jueves, 18 de diciembre de 2025

Los 10 mejores libros argentinos de 2025

En un año marcado por la incertidumbre política, económica y social, estos fueron los diez libros que mostraron una forma de existir y resistir en un contexto adverso.


La literatura en nuestro territorio continúa siendo una guía en momentos adversos cuando el panorama parece incierto. Alrededor nuestro vemos una desconexión con lo esencial, un contexto económico-político difícil de transitar y un horizonte difuso. La literatura argentina se alza ante esto como una resistencia y una forma de existir en este mundo complejo. En esta selección de libros de crónica, poesía, ensayo y narrativa, aparece la necesidad de reconectar con los otros y con nuestra forma de ver el universo. 

10. Diarios del ruido, de Juan Ibarlucía
Editorial Firpo


Los libros de la Editorial Firpo entran por los ojos: la vibración de los colores, la tipografía y el título situado en la posición que no esperamos. Acá, Juan Ibarlucía nos muestra su diario, su preocupación y su debate sobre el ruido en el que habitamos actualmente. ¿Puede haberse convertido la música en un dispositivo de control y de violencia? 

"¿Cómo nacer y crecer en un mundo de mensajes, imágenes y sonidos autogenerados?", se pregunta el autor en sus apuntes y reflexiones sobre lo que es el arte en tiempos de Inteligencia Artificial, prompts y loops eternos en redes sociales que se reproducen sin mensaje, profundidad o conexión con ningún sentir. Nuevamente, Ibarlucía apuesta al proceso creativo ante una vorágine ruidosa y digital que nos acosa.

9. Un destino común, de Lucrecia Martel
Editorial Caja Negra


En Un destino común, nos encontramos con las apariciones públicas de Lucrecia Martel desde 2009 al 2025 —desde conferencias hasta ensayos, entrevistas y conversaciones con figuras como César González, Leila Guerriero y Carla Simón—reunidas en esta obra que tiene la intención de volver herramienta la voz de una de las directoras más reconocidas de nuestro país.

Martel es un faro en las artes audiovisuales que también posee una postura política y estética. Acá se muestra profundamente humana, nos invita a corrernos de la normalidad y a estar atentos a lo extraterrestre que sucede constantemente sin que lo notemos. En su voz, aparece la posibilidad de ser valientes y de utilizar el arte como la capacidad de meternos donde nadie nos llama.

8. Aplausos, de Nicolás Teté
Editorial Blatt & Ríos


Existe una necesidad básica en nuestra vida: la de ser visto por otros y otras. Nicolás Teté entiende esto a la perfección en un libro de cuentos que abarca veinte relatos breves, diferentes entre sí, pero que todos muestran nuestra fragilidad ante la posibilidad de ser aplaudidos, acompañados y extirpados de la cotidianidad.

Teté combina una narración poética e irónica que juega con nuestras obsesiones de la era digital donde quienes somos realmente está desdibujado. La conexión del autor con la literatura y el cine contemporáneo teje una red que logra que nos identifiquemos con sus personajes profundamente humanos y con los escenarios que muestran vivencias comunes.

Editorial Pixel 


Juan Fernández Marauda nos lleva por la historia de Fausto, quien nos cuenta cómo es su familia, cómo es su pueblo y cómo llegará a la adultez. Una serie de reglas establece cómo utilizar un arma, disparar o identificar al enemigo, pero pareciera que no se explicaran las reglas de cómo sobrevivir. Con la velocidad de un western (situado en la Patagonia), el protagonista recorre todo el relato con un frenesí que hace que la lectura vuele con él.

La familia, los pueblos originarios, el territorio y la violencia forman parte del eje que sostiene el relato, a la vez que Fausto aparece como un personaje contradictorio y lleno de aristas relacionadas a la crueldad y los valores arraigados en nuestra historia. Así, Fortín nos lleva a reconfigurar el desierto y la historia pasada que se renueva constantemente mientras deja grietas imperceptibles de desigualdad y soledad.

6. Una pequeña parte del universo, de Hebe Uhart
Editorial Adriana Hidalgo


Ya hace años que Hebe Uhart empieza a figurar en nuestros espacios. La reivindicación de la autora argentina y profesora de escritura en los circuitos literarios hace que podamos apreciar la calidez y la brillantez de una voz que no fue reconocida durante mucho tiempo.

En esta selección, Uhart analiza la literatura, la filosofía, el griego clásico y la poética de distintos autores. Acostumbrados a sus crónicas y su ficción, acá nos encontramos con una mirada cercana y personal de la autora. Uhart se basa en la observación de lo que la rodea en una obra que contiene una variedad de textos que pueden ser englobados gracias a su mirada inquisitiva y atenta a todo lo que toca.

