viernes, 29 de agosto de 2025

Ferrocarril Oeste: conozcamos el recorrido inicial del primer tren de Argentina a 168 años de su inauguración

El 29 de agosto de 1857 se puso en marcha el primer viaje en tren de Argentina: un recorrido de diez kilómetros entre las estaciones Parque y La Floresta, impulsado por la locomotora a vapor "La Porteña". Al día siguiente, el tren entró en servicio público. 

(Foto: Archivo General de la Nación).

El 29 de agosto de 1857 marcó un antes y un después en la historia de Argentina: ese día se inauguró el Ferrocarril Oeste, el primer tren del país. El recorrido fue breve -apenas diez kilómetros entre la estación Parque, en el corazón de Buenos Aires, y la estación La Floresta- pero su impacto fue enorme.

Al frente del viaje estuvo La Porteña, una locomotora a vapor que había llegado desde Inglaterra junto a unos pocos vagones. Aunque alcanzaba una velocidad máxima de sólo 25 kilómetros por hora, para la época era un símbolo de progreso.

La inauguración no pasó desapercibida: una multitud se reunió para ver cómo el tren echaba a andar por primera vez. Al día siguiente comenzó a funcionar con servicio público y rápidamente se convirtió en un éxito, con miles de pasajeros que descubrieron una nueva forma de viajar.

(Foto: Archivo General de la Nación).

¿Cuánto tiempo llevó la construcción del Ferrocarril Oeste?

La elección del punto de partida no fue casual: la ciudad de Buenos Aires concentraba la mayor densidad de población del país. Allí comenzó la construcción de la primera línea ferroviaria, que unió la estación Parque -donde hoy se levanta el Teatro Colón- con la estación del pueblo La Floresta, en lo que hoy es el barrio porteño del mismo nombre.

Las obras comenzaron en 1854 y avanzaron a gran velocidad gracias a cientos de obreros y técnicos que participaron en la obra. En paralelo, se adquirió en Inglaterra el equipamiento necesario: dos locomotoras, La Porteña y La Argentina, junto a cuatro vagones de carga de 5.000 kilogramos cada uno.

El 29 de agosto de 1857, frente a una multitud entusiasta, se llevó a cabo el viaje inaugural. Al día siguiente, el servicio comenzó a funcionar de manera pública con dos frecuencias diarias en ambos sentidos.

(Foto: Archivo General de la Nación).

¿Cuántas personas viajaron en tren en 1857 gracias a La Porteña?

Al finalizar 1857, más de 56.000 personas habían viajado en tren, una cifra significativa si se tiene en cuenta que la población de Buenos Aires era de apenas 170.000 habitantes.

El ferrocarril permitió acortar distancias, facilitar el comercio y transformar la vida de los porteños, que hasta entonces dependían de transportes más lentos y limitados. La Porteña funcionó para los pasajeros hasta 1899, cuando fue reemplazada por maquinaria más moderna.

Hoy, la reliquia se encuentra en el Complejo Museográfico Provincial “Enrique Udaondo”, en la ciudad bonaerense de Luján. Y, para no olvidarla, cada 30 de agosto se celebra el Día de los Ferrocarriles Argentinos, por la fecha en que entró en servicio público.

(Fuente: billiken.lat / redacción propia)

Lecturas recomendadas para el fin de semana: las increíbles aventuras de los traductores

Trabajan a oscuras, bajo la tierra, en secreto, entre dos lenguas o entre dos tiempos, y a veces nos abren las puertas. Cuatro libros para entender un oficio fascinante. Todos se consiguen en la mayoría de las librerías, y dos de ellos están disponibles en formato digital desde este post.

(Foto: composición propia).

Si un lector es alguien atrapado en una cárcel, un traductor es alguien que, además, tiene que construir un túnel para salir y volver a entrar. Una vez que ese túnel está hecho -que es sólido, ágil, ventilado-, lo tiene que dejar listo para que el lector pase y sea, por fin, alguien atrapado en una cárcel, y que además no se dé cuenta.

La metáfora podría ser la de un puente entre dos lenguas, entre dos países, entre dos culturas, pero hay algo mucho más secreto, íntimo, incluso sucio, en el túnel. Con la linterna en la boca, cavan y remueven la tierra; y a veces, solo a veces, nos invitan a mirar.

• La madre de Beckett tenía un burro, de Matías Battistón

(Foto: composición propia).

“¿Qué hago con esto? ¿Lo convierto en una nota al pie?“, se preguntaba Matías Battistón en Dublín, abrigado, sin calefacción, frente a la computadora. Estaba en el túnel -traduciendo la trilogía de Samuel Beckett- y de pronto se encontró con un dato raro: que la madre de Beckett tenía un burro. “De hecho, burros tuvo varios, uno después del otro. A veces los montaba para ir a visitar a sus amigas. Es un dato totalmente inútil, claro”, cuenta en lo que es, sin dudas, un diario de traducción. Acaba de publicarse por Emecé bajo el título "La madre de Beckett tenía un burro".

