglo III a.C. hasta la actual destrucción sistemática de monumentos milenarios de incalculable valor perpetrada en Siria e Irak por el Estado Islámico, por poner solo dos ejemplos distantes en el espacio y en el tiempo, la cultura ha sido a menudo víctima y rehén de los peores vaivenes históricos.

Entre las numerosas catástrofes culturales, una de las prácticas más habituales ha sido sin duda el saqueo, destrucción o quema de bibliotecas, generalmente promovido por exaltados líderes políticos o religiosos. Unas veces el fanatismo se ha llevado por delante no solo el contenido de la biblioteca, sino también el lugar que la albergaba: es el caso de la Biblioteca Real de Asurbanipal, en la Nínive asiria, borrada del mapa en el siglo VII a.C., o del Serapeo de Alejandría, arrasado en el siglo IV. En otras ocasiones, la tropelía se ha limitado a la biblioclastia o destrucción de libros. Por ejemplo, la quema de códices mayas llevada a cabo en el siglo XVI por Diego de Landa, obispo de Yucatán, o las tristemente célebres piras de libros "subversivos" en el Tercer Reich.

Algunas de estas destrucciones fueron accidentales o meros "daños colaterales" de acciones bélicas, como cuando Julio César quiso rendir Alejandría mediante el fuego sin calcular –o sin importarle– que con ello se vería afectada la Gran Biblioteca de la ciudad, depositaria de lo mejor de la cultura helénica. Pero en general el terrorismo bibliográfico ha tenido una justificación ideológica previa. Basta recordar al respecto la famosa sentencia del califa Úmar ibn al-Jattab sobre la mencionada Biblioteca de Alejandría, a la que los musulmanes dieron la puntilla en el siglo VII: "Si no contiene más que lo que hay en el Corán, es inútil, y es preciso quemarla; si contiene algo más, es mala, y también es preciso quemarla".


1.Templos del primer periodo intermedio

Dónde: Egipto. Cuándo: entre 2190 y 2052 a.C.En el Papiro de Ipuur, poema histórico del Antiguo Egipto, se describe cómo fueron arrasadas, entre otras riquezas, las bibliotecas de muchos templos en la revolución social que acabó con el Imperio Antiguo. No fue la última vez: Heródoto cuenta que, en 525 a.C., el rey persa Cambises invadió Egipto y quemó todos los papiros de las bibliotecas sagradas.


2.Biblioteca Real de Asurbanipal

Dónde: Nínive (actual Mosul, Irak). Cuándo: 612 a.C.Asurbanipal, último gran rey de Asiria, fue de los pocos monarcas antiguos que sabían leer y escribir. Reunió en una biblioteca toda la literatura en escritura cuneiforme de su época. Tras su muerte, los babilonios y los medos destruyeron Nínive, su capital, y con ella la Biblioteca Real, que contenía joyas como la Epopeya de Gilgamesh, aunque se han hallado muchos restos de tablillas.


3.Fortaleza de los espíritus

Dónde: Persépolis (Irán). Cuándo: hacia 500 a.C.En el edificio así llamado, situado dentro del recinto del palacio de Darío I, rey persa de la dinastía aqueménida, se guardaban los archivos reales grabados en plomo y estaño en la sala 33 del tesoro. La Fortaleza fue incendiada por los enemigos de Darío y solo se salvaron dos manuscritos de Zoroastro, que sucumbirían al fuego siglos más tarde en la Biblioteca de Alejandría.


4. Biblioteca de Pisístrato

Dónde: Atenas (Grecia). Cuándo: 480 a.C.El tirano griego Pisístrato, gobernador de Atenas en el siglo VI a.C., fue un mecenas de las artes y las letras que inició la construcción de teatros y reunió en su biblioteca grandes obras del período, como la Odisea y la Ilíada de Homero. La colección fue saqueada por el rey persa Jerjes, hijo de Darío I el Grande.


