jueves, 18 de septiembre de 2025

Efemérides: 18 de septiembre de 1970 muere Jimi Hendrix

El 18 de septiembre de 1970 muere Jimi Hendrix en Kensington, Londres, Reino Unido, (de nombre real James Marshall "Jimi" Hendrix).

Fue un músico y cantautor estadounidense. Hendrix es considerado el mejor guitarrista eléctrico de la historia de la música popular, y uno de los músicos más importantes del siglo XX. Musicalmente influido por el rock and roll y blues eléctrico americanos, tras tener un éxito inicial en Europa con su banda The Jimi Hendrix Experience, logró fama en los Estados Unidos tras un concierto en 1967 en el Festival Pop de Monterey. Más tarde, encabezó el Woodstock Festival en 1969, y el Isle of Wight Festival de 1970, antes de fallecer a los 27 años.

Es citado frecuentemente por varios artistas, por diversas revistas especializadas en música, por varios críticos y la prensa en general y por la admiración y el cariño de la  gente como el más grande guitarrista de la historia del rock and roll, además de ser uno de los mayores innovadores y más influyentes artistas en una gran cantidad de géneros. Con "The Jimi Hendrix Experience" grabó cuatro LPs: "Are you Experienced?", "Axis: Bold as Love", "Electric Ladyland" y un disco recopilatorio de grandes éxitos llamado "Smash Hits". Sin embargo, hay innumerables grabaciones de actuaciones en directo que saldrían al mercado después de la muerte de Jimi. 

Las continuas presiones para mantener a la banda de gira, en agotadores festivales los llevaron al uso de drogas. Al principio, las usaban sólo para mantener el tipo en sus innumerables conciertos, consumiendo eventualmente por puro placer. Más tarde se convirtió en una mera adicción. Cansados del excesivo protagonismo de Jimi Hendrix en la banda, Mitchell y Redding decidieron abandonar el grupo en 1969.

 Hendrix fue incluido en el Rock and Roll Hall of Fame en 1992. En el año 2003, la revista Rolling Stone lo eligió como el mejor guitarrista de todos los tiempos y en 2004 lo incluyó en su lista de los mejores artistas de toda la historia (n.º 6). 

En 2009, la revista estadounidense Time lo situó como el mejor guitarrista de guitarra eléctrica de la historia, por delante de B. B. King, Chuck Berry, Jimmy Page, Keith Richards y Eric Clapton, entre otros.

 Igualmente, en 2003 la revista especializada británica Total Guitar, con el voto de más de 4000 lectores, eligió a Jimi Hendrix como el mejor guitarrista de la historia del rock. Además posee el mejor riff en la historia de la música por su canción "Voodoo Child" según una encuesta realizada en 2009 por la página especializada británica Music Radar, superando a otras bandas de renombre como The Who, Led Zeppelin y Deep Purple, entre otras.

The Jimi Hendrix Experience - Hey Joe (1967)

(Fuente: https://viverock.com.ar)

El primer mapa global de la actividad cerebral revela que no hay centro de mando en las decisiones

Cada día tomamos decisiones casi sin darnos cuenta, como qué ropa ponernos, qué comer, qué dirección seguir cuando caminamos o, al conducir, si girar, frenar o cambiar de carril. Algunas de estas elecciones pueden ser rápidas y casi automáticas pero, detrás de ellas, el cerebro está procesando información, valorando opciones y anticipando lo que va a suceder. 

(Foto: Shutterstock).

Y ¿cómo logra este complejo y enigmático órgano transformar las señales del entorno, las expectativas y los deseos propios en movimientos tan precisos? He aquí una de las grandes preguntas que, durante décadas, ha tratado de resolver la neurociencia, aunque sólo había conseguido respuestas parciales.

Ahora, y gracias a un esfuerzo internacional sin precedentes, el International Brain Laboratory (IBL), una red de 12 laboratorios en Europa y Estados Unidos, ha logrado una respuesta global al registrar la actividad neuronal de prácticamente todo el cerebro de ratones mientras tomaban decisiones.

Los resultados, que acaban de publicarse en dos artículos complementarios en la revista Nature, ofrecen un mapa cerebral con resolución de célula individual y muestran cómo las expectativas previas moldean nuestras elecciones.

Un mapa completo de la actividad cerebral

El primer trabajo describe el mayor estudio de actividad neuronal jamás realizado en animales, con más de 621.000 neuronas registradas en 279 áreas del cerebro de 139 ratones. Tras un filtrado de calidad, se analizaron 75.000 células con señales estables.

En este estudio, los ratones realizaron la siguiente tarea de decisión: una rejilla con luz aparecía en una pantalla y debían mover un volante hacia la izquierda o la derecha para centrarla. A cambio, recibían agua como recompensa, o dos segundos de ruido blanco si no lo conseguían.

Aunque pueda parecer trivial, esta tarea combina percepción, memoria y acción, y permite estudiar cómo el cerebro transforma la información sensorial en comportamiento.

El mapa reveló que la actividad no se limita a unas pocas zonas: aunque la información visual apareció primero en las áreas de visión, pronto se propagó a otras zonas como el mesencéfalo y el rombencéfalo.

Además, las señales motoras y las relacionadas con la recompensa se detectaron en casi todo el cerebro, lo que demuestra que la toma de decisiones no sigue el esquema jerárquico lineal de “ver”, “pensar” y “actuar”, sino que surge de una red distribuida y coordinada de regiones.

Los investigadores lo describen de un modo muy gráfico: cuando llega la recompensa, el cerebro se ilumina “como un árbol de Navidad”. O sea que debemos replantear la idea de que existen centros únicos de decisión, pues todo el cerebro participa en ello.

