viernes, 4 de abril de 2025

Dejar de fumar con IA: cuando la tecnología se complementa con la fuerza de voluntad

Aplicaciones que detectan patrones y ofrecen estímulos en tiempo real están ayudando a miles de personas a abandonar el tabaco.

La tecnología contra el tabaco: un clic para dejar de fumar (Foto: Freepik).

Martina juró que sería su último cigarrillo. Julián gastó fortunas en parches y chicles de nicotina. Sofía intentó de todo, pero siempre recaía. Sin embargo, la solución que finalmente los ayudó a dejar de fumar no fue únicamente la pura fuerza de voluntad ni los métodos tradicionales, sino la inteligencia artificial.

Desde los 18 años, Martina, ahora de 32, fumaba de manera habitual. A pesar de varios intentos por dejarlo, siempre recaía en reuniones sociales. Todo cambió cuando probó SmokeFree, una app que analiza patrones de consumo y envía mensajes motivacionales en momentos clave. Además, le muestra el dinero ahorrado y los beneficios para su salud. Seis meses después, sigue sin tocar un cigarrillo.

Julián, diseñador gráfico de 40 años, había probado innumerables métodos sin éxito. Finalmente, descubrió MindCotine, una aplicación de realidad virtual que lo exponía a sus "situaciones límite", entrenando su mente para resistir la tentación. Con el tiempo, su ansiedad disminuyó y logró abandonar el cigarrillo definitivamente.

Sofía, de 27 años, encontró en Kwit un aliado inesperado. La app transformó su lucha en un juego: cada día sin fumar le otorgaba puntos y logros. La sensación de progreso y recompensa la mantuvo motivada. Hoy, celebra un año libre de tabaco.

Historias como estas reflejan una tendencia global: en un mundo donde la voluntad a veces no alcanza y los métodos convencionales fallan, la inteligencia artificial se convierte en un aliado inesperado. Sin embargo, a pesar de los avances tecnológicos, el tabaco sigue siendo una de las principales causas de muerte prevenible.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020, el 22,3% de la población mundial fumaba y más de 8 millones de personas murieron a causa del tabaco, 1,3 millones de ellas por exposición al humo ajeno. Desde el año 2000, el consumo global de tabaco cayó un 33% gracias a regulaciones estrictas, como impuestos más altos y prohibiciones en espacios cerrados. Sin embargo, el consumo entre los jóvenes sigue siendo preocupante: más de 2,5 millones de adolescentes comenzaron a fumar en 2020.

¿Puede la tecnología vencer al cigarrillo?

El futuro de la lucha contra el tabaco podría estar en la inteligencia artificial, la realidad virtual y la "gamificación". Estas herramientas están transformando la forma en que miles de personas enfrentan una adicción que durante décadas pareció imposible de erradicar.

Las aplicaciones móviles están a la vanguardia de esta revolución. Ya no se limitan a ofrecer recordatorios o gráficos motivacionales: muchas funcionan como asistentes digitales capaces de identificar los momentos de mayor riesgo y actuar en tiempo real.

Un estudio publicado en Nicotine and Tobacco Research destaca a Quit Sense como una posible clave en esta batalla. Desarrollada con inteligencia artificial, esta app aprende los hábitos del usuario y detecta situaciones en las que es más probable que recaiga, como el café de la mañana o momentos de estrés. Cuando esto sucede, envía mensajes personalizados para ayudar a evitar el impulso de fumar.

Los resultados son prometedores. En un ensayo clínico liderado por investigadores de la Universidad de Cambridge, 209 fumadores probaron la aplicación. Quienes la usaron tuvieron cuatro veces más probabilidades de dejar el cigarrillo que aquellos que recurrieron a métodos convencionales de apoyo online.

Aun así, el desafío persiste. ¿Puede una app realmente romper la asociación entre el cigarrillo y la rutina diaria? ¿Qué pasa con el hábito de fumar después de una comida o en una charla con amigos? La tecnología avanza, pero la naturaleza humana sigue siendo la misma. Algunos usuarios desinstalarán la app y volverán al tabaco en cuestión de minutos. Otros, en cambio, encontrarán en la inteligencia artificial el apoyo que siempre necesitaron.

Con todo, lo cierto es que la IA no hace milagros, pero sí puede aumentar las probabilidades de éxito. Y en la lucha contra el tabaco, cada ayuda cuenta. ¿Será esta la clave definitiva para decirle adiós al cigarrillo?

(Fuente: Agencia de Noticias Científicas / UNQ)

De Alejandría a Wikipedia, el francés Christian Jacob cuenta la fascinante historia de las bibliotecas

El historiador, autor de "De los mundos letrados a los lugares de saber", analiza la evolución de estos espacios. "Tienen un poder generador de sueños, lenguaje y conocimiento", resumió.

(Foto: composición propia).

Si un lector ingresa a un laboratorio científico, un taller de imprenta, el "studiolo" (o gabinete de curiosidades) de un erudito renacentista o una biblioteca medieval, se planteará varios interrogantes. ¿Qué verá? ¿Cómo estarán organizados estos lugares? ¿Cuál sería su mobiliario? Y, con respecto a los actores involucrados: ¿Qué harían?

A partir de estas preguntas iniciales, el historiador francés Christian Jacob comenzó a bosquejar su obra "De los mundos letrados a los lugares de saber" (editado en Argentina por Ampersand), en donde consideró el espacio para cultivar conocimientos en diferentes escalas: el país, la ciudad, el distrito de esta urbe, un edificio, una sala de aquel espacio, una mesa allí ubicada, un libro, una página de ese ejemplar, etc.

Formado en la corriente de la antropología de los mundos antiguos, representada en Francia por los historiadores Jean-Pierre Vernant, Marcel Detienne y Pierre Vidal-Naquet, los primeros trabajos de Jacob se centraron en las representaciones y la construcción del espacio, en los geógrafos griegos, y más tarde en la historia de la cartografía y sus efectos intelectuales. "En mi trabajo como historiador de la antigüedad, investigué primero, la aparición y el desarrollo de bibliotecas en Grecia y Roma como por ejemplo las bibliotecas de las escuelas filosóficas, como el Liceo de Aristóteles; luego, bibliotecas reales en Alejandría y Pérgamo y, finalmente, bibliotecas públicas y grandes colecciones privadas en Roma", detalla.

Según Jacob, las bibliotecas "materializan la tradición, el patrimonio, la identidad y la memoria" (Foto: Freepik).

Según él, en términos generales, las bibliotecas a lo largo de la historia siempre fueron algo más que la suma de los libros que contenían. "Materializan la tradición, el patrimonio, la identidad y la memoria; reúnen el tiempo en un orden espacial; construyen un orden intelectual y simbólico; y tienen un poder generador, de sueños, lenguaje y conocimiento", resumió el académico francés.

Las fuentes del saber

Si se considera a la "Historia Natural" de Plinio el Viejo (siglo I d.C.) como la única gran enciclopedia que, realmente, nos llegó desde la Antigüedad clásica, el Hombre se halla frente a un dispositivo particular. "Es una obra individual, concebida con un plan general y un objetivo intelectual, filosófico y político particular, que reflejaba la personalidad y el proyecto de Plinio", resumió Jacob.

