Mostrando entradas con la etiqueta aprendizaje. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta aprendizaje. Mostrar todas las entradas

miércoles, 21 de mayo de 2025

PaideIA: ¿qué implica la inclusión de la IA en las escuelas que anunció el gobierno argentino?

Al mismo tiempo que el Poder Ejecutivo paraliza acciones como el Plan Conectar Igualdad, propone una política que promueve la Inteligencia Artificial “humanista y centrada en el aprendizaje”, algo que suena muy bien pero no deja nada en claro.

(Foto: argentina.gob.ar)

El gobierno nacional lanzó PaideIA, una iniciativa para integrar la inteligencia artificial en el sistema educativo. Las autoridades destacaron que el objetivo es incorporar el uso pedagógico de la IA en los distintos niveles, “con una perspectiva humanista y centrada en el aprendizaje”. De los más chicos a los más grandes, el Programa tiene tres ejes: pensamiento, aplicación y desarrollo. Más allá del debate necesario sobre qué hacer con esta nueva tecnología en las escuelas, que excede la técnica para transformar todos los aspectos de la vida, el anuncio se da en un contexto de políticas públicas educativas regresivas. Aunque se propone una revolución educativa, ¿es posible llevarla a cabo?

“Habrá que ver si esto se transforma en una política pública. Hay muchos detalles que van desde cómo implementarla hasta cómo sustentarla económicamente. Uno puede tener cierto acuerdo con el anuncio, pero creo que es solamente un esbozo de algo necesario en medio de un Estado que se achica y destina cada vez menos presupuesto para Educación”, señala Roberto Abdala, director de la licenciatura en Educación de la Universidad Nacional de Quilmes.

Según destaca el documento oficial, en la primaria los estudiantes aprenderán sobre “pensamiento computacional” (descomponer problemas, identificar patrones y diseñar algoritmos) y “aplicación de IA computacional” para producir textos, organizar información y resolver problemas concretos desde un uso crítico, consciente y ético. Ahora bien, una de las preguntas es si puede realizarse en el marco de la paralización del Plan Conectar Igualdad, con miles de escuelas sin internet y algunos estudiantes sin celulares.

Emmanuel Iarussi, miembro del Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidad Torcuato Di Tella, afirma: “Para enseñar pensamiento computacional muchas veces ni se usa computadora, porque es más importante que aprendan la forma de estructurar una solución a un problema, antes que a programar. Esto se puede realizar de forma técnica porque no requiere más que un celular”.

Para los estudiantes de la escuela secundaria, PaideIA  propone el desarrollo de la inteligencia artificial mediante el incentivo a la programación, el análisis de datos y el modelado de sistemas. Según el Programa, el objetivo es preparar “a los alumnos para participar activamente en el desarrollo de nuevas tecnologías”. Sin embargo, Fernando Schapchnik, investigador del Departamento de Computación de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, critica la mirada que impulsa el Ejecutivo con respecto al cómo y el para qué de la inteligencia artificial en las aulas.

“Los estudiantes tienen que entender cómo funciona la inteligencia artificial, pero no necesariamente desarrollarla. Es como entender el funcionamiento de un motor, de ahí a poder construirlo es otra cosa. A su vez, con respecto a la aplicación de IA computacional, tenemos que aprender a realizar un buen texto antes de pedirle ayuda a una herramienta y usarla con una mirada crítica. No creo que pueda lograrse esa habilidad sin antes haber sido un productor de textos”, subraya Schapchnik.

Mil preguntas

Los tres especialistas consultados coinciden en que hay más interrogantes que respuestas. Por ejemplo, Iarussi se pregunta sobre las plataformas y la infraestructura. “Para desarrollar IA sí se necesitará alguna computadora, no necesariamente súper potente porque hay servicios gratuitos que te permiten programar y ejecutar online. El tema es que, si se monta sobre Google Colab (una plataforma libre y gratuita para fomentar la investigación sobre aprendizaje de máquinas e inteligencia artificial), correría riesgo la soberanía porque no habría ningún control sobre la continuidad del servicio. Asimismo, los datos de los alumnos y el uso educativo estarían a merced de la empresa, con posibles implicancias legales o de privacidad”.

Por su parte, Schapchnik remarca que el Programa son sólo títulos y plantea: “Habrá que ver el material que se produzca para entender más en detalle. Este es un país federal donde hay 23 provincias, cada una con su autoridad educativa, y hay que ver cómo se trabaja con cada una de ellas. La otra consideración es que no existe un programa educativo si no hay fondos asociados”.