Battistón tradujo a Édouard Levé, Roland Barthes, Fernando Pessoa, John Cage y tantos otros, y en ese trabajo técnico y sobrecalificado se filtra algo del orden lúdico, casi infantil: la fascinación por un dato inútil. “Algo en mí me impide encajarle un burro innecesario al lector. Después de todo, soy un profesional. Y sin embargo, otra parte de mí quiere abrir las ventanas para gritar la buena nueva: la madre de Beckett tenía burros, y uno se llamaba Kish. Le gustaba comer frutillas”. Es un diario de traducción mientras trabaja sobre la trilogía de Beckett "Molloy", "Malone muere" y "El innombrable".

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• Un millón de cuartos propios, de Tamara Tenenbaum

(Foto: composición propia).

Cuando le pidieron que traduzca "Un cuarto propio", de Virginia Woolf, Tamara Tenenbaum empezó a tomar notas, que se volvió libro, que ganó el Premio Paidós. Se titula "Un millón de cuartos propios", y se subtitula "Ensayo para un tiempo ajeno". Empieza con una larga introducción narrando de lleno, y en primera persona, la aventura, no sólo de una traducción, sino de los efectos de traducir semejante texto a semejante época: “Tenía muchas ganas de volver a escribir ensayos, tenía hambre de hablar del presente, un presente que me parecía incendiado, pero no me creía con derecho a hacerlo”. cuenta.

“Quiero escribir sobre mi tiempo, sobre estos años que estamos viviendo; tengo más hambre que nunca de hacerlo, pero no entiendo bien con quién hablo. Desde que soy chica, lo que más me interesa en la vida es habitar mi época, habitarla con toda la plenitud que sea posible”, escribe Tenenbaum, desfasada, con los escombros del progresismo en la mochila, frente a la catedral reaccionaria. “Me resulta muy extraño, entonces, sentir por primera vez que no estoy escuchando el murmullo de mi era. Ya no estoy trabajando con mi tiempo; la sensación es que estoy trabajando contra él”.

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• Encrapuler, de Juan Arabia

(Foto: composición propia).

Si los traductores son, como decía Umberto Eco, artesanos de la palabra, ¿la poesía no es un material esencial? Juan Arabia es ambas cosas: poeta y traductor. En su último libro, “Encrapuler“, dibuja una postal universal.

En la tradición de una poesía atemporal, sin los vicios del localismo ni del lenguaje de redes, Arabia habla de “una tierra abierta y despejada de sí” donde “las líneas horizontales vencen a las verticales”. Teje un poema en francés, otro en italiano, deja versos en japonés. Se pregunta si “¿es nuestra especie la equivocada?" y sueña con “iluminar tu rostro como el de un océano”.

• El secuestro, de Georges Perec

(Foto: composición propia).

Una de las intenciones que tuvo Georges Perec con "La disparition" fue desafiar a los traductores. Estamos hablando de un libro que omite, durante sus 320 páginas, la letra E. No usó ni je (yo) ni et (y) ni le (el / la / los / las). Es una obra de relojería lúdica. Se publicó en 1969, en francés. Pasaron casi tres décadas para que los traductores aceptaran el reto. El primero fue Gilbert Adair: le puso "A Void" y ganó el Premio Scott Moncrieff en 1995 y el Firecracker Alternative Book de 1996. Los rusos, por ejemplo, evitaron la O, y los japoneses no utilizaron sílabas que contengan el sonido de la I.

La traducción al español llevó su tiempo. No fue un solo traductor, fue un trabajo colectivo. Se inició en 1986 con un grupo de estudiantes de la Universidad Autónoma de Barcelona. El proyecto se detuvo, luego se retomó en 1990 sumando nuevos miembros y alejándose otros. Finalmente, en 1997, el resultado final se publicó en el sello Anagrama con el título "El secuestro". Los traductores que figuran son Marisol Arbués, Mercè Burrel, Marc Parayre, Hermes Salceda y Regina Vega. Obtuvieron el Premio Stendhal. Esta vez, no evitaron la E, sino la A, la más usada del idioma castellano. 

Perec, que murió en 1982, hizo todo lo posible por huir de las conveniencias. Su obra es un laberinto de trucos. No supo de las traducciones, pero llegó a intuirlas. Tres años después de este libro, en 1972, escribió "Les Revenentes", en la que usa una sola vocal: la E. Todavía no fue traducida al español.

(Fuente: Infobae / bajalibros.com / redacción propia)

¿Qué hora es? Debates alrededor del cambio de huso horario en nuestro país

Un proyecto impulsado desde la provincia de Mendoza reabre la discusión sobre el horario oficial de Argentina. El desajuste con el tiempo solar afecta la salud en varios aspectos, así como el rendimiento escolar. 

Aunque la mayoría del país es recorrido por los husos horarios -4 y -5, Argentina opta en la actualidad por el -3 (Foto: Billiken.lat).

Luego de una sesión maratónica, la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de ley que persigue la modificación del huso horario de Argentina. ¿De qué se trata esta iniciativa? ¿Qué dice la ciencia al respecto? ¿Qué implicancias tiene en el cuerpo ajustar los relojes? Al respecto, se expresa Santiago Plano, investigador del Laboratorio de Cronobiología de la UNQ.