Según él, en este tipo de trabajos individualistas, existe un "autor" claramente identificable, que aparece a lo largo del texto. Y así lo amplió: "Este autor fue el responsable de la selección de fuentes e información, y de su distribución en el plan general de su enciclopedia, recopilando hechos de un vasto corpus de fuentes griegas, romanas, archivísticas, orales, antiguas y contemporáneas, y es la escritura enciclopédica la que asegura su coherencia y unidad".

La literatura académica de la Antigüedad, según Jacob, se sitúa entre distintos modelos. Por un lado figura el conocimiento natural secularizado y racionalizado de los presocráticos, que abarca física, astronomía y cosmología. Luego, se encuentran las pretensiones enciclopédicas de los sofistas del siglo V a.C., desafiadas por Sócrates y Platón, quienes cuestionaron los mismos cimientos de todo conocimiento y el estatus de la verdad.

Y, por último, surgiría el proyecto intelectual de Aristóteles y sus discípulos. "Ellos tenían el fin de investigar los mundos físicos, animales y humanos, y de situar estos tratados especializados dentro de una estructura general, que puede describirse como enciclopédica, tanto por su finalidad globalizadora como por sus marcos epistemológicos", explicó el autor.

El historiador francés se enfocó, al comienzo, en el estudio del desarrollo de las bibliotecas en Grecia y Roma (Foto: Freepik).

Continuando con el universo griego, Jacob explicó que "la canonización de ciertos textos adoptó otras formas, como las representaciones de los cantores", su lugar en los planes de estudio de las escuelas elementales, pero también su omnipresencia en las artes figurativas, tal es el caso, por supuesto, de la épica homérica: la Ilíada y la Odisea. "El dominio de los autores clásicos, la capacidad de citarlos de memoria, y la habilidad de leer libros en voz alta, eran todas señas de la 'paideia', una cultura compartida que, también, era signo de pertenencia social y educación", argumentó Jacob.

Vale recordar que, en cualquier sociedad de aquel entonces, la literatura cumplía una función de identidad, pero sin olvidar que, dicho poder no se limitaba solo a los escritos. "Las culturas puramente orales también contaban con tradiciones poéticas y narrativas, el ejemplo de Grecia es interesante, en la medida en que una literatura escrita y una cultura lectora emergerán de representaciones orales y colectivas", afirmó el historiador.

En el caso del extinto Museo de Alejandría ("Museion", el templo de las musas), Jacob comentó que los gramáticos jugaron un papel importante en la edición y el comentario de los poemas antiguos, así como de secciones enteras de la literatura griega, estableciendo los cánones de poesía, elocuencia, tragedia y comedia. Por ello, el académico francés destacó la transición entre la difusión de la literatura -mediante representaciones, canciones y rituales- y el surgimiento de una literatura para lectores y amantes de los libros.

Aristóteles, quien junto a sus discípulos, según Jacob, "tenían el fin de investigar los mundos físicos, animales y humanos" (Foto: Wikimedia Commons).

La "lección de Alejandría"

Jacob orientó su trabajo académico en dirección a la antigua ciudad portuaria de Alejandría, Egipto, a partir del siglo III antes de Cristo (apoyado en los inmensos fondos de la biblioteca museística de aquel entonces) enfocado en la producción de múltiples tratados, compilaciones y léxicos que generaron nuevos campos de conocimiento.

En contexto, la antigua Biblioteca de Alejandría tenía como objetivo reunir todos los libros del mundo, campos del conocimiento y géneros literarios. "Fue un arma de poder blando, un proyecto político centralizado, inscrito en el palacio real de la dinastía ptolemaica. Los literatos, gramáticos y eruditos que trabajaban allí debían transformar la acumulación exponencial de rollos de papiro en un espacio ordenado, regido por la clasificación, destacando la cartografía de las obras y su datación", resaltó Jacob.

Alejandría fue también, según el especialista, el lugar donde la biblioteca se convirtió en un "horizonte intelectual polígrafo", que reunió todo lo confiado a la palabra escrita del mundo griego. Bastaba solo pensar que los eruditos, que trabajaron allí, tenían a su disposición el archivo escrito completo de toda una civilización, desde las grandes obras literarias hasta los tratados más especializados.

El historiador francés Christian Jacob (Foto: Frédérique Jouval).

Por ello, "la lección de Alejandría", tal cual lo resume el historiador francés fue, en su opinión, el espacio que dio lugar a las primeras bibliografías universales, como las Tablas de Calímaco (nacido en Cirene, actual Libia, y responsable del Pinakes, uno de los primeros catálogos de libros) que, más allá de aquella región egipcia, jugó un rol fundamental como inventario de referencia, algo similar -acá en el tiempo- al catálogo general de las bibliotecas nacionales. "Eso sí, los textos griegos que nos han llegado, no provienen de las colecciones de la Biblioteca de Alejandría que fue destruida por el fuego, no por Julio César, sino durante la guerra del emperador Aureliano contra la reina Zenobia de Palmira, por el año 273", completó el erudito.

Por último, la Biblioteca de Alejandría ocupó un "sitio de crítica sobre la autenticidad de los textos y su atribución". Por ende, fue el momento en que el corpus de autores importantes, como los oradores áticos, fue depurado de textos que les habían sido falsamente atribuidos. "Para identificar un libro, los catálogos indicaban el número de rollos y, a veces, el 'incipit' del texto", agregó Jacob acerca del arcaico método de catalogación.

La Biblioteca de Alejandría, un tema medular en la investigación de Jacob (Foto: Wikimedia Commons).

El libro y los "mojones" en la comunicación

Ya sea hablando de tablillas de madera, con letras grabadas en cera, rollos de papiro que se despliegan sujetándolos con ambas manos -y recorriendo columnas paralelas de texto-, o los primeros códices, en forma de hojas de pergamino dobladas, encuadernadas o no, "el libro es un objeto material y la lectura es un proceso gestual, visual, mental y vocal", reflexiona el especialista.

El soporte, según él, también determina cómo se inscribe el texto, su organización espacial, su disposición, su ritmo visual y su prosodia discursiva. "La historia del libro es una historia de las metamorfosis gráficas de los textos, no solo a través de los diferentes sistemas de escritura y sus convenciones, sino también a través del aparato de navegación que guía al lector: paginación, numeración de líneas y párrafos, títulos y subtítulos, notas al pie, índices, tablas de contenido, entre otros", desglosó el historiador.

Jacob, además, reveló que si tuviera que destacar tres hitos históricos en materia comunicativa, el primero que resaltaría sería la publicación en 1985 del CD-ROM (sigla que significa Compact Disc Read-Only Memory). "Pertenecía al Thesaurus Linguae Graecae, desarrollado por la Universidad de Irvine y el Packard Humanities Institute. Toda la literatura griega antigua, desde Homero hasta la era bizantina, en un CD, con software de consulta y operadores booleanos. Fue una revolución", escribió con entusiasmo.

Grabado de 1876 que recrea el incendio que quizás destruyó parte de la Biblioteca de Alejandría (Foto: Wikimedia Commons).