A su vez, Abdala piensa el terreno de la formación docente, donde el documento no hace hincapié. “Es un gran problema porque, si no trabajamos eso, todo lo demás puede ser que quede en una buena intención solamente. Hoy por hoy, casi seguro por una cuestión generacional, tienen mucho más manejo de la inteligencia artificial los estudiantes de cualquier nivel educativo que gran parte de los docentes que están a cargo de enseñarles”.

La realidad a contramano

Más allá del anuncio con bombos y platillos, lo cierto es que la Educación no pudo esquivar la motosierra oficialista. Un informe del Observatorio de Argentinos por la Educación advierte que de 2023 a 2024 el presupuesto educativo cayó de 1,48 por ciento del PBI al 0,91 por ciento. Además, se detuvo el Programa Conectar Igualdad y en las últimas semanas algunos especialistas denunciaron una privatización encubierta, ya que su gestión pasó del ministerio de Capital Humano a Educ.ar, una empresa que fue del Estado pero se transformó a sociedad anónima unipersonal.

Como si fuera poco, en enero de 2024, el gobierno paralizó las páginas de Conectar Igualdad y Educ.ar bajo el argumento de tareas de mantenimiento. En ese momento, diferentes especialistas denunciaron que el objetivo era eliminar determinados contenidos relacionados a género y diversidad sexual, entre otros puntos. Asimismo, se frenó la entrega de las computadoras tanto a estudiantes como a docentes. Incluso, la última información que brindó el exjefe de Gabinete Nicolás Posse a mediados de 2024,  admitía que más de 3000 escuelas ni siquiera tenían servicio de conectividad a internet.

Por eso, más allá de las declaraciones y las buenas intenciones que podría tener el Programa (como en su momento fue Plan Nacional de Alfabetización que presentaron en la Casa Natal de Domingo Faustino Sarmiento), por ahora se trata de un anuncio sin contexto ni sustentado por el resto de las políticas educativas.

(Fuente: Agencia de Noticias Científicas / UNQ) 

lunes, 17 de marzo de 2025

Debates necesarios: ¿existe un método científico para aprender a leer y escribir?

Las controversias en torno a la "conciencia fonológica" y un retorno a la manera tradicional de aprender plantean renovadas y necesarias discusiones en Argentina. 

Material didáctico para trabajar la conciencia fonológica (Foto: Fundación Asnimo).

Las clases comenzaron y los cambios en el sistema educativo respecto a la enseñanza de la lectoescritura en la Ciudad de Buenos Aires han generado una oleada de controversias. Dirigentes políticos, docentes, psicólogos, entre otros, se manifestaron a favor y en contra. Pero, ¿qué dice la ciencia? ¿Hay evidencia sobre cómo mejorar la lectura y la escritura? Algunos especialistas explican el impacto de los distintos métodos de enseñanza.

El último censo realizado en 2022 reveló que el 98% de la población del país sabe leer y escribir. Sin embargo, las pruebas diseñadas para evaluar la calidad de estas habilidades muestran resultados deficientes que indican un crecimiento de lo que se entiende por analfabetismo funcional. Este concepto implica que alguien ha recibido la enseñanza correspondiente, pero es incapaz de utilizar la lectura y escritura de manera eficiente en la vida cotidiana.

Entonces, ¿qué es lo que ocurre? Investigaciones en todo el mundo han explorado cómo la ciencia puede identificar las mejores estrategias para aprender a leer y escribir, con el objetivo de crear puentes y mejorar el acceso a oportunidades.

Se necesitan datos

Las Pruebas Aprender son las evaluaciones diseñadas por el gobierno nacional para medir los conocimientos y habilidades de los estudiantes en Matemáticas y Lengua. Además, incluyen cuestionarios a docentes y directivos con el fin de relevar datos de contexto y percepciones acerca de los procesos de enseñanza.

La evaluación se realiza por medio de un test de anclaje, que permite medir el conocimiento o las habilidades de una persona de manera justa y precisa. En lugar de hacer siempre el mismo tipo de preguntas, este examen usa diferentes formas para preguntar sobre lo mismo, asegurándose de que todos tengan la misma oportunidad de demostrar lo que saben. Se utilizan métodos matemáticos y estadísticos para garantizar que la evaluación refleje de manera confiable las capacidades reales de cada individuo, avalando que las comparaciones sean válidas y equitativas.

