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lunes, 7 de octubre de 2024

Mitos y leyendas existen en todo el planeta: estas son las cinco brujas mitológicas más terroríficas del mundo

Desde la sanguinaria Chedipe hasta la enigmática Baba Yaga, las antiguas leyendas revelan miedos profundamente arraigados y hasta creencias sociales. 

La pintura de Francisco de Goya "El Sabbat de la Bruja" es uno de los muchos ejemplos de cómo los temores sociales sobre la brujería y el ocultismo influyeron en las historias y creencias culturales de su época (Foto: Bridgeman Images).

Desde figuras tenebrosas que acechan en bosques antiguos hasta apariciones espectrales que rondan los sueños de medianoche, las brujas han cautivado durante mucho tiempo la imaginación humana.

Aunque las representaciones modernas las muestran a menudo como figuras carismáticas, sus homólogas históricas inspiraron en su día auténtico temor e inquietud en todas las culturas. Las leyendas de éstas cinco, por ejemplo, revelan los miedos y creencias más profundos de las sociedades que las crearon.

Yamauba, la traicionera bruja de las montañas

Yamauba, que vive en las remotas montañas del noreste de Japón, aparece al principio como una anciana aparentemente frágil, pero puede transformarse abruptamente en una figura de pesadilla con cuernos, pelo de serpiente y una segunda boca en la parte superior de la cabeza, que utiliza para devorar a sus presas. Algunas leyendas afirman incluso que puede desviar las balas y arrojar oscuridad. Pero lo que hace realmente inquietante su historia es el posible origen del mito.

Nyri A. Bakkalian, novelista e historiadora especializada en la región japonesa de Tohoku, afirma que el mito de Yamauba puede tener su origen en prácticas históricas de sacrificio de ancianos durante las hambrunas.

"En lugares como la zona rural de Tohoku, donde las malas cosechas a principios de la era moderna eran frecuentes, las historias de espíritus enfurecidos podrían ser una respuesta a las mujeres ancianas que eran conducidas a los bosques para morir", afirma.

Este surimono (xilografía) del siglo XIX de Totoya Hokkei muestra a Yamauba, la bruja de las montañas del folclore japonés conocida por sus poderes mágicos y su naturaleza enigmática. A menudo se la representa como una figura solitaria con la capacidad tanto de ayudar como de obstaculizar a los viajeros (Foto: Hip Art Rseource).

Boo Hag, la bruja que cambia de piel, escurridiza maestra del mal

En las comunidades afroamericanas, como la de los "gullah geechee" de las Carolinas, en Estados Unidos, se cuentan historias de personas acechadas por fuerzas malévolas. Una de las figuras más temidas es la bruja Boo Hag, conocida por mudar de piel y colarse por pequeñas aberturas como ojos de cerradura para invadir hogares y obligar a la gente a cometer fechorías.

En la década de 1950, el narrador de Mississippi James Douglas Suggs compartió uno de estos cuentos con el folclorista Richard Dorson, ahora archivado en el American Folklife Center de la Biblioteca del Congreso en Washington, D.C. A pesar de los aterradores poderes de la bruja, la historia suele tener un giro humorístico. En la versión de Suggs, un hombre frustra a la bruja rociándole sal y pimienta en la piel, haciéndola gritar: "¡Cambié mi piel, ¿no me conoces?".

(Foto: Wikimedia).

Chedipe, la bruja vampiro de la India

Cuenta la leyenda que cuando Chedipe (literalmente "prostituta"), una temible bruja de la región india del río Godavari, entra en una casa, primero deja inconscientes a todos los que están dentro. Una vez indefensos, decide sobre las formas más horripilantes de atormentarlos.

Su repertorio de terror incluye drenarles la sangre de los dedos de los pies, arrancarles la lengua o introducirles bajo la piel palos ardientes con llamas ocultas. La bruja india también puede mantener relaciones sexuales con los hombres casados que duermen en la casa, sembrando semillas psíquicas de desconfianza en las mentes de sus esposas y alimentándose de su inexplicable dolor resultante.

Devendra Varma, un investigador de la literatura gótica del siglo XX, afirma que los relatos de Chedipe podrían haber viajado a Europa a través de la Ruta de la Seda e inspirado representaciones de vampiros como criaturas sexuales, como se ve en "El Vampiro" de John William Polidori o en "Drácula" de Bram Stoker.

(Foto: Fireblue Graphics).

La Lechuza, la temible bruja búho

En el norte de México, La Lechuza es una bruja que se transforma en un búho colosal, a veces con rostro humano. Sus orígenes son muy variados: puede haber hecho un pacto con fuerzas demoníacas o haber utilizado la magia para habitar en un pájaro gigante, aprovechando su poder para controlar el clima.

Sea cual sea su origen, La Lechuza es famosa por atacar a los hombres ebrios durante la noche. Se dice que, o bien se los lleva a su nido para un espantoso festín, o bien los mata al instante con un toque de sus plumas malditas.

Sin embargo, en los últimos años, las mujeres y las personas "queer" han empezado a reivindicar a La Lechuza como símbolo de fuerza. Jeana Jorgensen, autora de "Folklore 101: An Accessible Introduction to Folklore Studies", afirma que "las personas que no se ajustan a los roles de género tradicionales suelen adoptar la identidad de bruja como algo positivo", sobre todo cuando se enfrentan a injusticias o carecen de protección por medios convencionales.

(Foto: Wikimedia).