Para Jacob, el segundo avance comunicacional fue el desarrollo exponencial del correo electrónico e Internet. "Resultó una revolución en la comunicación, particularmente científica y académica, que abrió la puerta a listas de correos de dichos ámbitos y múltiples intercambios con colegas de todo el mundo. En cuanto a Internet, conocemos el impacto gigantesco de la web como fuente de información, archivo de conocimiento y herramienta de trabajo", resumió.

Y, por último, destacó el desarrollo de revistas y libros electrónicos online. "Renovaron la publicación académica, los jóvenes investigadores de hoy ya no están atados al imperativo de construir bibliotecas materiales personales", dice.

El CD-ROM, uno de los hitos de la comunicación para Christian Jacob (Foto: Freepik).

Para él, esta "miniaturización y especialización de los tratados académicos evade una visión sintética y estructurada. Se debe recontextualizar datos tomados de libros anteriores, estas compilaciones anticiparon una de las reglas de Wikipedia, que es usar únicamente información con fuentes, ya que la forma del catálogo potencialmente se presta a adiciones continuas, del mismo modo que las páginas de Wikipedia se prestan a múltiples modificaciones, 'formas abiertas', como decía Umberto Eco", cita.

En resumen, una obra fascinante para quienes deseen ahondar en el gigantesco -y a veces desmesurado- mundo de las bibliotecas.

(Fuente: Infobae / redacción propia)

Para leer el fin de semana: el escritor ateo que viajó con el Papa, lo nuevo de Fernando Aramburu y cómo movernos sin prejuicios

Tres títulos disponibles en formato digital para volar con la mente y estar mejor con el cuerpo, a precio más que accesible. No se necesita ningún dispositivo especial, se leen en cualquier computadora o móvil. También una cuarta publicación gratis, que responde a las angustias sobre la crianza de nuestros hijos.

(Foto: composición propia).

¿Tenemos tiempo para leer literatura, tenemos el deseo de hacerlo? En la vorágine de la vida cotidiana puede creerse que no. Sin embargo, algunos datos parecen desmentir esta idea. La lista de los libros más vendidos en grandes cadenas -como, en nuestro país, Cúspide y Yenny/El Ateneo- muestran que los títulos que más se llevan los lectores son, justamente, literatura y, sobre todo, ficción.

Pero, además, leemos para estar bien, leemos para manejar distintos aspectos de la vida, las relaciones, el cuerpo. Hay libros sobre lo uno quiera, a quien le interese la vida le interesará algún libro. A continuación, cuatro sugerencias.

(Foto: composición propia).

• Hombre caído, de Fernando Aramburu

¿Y si una mujer deja de cuidar a sus padres enfermos para dedicarse a fotografiar ardillas en un parque? ¿Y si un joven cree que hizo justicia por mano propia tras una agresión sufrida por su hermano? "Hombre caído" presenta relatos donde cada protagonista toma decisiones drásticas ante escenarios cotidianos. Como el padre que encuentra un relato inesperado al comprar un peluche de segunda mano. O el hombre que cae en la calle mientras los peatones observan sin poder intervenir.

Aramburu conmovió al mundo con "Patria", la historia de un empresario vasco asesinado por ETA y de su familia, y de cuando la viuda decide volver al pueblo, y de los vecinos que están con ETA y tienen ese hijo que... ¿acaso es quien lo mató?

Los relatos de este volumen caído no son parte de la serie "Gentes vascas", en la que el autor revisó la difícil historia de su nación. Estos relatos, aunque diversos en superficie, comparten una mirada común sobre la condición humana y su fragilidad. Según se plantea en la obra, las historias se mueven entre la emoción y el terror, el absurdo y la sorpresa, la angustia y una inquietante normalidad. A través de estos contrastes, el autor disecciona las complejidades de las relaciones humanas y las emociones más profundas que atraviesan la vida cotidiana.

Para comprar y descargar, hacer click aquí.

(Foto: composición propia).

• El loco de Dios en el fin del mundo, de Javier Cercas

Como cuenta Beatriz Martínez en su crónica, "estaba Javier Cercas firmando libros en Turín cuando su editora italiana le dijo que un señor del Vaticano quería hablar con él. Se trataba de Lorenzo Fazzini, director de la editorial de la Santa Sede y tenía una propuesta de lo más insólita que hacerle: que acompañara al Papa Francisco en su visita a Mongolia e hiciera un libro con el material que él creyera conveniente. Sería, según sus palabras, la primera vez que el Vaticano abriría las puertas a un escritor y le prometían tener una absoluta libertad".

Nada menos y nadie menos que Javier Cercas, el autor de "El impostor" o "Soldados de Salamina". Que fue el primer sorprendido por la oferta. Y empieza el libro diciendo: "Soy ateo. Soy anticlerical. Soy un laicista militante, un racionalista contumaz, un impío riguroso. Pero aquí me tienen, volando en dirección a Mongolia con el anciano vicario de Cristo en la Tierra, dispuesto a interrogarle sobre la resurrección de la carne y la vida eterna. Para eso me he embarcado en este avión: para preguntarle al papa Francisco si mi madre verá a mi padre más allá de la muerte, y para llevarle a mi madre su respuesta. He aquí un loco sin Dios persiguiendo al loco de Dios hasta el fin del mundo".

En definitiva, el texto se centra en el actual pontífice, el primer papa jesuita y latinoamericano, quien eligió llamarse como San Francisco de Asís, conocido por referirse a sí mismo como "el loco de Dios". A partir de esta figura, el libro explora múltiples temas relacionados con la religión, las creencias y la historia, tanto en su dimensión pasada como en la actualidad y lo que podría venir en el futuro.

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Foto: composición propia).

• Muévete como un humano, de Lara Cid

En un mundo donde el sedentarismo se ha convertido en la norma, Lara Cid, entrenadora de fitness y experta en movimiento, lanza un mensaje claro: "Nuestro cuerpo no está hecho para ser rígido, duro y con tensiones". De eso se ocupa en su nuevo libro, "Muévete como un humano", donde busca replantear nuestra relación con el ejercicio y el bienestar corporal.

La obra busca desafiar las prácticas actuales de fitness que priorizan la estética sobre la funcionalidad, promoviendo un enfoque más natural y variado del movimiento. Cid argumenta que, a lo largo de millones de años, los humanos evolucionaron para moverse de manera natural, caminando, corriendo y trepando. Sin embargo, en el último siglo, el trabajo pasivo frente a pantallas ha llevado a una pérdida de capacidades esenciales como la flexibilidad y la fuerza.

Además, Cid destaca la relación entre la respiración y el estrés, y sugiere que una respiración adecuada puede ayudar a regular la ansiedad sin necesidad de meditación. También busca desmentir varios mitos sobre el ejercicio físico. Entre ellos, la creencia de que caminar descalzo es perjudicial para la salud, que la flexibilidad es exclusiva de las mujeres o que la fuerza es sólo para los hombres.

Cid aboga por una visión más inclusiva y natural del movimiento, alejándose de los estándares del fitness tradicional que, a menudo, promueven conductas tóxicas hacia el ejercicio. Su objetivo es que las personas vean el movimiento como una experiencia gratificante y no como una obligación.