5.Gran Biblioteca de Alejandría

Dónde: Alejandría (Egipto). Cuándo: 48 a.C.Fue el foco de la cultura helénica, promovido por la dinastía ptolemaica (los sucesores de Alejandro Magno que gobernaron Egipto hasta su conquista por Roma). Compilaba todo el conocimiento de la época: en palabras de Vitruvio, era "la editorial más grande de la Antigüedad". Sería pasto de las llamas durante el asedio de Julio César a la ciudad, aunque la destrucción fue parcial.



6.Serapeo de Alejandría

Dónde: Alejandría (Egipto). Cuándo: 391.En el Serapeum o Serapeo, monumental edificio originalmente concebido como santuario para el culto de Serapis, se depositaron muchos volúmenes rescatados de la Gran Biblioteca, así como otros libros. En el año 391, el patriarca cristiano Teófilo, al frente de una furiosa muchedumbre que pretendía eliminar los cultos paganos, asoló el edificio y con él la biblioteca.



7.Biblioteca de los papas en Letrán 

Dónde: Roma (Italia). Cuándo: 590.En esta residencia papal se guardaban numerosos libros de diversos autores clásicos griegos y latinos. Gregorio I, el pontífice conocido como "el cónsul de Dios", ordenó quemarlos –entre ellos, ejemplares de Cicerón o Tito Livio– con el siguiente argumento: "Los jóvenes prefieren esas lecturas al Nuevo Testamento".

8.Tesoros reales de El Cairo

Dónde: El Cairo (Egipto). Cuándo: 633.Tras la islamización del país del Nilo (604), los Libros de la Sabiduría depositados en los Tesoros Reales fueron cuestionados por los califas, que ordenaron destruirlos si contravenían las enseñanzas del Corán. Dicho y hecho: se utilizaron como combustible de una gran pira.



9.Biblioteca de Mahmud Al-Dawla Ibn Fatik

Dónde: El Cairo (Egipto). Cuándo: siglo X. Este rico príncipe fatimí –el cuarto califato islámico y el único chiíta de la historia–, gran poeta que escribía y leía todas las noches, reunió una fabulosa biblioteca, una de las cuatro más admirables de El Cairo. Su viuda, desconsolada tras la muerte del príncipe, desahogó su pena arrasando la biblioteca.


10.Biblioteca de Trípoli

Dónde: Trípoli (Libia). Cuándo: 1109.Después del éxito de la Primera Cruzada, los caballeros cristianos sitiaron Trípoli durante más de seis años. La ciudad cayó al fin el 12 de julio de 1109. Los cruzados la saquearon y, entre otras muchas tropelías, prendieron fuego a la Biblioteca de Trípoli con sus cien mil "perversos" volúmenes.


11.Biblioteca de Constantinopla

Dónde: Constantinopla (actual Estambul, Turquía). Cuándo: 1453.Cuando los turcos del Imperio otomano tomaron la capital de Bizancio, acabaron el trabajo de devastación de la Biblioteca de Constantinopla, pero no fueron los primeros. El emperador León III el Isaurio, en el siglo VIII, había quemado parte de los miles de rollos de esta espléndida colección creada por Constantino.

12.Madraza de Granada

Dónde: Granada (España). Cuándo: 1499.La biblioteca de la Madraza de Granada, primera Universidad de la ciudad, fue asaltada por las tropas del cardenal Cisneros a finales de ese año, en la última etapa de la Reconquista. Los libros fueron llevados a la plaza de Bib-Rambla y quemados en una gran hoguera pública.



13.Biblioteca Nacional del Perú

Dónde: Lima (Perú). Cuándo: 1823-1824.Durante la Guerra de Independencia de la nación americana, fue tomada por los españoles, que quemaron parte del material custodiado en ella y escondieron el resto para evitar que cayera en manos de los patriotas peruanos. Más tarde, la Biblioteca fue usada como cuartel durante el asedio a Lima.



14.Biblioteca Nacional de Yugoslavia

Dónde: Sarajevo (Bosnia). Cuándo: 1992.La Biblioteca de Sarajevo fue quemada a finales de agosto de ese año en el marco de la Guerra de los Balcanes. El incendio fue causado por la artillería serbia para destruir un símbolo identitario. Fueron arrasados en gran parte dos millones de libros y miles de documentos de gran valor artístico e histórico.