Debido a su geografía, la mayor parte del territorio doméstico se ubica en el huso horario -4, excepto por la región que corresponde a la Cordillera de los Andes, donde el huso horario es el -5. En los años 70′ se comenzaron a implementar horarios de verano e invierno para incentivar el ahorro energético. Más adelante, sin embargo, se comprobó que este ahorro no era tal y que incluso era inconveniente para la salud. El problema fue que en Argentina se quedó el huso horario -3, que no toca ninguna parte del país. “Ésto significa que en la mayor parte del país estamos desfasados por una hora y en la Cordillera son dos las horas de ese desfasaje”, detalla Plano.  

Debido a la rotación de la Tierra y por el movimiento del Sol, el día tiene una cantidad de horas de luz que se distribuyen de forma simétrica alrededor del mediodía. “Si son diez horas de luz, cinco deberían ser antes del mediodía y cinco después. El problema es que el mediodía, que es el punto donde el Sol está más alto, es a las 13 en Argentina, cuando debería ser a las 12. Esto afecta la simetría del día”, explica. Para el investigador, no es extraño que el proyecto de modificación del huso horario haya salido de la Provincia de Mendoza ya que son quienes presentan un mayor desfasaje.

El problema con la falta de simetría es que las personas arrancan con su actividad por la mañana en un momento donde aún es de noche. En verano, hay lugares del país donde hay luz después de las diez de la noche. “Esto trae diferentes problemas de salud ya que, al iniciar la actividad cuando aún es de noche, se inhibe la secreción de algunas hormonas”. Plano no sólo refiere a componentes implicados en el sueño sino también, por ejemplo, a problemas con la hormona de crecimiento, daños en el sistema inmune e inconvenientes metabólicos. Del mismo modo se ha estudiado que empezar la actividad cuando aún es de noche también tiene implicancias negativas en cuestiones anímicas.

En el proyecto de ley con media sanción se explica que los desfasajes afectan al desempeño escolar de los estudiantes, pero también influye en el consumo de electricidad. Plano afirma que la corrección impactaría de forma positiva en las personas ya que acercaría la hora geográfica a la hora que hay en la actualidad. En lo cotidiano, el cambio de hora implica que el amanecer y el anochecer se adelantan una hora respecto del presente: si amanece a las 7, con el nuevo horario esto ocurriría a las 6.

Queda por delante la sesión en la Cámara de Senadores para ver si Argentina finalmente sincroniza sus relojes para ajustar su geografía con el tiempo real.

(Fuente: Agencia de Noticias Científicas / UNQ)

Avanza la restauración y modernización del Centro Cultural San Martín, un ícono porteño

El monumental edificio de Sarmiento y Paraná inicia una nueva fase de las obras, con mejoras tecnológicas, de accesibilidad y preservación patrimonial.

(Foto: prensa GCBA).

La próxima transformación del Centro Cultural General San Martín marca un hito en la modernización de los espacios culturales de Buenos Aires, al enfocarse en la actualización tecnológica y la preservación patrimonial de uno de sus edificios más representativos.

La Etapa 2 de la restauración, actualmente en proceso de licitación por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, contempla la recuperación integral de la Torre y de las Salas A y B, así como la refuncionalización de los pisos superiores para alojar al Conservatorio de Música Manuel de Falla.

Este proyecto, desarrollado en conjunto con el Ministerio de Cultura, busca no sólo restituir el esplendor arquitectónico original, sino también adaptar el complejo a las demandas culturales y tecnológicas del siglo XXI.

(Foto: prensa GCBA).

El plan de obras, que tendrá una duración de 18 meses, incluye la renovación completa de las instalaciones eléctricas, de iluminación, termomecánicas, sanitarias y de seguridad contra incendios. Además, se prevé la actualización de los medios de salida y accesibilidad, con el objetivo de cumplir las normativas vigentes y garantizar la inclusión de todas las personas.

La modernización de ascensores y sistemas de elevación apunta a mejorar la eficiencia, la seguridad y el confort de los usuarios. Un aspecto central será la recuperación y preservación de materiales y terminaciones originales, en consonancia con la protección patrimonial que distingue al edificio.

Entre los espacios que serán renovados se encuentran las Salas A y B, que en conjunto ofrecen una capacidad para 800 personas, así como la Sala Alberdi y la Sala Muiño, cada una con 180 butacas. También se intervendrán las Salas de Convenciones C, D, E y F. En total, la puesta en valor abarcará 24.000 m² del complejo.

Según el Ministerio de Infraestructura, esta etapa permitirá que el edificio continúe siendo un referente cultural para las próximas generaciones, al tiempo que garantiza su funcionamiento pleno y seguro durante las próximas décadas.

(Foto: prensa GCBA).

El proceso de restauración integral se ha estructurado en varias fases para abordar la magnitud de la obra y preservar la identidad original del inmueble. La Etapa 0, ya finalizada, se centró en intervenciones urgentes para asegurar la integridad del edificio, como el retiro de materiales con asbesto -incluyendo inspección, análisis y disposición final certificada ante la Agencia de Protección Ambiental (APRA)-, la instalación de bombas cloacales en el sexto subsuelo, la colocación de andamios y pantallas protectoras en la fachada, y el retiro de carpinterías en riesgo de desprendimiento.