Para comprar y descargar, hacer click aquí.

(Foto: composición propia).

• Crianza para padres cansados, de Luciano Lutereau y Trinidad Avaria

"Una parentalidad responsable empieza cuando uno renuncia al amor de los hijos", desafiaba Luciano Lutereau en una nota sobre "Crianza para padres cansados". ¿Renunciar al amor de los hijos? ¿En serio? "Si todo va bien, seremos amados por añadidura, por cumplir con nuestras funciones de cuidado y protección; pero si buscamos deliberadamente el amor de nuestros hijos como condición para nuestra seguridad personal, para validarnos en nuestros roles y en la vida misma, seremos una fuente de problemas para ellos", explica.

Mucho de la crianza, de cómo somos como padres, de cuánto descuidamos queriendo ser cercanos, de cuánto no vemos, a qué no nos atrevemos y cuánto nos cuestan los límites, mucho de todo eso se puso en discusión a partir del lanzamiento de la serie británica "Adolescencia" y su enorme repercusión. Y de esto se ocuparon -sin recetas pero con convicción- los psicoanalistas Luciano Lutereau y Trinidad Avaria en este libro.

Uno de los objetivos del libro es ofrecer herramientas para que los padres comprendan cuál debe ser su rol dentro de la crianza contemporánea, marcada por exigencias sociales y culturales que, según los autores, pueden generar incertidumbre. La obra plantea cómo mantener la autoridad parental sin dejar de lado la escucha activa hacia los hijos, y analiza el riesgo de que el hogar termine funcionando como una "asamblea deliberativa". Desde esta perspectiva, se propone un equilibrio entre atender las necesidades y opiniones de los niños y conservar la capacidad de orientación propia de los adultos.

"Chicos chicos problemas chicos, chicos grandes problemas grandes", dice el refrán, y eso es lo que se ve en la mencionada serie tan de moda. Y piensan los autores: "La cuestión es qué hacemos los padres con la angustia que nos produce el crecimiento de nuestros hijos, a sabiendas de que por motivos personales -e inconscientes- no toleramos del todo ese crecimiento".

Para descargar gratuitamente, hacer click aquí.

(Fuente: bajalibros.com / Infobae)

jueves, 3 de abril de 2025

Se reedita "Blow by Blow", el álbum de Jeff Beck que reinventó la guitarra instrumental

Lanzado hace 50 años, marcó un antes y un después en la fusión del rock con el jazz y el funk. Los roles clave de George Martin y Stevie Wonder.

Jeff Beck (Foto: Wikimedia Commons).

A findes de marzo de 1975, hace medio siglo, Jeff Beck, el virtuoso guitarrista británico, lanzó "Blow by Blow", que marcó un hito en la música instrumental y consolidó su transición hacia el jazz fusion y el funk rock.

Este trabajo, producido por el legendario George Martin, conocido por su colaboración con The Beatles, alcanzó el puesto número 4 en la lista Billboard 200 y obtuvo la certificación de platino por la RIAA.

Proceso de grabación y músicos participantes

Tras la disolución del trío Beck, Bogert & Appice en 1974, Beck se inspiró en el sonido de bandas como Mahavishnu Orchestra y en álbumes como "Spectrum" de Billy Cobham. Decidido a explorar nuevas direcciones musicales, reunió a un grupo de talentosos músicos para la grabación en los estudios AIR de Londres en octubre de 1974.

La alineación incluyó a Max Middleton en teclados, Phil Chen en bajo y Richard Bailey en batería. Además, Stevie Wonder contribuyó componiendo dos temas: "Cause We've Ended as Lovers" y "Thelonius", y tocó el clavinet en este último. George Martin, desde la producción, aportó su experiencia en los arreglos orquestales que enriquecen el álbum.

Reseña de los temas

• You Know What I Mean: tema de apertura con un marcado ritmo funk, donde el clavinet y la batería establecen una base rítmica sobre la cual Beck despliega su característico estilo guitarrístico.

• She's a Woman: versión instrumental del clásico de Lennon/McCartney, destacada por el uso del talkbox por parte de Beck, añadiendo una dimensión vocalizada a su interpretación.

• Constipated Duck: pieza que exhibe la destreza técnica de Beck, con cambios rítmicos y una interacción dinámica entre la guitarra y la sección rítmica.

• Air Blower: composición que fusiona elementos de jazz rock, permitiendo amplias improvisaciones y destacando la sinergia entre los músicos.

• Scatterbrain: tema complejo con influencias de Mahavishnu Orchestra, caracterizado por su estructura intrincada y solos virtuosos, complementados por arreglos orquestales de Martin.

• Cause We've Ended as Lovers: emotiva balada compuesta por Stevie Wonder, dedicada al guitarrista Roy Buchanan. Beck interpreta con profunda sensibilidad, creando una de las piezas más memorables del álbum.

• Thelonius: el otro aporte de Wonder, este tema vibrante y rítmico destaca por el clavinet y la interacción entre los instrumentos, rindiendo homenaje al pianista Thelonious Monk.

• Freeway Jam: composición de Max Middleton que se convirtió en un clásico en los conciertos de Beck, conocida por su riff pegajoso y energía contagiosa.

• Diamond Dust: pieza final y la más extensa del álbum, caracterizada por su atmósfera introspectiva y arreglos orquestales, ofreciendo un cierre contemplativo al viaje musical.

Cubierta del legendario álbum (Foto: Youtube).

"Blow by Blow" representó una desviación audaz de las tendencias predominantes en el rock de la época, introduciendo una fusión sofisticada de jazz y funk. La maestría técnica de Beck y su capacidad para transmitir emoción sin necesidad de letras consolidaron su reputación como "el guitarrista de los guitarristas".

El álbum no sólo influyó en contemporáneos, sino que también inspiró a generaciones posteriores de músicos, estableciendo un estándar en la música instrumental y reafirmando la guitarra como un medio expresivo central en el rock.

(Fuente: Noticias Argentinas)

Viaja en el tiempo: así se puede ver cómo era nuestro barrio en el pasado con Google Maps

Sin instalar nada, se pueden ver fotos callejeras de años anteriores que revelan cambios urbanos o detalles que ya no existen. Todo eso, desde la comodidad de un teléfono o computadora.  

(Foto: Freepik).

No hace falta una máquina del tiempo ni un dispositivo futurista. Hoy, cualquier persona con acceso a internet puede retroceder más de una década y ver cómo lucía su calle, su barrio o incluso la fachada de su casa. Todo gracias a una función poco conocida de Google Maps que permite acceder a imágenes históricas capturadas por los vehículos del proyecto Street View desde 2007.

Desde su lanzamiento en 2005, Maps dejó de ser una simple herramienta para buscar direcciones y se convirtió en una plataforma integral para explorar el mundo. Entre sus funciones menos conocidas está la posibilidad de revisar registros visuales del pasado.

Así se puede activar la vista del pasado de Google Maps

Esta herramienta funciona tanto en computadoras como en dispositivos móviles, y su uso es sencillo. Para acceder desde un teléfono Android o iPhone, sólo se necesita abrir la aplicación, buscar una dirección o mantener presionado sobre un punto del mapa para fijar una "tachuela".