15.Biblioteca Nacional de Irak

Dónde: Bagdad (Irak). Cuándo: 2003.Durante la invasión de Irak por parte de tropas estadounidenses y británicas, fueron quemados alrededor de un millón de libros de la Biblioteca Nacional de este país, entre otros varios destrozos y atropellos contra su patrimonio cultural.

(Fuente: Muy Interesante)

Día de las Maestras y los Maestros

El 11 de septiembre se celebra el día de las Maestras y los Maestros en conmemoración al fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento en 1888. 

En Argentina esta fecha se destina a honrar una figura histórica relacionada con la educación

En esta fecha se recuerda el impacto crucial que tuvo Domingo Faustino Sarmiento en el desarrollo del sistema educativo argentino. Su legado, tanto en la creación de escuelas como en la promoción de una educación pública, gratuita y laica, sigue siendo un pilar del sistema educativo actual.

Sarmiento fue una figura central en la historia de la educación argentina, destacándose por su labor como docente, escritor, presidente y promotor de la educación.

Pionero en la democratización de América mediante la instrucción pública, tuvo un único enemigo: la ignorancia. La atacó desde todos los frentes: desde la política y la literatura, desde los viajes y el periodismo, desde la milicia y la educación. Domingo Faustino Sarmiento es evocado aquí a partir de hechos destacados de su vida.

Domingo Faustino Sarmiento fallece en Asunción del Paraguay, a los 77 años. Una de las figuras determinantes de la historia argentina, había nacido en San Juan el 15 de febrero de 1811. Se exilió en Chile durante los años de gobierno de Juan Manuel de Rosas. En 1845 publicó Facundo, el libro que funda la literatura argentina, al que siguió Recuerdos de provincia. Peleó en Caseros y fue embajador en Estados Unidos tras su paso por la gobernación de San Juan.

Volvió en 1868 para ser presidente. Durante su mandato se realizó el primer censo, culminó la guerra de la Triple Alianza y dio forma a su proyecto de integración a través de la educación. Tras dejar la presidencia en 1874 ocupó otros cargos e inspiró la Ley 1420 de Educación Común, sancionada en 1884. La fecha de su muerte se recuerda en la Argentina como Día del Maestro.

(Fuente: Infobae/argentina.gob.ar/Otros)

martes, 10 de septiembre de 2024

"La ciudad", la novela de Mario Levrero que encapsula la esencia de lo kafkiano

Editada por Criatura, la primera novela que escribió el autor uruguayo llega a las librerías argentinas.

La literatura uruguaya se renueva en las estanterías de las librerías argentinas con la reciente publicación de "La ciudad", la primera novela escrita por el renombrado autor oriental Mario Levrero, a través del sello Criatura. 

Este relato, que encapsula la esencia de lo kafkiano, ofrece una exploración literaria donde Montevideo se erige como un horizonte luminoso en medio de la confusión y el absurdo que conlleva la vida adulta.

El protagonista, un ser anónimo, se acaba de mudar a una casa inhóspita donde, tras una primera noche desoladora, decide salir en busca de comida. Sin embargo, se ve envuelto en una oscuridad de laberintos y lluvias interminables, iniciando así una travesía que parece fluir entre la realidad y los sueños. A medida que avanza, encuentra un mundo donde las leyes son incomprensibles pero, a la vez, precisas y despiadadas.

 Levrero (1949-2004), quien reconoció a Kafka como una influencia determinante en su vida y obra, logra tejer una narrativa que parece susurrarle al lector: “Hasta leer a Kafka no sabía que se podía decir la verdad”. 

En La ciudad, la neutralidad con la que el autor desarrolla la historia potencia la atmósfera densa. El protagonista navega por un entorno desconocido, permanentemente perdido, habitando un espacio que no le pertenece. Este extraño juego del destino provoca un eco inmediato en el lector, recordando la incertidumbre del personaje principal de El Proceso de Kafka.