El último informe publicado en 2023 indica una caída respecto al año anterior, tendencia que se atribuye a la pandemia por Covid-19 y las dificultades que implicó que los estudiantes tomaran clases desde su casa en condiciones diversas.

Resultados de las Pruebas Aprender 2023 en Lengua (Foto: informe de resultados, Ministerio de Capital Humano y Secretaría de Educación de la Nación).

Si bien los resultados generales indican que más de un 60% de los estudiantes demuestran un nivel satisfactorio o avanzado, casi 40% (6 de cada 10 alumnos) no cumple con las expectativas de acuerdo a su edad, lo que representa un riesgo de perpetuarse en los próximos años. Cuando los estudiantes presentan un nivel bajo, resulta complejo lograr su recuperación si existe una disparidad significativa dentro del curso.

Es por esto que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, luego de 20 años, llevó a cabo la modificación del diseño curricular para priorizar el fortalecimiento de la alfabetización en las escuelas. Estos cambios, a ser implementados en el ciclo lectivo 2025, conllevaron un centenar de comentarios de profesionales manifestándose sobre el tema.

¿Cuál es el problema? El nuevo programa propone la implementación de la llamada "conciencia fonológica" para la enseñanza de la lectoescritura, un sistema para muchos antiguo y para otros superador respecto a los métodos utilizados actualmente en nuestro país.

Ciencia para todo

La conciencia fonológica es la capacidad que poseen los seres humanos de reconocer los sonidos de su lengua y asignárselos a un símbolo determinado (las letras). Lo que propone la nueva currícula es desarrollar esta habilidad de manera explícita.

Múltiples estudios evidencian que el conocimiento del sistema de escritura implica tomar conciencia de los sonidos que forman las palabras para luego asociarlos al alfabeto y así, acceder a las palabras escritas. En el idioma español, cada letra se corresponde con un sonido y con un grafema (la forma que tiene la letra), y su combinación permite la formación de las palabras utilizadas en la comunicación diaria, posibilitando así la lectura y la escritura.

Pero, ¿cómo que esto es ciencia? Sí, la Lingüística es la ciencia que estudia el origen, la evolución, el desarrollo del lenguaje y sus configuraciones cerebrales. El lenguaje es la facultad humana de expresarse y comunicarse, y la lengua es el sistema de comunicación que se utiliza. En este caso, es importante destacar que -excepto que alguna discapacidad lo impida- todas las personas aprenden a hablar en la lengua que su contexto les brinde. Es una capacidad innata. En cambio, la escritura es un sistema desarrollado por los seres humanos, por lo que no forma parte de una condición natural y debe enseñarse.

En Argentina, la psicogénesis constructivista ha sido el método impulsado, hasta el momento, por los profesorados y desde el plan de educación para enseñar a leer y escribir. Esta metodología se basa en un aprendizaje autónomo y progresivo del conocimiento. La idea es que niños y niñas, a través de la información, los estímulos que los rodean y el acompañamiento de los docentes, vayan creando conocimiento a su tiempo. No obstante, tras muchos años de investigación se ha identificado un problema en este enfoque y es que este método requiere de determinados factores para tener éxito (como el contexto socioeconómico de la familia, si sus padres saben leer y escribir, si tiene libros en su casa o sólo accede a ellos en la escuela, desde qué edad está escolarizado el niño, etc) y los sectores más vulnerables de la sociedad quedan afuera.

"Toda mi experiencia docente fue en escuelas privadas de élite de CABA. Familias o estudiantes que tenían bibliotecas en sus casas, que viajaban e interactuaban con diferentes idiomas y que leían bastante por fuera de la escuela. Dar clases era un lujo porque las familias apoyaban y el contexto también. Grupos de 20 chicos promedio, posibilidad de pedir los libros que quisiera. En ese contexto, mis clases constructivistas eran soñadas", postea en la red social X una docente.

En cambio, tras la realización de pruebas en estudiantes de múltiples edades y en diferentes países, la evidencia demuestra que la conciencia fonológica actúa como una habilidad predictora de resultados. Un estudio evaluó a 271 alumnos, divididos en dos grupos; uno de ellos recibiría entrenamiento en conciencia fonológica, mientras que el otro seguiría el plan curricular oficial. ¿Qué ocurrió? Más del 90% de los alumnos del grupo experimental mostró mejoras significativas en su habilidad de escritura después de la intervención.