Una vez que aparece la vista previa de Street View, se toca el centro de la imagen. En la parte inferior habrá una opción llamada "Ver más fechas". Al seleccionarla, se desplegará un menú con las imágenes disponibles tomadas en años anteriores.

Desde una computadora, el procedimiento es similar. Se abre Google Maps desde el navegador, se introduce una dirección o se hace clic sobre cualquier sitio que tenga cobertura de Street View. En la parte inferior derecha aparecerá una miniatura: al hacer clic, se accede a la imagen de calle. Si existen registros de distintas fechas, se mostrará una línea de tiempo (ver imagen debajo). Sólo se debe deslizar y elegir el año que se quiera explorar.

Se puede visitar un lugar en diferentes años y ver cómo estaba constituida la distribución urbana (Foto: captura de pantalla).

La primera reacción de muchos usuarios al usar esta función es la sorpresa. Al retroceder a una imagen de 2008 o 2012, es posible reencontrarse con una versión anterior del vecindario. La imagen puede despertar recuerdos, evocar historias familiares o marcar visualmente el paso del tiempo.

Además del interés personal, esta herramienta es útil para quienes desean analizar cómo evolucionó una zona. Urbanistas, arquitectos y documentalistas suelen utilizarla para comparar etapas del desarrollo urbano. En ocasiones, incluso ha sido clave en investigaciones criminales o proyectos de recuperación histórica, donde contar con una vista previa de un entorno en otro momento ha permitido reconstruir contextos.

Qué beneficios puede traer la opción de Google Maps

Aunque mirar el pasado puede parecer un simple ejercicio de curiosidad, la utilidad de esta opción trasciende lo emocional. Personas interesadas en adquirir una propiedad pueden observar si una calle era tranquila hace diez años, si un edificio estaba en construcción, o si una zona era más verde antes de que se desarrollaran obras nuevas.

Para negocios también representa una oportunidad de mostrar su evolución. Desde reformas en una fachada hasta el crecimiento de un centro comercial, todo queda registrado visualmente y puede ser útil para estrategias de comunicación o análisis comercial.

En ciudades donde el crecimiento urbano ha sido acelerado, las imágenes históricas permiten rastrear cómo se transformó una avenida, cómo cambió el acceso a un barrio, o cuántas veces fue intervenido un espacio público. No es sólo una herramienta para ver, también para comprender.

Cada imagen guardada por Google Street View se convierte en un testimonio visual. Son fotografías que, sin intención artística, registran el pulso cotidiano de los lugares. Gracias a esta función, el pasado dejó de estar escondido en álbumes familiares o archivos oficiales. Ahora está a unos pocos clics de distancia.

Explorar cómo era un sitio años atrás ya no requiere de archivos ni planos antiguos. La historia está sobre el mapa, y la posibilidad de recorrerla está al alcance de cualquier persona con conexión a internet.

(Fuente: Infobae)

Menores e internet: cómo una nueva herramienta evalúa la "madurez digital" de los niños

La tecnología está tan arraigada en nuestras vidas que la mayoría de los niños de hoy en día son nativos digitales. De hecho, pueden “hablar” digital antes incluso de aprender un idioma, y a menudo se pide a los nativos digitales que eduquen a los "inmigrantes digitales" mayores, como sus padres, sobre cómo utilizar la tecnología.

(Foto: Shutterstock).

Al mismo tiempo, a muchos padres les preocupan los posibles daños de exponer a sus hijos a la tecnología, las pantallas y, en particular, a internet.

Varios estudios han demostrado que la tecnología digital tiene una serie de efectos en los niños. Éstos pueden ser muy positivos, como que los niños sean capaces de comprender conceptos matemáticos o idiomas mucho antes que sus homólogos "millennials". También pueden ser negativos, como el aumento de los niveles de depresión por el uso excesivo o compulsivo de las redes sociales, el ciberacoso y la manipulación por parte de extraños en internet.

Para comprender los efectos de la tecnología en los jóvenes, esta investigación ha creado una herramienta que mide la "madurez digital" de los niños. Esto supone un paso importante para comprender mejor cómo la tecnología afecta al desarrollo de los niños a nivel psicológico, académico y holístico.

El índice de madurez digital se desarrolló con investigadores de toda la Unión Europea (UE) en el marco del proyecto Digymatex, financiado por la UE. Esta métrica evalúa el grado de desarrollo o avance de la relación de un niño con la tecnología, así como lo que significa para su desarrollo general. 

(Cuadro: The Conversation).

El índice de madurez digital está formado por una serie de dimensiones o componentes que, en conjunto, ofrecen una visión integral de la madurez de la relación de un menor con la tecnología e internet. Los componentes son la alfabetización digital, la conciencia del riesgo, el crecimiento individual, el respeto hacia los demás, la ciudadanía digital, la búsqueda de apoyo, la autonomía en el contexto digital, la autonomía de elección, la regulación de los impulsos agresivos y la regulación de las emociones negativas.

Aplicaciones en el mundo real

El índice es, en sí mismo, una forma muy útil para que los padres, educadores y psicólogos infantiles cuantifiquen los impactos de la tecnología y la exposición a internet en un niño. Sin embargo, el objetivo era crear una herramienta que pudiera ayudarles no sólo a evaluar la madurez digital, sino también a diseñar intervenciones específicas.

Para ello, primero se utilizó el índice para recopilar datos de 1.440 encuestados en Austria, Dinamarca, Alemania y Grecia. Luego se utilizó el aprendizaje automático para analizar los datos y clasificar a los niños en tipos de madurez digital. Se descubrió que tienden a agruparse en tres categorías: baja, media y alta.

No es de extrañar que estar en la categoría de madurez digital alta se asociara positivamente con una alta alfabetización digital, la conciencia de los riesgos de navegar por internet, el uso de la tecnología para el crecimiento personal y un comportamiento de navegación no compulsivo. Esta categoría era la menos preocupante para los padres y educadores, y sirve como punto de referencia, el "mejor de los escenarios" del comportamiento en línea de los menores.

Los niños de la categoría media muestran un comportamiento poco compulsivo, pero no reconocen el uso de la tecnología para el crecimiento personal y muestran una alfabetización digital de media a baja. La categoría baja incluye a niños con un comportamiento compulsivo muy alto, una conciencia del riesgo muy baja y una mala regulación de las emociones negativas.

Comprender a los niños que pertenecen a las dos categorías más bajas es vital para los educadores y psicólogos, ya que pueden desarrollar intervenciones específicas destinadas a mejorar esas áreas concretas en las que los niños parecen tener carencias.

Tendencias específicas de cada país

Curiosamente, los datos mostraron que los patrones de madurez digital variaban mucho de un país a otro.

Los niños de la categoría de baja madurez digital en Alemania y Grecia compartían patrones muy similares. Obtuvieron puntuaciones por debajo de la media en casi todas las dimensiones, incluido el comportamiento impulsivo y la regulación emocional, pero los niños alemanes de este grupo obtuvieron puntuaciones especialmente bajas en alfabetización digital (como la comprensión de la configuración de privacidad) y conciencia del riesgo (como la identificación de peligros en línea). Los niños griegos, por su parte, demostraron una autonomía ligeramente mayor en el contexto digital, a pesar de las dificultades con el uso compulsivo de los dispositivos.