Actualmente, la Etapa 1 se encuentra en ejecución y abarca la renovación de la fachada de la Torre y de las Salas A y B. Esta intervención incluye la instalación de una nueva fachada tipo muro cortina, con perfiles de aluminio, vidriado estructural, ventanas proyectantes y paneles compuestos, respetando la modulación y el ritmo arquitectónico concebido por Mario Roberto Álvarez. Con la culminación de estas dos primeras fases, el edificio ya exhibe signos de recuperación y modernización, sentando las bases para la etapa que ahora se licita.

(Foto: prensa GCBA).

Constituye una obra emblemática de la arquitectura moderna argentina. Su construcción, que se extendió entre 1962 y 1970, culminó con la inauguración oficial el 8 de mayo de 1970. El complejo está conformado por una torre de 12 pisos, seis subsuelos y un cuerpo bajo que alberga salas históricas.

A lo largo de más de cinco décadas, el San Martín ha sido escenario de acontecimientos culturales y políticos de relevancia, como el histórico enfrentamiento de ajedrez entre Bobby Fischer y Tigran Petrosian en 1971, la sede de la primera Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y el espacio elegido para congresos, conferencias y espectáculos de alcance nacional e internacional.

(Foto: prensa GCBA).

En 1988, el centro recibió una Mención Especial en los Premios Konex por su aporte a la cultura argentina. Posteriormente, en 2011, fue declarado Bien de Interés Histórico-Artístico mediante el Decreto 837/2011, lo que implica la protección estructural y la preservación de sus características arquitectónicas originales.

Más allá de su valor arquitectónico, el CCGSM se ha consolidado como un símbolo de la vida cultural porteña y un punto de encuentro para artistas, creadores y público. Su estructura alberga salas de teatro y cine, espacios para congresos, talleres, aulas y sectores administrativos, lo que lo convierte en un centro cultural integral.

La restauración en curso no sólo apunta a recuperar su aspecto y funcionamiento original, sino también a dotarlo de mayor accesibilidad, sustentabilidad y eficiencia energética. La incorporación de tecnología de última generación permitirá optimizar recursos, reducir consumos y mejorar la experiencia del público.

(Fuente: prensa GCBA / varios / redacción propia)

jueves, 28 de agosto de 2025

Libros sobre nuestro presente: "Tiranía 4.0: algoritmo de una democracia hackeada" analiza la Argentina política y social de hoy

Un ensayo urgente sobre el experimento libertario que descompone los engranajes digitales, ideológicos y emocionales de una revolución conservadora.

(Foto: composición propia).

En "Tiranía 4.0: algoritmo de una democracia hackeada" se despliega la anatomía política y cultural del primer presidente autodenominado "libertario" de la historia contemporánea. Javier Milei irrumpió en la escena argentina como un profeta del mercado y un destructor de lo que él denomina "la casta", alimentado por trolls, memes y la furia social.

Este libro escrito por el periodista Adrián Murano narra, con el pulso de una gran crónica y el rigor del ensayo, cómo un outsider televisivo y economista marginal logró instalar un experimento radical: un ajuste brutal disfrazado de "libertad", la demolición del Estado en nombre de la república y la sustitución del ciudadano por el consumidor.

Adrián Murano (Foto: Agencia Noticias Argentinas).

Basado en una exhaustiva investigación que recorre desde la Escuela Austríaca hasta Silicon Valley, pasando por la teoría del meme, el algoritmo de la indignación y el marketing del odio, el libro de Editorial Punto de Encuentro analiza el fenómeno de Javier Milei como un laboratorio global: un experimento que combina shock económico, desinformación masiva y un carisma violento e incendiario.

Con un estilo ágil y filoso, revela cómo se forjó un nuevo sentido común reaccionario que vende el dolor como virtud y el ajuste como épica. Una lectura indispensable para entender no sólo la Argentina actual, sino también el avance mundial de las ultraderechas y la fragilidad de las democracias en la era digital.

El autor

Murano nació en el barrio porteño de Villa Urquiza, en 1973. Egresado de la escuela de periodismo Taller Escuela Agencia (TEA), lleva más de 30 años en el oficio de comunicar. Trabajó en las radios América, La Red, Del Plata y Somos Radio, entre otras, donde cumplió tareas como productor, columnista y animador. En la actualidad conduce el espacio "Verdades afiladas", en el mediodía de El Destape Radio.

(Fuente: Agencia Noticias Argentinas / redacción propia)

Cómo editar tus fotos gratis en Google Gemini, y qué puedes hacer con el modelo Nano Banana

Te decimos cómo usar la IA de Google gratis para poder editar las fotos, y todo lo que puedes hacer con ella.


Vamos a explicarte cómo editar tus fotos gratis usando Gemini, usando el nuevo modelo "Nano banana" que te permite modificarlas o añadir o quitar elementos. Se trata del nuevo gran salto evolutivo de la inteligencia artificial, que después de que ChatGPT permitiese crear imágenes a partir de fotos ahora llega la edición interna en Gemini.

Esto es algo que vas a poder hacer en la versión gratis de Gemini, no necesitas la de pago. Solo subes una foto y pides que le haga los cambios que quieras, no tienes que elegir ninguna función o modelo específico, porque es algo integrado ya dentro de Gemini.

Aquí, debes saber que el gran avance de esta función es que los cambios se hacen directamente sobre la foto original. Se cambia lo que tú digas, pero todo lo demás se va a mantener igual en la foto, no se cambiará nada.

