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jueves, 18 de julio de 2024

18 de julio: Día Internacional Nelson Mandela

Los 95 años de vida de Nelson Mandela encierran tantos giros -y lecciones de superación y paz- que su historia merece ser revisitada una y otra vez.


Nelson Mandela, dos días después de su salida de prisión tras veintisiete años como recluso (Foto: Joanne Rathe / The Boston Globe / Getty Images).


No es difícil deducir por qué el líder político Nelson Rolihlahla Mandela se convirtió en un icono tan importante en lo que respecta a la lucha por los derechos humanos, especialmente para la población negra. Llamado cariñosamente "Madiba" por los sudafricanos, en referencia a su origen, es homenajeado cada 18 de julio por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuando se conmemora el Día Internacional de Nelson Mandela, una fecha que reconoce su labor como activista por la paz y la libertad.

Abogado, activista por los derechos de la población negra, preso político, símbolo de la lucha por la paz y el fin de la segregación racial en Sudáfrica, Madiba parece haber vivido decenas de vidas en una.

Estos son cinco hechos notables sobre la singular vida de uno de los mayores líderes mundiales de la historia:

Tenía orígenes nobles

Nació en 1918 en la pequeña ciudad de Mvezo, al este de Sudáfrica. Procedía de una familia real del pueblo tembu, de lengua xhosa, uno de los grupos étnicos más numerosos del país.

Era hijo del jefe del clan Madiba, Henry Mandela, y, por tanto, su sucesor. Sin embargo, tras la muerte de su padre, el joven Nelson renunció a su posible liderazgo para estudiar en Johannesburgo y convertirse en abogado.


Mandela firmando el juramento de su cargo, al asumir la Presidencia de Sudáfrica (Foto: Chris Sattlberger).

Antes de ser encarcelado, vivió bajo las duras leyes del Apartheid

En 1944, entró al mundo de la política. A partir de 1948 vivió bajo el régimen de segregación racial llamado apartheid, implantado por el gobierno de la época, que se basaba en separar a blancos y negros en diferentes formas de convivencia.

El apartheid determinaba, en función de la raza, dónde podían vivir y trabajar los sudafricanos, el tipo de educación que podían recibir e incluso si podían o no votar. La población negra, la gran mayoría en Sudáfrica, estaba privada de derechos y vivía bajo una violenta opresión.

Pasó 27 años en prisión y cumplió una condena de trabajos forzados

Fue detenido en junio de 1964 acusado de intentar derrocar al gobierno de minoría blanca que regía Sudáfrica en aquel momento. Acusado de traición y sabotaje, fue condenado a cadena perpetua.

El activista y político pasó la mayor parte de su condena en Robben Island, una cárcel cercana a Ciudad del Cabo, realizando trabajos forzados que incluían romper rocas. Durante la década de 1980, rechazó muchas ofertas de liberación anticipada por parte del gobierno.

No fue hasta el 2 de febrero de 1990 cuando el entonces presidente sudafricano, F.W. de Klerk, revocó la condena de Mandela y otras organizaciones antiapartheid, y posteriormente anunció que Madiba sería liberado, afirma la fuente.

Cuando salió a la calle en Ciudad del Cabo, más de 50.000 personas esperaban escuchar el primer discurso público del líder político tras más de 20 años de prisión: "Nuestra lucha ha llegado a un momento decisivo. Nuestra marcha hacia la libertad es irreversible", dijo Mandela en aquel momento y sus palabras se retransmitieron por todo el mundo.

Fue el primer presidente negro de Sudáfrica en 300 años

Fue elegido presidente de Sudáfrica con más del 60 % de los votos, poniendo fin a un ciclo de tres siglos de dominación europea (con los colonizadores-invasores portugueses, holandeses y, finalmente, británicos) sobre los pueblos nativos africanos de la región.

Su victoria fue inesperada, ya que había un clima de tensión y violencia presidiendo las elecciones. Mandela hizo una campaña incansable, pidiendo a la gente que arrojara sus armas al mar.

Su victoria fue un hito no solo para Sudáfrica, sino para el mundo, ya que 20 años antes de su ascenso a la presidencia, las personas negras del país no podían votar ni utilizar los mismos autobuses y trenes que los blancos. La vida en el país de la segregación racial incluía ir a lugares (desde playas a mercados y restaurantes) designados sólo para personas negras, y vivir en barrios considerados "guetos".

Murió a los 95 años y ganó el Premio Nobel de la Paz

Mandela murió el 5 de diciembre de 2013 en Johannesburgo, cuando ya vivía recluido. Estuvo casado prácticamente toda su vida con Winnie Mandela, también activista por los derechos. Desde que entró en prisión, mantuvo la costumbre de hacerse la cama cada mañana, incluso cuando fue presidente.