Mientras tanto, los niños austríacos con baja madurez digital destacaron por obtener una puntuación superior a la media en ciudadanía digital, un rasgo único que no se observó en los grupos de baja madurez de otros países.

Además, los niños con baja madurez digital mostraron en general una pobre autonomía en los contextos digitales en todos los demás países, excepto en Dinamarca, donde este grupo obtuvo una puntuación mucho más alta en esta categoría.

Otra observación interesante es que el grupo de alta madurez digital muestra una alta autonomía de elección en todos los países excepto en Alemania, donde esta dimensión está ligeramente por debajo de la media para los niños de la categoría de puntuación alta.

Una herramienta para padres, educadores e investigadores

Más allá de comprender las categorías de niños en relación con su madurez digital, es una herramienta de predicción que, utilizando el aprendizaje automático, permite a los usuarios evaluar la madurez digital de un niño.

Mediante este algoritmo, los usuarios pueden responder a una serie de preguntas sobre el comportamiento de un niño y recibir una estimación de su nivel de madurez digital, así como indicaciones sobre las áreas que deben mejorar.

EL objetivo a lo largo de este esfuerzo fue crear una plataforma que pueda ayudar a los investigadores, así como a los padres, educadores y psicólogos infantiles, a comprender mejor el impacto de la tecnología en los niños. Si se utiliza adecuadamente, puede ayudar a los cuidadores a tomar decisiones informadas que animen a los niños a desarrollar y mantener hábitos digitales saludables.

(Fuente: The Conversation)

Agenda Cultural: el Palacio Libertad (ex Centro Cultural Kirchner) presenta sus propuestas para estos primeros días del mes de abril

Ubicado en Sarmiento 151, CABA, el centro cultural más importante de Latinoamérica ofrece música, ballet, puesta audiovisual y artesanías, siempre con entrada libre y gratuita para toda la comunidad.


• Orquesta Sinfónica Nacional: obras de Reinecke, Strauss y Sujatovich

Con dirección de Yeny Delgado, la Orquesta Sinfónica Nacional ofrece un repertorio ecléctico, que incluye música clásica y contemporánea. El programa incluye obras de Carl Reinecke y Richard Strauss, así como el estreno mundial de "Fantasía felina", composición del argentino Leo Sujatovich. Solista: Guillermo Irusta, flauta.

4 de abril, 20:00 - Auditorio Nacional.


• Cine argentino: nuevos clásicos

En abril, el ciclo Nuevos Clásicos Argentinos ofrece una programación con películas de tres directores de nuestro país: Paula Hernández, Diego Levy y Milagros Mumenthaler.
Se proyectan seis largometrajes: "Herencia" y "Los sonámbulos" (Hernández), "Masterplan" y "Novias, madrinas, 15 años" (Levy), "Abrir puertas y ventanas" y "La idea de un lago" (Mumenthaler).

Programación:

4 de abril
16:30 - Herencia
19:00 - Masterplan

5 de abril
16:30 - Novias, madrinas, 15 años
19:00 - Los sonámbulos

11 de abril
16:30 - Los sonámbulos
19:00 - Novias, madrinas, 15 años

12 de abril
16:30 - Masterplan
19:00 - Herencia

Viernes 18 de abril
19:00 - Abrir puertas y ventanas

19 de abril
19:00 - La idea de un lago

25 de abril
19:00 - La idea de un lago

26 de abril
19:00 -  Abrir puertas y ventanas

Sexto piso, sala María Luisa Bemberg.


• Amplexo, de Mauro Cosenza y Diego Vainer

Como parte de la programación de Arte y Tecnología, Mauro Cosenza y Diego Vainer presentan "Amplexo", un live set audiovisual curado por Marianella Baladán que explora las formas contemporáneas del amor como un abrazo multidimensional que conecta al ser humano con la naturaleza, la tecnología y las artes escénicas.

El término "amplexo" proviene del latín "amplexus" y significa "abrazar o rodear con los brazos", lo cual describe un acto de unión o conexión íntima entre dos partes. Con este disparador conceptual, la obra explora la conexión, la vulnerabilidad y la creatividad como pilares fundamentales del amor, y destaca cómo este sentimiento trasciende lo romántico para convertirse en un motor de cuidado, responsabilidad y respeto por la vida en todas sus formas.

Todos los jueves de abril, 18:00, 19:00 y 20:00 - Segundo piso, Sala Inmersiva.


• Mercado de Artesanías Argentinas: programa público de La Tierra Tiñe

Como parte de la propuesta de Conexión Cultura, se lleva adelante el programa público de la exhibición "La Tierra Tiñe" del Mercado de Artesanías Argentinas, con un encuentro que convoca a artesanos, especialistas y referentes del textil tintóreo para compartir saberes, experiencias y prácticas.

Rinde homenaje a la diversidad y riqueza de los tintes naturales provenientes de distintas regiones de Argentina, con la exhibición y venta de textiles elaborados por más de ochenta artesanos. A lo largo de cuatro días, el programa público de la muestra llevará a cabo ferias de artesanías, conferencias, mesas de debate y talleres con la participación de destacados referentes nacionales e internacionales.

Del 3 al 6 de abril, 14:00 a 20:00 - Planta baja, sala 9.


• Tardes del Mundo: Tarantela italiana, con Festa Nostra

En una nueva fecha del ciclo "Tardes del mundo", dedicado a los géneros musicales de diferentes países y continentes, se presenta el grupo Festa nostra, que interpreta música de diferentes regiones de Italia, como la canción napolitana, la tarantela y los ritmos sicilianos.

El grupo está integrado por Eugenia Navarro Morán y Soledad Testagrossa en violines (esta última también en canto), Ramiro Sampedro en guitarra y canto, Alejandro Clemente en bajo, Valeria Cavaciocchi en acordeón y Santiago Torreglosa en batería.

6 de abril, 18:00 - Plaza Seca.


• Mora Godoy presenta La Máquina Tanguera, presentando su nuevo Ballet Escuela

La bailarina, coreógrafa y directora Mora Godoy lleva adelante "La máquina tanguera", un espectáculo diferente y original en el que presenta su nuevo Ballet Escuela.

Resultado de un casting de becas de formación en el tango, la mundialmente reconocida artista formó un elenco de excepción. Mujeres y varones de distinta procedencia se integraron en un perfeccionamiento del tango bailado. Dirigidos por el equipo de profesionales de la compañía de Mora Godoy, han logrado resultados asombrosos.

La muestra inicia con un video institucional, que refleja imágenes del casting de las becas y del desarrollo de la labor, que superó todas las expectativas. Se ve el minucioso trabajo de los talentosos maestros que impartieron diversos modelos de técnicas tangueras a los elegidos para estas presentaciones. El video incluye la clase magistral que dio al equipo la inmensa bailarina María Nieves.

Para el espectáculo, además, se incorporaron los bailarines seleccionados, entrenados y capacitados por la compañía de tango de Godoy, ingresados así al aprendizaje y a la eficiencia que requiere el trabajo artístico.