5. Archivo madre, de Santiago Loza
Vinilo Editora
                                          

Archivo madre nos lleva por el recorrido de Santiago Loza tras la ausencia física de su madre. Un vómito, un collage de pensamientos y sensaciones contradictorias ante la imagen construida de su madre y lo que realmente fue. Un texto híbrido que puede leerse como relato, crónica, diario o poema, en donde aparece el intento de conocer el pasado de su juventud, el pasado reciente y la vida sin ella. "Creo que en estos meses perdí la poesía", dice Loza. La pregunta constante en esta obra puede ser cómo recuperarla después de la tristeza. 

Archivo madre se desarrolla como una expresión en la desesperación de no saber qué decir y qué sentir ante la ausencia. El mismo autor dice: "Un libro que no leo pero aprieto como una tabla de naufragio". Quizás la literatura sea como ese bastón que nos sostiene ante la ausencia de quienes amamos. 

4. Arderá el viento, de Guillermo Saccomanno
Editorial Alfaguara
                                                 

Guillermo Saccomanno sabe sobre la construcción de la comunidad. Sabe cómo nos queremos, nos odiamos, cómo sucumbimos ante las pasiones, las locuras y los errores. Sabe que la comunidad es un collage de personas con matices diversos. En su habilidad indudable de retratar la argentinidad, nos transporta a una historia donde hay situaciones que parecen horrorosas para la moral, pero son parte de todos nosotros: los amoríos, la corrupción, las familias extrañas, los misterios que parecen sobrenaturales.

A lo largo del libro, construye una comunidad a lo Lorca, a lo Puig o a lo Twin Peaks en la Costa Atlántica, donde el deterioro social y las grietas presentes en los vínculos son dos temáticas que atraviesan esta villa que pareciera no estar situada en ningún lugar real. Gracias a la descripción, el drama y los conflictos, Saccomanno nos muestra las problemáticas presentes en todas las comunidades que conocemos.

3. La curva del tiempo, de Diana Bellessi
Editorial FCE
                                               

Cuando hablamos de Diana Bellessi y el encuentro con la naturaleza, hablamos con la percepción de lo que nos hace elevarnos hacia lo mítico y fuera de nosotros. En la poesía de Bellessi no hay remate, no hay momento de explosión; todo se desarrolla desde la contemplación y la quietud de quien observa la belleza de nuestro alrededor.

En La curva del tiempo, casi como un arrullo, casi como un susurro, la autora nos lleva a navegar por el Delta, por África, por el amor y hacia la inevitable muerte de las cosas. La naturaleza es la encargada de recordarnos nuestra pequeñez en este mundo y la importancia de lo que persiste sin nosotros en este plano, mientras la poesía, la prosa y la literatura aparecen como un modo de alcanzar la eternidad. 

2. Hija biográfica, de Romina Paula
Editorial Entropía
                                           

En Hija biográfica, Romina Paula juega con la posibilidad de construir otra forma de ser familia. Entre las montañas y ese halo místico que pueden dar las sierras cordobesas, el personaje de Leonor se pregunta por la historia de su madre adoptiva, Leticia, para encontrar respuestas sobre quién fue y quién es ahora. 

En los capítulos cortos que constituyen la novela, Leonor se encuentra con Camila, una joven compañera quien recepta las historias que le cuenta la protagonista. Así, entre el binomio de sangre y familia, Leonor crece acompañada por la poesía, la música y las sensaciones de quien descubre su camino.

1. El buen mal, de Samanta Schweblin
Penguin Random House


Ganadora de numerosos premios, Samanta Schweblin se posiciona como una de las escritoras argentinas que más resuenan en los últimos años a nivel internacional. Schweblin bucea en el terror más profundo y sórdido que poseemos: el de nuestras cabezas. En El buen mal, los protagonistas luchan contra un impulso sangriento y vulnerable por sobrevivir ante el deber ser, la muerte y la soledad. 

Son personas profundamente humanas que conviven en sociedades donde lo monstruoso es castigado o censurado. Niños y adultos conforman un universo que nos acorrala y que muchas veces nos negamos a ver. La autora abre su último libro de cuentos con una frase de Silvina Ocampo: “Lo raro siempre es más cierto”. En definitiva esta obra es una representación de eso, sobre lo verdadero y la necesidad de ser sincero con lo que realmente somos.

(Fuente: IndieHoy)