Las investigaciones indican que el problema del enfoque actual se encuentra en la decodificación, o sea, en la comprensión de lo que se lee y no en cómo leer. La propuesta es que, primero que nada, niños y niñas conozcan su lengua, y que luego puedan construir ese sentido.

¡Incluso, existen algunas propuestas de educación no formal, como la Iniciativa ¡dale! y Argentinos por la Educación, que apoyan este tipo de metodología para enseñar a escribir y leer teniendo logrando resultados en solo tres meses.

Estos programas se basan en enfoques estructurados y sistemáticos que priorizan el desarrollo de la conciencia fonológica y la correspondencia entre letras y sonidos. A diferencia del método constructivista tradicional, estas iniciativas incorporan estrategias de instrucción explícita y sistemática, lo que permite acelerar el proceso de aprendizaje y reducir las desigualdades educativas.

La perspectiva docente

La opinión de quienes se dedican a la educación es fundamental para conocer sobre la realidad dentro del aula. La mayoría de los docentes coincide en que la alfabetización no sólo implica enseñar a leer y escribir de manera técnica, sino que también abarca el desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y emocionales que les permitirán a los niños y las niñas convertirse en comunicadores competentes y críticos en su vida cotidiana. El proceso de alfabetización comienza incluso antes de la edad escolar; cantar, bailar, hablar, jugar, imaginar, conforman un primer acercamiento. Sin este conocimiento y desarrollo del lenguaje es muy difícil que los niños estén listos para aprender a leer y a escribir.

Una vez escolarizados, si bien la currícula propone la enseñanza explícita desde primer grado, en el nivel inicial es cuando se empiezan a integrar otras herramientas para acercar a los chicos a la alfabetización: "En la práctica, integro la lectura de cuentos y libros ilustrados como parte esencial de la rutina diaria. Los niños escuchan historias que no solo les permiten conocer vocabulario nuevo, sino también fomentar su imaginación y comprensión oral. A través de la repetición de frases y palabras, comienzan a asociar los sonidos con los símbolos gráficos, lo que facilita la relación entre el lenguaje oral y escrito", dice acertadamente una maestra de nivel inicial. Y agrega: "Pero los pibes no son iguales, y no aprenden de la misma manera, entonces tenés que ir mechando métodos, el mismo contenido lo tenés que dar de varias maneras distintas. Porque como no hay una sola manera de enseñar, tampoco hay una sola manera de aprender".

Otra docente de educación especial y Licenciada en Psicopedagogía, comparte que siempre se debería seguir el método que el diseño curricular establece, pero esto no ocurre en la práctica: "Justamente en este momento estamos atravesando un cambio en el diseño curricular que vuelve a proponer los métodos antiguos de alfabetización. Años anteriores se probó con un método que según algunas teorías actuales no ha funcionado (…). En mi caso, puedo hablar acerca de la experiencia en educación especial, y teniendo en cuenta nuestra población y sus características, fortalezas y debilidades, en la mayoría de los casos el aprendizaje mecánico y repetitivo es el que más funciona, por lo que hemos tenido que adaptar los nuevos métodos y fusionarlos con los antiguos para obtener mejores resultados", comenta.

Cuando ambas hablan de "métodos antiguos" o "asociar sonidos" se refieren a la conciencia fonológica. Ambas la consideran fundamental para preparar a sus alumnos y sostienen que debe trabajarse desde temprana edad.

La pedagogía de la espera, la cual se enfoca en que cada niño corrija los errores a su tiempo y según su contexto, es señalada por algunas personas como la causa de la situación actual donde los estudiantes llegan a tercer grado y no pueden comprender textos o, incluso, no leen ni escriben de acuerdo a lo esperado. Los cambios propuestos para este nuevo ciclo lectivo, incluyen volver a esos métodos más tradicionales, aunque desde una perspectiva más constructiva, no tan agresiva en la corrección y que fomente el aprendizaje teniendo en cuenta la situación particular de cada estudiante.

El desafío radica en evaluar qué estrategias pueden integrar, potenciar el aprendizaje de la lectoescritura y asegurar una educación más equitativa y accesible para todos los estudiantes. Sólo queda esperar y confiar en que esta propuesta esté acompañada de políticas públicas que garanticen los recursos para que los docentes puedan llevar a cabo la tarea de educar.