El relato invita a un recorrido de sentido aparentemente ilógico, donde los personajes se sumergen en la urbe como en un sueño, atados por una inquietud que oscila entre la expectativa y el desasosiego. La prosa de Levrero crea un trance cautivante, libre de la lógica convencional, en el que se revela la tensión inherente a la búsqueda de significado en un mundo absorto en su propio caos.

Levrero dejó un legado literario que abarca cuentos, novelas y obras singulares como su Manual de parapsicología. Su creatividad no conoció límites; fue también librero, guionista de cómics y humorista. En 2000, Levrero recibió una beca Guggenheim, lo cual impulsó la publicación de su obra más emblemática, La novela luminosa, póstumamente lanzada en 2005.

La ciudad, con ilustraciones de Alfredo Soderguit, es la primera novela de su vasta producción, que ya cuenta con títulos como El portero y el otro,  La máquina de pensar en Gladys, y Nuestro iglú en el Ártico. 

Esta nueva publicación promete atraer tanto a sus seguidores como a los nuevos lectores que deseen adentrarse en un espacio donde se conjugan el absurdo y la búsqueda de la verdad.

Los fragmentos de la obra revelan la maestría de Levrero para captar la esencia de la existencia: “Las paredes y el techo goteaban, todas las cosas estaban húmedas, como cubiertas de baba...” y la desazón vital del protagonista en su errante búsqueda: “No estaba seguro de la ubicación del almacén; luego me di cuenta de que más bien no tenía mayor idea del lugar donde podría encontrarse”.

Criatura Editora, un sello que nació al calor del ambiente literario de Montevideo, se ha convertido en un faro para la narrativa de América Latina, publicando obras que desafían las convenciones y enriquecen el panorama cultural de la región. Con la llegada de "La ciudad", la figura de Mario Levrero vuelve a consolidarse en el ámbito literario argentino, invitándonos a reflexionar sobre nuestra propia trama existencial.

(Agencia Noticias Argentinas)

Cómo se calcula la edad de los perros, según la ciencia

¿Cómo contamos los años para los perros y cuál es la diferencia con los “años humanos”? He aquí algunas respuestas.


Un perro galgo, utilizado a menudo en las carreras de perros, posa para una fotografía.

Hay muchas investigaciones dedicadas a estudiar a los perros, su relación con los humanos y cómo fueron domesticados. Y una de las cuestiones que suele llamar la atención cuando se habla de estos animales es la forma en que envejecen que, como ya sabemos, ocurre a un ritmo diferente al de los humanos. 

Es un hecho que estos animales envejecen a su manera. “Mucha gente cree que un año humano equivale a siete años caninos, pero esta fórmula simplista no es exacta”, explica la Enciclopedia Britannica (una plataforma de cultura general en inglés). 

Entonces, ¿cómo se calcula la edad de los canes y cómo explica la ciencia su forma de envejecer? 

Cómo se miden los años de los perros 

Según Britannica, el envejecimiento de los perros (Canis lupus familiaris), es decir, la especie de mamífero de la familia Canidae que ha sido domesticada, depende de varios factores, como el tamaño y la raza. 

“Por ejemplo, los perros de razas grandes tienden a envejecer más rápidamente que los de razas pequeñas. Además, los primeros años de vida de estos animales son los más acelerados en términos de desarrollo”, explica la enciclopedia.

La fuente subraya que solo en el primer año de vida, “un perro puede alcanzar una madurez equivalente a la de un adolescente humano”.  “Mientras que en los años siguientes, el envejecimiento se ralentiza un poco. Por este motivo, las estimaciones más precisas tienen en cuenta estos factores para calcular mejor la edad de un can en 'años humanos'”.

Por tanto, el cálculo habitual de que un año humano equivale a siete años caninos es una simplificación excesiva, argumenta la fuente, pero sigue siendo más rápido que el de los humanos. El cálculo ideal de la edad puede variar según la etapa de la vida del animal. 


Perros de trineo daneses descansan en Nunavut, un territorio helado en el norte de Canadá. La convivencia entre perros y personas es una de las más antiguas de la historia de la humanidad.