Baba Yaga, la guardiana eslava de la vida y la muerte

Es una figura formidable que ejerce el poder sobre la vida y la muerte en el folclore eslavo. En algunos relatos, representa el invierno y el final de la cosecha, encarnando la inevitabilidad de la decadencia y la transformación.

En otros, supervisa la frontera entre los vivos y los muertos. Pero Baba Yaga no es sólo una figura de miedo. Dependiendo de cómo nos acerquemos a ella, puede ofrecernos sabiduría o ayuda mágica.

A menudo representada con dientes de hierro, una pierna huesuda y ceguera parcial, esta antigua bruja vive en una cabaña que se alza sobre patas de pollo, que se asemeja a un ataúd y está adornada con huesos humanos.

Algunas interpretaciones sugieren que el diseño de la cabaña, con sus patas de pollo, representa una antigua conexión con la naturaleza y sus aspectos salvajes e indómitos, dice Genna Rose Nethercott, folclorista y autora de la novela "Thistlefoot", acerca de Baba Yaga.

"Baba Yaga es también un retorno a la naturaleza, la encarnación de un gran poder que nos permite explorar un mundo sobrecogedor más allá del nuestro a través del velo seguro de la fantasía", afirma.

Esta litografía en color de Baba Yaga, del cuento de hadas ruso de 1902 "Vassilissa la bella", representa a la legendaria bruja eslava volando por el bosque sobre su mortero (Foto: Bridgeman Images).

(Fuente: National Geographic)

martes, 16 de abril de 2024

Sombreros y escobas para volar: la historia detrás de la vestimenta de las brujas

La historia de la vestimenta de las brujas se remonta a la Europa medieval. En ese entonces, una serie de prejuicios fueron forjando el prototipo de estos seres "aterradores".


(Foto: Wikimedia Commons).

El arquetipo de la bruja que vuela en una escoba, lanza una carcajada escalofriante y prepara pociones en un caldero es, tal vez, una de las imágenes más populares cuando se trata de relatos aterradores. Esta representación antiquísima asociada con las mujeres, ha sido reproducida en ilustraciones, libros, películas y series. La historia de la vestimenta de las brujas se ha escrito durante siglos.

La construcción de esta imagen tal como la conocemos es un resultado directo de los prejuicios que durante la época medieval se tuvo sobre los judíos, las mujeres alewives y las herbolarias. La ropa negra, el sombrero puntiagudo y las escobas, fueron elementos asociados a diversos grupos. 

La historia detrás de la vestimenta de las brujas

L
as representaciones europeas de la bruja tienen sus raíces en una extensa serie de mitos relacionados con los judíos, las mujeres y las personas consideradas herejes.  

En la edad media, los sombreros puntiagudos se asociaban con las personas judías. Los prejuicios de entonces hacia esta comunidad se entrelazan con la historia de la Inquisición, un período de persecución religiosa en Europa. En ese tiempo, muchas personas, incluyendo mujeres judías, fueron acusadas de brujería y perseguidas. Las acusaciones se basaban en estereotipos, lo que contribuyó a la imagen de las brujas.

Los judíos estaban tan vinculados a las acusaciones de actividades satánicas y herejes que en 1431, en Hungría, se promulgó una ley que obligaba que quienes fueran acusados de brujería vistieran "sombreros judíos con visera".

La interpretación de los judíos como gobernados por Saturno, melancólicos, flemáticos, y fisiológicamente tóxicos contribuyeron mucho a los debates sobre las brujas. Clasificados según cifras similares de "contaminación", los judíos y las brujas fueron sometidos a procedimientos judiciales similares y sufrieron "limpiezas", pruebas y torturas comparables a manos de la Inquisición.

El origen de los vuelos en escobas


En la Europa medieval, se creía que las brujas establecían pactos con el diablo, cometían actos de bestialidad y que se alimentaban de recién nacidos.

La imagen icónica de las brujas en vestimenta oscura y sombreros puntiagudos se remonta a ese entonces, cuando las ropas negras eran comunes entre las campesinas y curanderas. Estas mujeres, a menudo, eran señaladas como brujas debido a su conexión con la herbolaria y la curación natural.

La escoba como atributo de las brujas tiene múltiples teorías de origen. Una de ellas se relaciona con antiguas prácticas paganas en las que las escobas se usaban para "volar" espiritualmente en rituales. También existe la creencia de que mujeres y hombres ungían palos de escoba con ungüentos alucinógenos y se frotaban con ellos, lo que podría haber dado lugar a la idea de que volaban.

Las brujas cerveceras


Las "alewives" también desempeñaron un papel en la vestimenta de las brujas. Estas mujeres, que solían elaborar cerveza casera en la edad media, fueron representadas con grandes calderos y por su ocupación también se les vinculó con maleficios y prácticas paganas.

Ellas usaban una versión más alta y oscura del tradicional sombrero hennin de la época, así lo resignificaron y usaron como símbolo de su labor. Este distintivo les permitía destacarse en mercados y festivales, para ser fácilmente reconocibles. También se cree que en sus casas solían colocar un cartel pegado a un palo de escoba con la leyenda "Aquí vive una bruja cervecera".

Todos estos elementos fueron recogidos en una de las representaciones más populares en la historia de la vestimenta de las brujas. El Mago de Oz (1900) y su adaptación cinematográfica de 1939 desempeñaron un papel significativo en la consolidación del sombrero alto y puntiagudo como el atuendo característico de la "Malvada Bruja del Oeste".