(Fuente: Agencia de Noticias Científicas / UNQ)

lunes, 3 de junio de 2024

Cómo las neurociencias influyen en la comprensión de la lectura

Si desde la vida escolar no se enseña de la forma correcta a leer y, sobre todo, a comprender lo que se lee, es poco probable que se logre formar un interés por aprender.


La lectura es una de las actividades más enriquecedoras que podemos realizar. Permite conocer mundos imaginarios, destacar nuevas ideas y entender perspectivas distintas a la nuestra. Sin embargo, el no tener una correcta alfabetización provoca un rezago en la forma de leer y escribir, e incluso en todo el aprendizaje que adquirimos a lo largo de la vida.

Si desde la vida escolar no se enseña de la forma correcta a leer y sobre todo a comprender lo que se lee, es poco probable que se logre formar un interés por aprender, así como un hábito de lectura. De hecho, organismos internacionales como el UNICEF han señalado que hay una crisis de aprendizajes, la cual se agrava en zonas de América Latina y países de bajos recursos, con la que los estudiantes no logran avanzar debido a su poca o nula compresión de textos.

Abordar nuevos métodos de enseñanza permite reducir estas brechas educativas que con el tiempo se transforman en desigualdades laborales, económicas y sociales. Uno de los métodos actuales que permite hacer un trabajo distinto y con buenos resultados sobre la lectura de comprensión es la neurociencia.

Por qué leer es bueno, según la neurociencia

La lectura es un hábito enriquecedor para las personas.

De acuerdo con la Universidad Anáhuac, la neurociencia es aquella disciplina que estudia el desarrollo, estructura, función, farmacología y patología del sistema nervioso. Debido a que analiza las conexiones cerebrales y su vinculación con la parte externa del cuerpo, permite que se analicen cuestiones como la motricidad, la lingüística y otros procesos que involucran diferentes áreas del conocimiento.

Estudios realizados por instituciones como la Universidad de Stanford y la Universidad de Harvard han demostrado que la lectura regular no solo estimula el cerebro, sino que también puede tener numerosos beneficios para la salud mental y emocional. Así mismo, investigaciones publicadas en las revistas científicas Brain Connectivity y Neuroimage señalan que la lectura puede reducir el estrés y la ansiedad, mejorar la empatía y la inteligencia emocional, y ayudar a prevenir el deterioro cognitivo relacionado con la edad.

Además, la exposición a diferentes puntos de vista y experiencias a través de la lectura puede ampliar nuestra perspectiva del mundo y mejorar nuestra capacidad para relacionarnos con los demás.

Aplicar la neurociencia para aprender a leer

Leer da herramientas múltiples para la vida personal y profesional. 

El rol del cerebro en la lectoescritura es esencial en la educación inicial, ya que proporciona a los docentes herramientas valiosas para mejorar el aprendizaje de los estudiantes y apoyar a quienes enfrentan dificultades, según lo evidenciado por los avances de la neurociencia. Este campo de estudio ha demostrado la conexión estrecha entre el cerebro y el proceso de la lectoescritura, revelando cómo dicha actividad estimula el desarrollo cognitivo.

Los recientes hallazgos en neurociencia resaltan cómo las experiencias de aprendizaje modelan el cerebro a través de sinapsis constantes. Este proceso, que se establece sobre todo en los primeros 15 años de vida, confiere al cerebro cierta plasticidad para seguir adaptándose y fortaleciendo las conexiones neuronales más activas.

La importancia de estas investigaciones recae en que incluso los cerebros ya maduros se alteran estructuralmente con la adquisición de conocimientos. "La lectura es un aprendizaje, no espontáneo; requiere la interacción de varias partes del cerebro que, al interrelacionarse, forman un circuito cerebral", destaca un articulo de la Fundación Germán Sánchez. Además, la lectura y la escritura como medios principales de transmisión de información en la sociedad actual subrayan la necesidad imperiosa de estas habilidades, lo que refuerza la relevancia del conocimiento docente sobre el funcionamiento del cerebro en la educación inicial.

Entender la forma en que el cerebro maneja la lectoescritura permite a los educadores brindar un mejor soporte a estudiantes con dificultades, y al mismo tiempo, comprender cómo este proceso contribuye al desarrollo cognitivo. Mientras los avances de la vida moderna y la acumulación de tensiones pueden desconectar nuestras capacidades cerebrales, el estudio de la neurociencia presenta potenciales soluciones para mejorar las prácticas educativas.

(Fuente: Infobae)