Para editar tus fotos, primero tienes que subirla y luego pedirle a Gemini que haga algún cambio. A veces será suficiente con pedirle directamente que la ponga en blanco y negro, por ejemplo. Otras veces, puedes empezar el prompt con "En la foto original, xxx" y luego escribir el cambio que quieres que haga. Así, Gemini sabrá que quieres mantener el contenido de la foto tal y como está.


En primer lugar, Gemini ahora te permite hacer retoques en tus fotos, como ajustar el color, cambiar a blanco y negro, y alterar cualquier ajuste que quieras. Ya no hace falta usar una app para algo tan sencillo, se lo puedes pedir directamente a Gemini.


También puedes borrar objetos de una foto. Esto es algo que hasta hace poco también necesitaba de apps de terceros, pero tanto ChatGPT como ahora Gemini ya te permiten hacerlo. Eliminan el objeto que quieras, y cubren el fondo de la foto para que parezca que no había nada.


Cuando subas una foto tuya o de otra persona, también puedes cambiar elementos en ella. Puedes cambiar colores, peinados, personas, e incluso la ropa que se lleva puesta en la foto. ¿Quieres saber cómo te quedaría el pelo platino? Fácil. ¿Quieres saber cómo te ves con un traje? Fácil. Todo lo demás en la foto se mantiene igual.


También puedes cambiar algunos elementos de una foto por otros, aunque no siempre con resultados realistas. ¿Quieres gafas? ¿Quieres sobrero? ¿Quieres que tu gato se convierta en dinosaurio? Todo lo demás en la foto sigue igual.


Además de esto, también puedes subir dos fotos y hacer que el contenido de una aparezca en la otra. En el ejemplo, he subido una foto mía enseñando un dibujo, y he pedido que lo cambie pro el que aparece en una segunda foto. Solo asegúrate de especificar en la foto que quieres hacer los cambios y cuáles son.


Y por último, también puedes cambiar el fondo de una foto. Así, si en la foto estás en un sitio puedes hacer que parezca que estás en otro, o añadir elementos que cambien el entorno donde te encuentras.

(Fuente: Xataka)

El Festival Metrópolis de música electroacústica celebra el 45° aniversario del C. C. Recoleta porteño

El ciclo de conciertos gratuitos que reúne a figuras históricas y jóvenes talentos de esa escena argentina, se realizará del 2 de septiembre al 7 de octubre en la Capilla del emblemático complejo cultural.

(Foto: prensa CCR).

El Centro Cultural Recoleta celebra su 45º aniversario con el Festival Metrópolis de Música Electroacústica, una propuesta que reúne a figuras emblemáticas y nuevos exponentes del género en una serie de conciertos programados a lo largo de seis semanas. El ciclo, bajo la dirección y curaduría de Jorge Sad-Levi, se presenta como un espacio de encuentro para la creatividad musical en Latinoamérica.

La organización del festival está a cargo del Laboratorio de Investigación y Producción Musical (LIPM) del Recoleta, con el respaldo de la Fundación Música y Tecnología. La programación busca recrear la diversidad estética, el espíritu de exploración y libertad creativa de los años ochenta, para dar lugar tanto a compositores con años de trayectoria en la música electroacústica argentina como a nuevas generaciones.

Entre los compositores y compositoras cuyas obras integran la grilla se encuentran Javier Álvarez, Daniel Teruggi, Gabriel Brncic, Horacio Vaggione, Elsa Justel, Beatriz Ferreyra y Francisco Kröpfl, junto a las de artistas que desarrollan sus primeras experiencias en el género, como Santiago Diez Fischer, Rocío Cano Valiño y Javier Bravo.

Las presentaciones tendrán lugar desde el 2 de septiembre hasta el 7 de octubre, siempre en horario vespertino, dentro de la Capilla del Centro Cultural Recoleta. El acceso a las funciones será gratuito para residentes y ciudadanos argentinos, y estará sujeto a la capacidad de la sala, con ingreso por orden de llegada.

(Foto: prensa CCR).

La programación día por día es la siguiente:

Martes 2 de septiembre
• 18:30. Compositores: Javier Álvarez, Gabriel Valverde y Daniel Teruggi.
• 19:30. Compositores: Santiago Diez Fischer, Santiago Saitta, Gustavo Leone y Dante Grela.

Miércoles 10 de septiembre
• 18:30. Compositores: Gabriel Brncic, José Luis Campana, Rocío Cano Valiño y Damián Gorandiy.
• 19:30. Compositores: Lucas Werenkraut, Facundo Llompart, Pedro Castillo Lara, José Halac y Ana González Gamboa.

Martes 16 de septiembre
• 18:30. Compositores: Daniel Shachter, Ulises Martínez, Horacio Vaggione y Elsa Justel.
• 19:30. Compositores: Julieta Szewach, Daniel Judkowsky, Alejandro Brianza, Marcela Perrone y Fernando López Lezcano.

Martes 23 de septiembre
• 18:30 y 19:30. Compositores: Mario Mary, Carlos Roqué Alsina, Annette Van der Gorne, Cristian Morales Ossio, Miguel Calzón, Carolina Carrizo, Néstor Ciravolo y Miguel Bellusci.