En 1993 recibió uno de los mayores honores de su carrera: el Premio Nobel de la Paz, que compartió con el antes mencionado F.W. de Klerk, ambos por su labor en la lucha contra el apartheid.

Su vida fue narrada en su autobiografía "Long Walk to Freedom" (Largo camino hacia la libertad), que se convirtió en un bestseller internacional. Las memorias empezaron a ser escritas "en secreto" por él cuando aún estaba en prisión. La biografía fue sacada de la cárcel clandestinamente por presos que habían sido liberados.

Cada año se celebra el legado de Mandela y la fecha que se le dedica llama a la reflexión en un mundo que sigue viviendo constantes conflictos étnicos y raciales.

(Fuente: National Geographic)

miércoles, 26 de junio de 2024

Diez frases de Nelson Mandela que subrayan su lucha por los derechos humanos

Podemos acercarnos a entender la incansable lucha de Nelson Mandela a través de sus varias frases célebres en favor de los derechos humanos. Aquí destacamos 10 de ellas.


Nelson Mandela gobernó su país desde 1994 hasta 1999, siendo el primer presidente negro elegido democráticamente y por sufragio universal en Sudáfrica (Foto: Cordon Press).


Son muchas las figuras históricas que han dejado huella en el ámbito de los derechos humanos, pero sólo unos pocos nombres han resonado tanto a nivel internacional como el de Nelson Mandela, el activista y líder político que luchó por la justicia social en Sudáfrica.

Nacido el 18 de julio de 1918, Mandela era hijo del jefe del Clan Madiba del pueblo Tembu, habitantes de la provincia sudafricana del Cabo Oriental. Tras la muerte de su padre, el joven renunció a su derecho a gobernar su clan para estudiar Derecho en la universidad y, poco después, iniciar una carrera dedicada al activismo y la política dentro del Congreso Nacional Africano (ANC).

Su principal objetivo era luchar pacíficamente contra las políticas discriminatorias del Apartheid que privaban de paz, libertad y derechos civiles a la población negra de su país.


Año 1989: advertencia trilingüe en una playa de Durban indicando su "uso reservado a los miembros de la raza blanca" según la sección 37 de los estatutos de dicha playa. Los idiomas son inglés, afrikaans y zulú, el idioma del grupo de población negra en el área de Durban (Foto: Wikimedia / Guinnog).

No obstante, a medida que las restricciones se volvían más fuertes y sus compatriotas eran masacrados sin piedad, la postura de Mandela ante su lucha cambió y optó por cometer actos de sabotaje contra el gobierno sudafricano que fomentaba la segregación racial. Estos hechos lo llevaron a ser encarcelado en 1964, una condena que duró 27 años. Aún estando entre rejas, jamás abandonó su contienda.

Su liberación llegó en 1990 gracias al apoyo de la comunidad negra de Sudáfrica y los esfuerzos internacionales por condenar el Apartheid. Mandela pudo ser partícipe del inicio de una transición hacia la paz y la democracia en su país, recibiendo por ello el Premio Nobel de la Paz en 1993. Así, el activista terminó convirtiéndose en el primer presidente negro de Sudáfrica tan solo un año más tarde, en 1994, siendo elegido democráticamente.

Su inspiradora trayectoria queda reflejada en muchos momentos clave para la historia, así como en las tantas frases célebres que nos ha dejado. Es bueno recordarlas, sobre todo ante el avance de la derecha extrema en buena parte de nuestro planeta, la cual, explícita en algunos casos, implícita siempre, tiene un gran componente racista.

• La educación es el gran motor del desarrollo personal. Es el arma más poderosa para cambiar el mundo.

• Privar a las personas de sus derechos humanos es poner en tela de juicio su propia humanidad.

• Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, su origen o su religión. La gente aprende a odiar. También se les puede enseñar a amar. El amor llega más naturalmente al corazón humano que lo contrario.

• Una nación no debe juzgarse por cómo trata a su ciudadanía con mejor posición, sino por cómo trata a quienes tienen poco o nada.

 • La paz no es simplemente la ausencia de conflicto; la paz es la creación de un entorno en el que todos y todas podemos prosperar.

 • Ser libre no es solamente desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que respete y mejore la libertad de las demás personas.

• La erradicación de la pobreza no es un gesto de caridad: es un acto de justicia. Es la protección de un derecho humano fundamental, el derecho a la dignidad y a una vida decente. Mientras persista la pobreza, no habrá verdadera libertad.

• Debemos usar el tiempo sabiamente y darnos cuenta de que siempre es el momento oportuno para hacer las cosas bien.

• Aprendí que el coraje no era la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo.

 • Cuando se escriba la historia de nuestro tiempo, ¿seremos recordados por haber hecho lo correcto o por haber dado la espalda a una crisis global?

(Fuente: National Geographic)