lunes, 25 de noviembre de 2024

La digitalización, el fenómeno que puede extinguir a los cajeros automáticos y a las sucursales bancarias

Una actividad que era muy común hace algunos años se está convirtiendo en algo excepcional. Con el avance en las tecnologías para facilitar las transacciones a través de medios digitales o tarjetas de crédito, acercarnos a los cajeros automáticos para obtener efectivo es cada vez menos habitual. Sin embargo, aun existen muchos sectores de la comunidad, como las personas mayores, que hacen uso de este recurso debido a la brecha digital que les afecta.

(Foto: Wikimedia).

Las nuevas herramientas digitales sin duda nos hacen la vida mucho más fácil, ya que agilizan muchas de las actividades de nuestro día a día. La entrada de sistemas como las IA cada vez mejor preparadas o el alcance del 5G, y otras cuestiones más alejadas, pero que también han llegado con estos cambios, como el lavado de cara de muchas sucursales bancarias que han dejado de parecerlo en muchas ocasiones, han puesto a los cajeros automáticos en el punto de mira.

Hace ya bastante tiempo que se escucha o se lee sobre pueblos o ciudades que se han quedado sin cajeros automáticos en las calles. Y a menudo hay protestas y manifestaciones, y hasta presentaciones judiciales, porque muchos ciudadanos, normalmente personas mayores, necesitan hacer uso de ellos por las dificultades que podían llegar a suponerles las nuevas tecnologías y el acceso a aparatos digitales. Mientras, las entidades bancarias se escudan en el hecho de que habían dejado de resultar rentables.

El rápido avance de la digitalización no es ninguna casualidad. Se debe principalmente a que muchas empresas ven mejoras en su producción y en los beneficios al implementarlas, sin pensar demasiado en la velocidad a la que la sociedad es capaz de asimilar todos esos cambios. Esto va generando ciertas desigualdades sociales que para muchos pueden pasar desapercibidas, como esos cajeros automáticos de la esquina que ahora ya no están, pero que ya no necesitamos tanto y no le prestamos atención.

Esto ha llevado que nuevos términos aparecieran, como el de "inclusión financiera", hablando exclusivamente del sector bancario, pero al que se le presta relativa atención debido a que sólo afecta a un reducido grupo de población entre los que se encuentran las personas que viven en áreas rurales o a los más mayores.

La situación de los cajeros automáticos es una muestra más de que la llamada brecha digital existe y que es más amplia de lo que en un principio podemos pensar. Pero más allá de las dificultades para poder acceder a dinero en efectivo o a otros servicios bancarios en persona, esto también tiene consecuencias en el entorno laboral, ya que, como se empieza a ver, mucha gente se queda sin trabajo debido a estas implementaciones.

(Fuente: gndiario.com)