(Foto: prensa CCR).

Martes 30 de septiembre
• 18:30 y a las 19:30. Compositores: Gabriela Yaya, Marcela Pavía, Miguel Garutti, Beatriz Ferreyra, Gonzalo Biffarella, Javier Leichman, Sergio Santi, Diego Tedesco y Eduardo Kusnir.

Martes 7 de octubre
• 18:30 y a las 19:30. Compositores: Francisco Kröpfl, Julio Viera, Carmelo Saitta, Eduardo Caballero, Javier Bravo y Jorge Sad-Levi.

(Fuente: prensa Centro Cultural Recoleta)

Más seguras y más rápidas: así funcionan las "passkeys" frente a las contraseñas tradicionales

La seguridad de las claves de acceso, en esta nueva tecnología, reside en que dependen de la posesión física de un dispositivo o de un elemento de seguridad dedicado. Una explicación básica sobre lo que se viene al respecto.

(Foto: Google).


Las claves de acceso o passkeys constituyen un método de autenticación que elimina la necesidad de recordar contraseñas y nombres de usuario. Estas claves digitales se almacenan y protegen mediante cifrado en el propio dispositivo del usuario, lo que impide su interceptación por parte de actores maliciosos.

Empresas como Google, Apple y la propia Microsoft han trabajado en la implementación de esta tecnología, siguiendo los estándares de la FIDO Alliance y el World Wide Web Consortium (W3C). 

Las passkeys frente a las contraseñas tradicionales

El funcionamiento de las passkeys se basa en la criptografía asimétrica, que utiliza una combinación de claves públicas y privadas para autenticar a los usuarios sin exponer información sensible.

(Foto: Google).

El proceso de autenticación con passkeys es sencillo. Cuando un usuario desea iniciar sesión en un servicio, la aplicación o el sitio web almacena la clave pública, mientras que la clave privada permanece resguardada en el dispositivo del usuario.

Al intentar acceder, el servicio envía un mensaje cifrado que sólo puede ser descifrado con la clave privada, confirmando así la identidad del usuario. Un ejemplo concreto de este sistema se observa en Google: al iniciar sesión en un navegador, el usuario debe utilizar su dispositivo móvil para autenticar el acceso.

Google muestra un código QR que debe escanearse con el móvil, lo que permite la verificación sin necesidad de introducir contraseñas. Además, al crear una nueva cuenta, el dispositivo puede generar automáticamente una passkey, que se almacena en el gestor de contraseñas de Chrome y se sincroniza con otros dispositivos vinculados a la cuenta de Google.


(Foto: Google).

Ventajas y beneficios de las passkeys frente a contraseñas tradicionales

Los métodos convencionales de inicio de sesión son vulnerables a ataques de phishing, piratería, keyloggers y filtraciones de datos. En contraste, las passkeys han sido diseñadas para ofrecer mayor comodidad y resistencia ante estas amenazas.

Su seguridad radica en que dependen de la posesión del dispositivo o de una llave de seguridad, y pueden incorporar datos biométricos (huellas digitales, reconocimiento facial) como un factor adicional de autenticación. Además, las passkeys no pueden compartirse, recordarse ni escribirse, lo que reduce significativamente la exposición a ataques dirigidos a sistemas basados en contraseñas.

Entre los beneficios específicos de las passkeys destacan la protección contra el phishing, ya que no funcionan en sitios web falsos y cada clave es única e irrepetible. La simplicidad es otro punto fuerte, pues los usuarios no necesitan recordar ni gestionar contraseñas, ya que el acceso puede realizarse mediante datos biométricos. 

(Foto: Google).

En cuanto a la privacidad, cuando se emplea biometría, la información permanece en el dispositivo y no se comparte con los proveedores de servicios, garantizando así la confidencialidad de los datos personales.

Aumento del conocimiento sobre las passkeys

El respaldo institucional y el aumento del conocimiento sobre las passkeys refuerzan su adopción. Desde la introducción de estas claves de acceso, la FIDO Alliance, junto con la W3C, ha promovido su uso y reporta un crecimiento significativo en la familiaridad de los usuarios con esta tecnología: el porcentaje de personas que conocen las passkeys pasó del 39% en 2022 al 57% en 2024, según datos de la organización.

El Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) también ha dado su aval a las passkeys, al aprobar su uso sincronizado en las directrices SP 800-63B. Este reconocimiento consolida a las claves de acceso como una pieza clave en la evolución de la identidad digital, abriendo paso a una nueva etapa en la protección y gestión de la información personal en el entorno digital.

(Fuente: Infobae / Genbeta / redacción propia)

miércoles, 27 de agosto de 2025

Agenda Cultural: el Palacio Libertad (ex Centro Cultural Kirchner) nos presenta sus propuestas finales del mes de agosto

Mucha música, danza, teatro y un live set audiovisual forman parte de la oferta multidisciplinaria del centro cultural más importante de Latinoamérica, ubicado en Sarmiento 151, CABA. Todo, como siempre, con acceso libre y gratuito.