Cómo calcular la edad de los perros

La plataforma del conocimiento afirma que una forma que podría acercarse más al cómputo de cómo envejecen los perros sería considerar que los dos primeros años caninos equivalen a unos 24 años humanos. Después, cada año canino adicional podría corresponder a 4-5 años humanos.

Por otra parte, la esperanza de vida de los perros está directamente relacionada con su tamaño, como ha demostrado la ciencia. Las razas pequeñas, como los chihuahuas, por ejemplo, pueden vivir entre 14 y 16 años o más. Las razas grandes, como los San Bernardos, viven entre 8 y 10 años. Las estimaciones proceden de la American Animal Hospital Association (organización que acredita a los hospitales de pequeños animales de Estados Unidos y Canadá para garantizar altos niveles de calidad y la mejor atención a las mascotas).

Por último, el artículo de Britannica subraya que elementos como los factores genéticos, el estilo de vida y los cuidados veterinarios también influyen en la longevidad canina. Algunos perros pueden vivir excepcionalmente más que la media y hay registros de canes que alcanzan más de 20 años de edad, señala la plataforma.

¿Cuál es el origen del perro doméstico?

“El perro fue probablemente el primer animal en ser domesticado, y ha acompañado a los humanos durante unos 10 000 años”, dice el texto.  

Los científicos especialistas del tema explican que todos los perros, ya sean domésticos o salvajes, tienen un antepasado común. Se trataría de un pequeño lobo del sudeste asiático, pero no hay consenso científico sobre su ascendencia, “ni sobre cómo se produjo exactamente una alianza milenaria entre humanos y cánidos”.

(Fuente: Nat Geo)

Encuentran una “nueva” obra de Mozart

Es una pieza para piano y creen que jamás fue tocada en público

Hasta ahora “Mailänder Variationen” (“Variaciones de Milán”) no tenía autoría, pero un grupo de expertos asegura que fue compuesta por el genio de Salzburgo.

Encuentran una “nueva” obra de Mozart: es una pieza para piano y creen que jamás fue tocada en público (Foto: REUTERS/Christian Hartmann)

La pieza para piano Mailänder Variationen (”Variaciones de Milán”), hasta ahora sin autoría atribuida, parece ser de Wolfgang Amadeus Mozart, según un análisis realizado por un experto alemán, confirmó este lunes el Archivo Provincial del estado federado austríaco de Estiria, que tiene el manuscrito original. El hallazgo podría representar una “nueva” pieza del genio universal de Salzburgo (1956-1791) cuando tenía apenas 15 años.

La obra, creada en 1771, fue compuesta en el marco de las celebraciones por el matrimonio del archiduque austríaco Fernando Carlos con María Beatriz de Este en Milán. Aunque mencionada en el catálogo Köchel, que enumera las obras musicales compuestas por Mozart, la pieza carecía de número y era considerada “poco mozartiana” en su momento, explicó Paul Duncan, historiador de música en el Archivo de Estiria.

Si bien persisten “alguna dudas” sobre la autoría definitiva, hay numerosos otros indicios que apuntan al joven Mozart como autor, agregó el experto del Archivo. El científico alemán Carsten Wollin, de la Universidad de Halle (Alemania), por ejemplo, ha descubierto que el manuscrito fue elaborado en el taller de Johannes Traeg, un copista vienés que en su momento trabajó estrechamente con Mozart.


Leopold Mozart con sus hijos Wolfgang y Nannerl al piano. El retrato de su madre fallecida en la pared. Óleo sobre lienzo de Johann Nepomuk Della Croce, hacia 1780

Aunque no existen testimonios de la familia Mozart ni un autógrafo del compositor sobre esta obra, su relación con Mozart se ve respaldada por su aparición en catálogos históricos y la fecha de la copia, en torno a 1791, justo el año en que falleció Mozart, a los 35 años.