4 de abril, 20:00 - Sala Argentina.

(Fuente: prensa Palacio Libertad)

Conoce al afinador de instrumentos de Buenos Aires que mantiene vivas las tradiciones del tango en el mundo

Damián Guttlein es la única persona en el mundo que puede afinar de oído el bandoneón, un instrumento único que potencia el sonido perfectamente imperfecto de la música de tango.

El bandoneón, un tipo de concertina, es conocido por producir un característico sonido triste y dulce. Damián Guttlein es un afinador de renombre de este instrumento similar al acordeón. Incluso afinó el bandoneón utilizado en la actuación de Bizarrap y Shakira en los Grammy Latinos 2023.

“¿Escuchás eso?” Damián Guttlein estaba sentado a la mesa de su cocina una reciente tarde en Buenos Aires. El hombre de 52 años sostenía en sus manos un viejo instrumento, parecido a un acordeón, llamado bandoneón. Mientras probaba su sonido, tocó uno de los muchos botones del bandoneón y tiró ligeramente, dándole aire, dejándolo respirar. “Sentis que está apagado?”, dijo. La nota sonó como dos notas a la vez, ligeramente disonante.

Con un rápido movimiento de muñecas, Guttlein sacó la caja exterior de botones para revelar el interior de madera del instrumento, forrado con hileras de lengüetas de metal chapado. Con una lima, empezó a raspar la que correspondía a la nota que acababa de tocar, retirando lentamente una fina capa de acero. Luego, sostuvo la lima entre los dientes mientras volvía a encajar la caja de botones y tocaba de nuevo la misma nota. Ahora era suave y singular, ondeando suavemente en el aire como la voz de un cantante solitario. “Eso sí que es un sonido puro”, dijo Guttlein. “No sé cómo describirlo”. Cualquiera que haya bailado tango o visitado la capital argentina lo reconocería y diría que es el sonido de Buenos Aires.

Izquierda : El luthier de bandoneones Damián Guttlein afina un bandoneón en su taller de Buenos Aires, Argentina.
Derecha: Limas y herramientas para afinar bandoneones sobre la mesa del taller del luthier de bandoneones Damián Guttlein en Buenos Aires, Argentina. Es el único que afina el instrumento completamente de oído, lo que da como resultado sus sonidos típicos. Los clientes suelen referirse a estos sonidos como los sonidos de Buenos Aires.

No había afinador electrónico a la vista. Guttlein repetía los mismos pasos, afinando lentamente cada nota de memoria. 

Aunque se le considera uno de los mejores afinadores de bandoneón que quedan en el mundo, es el único que lleva ese sonido melancólico en el oído. Su talento único preserva la tradición de los luthiers originales del país, que ayudaron a popularizar el bandoneón en las orquestas de tango hace casi un siglo. El taller de Guttlein, en un anodino barrio periférico llamado San Martín, se ha convertido así en una especie de lugar de peregrinación para los intérpretes del instrumento, no solo de Argentina, sino de todo el mundo.

En los últimos tiempos, su sonido característico se está incorporando cada vez más a grabaciones y actuaciones en directo de artistas argentinos de géneros modernos como el rock, el pop e incluso el trap. 

Destacó una actuación del DJ argentino Bizarrap y la cantante colombiana Shakira en los Premios Grammy Latinos 2023; un Tiny Desk de NPR inspirado en el jazz de la cantante pop Nicki Nicole; y una grabación de un concierto de la estrella del rock Conociendo Rusia. Todos ellos con bandoneones afinados por Guttlein. “Pensá en cuánta gente está disfrutando ahora de ese sonido”, dijo. “Estos instrumentos están volviendo a la vida”.

En Buenos Aires, el taller de Guttlein, al lado de su casa, está lleno de herramientas, cañas y bandoneones que necesitan atención. Muchos músicos de todo el mundo acuden a él para reparar sus instrumentos. Fotografía de Sarah Pabst

El bandoneón, un tipo de concertina, es más conocido como el instrumento clásico de las orquestas de tango de Argentina y Uruguay, pero sus raíces están en Europa. 

Inventado en la década de 1820 por un luthier alemán llamado Heinrich Band, se fabricó para ser tocado en procesiones eclesiásticas, casi como un órgano de mano. Cuando los inmigrantes alemanes e italianos llevaron el instrumento a los barrios portuarios obreros de Buenos Aires a principios del siglo XX, se convirtió en la pieza central del apasionado baile de salón que llegó a conocerse como tango. 

Sus melodías divagan y su sonido es triste y dulce. Algunos de los más destacados directores de orquesta de tango fueron bandoneonistas, como Astor Piazzolla, Aníbal Troilo y Rodolfo Mederos, y en la época dorada del tango, en la década de 1940, sus discos catapultaron el instrumento a la fama internacional. Pero el secreto de la mayoría de estos artistas era que todos sus instrumentos fueron afinados durante décadas por los mismos dos luthiers: los italianos Ricardo Romualdi y Fabio Fabiani, conocidos como “Los Tanos”.

Romualdi era vecino de infancia de Guttlein. Cuando crecía, observaba al luthier con curiosidad; a los veinte años, Romualdi lo llevó por primera vez al taller de Los Tanos. “Es un trabajo que solo se aprende observando y escuchando”, dice Guttlein. “Fueron muy generosos conmigo”. 

Al principio, traía el café a los luthiers mayores, barría el suelo y hacía casi todo tipo de trabajos aparte de afinar. Pero era bueno con las manos, ya que había aprendido carpintería y metalistería desde muy joven, y tocaba el acordeón al piano. (Sorprendentemente, nunca aprendió a tocar el bandoneón, sólo los construía y reparaba). Tras unos meses en el taller, supo que había encontrado su vocación.

Empezó a viajar con su entonces novia (ahora esposa) a pequeños pueblos de Argentina, en busca de viejos bandoneones en desuso. Con la ayuda de Los Tanos, practicaba para perfeccionar su sonido y, finalmente, los revendía a intérpretes profesionales, forjando así su reputación. “Fue una gran apuesta”, recuerda. “Este es un mundo muy pequeño, y si metés la pata, la gente se entera muy rápido”.

Una vez que vieron que estaba a la altura, Romualdi y Fabiani empezaron a confiar a Guttlein algunos de sus propios clientes. Trabajó con ellos desde finales de 1990 hasta 2005, cuando los ancianos se retiraron de su taller y siguieron afinando esporádicamente desde casa. “Ricardo trabajó hasta su último día”, rememora Guttlein. “Le encantaba lo que hacía”.

Izquierda: El luthier de bandoneones Damián Guttlein afina un bandoneón en su taller de Buenos Aires, Argentina.

Derecha: Piezas de nuevos bandoneones de producción propia en el taller del luthier de bandoneones Damián Guttlein en Buenos Aires, Argentina.