• Teatro: El submarino

Protagonizada por Luis Mottola y Arancha De Miguens, "El submarino" aborda un tema común a todos: los desconciertos en las relaciones de pareja. Lo hace en un tono de comedia alegre y despreocupada, pero sin quedarse flotando en la superficie: entre carcajada y carcajada, el amor y la pareja se hunden sin remedio. Una obra teatral de María Carmen Barbosa y Miguel Falabella, con adaptación y dirección de Carlos Olalla.

Viernes 29 y sábado 30 de agosto, 20:00 - Sala Argentina.
Domingo 31 de agosto, 19:00 - Sala Argentina.

• Ritmos argentinos: edición folclore


Nuevo concierto del ciclo impulsado por la Red de Casas de la Cultura, con la participación de artistas y conjuntos de todo el país, y esta vez es el turno de Cecilia Encina Grupo, Osunu, Patricia Gómez y Silvana Casavalle. El encuentro cuenta con la locución de Joaquín Botta y la animación del VJ Camilo Ortiz.

Viernes 29 de agosto, 17:00 - Plaza seca.

• Ludotecnia, live set audiovisual de Jorge Crowe


A partir de elementos electromecánicos, juguetes, lámparas y otros dispositivos, el artista realiza una construcción musical y una puesta visual con pequeñas cámaras que permiten al público participar de la obra. Un homenaje a la generación VHS y a las películas de televisión de sábado por la tarde.

Jueves 28 de agosto,  18 :00 , 19 :00  y 20:00 - Sala inmersiva.

• Música y palabras, episodio 23: Mercedes Halfon y Lucio Mantel


La escritora Mercedes Halfon y el cancionista Lucio Mantel presentan "Linajes", una exploración compartida sobre la memoria biográfica y sus derivas. Recorrerán el último disco de Lucio, "Los ancestros", y el reciente libro de Mercedes, "Vida de Horacio", para encontrar aquello que tienen en común.

Viernes 29 de agosto, 20:00 - Salón de Honor.

• Por patria, el universo: música y danzas de inspiración gitana


El Coro Polifónico Nacional y el Coro Nacional de Niños ofrecen un repertorio de inspiración gitana con obras de Schumann, Brahms, Kodály, Rajmáninov, Bizet y Verdi, acompañados por el actor Sergio Surraco y cuatro destacados bailarines. El espectáculo cuenta con la dirección de Fernando Tomé.

Viernes 29 y sábado 30 de agosto, 20:00 - Auditorio Nacional.

• Tarde de boleros: Tirsa Llerena


La cantante peruana Tilsa Llerena interpreta valses, marineras, festejos y la música tradicional de la costa central peruana, acompañada por Maxi Álvarez en piano, Santiago Aragón en trompeta, Ignacio Sologuren en bajo y Agostina Bertozzi en percusión.

Sábado 30 de agosto, 18:00 - Plaza seca.

• Pablo Baggini Proyecto


El noneto liderado por el guitarrista y compositor Pablo Baggini presenta un repertorio de música popular instrumental argentina con arreglos originales. Sus composiciones abordan la música académica y juegan con espacios de improvisación del jazz.

Domingo 31 de agosto, 17:00 - Salón de Honor.

• Tardes del mundo: música celta, con Mareterra


Con veinticinco años de historia, Mareterra es uno de los grupos referentes de la música celta en Argentina. Su propuesta reúne también elementos de la música medieval, el new age y el rock sinfónico. Un concierto imperdible, con la participación del invitado Carlos Montenegro en gaita y tin whistle.

Domingo 31 de agosto, 18:00 - Plaza seca.

• Ensamble Concentus BA: 125 años del Conservatorio Beethoven


Bajo la dirección de Ricardo Sciammarella, el Ensamble Concentus BA presenta un programa especial para celebrar el 125.º aniversario del Conservatorio Beethoven. El repertorio, interpretado con instrumentos originales, incluye piezas de Haydn, Beethoven y Mozart. Invitado: Pablo Saraví, violín.

Domingo 31 de agosto, 19:00 - Auditorio Nacional.

(Fuente: prensa Palacio Libertad)

Literatura gastronómica: algunas novelas que se cocinan a fuego lento

Historias donde la cocina es mucho más que mezclar ingredientes o saciar el hambre. Recetas ancestrales, emociones a flor de piel y la lucha por preservar la identidad cultural se entrelazan en relatos inolvidables. 

Detalle de “Interior de la cocina con una niña leyendo” (1764) de Jens Juel (Foto: Wikimedia).

“El mole se preparó con la receta que Tita había heredado de Nacha… una receta antiquísima que se pasaba de generación en generación, siempre en manos de la mujer encargada de la cocina”. Esta cita proviene de la obra romántica, exponente del realismo mágico, "Como agua para chocolate", de Laura Esquivel, ejemplo de cómo una novela puede narrar historias, transmitir afectos y preservar identidades a través de la comida.

En este libro, cada capítulo incluye una receta tradicional mexicana. Ingredientes como el chocolate, el chile o el mole no sólo sazonan la trama, sino que reflejan la riqueza agrícola y cultural de México. A través de la cocina (y en la cocina) Tita, la protagonista, expresa sus emociones, mostrando cómo la gastronomía puede ser un lenguaje universal y haciendo que el lector pueda saborear sus lágrimas y pasiones.

(Foto: composición propia).

Gastronomía literaria

Pero ese no es el único caso. Porque la comida en la literatura va más allá de simples descripciones culinarias. Es un puente entre culturas, emociones y tradiciones.