“Lo que tenemos es un manuscrito de alrededor de 1791 que procedía del taller de Johannes Traeg en Viena. Traeg trabajó estrechamente con Mozart o básicamente compró autógrafos y manuscritos de la viuda de Mozart, Constanze”, explicó Duncan. Además, según el historiador del Archivo, el manuscrito está atribuido a Mozart en el catálogo Breitkopf & Härtel Hs, el más antiguo del mundo, fundado precisamente en 1791.

La obra, que según la prensa austríaca posiblemente no se haya tocado en público durante más de dos siglos, será interpretada en Graz, la capital de Estiria, el próximo 16 de octubre durante una jornada sobre música en archivos.

(Fuente:Infobae/ EFE)

lunes, 9 de septiembre de 2024

Movimientos de la Historia del Arte: Realismo Social

 1929–1955

Si lo pensamos bien, todo el realismo es social. El nacimiento mismo del movimiento realista francés en el siglo XIX es debido a factores más sociales que estéticos.

Sin embargo, el realismo social es puro siglo XX. Realismo social es una expresión utilizada a una corriente con el propósito de expandir y hacer énfasis a problemas sociales, designando muy diferentes conceptos en la historia del arte y de la literatura, mediante la asociación de los términos "realismo" y "social", especialmente la denominada "cuestión social" (la situación de los más desfavorecidos);

Paralelamente, nace en los Estados Unidos un Nuevo realismo igualmente social, pero mucho más poético y evocador, menos reivindicativo en apariencia. El realismo social carga mucho más las tintas en los temas políticos y sociales, y además no tenían fronteras. Como la izquierda, es un movimiento internacional. Y por ello su arte debe ser universal. En todos los países hay problemas, y el realismo social quiso expandir la conciencia de clase y el conocimiento de los problemas sociales de la gente.

No se trata de mostrar la realidad, se trata de denunciarla. Los artistas de este movimiento estaban mayoritariamente vinculados a la izquierda, sino eran directamente militantes.

Realismo Socialista

Por otro lado, tenemos el Realismo Socialista, una variante del realismo social, pero depurado de toda crítica. Aquí la denuncia no va precisamente dirigida a los gobernantes.

El Realismo Socialista acabó por ser un arte propagandístico, el arte oficial de la Unión Soviética y otros regímenes socialistas. Es un arte estalinista, que busca la exaltación política y por ello se convierte en un arte institucionalizado y académico.

Obras representativas

Dmitri Zhilinsky, Rusia (1927–2015)


Гимнасты СССР (Gimnastas de la URSS)


СЕМЬЯ У МОРЯ (El el mar. Familia)

Diego Rivera, México, 1886–1957


Las manos del doctor Moore


                                  

                                    
Carnaval de la vida mexicana (Mural)

Aleksandr Deineka, Rusia (1899–1969)


Сбитый ас (El derribo de un As)

Albert Janesch, Austria (1889–1973)

Wassersport (Deportes acuáticos)

(Fuente: Historia del Arte/WikiArt)

Comenzamos a palpitar el Día del Bibliotecario en Argentina: la Biblioteca Nacional propone un encuentro

El 13 de septiembre, conmemorando la creación de la Biblioteca Pública de Buenos Ayres, hoy Biblioteca Nacional Mariano Moreno, se celebrará el Día del Bibliotecario Argentino con la realización del "III Encuentro sobre Políticas de Información en Argentina: experiencias de sistemas nacionales de bibliotecas públicas".


El evento promueve la creación de un espacio donde compartir experiencias vinculadas al desarrollo, la organización y el fortalecimiento del trabajo cooperativo entre bibliotecas, para sentar las bases necesarias hacia la implementación del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas de la República Argentina.

El encuentro se llevará a cabo en el Auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, el viernes 13 de septiembre, de 10:00 a 13:00. La inscripción previa es libre y gratuita, llenando el formulario que se encuentra haciendo click aquí.

La modalidad es tanto presencial como virtual, con transmisión en vivo por el Canal de YouTube de la Biblioteca Nacional.

Se pueden efectuar consultas enviando un e-mail a diadelbibliotecario@bn.gob.ar.

(Fuente: soybibliotecario.blogspot.com)