Ahora que los maestros ya no están, Guttlein continúa la tradición de Los Tanos. Su propio taller (donde trabaja solo, por ahora, aún en busca de un aprendiz) consiste en una pequeña habitación apartada de su casa, una antigua casa colonial española de color amarillo. Es un espacio ordenado y despejado, quizá porque no necesita muchas herramientas, aparte de una lima de metal, algunas cañas y placas de repuesto y su oído. A lo largo de las estanterías hay instrumentos a la espera de reparación. En los cajones, piezas de repuesto: placas de lengüeta de metal dentadas, limas, piezas de madera y botones. 

Un bandoneón solo necesita afinarse una vez cada 8 o 10 años, pero el proceso puede llevar hasta un mes. “Hay que afinar mal un bandoneón para que suene bien”, bromea Guttlein. “Es perfectamente imperfecto”. Los bandoneones más nuevos, explica, tienen interiores más precisos que los que se fabricaron en el siglo pasado. “Su sonido es fuerte, pero no es el sonido del pasado”.

Normalmente, los músicos acuden a él. Pero a veces, cuando se materializan suficientes trabajos en otros lugares, hace las maletas con su pequeña bolsa de herramientas y se instala en otro país durante unos meses, arreglando allí los instrumentos de todo el mundo. Hace poco regresó de Colombia. El sonido que lleva consigo es lo que más desean los artistas.

“Sobre todo cuando viajo al extranjero por trabajo, la gente me pide que le dé a su bandoneón 'el sonido de Buenos Aires'”, dice. “Lo que en realidad piden, sin darse cuenta, es el sonido de Los Tanos. Afinar de oído”.

(Fuente: National Geographic)

Los grandes pensadores, antiguos y modernos, nos animan a recuperar el "arte de la escucha"

Escuchar es un acto de generosidad y resistencia ante la indiferencia. En el aula, en la conversación cotidiana, incluso en un concierto, ¿somos capaces de regalar tiempo de escucha? 

"Keats escuchando a un ruiseñor en Hampstead Heath", de Joseph Severn (Foto: Wikimedia Commons).

Oír y escuchar

Oír no es escuchar, como ver no es mirar. Quien escucha alberga la intención de auscultar los sonidos. Sentimos curiosidad por la voz ajena, por un paisaje sonoro o una melodía. Si oír consiste en percibir un sonido, escuchar implica la intención de sondear. Éste era el sentido en el que el psicólogo alemán Erich Fromm entendía la escasez de escucha en su libro "El arte de amar", donde sostenía que "la mayoría de la gente oye a los demás, y aun da consejos, sin escuchar realmente. No toman en serio las palabras de la otra persona, y tampoco les importan demasiado sus propias respuestas".

Si escuchamos queremos comprender y descifrar, nos dirijimos activamente a alguien o a algo, a pesar de las dificultades. Afirmaba el filósofo Roland Barthes que cuando pedimos que se nos escuche, en realidad pedimos que se reconozca que existimos.

¿Para qué escuchar?

A propósito de las conferencias, el griego Plutarco sostenía que se escucha para aprender. Además es necesario agradecer sin envidia a quien nos enseña con la palabra y mostrarle nuestro respeto, aun cuando no tenga demasiado que decir.  "Sentarse sin encogerse ni reclinarse, en postura erguida, con la mirada en el que habla y en actitud de atención activa, y la compostura del rostro nítida, sin mostrar cólera ni aspereza ni tampoco otros pensamientos o preocupaciones", dijo.

Por otro lado, urge elegir con cuidado qué o a quién escuchar. ¿Para qué prestar oídos al odio, la necedad o la arrogancia? En las "Cartas a Lucilio", Séneca defiende que es preciso huir de las multitudes: "La conversación de muchos nos perjudica. Todos, o nos recomiendan, o nos ponen encima, o nos imprimen, sin darnos cuenta, algún defecto", escribió.

Lo que escuchamos puede enajenarnos, como sucede a los navegantes de "La Odisea", de Homero, que podían enloquecer al prestar oídos a los cantos de las sirenas. 

"Ulises y las sirenas", de Herbert James Draper. Ferens Art Gallery (Foto: Wikimedia Commons).

Pero lo que escuchamos también podría elevar nuestra humanidad. Así sucede en el mito de Orfeo, cuando éste baja con su lira al inframundo para rescatar a su amada Eurídice y ablanda el corazón de los guardianes del lugar gracias a su música.

El silencio activo

Para escuchar es necesario guardar silencio. Primero escuchamos sin interrumpir, con serenidad y atención. Luego reflexionamos sobre lo escuchado. En la cultura pitagórica, durante cinco años, los alumnos no planteaban ninguna cuestión ni hablaban durante la lección, sino que se ejercitaban en el arte de escuchar.

No es éste un silencio forzado y amargo que exige callar cuando debiera alzarse la voz. Es el silencio que Filón de Alejandría comprendía como señal de modestia y humildad: "Constituye un poder cuyo cometido es conservar para el momento oportuno aquello que hay que decir", decía.

Escuchar implica trasladarse al plano del silencio activo. En "Historia del silencio", el historiador francés Alain Corbin afirmaba que "la sociedad nos conmina a someternos al ruido para formar así parte del todo. Quizás sintamos un miedo atroz a escucharnos a solas".

Lao Tsé alega en el "Tao Te Ching" que "mucho hablar, mucho empobrece". Posteriormente, Chuang Tse defendería que "es imposible escuchar cuando los sonidos vuelven locos los oídos y los terminan por tapar".

Y cuán urgente es apartarse de la locuacidad De nuevo, Plutarco advierte: "Penosa y difícil es la curación de la charlatanería. Pues su remedio, la palabra, es propio de quienes escuchan, pero los charlatanes no escuchan a nadie porque siempre están parloteando".

 "Mi padre escuchando a Lorenzo Pagans tocar la guitarra", de Edgar Degas. Museum of Fine Arts Boston (Foto: Wikimedia Commons).

Demasiado ruido y demasiado rápido

No vayamos a idealizar el pasado: siempre existió cierta escasez de escucha. Pero quizás cada día vaya para peor.

Explica el filósofo Byung-Chul Han que "hoy nos comunicamos de forma tan compulsiva y excesiva porque estamos solos y notamos un vacío. Nos encerramos en la burbuja del smartphone: los vínculos con el mundo son reemplazados por el acceso a redes y plataformas. La sucesión continua de estímulos va cautivando nuestra percepción. Todo sucede a un ritmo vertiginoso: sólo vemos y oímos ráfagas fugaces. La pantalla mágica es tan hipnótica como adictiva. Y la incapacidad de atender hace que estemos ausentes en cualquier conversación".

Sin embargo, escuchar precisa reposo y tiempos lentos. La psicóloga Sherry Turkle señala: "Cuando estamos plenamente presentes ante otro, aprendemos a escuchar. Es así como desarrollamos la capacidad de sentir empatía. Este es el modo de experimentar el gozo de ser escuchados, de ser comprendidos".

El crítico de arte norteamericano Jonathan Crary apuesta por la calidez del encuentro cara a cara con los demás: "Estamos perdiendo la posibilidad de escuchar; de enfrentarnos, con paciencia, a un desconocido, a un desamparado, a alguien que no ofrece nada para nuestro propio interés".

Así, cuando el mayor valor parece ser convertirse en protagonista, ¿por qué no ejercitarse en el arte de escuchar?

(Fuente: The Conversation)