"Chocolat" de Joanne Harris, ambientada en un pequeño pueblo francés, muestra cómo el cacao -gracias a la tienda de bombones que abre una forastera en un pueblo- puede romper prejuicios y unir comunidades.

Muchas novelas gastronómicas también destacan el uso de ingredientes locales y de temporada, un principio clave de la cocina sostenible. Por ejemplo, "Entre pólvora y canela", de Eli Brown, rescata sabores afrocaribeños basados en especias como la canela y la pimienta. Estos ingredientes no sólo dan identidad a los platos, sino que promueven el comercio justo y la agricultura local.

Otro ejemplo fascinante donde lo culinario se entremezcla con la narrativa se encuentra en la trilogía de novelas históricas "Azteca", de Gary Jennings. En estas recreaciones del México prehispánico, se describe detalladamente cómo los personajes preparan platillos con maíz, frijol y chile, los ingredientes básicos e inseparables de la dieta mesoamericana. A través de la elaboración de tortillas, tamales, salsas y diversos guisos, el lector se sumerge en la vida cotidiana y ritual de esta civilización, donde la comida opera como pilar cultural y social.

(Foto: composición propia).

Mientras tanto, "Un viaje de diez metros", de Richard C. Morais, ofrece un rico tapiz de enseñanzas culturales y psicológicas. El relato sigue al joven chef indio Hassan Haji y su familia, quienes inauguran un pequeño restaurante en Francia justo enfrente de un establecimiento Michelin. La historia se convierte en una profunda exploración de la asimilación cultural frente a la preservación de la identidad.

Más allá de ser una inmersión en el mundo de la alta cocina, la novela aborda las diferentes dimensiones que puede tener la gastronomía en aspectos como el duelo, la resiliencia y la búsqueda de la excelencia.

Rescate de técnicas ancestrales

Las novelas también preservan conocimientos culinarios en riesgo de desaparecer. Estos procesos, aunque laboriosos, son más sostenibles que las alternativas industriales. "Delirio", de Laura Restrepo, desarrolla platos tradicionales andinos como el ajiaco -un tipo de sopa- con papas nativas, cuya elaboración depende de la biodiversidad local.

(Foto: composición propia).

Y "El último chef chino", de Nicole Mones, se distingue por su profunda exploración de la cocina tradicional como un tesoro cultural y filosófico. A través de la mirada de Maggie McElroy, una periodista estadounidense que viaja a Pekín para cubrir la muerte de un afamado chef, la novela revela la lucha por preservar estas prácticas milenarias frente a las presiones de la modernidad y la globalización.

Literatura en la educación culinaria

La literatura que abarca temas gastronómicos puede ser una herramienta educativa que vincula comida, cultura y sostenibilidad. Escuelas líderes ya la usan para formar chefs, conscientes de su impacto social y ambiental.

Estos textos enriquecen la formación culinaria y combaten la homogeneización alimentaria. Además, al revivir recetas olvidadas, promueven la diversidad biocultural.

(Foto: composición propia).

Por ejemplo, el Culinary Institute of America (CIA) incluye análisis de textos literarios en sus cursos de cultura alimentaria. A través de ellos, los estudiantes exploran cómo las descripciones reflejan contextos históricos y geográficos, además de los cambios en la alimentación, técnicas e ingredientes que se han realizado a lo largo de décadas e, incluso, siglos.

En Italia, la Universidad de Ciencias Gastronómicas de Pollenzo utiliza obras literarias para discutir el valor simbólico de los alimentos. En Colombia, la Escuela Taller de Bogotá emplea obras de Laura Restrepo para enseñar gastronomía local.

Y en Perú, las escuelas culinarias usan "La guerra del fin del mundo", de Mario Vargas Llosa, para analizar cómo la comida refleja desigualdades sociales. Esto fomenta una visión más ética de la gastronomía.

(Foto: composición propia).

Más allá del recetario

A través de novelas y cuentos donde la alimentación es un pilar en la narrativa, es posible entender historias, respetar temporadas y valorar a quienes cultivan los alimentos. Incluso, reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo alimenticio y el impacto que tienen, como sucede con "Cadáver exquisito", de la argentina Agustina Bazterrica. Ahí la autora, con una prosa cruda y directa, despoja al acto de comer de cualquier romanticismo, exponiendo la deshumanización inherente a la producción industrializada de alimentos.

La obra de Bazterrica nos obliga a mirar críticamente la indiferencia con la que a menudo tratamos el origen de lo que comemos, y nos confronta con la idea de que el capitalismo y la comercialización excesiva de la vida pueden desdibujar peligrosamente los límites de la moralidad.

La obra de Bazterrica se puede adquirir en formato digital haciendo click aquí.

(Foto: composición propia).

En un mundo donde domina la comida rápida, estos textos son un recordatorio: la buena gastronomía nace de raíces profundas, nos acompaña a lo largo de nuestra vida e impacta en la producción cultural y artística de cada país y región del mundo.

Así, una novela puede convertirse en un recetario, hacernos viajar a través de la comida o convertirse en una nueva influencia para experimentar la vida a través de la alimentación.

(Fuente: The Conversation / Infobae / varios / redacción propia)