Desde 2021, cada 2 febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales con la finalidad de generar conciencia sobre la urgencia de revertir su pérdida y promover su conservación y restauración a nivel global.

Uno de los ecosistemas que proporcionan la mayor parte del agua dulce son los humedales. Además, son capaces de retener y almacenar carbono a un ritmo hasta 55 veces más rápido que el bosque lluvioso tropical.
¿Qué es un humedal?
Los humedales son zonas de acumulación de agua de baja profundidad, donde el agua es el principal factor controlador del medio y la vida vegetal y animal asociada a él. Un humedal es un área de tierra que está inundada de manera temporal o permanente, ya sea de forma natural o artificial y que tiene características distintivas que la diferencian de otros tipos de ecosistemas acuáticos o terrestres.

Existen humedales de tres tipos. Los continentales se refieren a las marismas (terreno bajo y pantanoso), lagos, ríos, llanuras de inundación, tuberas y pantanos. También existen los costeros, formados por marismas de agua salada, estuarios, manglares, lagunas y arrecifes de coral. Por último, los humedales artificiales, como los estanques piscícolas, arrozales y salinas.
Los humedales se distinguen también por las características particulares de sus suelos y por la presencia de plantas y animales adaptados a las condiciones de inundación o de alternancia de períodos de anegamiento y sequía. De esta manera, los humedales no son necesariamente transiciones entre los sistemas acuáticos y terrestres, sino que poseen características estructurales y funcionales propias, que los diferencian de unos y otros.
Cuál es la importancia de los humedales
Si bien solo ocupan aproximadamente el 6% de la superficie terrestre, los humedales albergan el 40 % de todas las especies de plantas y animales.
Estos ecosistemas actúan como filtros naturales, purificando el agua y brindando hábitats esenciales para aves migratorias y diversas especies acuáticas. Además, su capacidad para retener agua contribuye a prevenir inundaciones y a recargar los acuíferos, elementos cruciales en medio de la creciente crisis hídrica que afecta a la región.

La diversidad biológica dentro de ellos desempeña un papel fundamental en la salud humana, el suministro de alimentos y diversas actividades económicas, como la pesca y el turismo, generando empleo.
Más de mil millones de personas, aproximadamente una octava parte de la población mundial, que residen en áreas rurales y urbanas dependen directamente de los humedales como medio de subsistencia. Estos ecosistemas desempeñan un papel vital en el sustento de comunidades en todo el mundo.
Cómo educar para preservar los humedales
Integrar el conocimiento sobre los humedales en las aulas de educación básica es fundamental. Al comprender la importancia de estos ecosistemas, los estudiantes no solo adquieren conciencia ambiental, sino que también se convierten en defensores activos de la conservación.
La educación ambiental desde temprana edad es la clave para forjar una sociedad comprometida con la preservación de los humedales y la sostenibilidad a largo plazo.

Los humedales no solo sirven como refugio para una biodiversidad única, sino que también desempeñan un papel fundamental en la regulación del ciclo del agua, actuando como guardianes naturales frente a eventos extremos.
El problema de extinción y preservación de los humedales puede abordarse, por ejemplo, desde el aprendizaje basado en problemas dentro de las aulas escolares, para saber cómo es que los estudiantes pueden revertir el daño de la huella humana dentro de uno de estos ecosistemas.
Crisis hídrica en México y Latinoamérica
La escasez de agua es una realidad apremiante en México y América Latina. Comunidades enteras enfrentan la amenaza constante de sequías, exacerbando la presión sobre los recursos hídricos.
Tan solo en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) la crisis hídrica está afectando a millones de familias de la capital del país, así como del Estado de México, pues los recortes de agua cada vez son más frecuentes debido al problema del Sistema Cutzamala.

En México, los humedales son las lagunas costeras de baja profundidad con sus pastizales marinos, marismas (ecosistema húmedo con plantas herbáceas que crecen en el agua), oasis en los desiertos, manglares y petenes (formaciones vegetales existentes en el paisaje y en la geografía de la península de Yucatán), humedales herbáceos de agua dulce y selvas inundables. Esta gran variabilidad conjunta una enorme cantidad de especies de flora y fauna y por tanto una alta biodiversidad, por lo que son considerados como los ecosistemas con la mayor riqueza natural.
A nivel global, se calcula que los humedales cubren aproximadamente 12.1 millones de km2. Sin embargo, la Perspectiva Mundial sobre los Humedales estima que su extensión ha disminuido rápidamente, con pérdidas del 35 % desde 1970. Esta pérdida o degradación de los humedales tiene efectos negativos en la naturaleza y las personas. Las principales presiones sobre los humedales se relacionan con cambios en el uso del suelo (urbanización, deforestación, rellenos, etc.), alteraciones en la dinámica del agua (por extracción, intercepción, desvíos, etc.), extracciones (pesca, maderas, pasturas, etc.), contaminación (agrícola, industrial y doméstica), introducción de especies exóticas invasoras y el cambio climático.
(Fuente: Infobae)