Las expectativas se extienden por todo el cerebro

El segundo artículo se centró en cómo influyen nuestras expectativas previas. Utilizando la misma tarea experimental que en el antes comentado (en el que una rejilla con luz aparece en una pantalla y los ratones deben mover un volante hacia la izquierda o la derecha para centrarla), los investigadores, además, introdujeron bloques donde el estímulo aparecía con probabilidades distintas: en algunos, un 80 % de las veces a la izquierda y un 20 % a la derecha; en otros, al revés.

Los ratones no recibían ninguna señal de aviso pero, durante nada más y nada menos que 459 sesiones de entrenamiento, fueron aprendiendo esas pautas y las usaron para mejorar su rendimiento. Incluso cuando la rejilla era tan tenue que resultaba invisible, sus elecciones se inclinaban hacia el lado más probable, guiadas por la expectativa.

Lo sorprendente es que dichas expectativas no estaban confinadas a unas pocas zonas relacionadas con la toma de decisiones, sino que se encontraron asociadas a una amplia variedad de regiones cerebrales.

Concretamente, se detectaron en áreas sensoriales tempranas -es decir, aquellas que reciben directamente la información visual, como la corteza visual primaria y el tálamo-, en áreas motoras que preparan la acción y en zonas asociativas como la corteza orbitofrontal y la cingulada anterior.

Los hallazgos respaldan la idea de que el cerebro funciona como una máquina de predicción distribuida que no sólo procesa lo que vemos o escuchamos, sino que genera constantemente hipótesis sobre lo que va a ocurrir, y esas hipótesis influyen en lo que percibimos.

Además, este mecanismo puede tener relevancia clínica en trastornos como la esquizofrenia o el autismo, ya que se sospecha que la dificultad para actualizar expectativas y creencias sobre el entorno está en el origen de algunos de sus síntomas. Entender cómo el cerebro sano integra expectativas podría ayudarnos a comprender mejor estas enfermedades.

Un nuevo modelo de ciencia colaborativa

Estos hallazgos no habrían sido posibles sin una nueva forma de trabajar en ciencia. El International Brain Laboratory se inspiró en proyectos como el CERN o el Proyecto Genoma Humano, en los que la colaboración global permitió avanzar en problemas demasiado grandes para un solo laboratorio.

Durante años, los 12 equipos del consorcio usaron protocolos idénticos, compartieron herramientas y pusieron todos los datos a disposición de la comunidad. El resultado no es sólo un descubrimiento científico, sino también un recurso abierto con cientos de miles de registros neuronales accesibles públicamente.

Este modelo de ciencia abierta y colaborativa marca un cambio cultural que permite pasar de experimentos fragmentados a proyectos internacionales capaces de dar una visión integrada del cerebro. Y esto, sin duda, es todo un logro.

Melodía de neuronas

En definitiva, los dos estudios coinciden en que la toma de decisiones no se concentra en un único punto o pocas zonas del cerebro, sino que surge de la coordinación de múltiples regiones donde también se codifican nuestras expectativas previas.

Esta visión del cerebro como una máquina de predicción distribuida se une al ejemplo multicéntrico del IBL, que anticipa una neurociencia cada vez más global, abierta y colaborativa.

Entender cómo decidimos ya no es buscar un centro de mando en el cerebro sino aprender a interpretar la melodía de neuronas que, en conjunto, nos permite percibir, anticipar y actuar en la gran sinfonía del mundo.

(Fuente: The Conversation)

Un remedio para ciberadictos: qué son los llaveros con NFC para bloquear aplicaciones y redes sociales

Notificaciones que interrumpen nuestra concentración constantemente, la tentación de chequear el celular a cada rato y un scroll ocasional que se torna una compulsión ante el aburrimiento o estrés diario. Esos son signos de lo que ya muchos usuarios percibimos como un problema mayor: la adicción a lo digital.

(Foto: xataka.com).

De ello está surgiendo una tendencia para recuperar el control sobre el tiempo de uso de las plataformas: llaveros y pulseras con NFC que bloquean aplicaciones. Vendrían a ser algo así como llaves físicas. ¿Qué tal funcionan y qué opciones hay actualmente?

¿Por qué un dispositivo físico en lugar de configurar el celular?

Tal vez ya hayamos probado las funciones de bienestar digital que vienen en nuestro celular sin los resultados que esperábamos, ya que utilizar temporizadores digitales no suponen realmente un límite difícil de burlar.

Con cancelar la notificación que nos avisa que el tiempo de uso se agotó, o extender ese límite es suficiente. Si buscamos construir la disciplina o, por lo menos, ayudar a que esa decisión sea más consciente, introducir un objeto físico que sirva como cable a tierra podría tener cierto sentido.

En Argentina destinamos, en promedio, unas tres horas y cinco minutos a las redes sociales (Foto: statista.com).

Lo que proponen estos nuevos dispositivos es que, al tener que recurrir al objeto físico para recuperar el acceso, nos detengamos y nos preguntemos si realmente vale la pena desbloquear la aplicación.

Sí, es paradójico que el bloqueo lo proporcione una herramienta tecnológica, pero la diferencia está en que éstos no cumplen ninguna otra función más que actuar como una barrera. En definitiva, no es una plataforma y no nos puede distraer, lo que también refuerza nuestra intención de limitar su tiempo de uso.

(Foto: xataka.com).

El dispositivo más conocido es Brick, que se puede usar como llavero y es compatible con Android 12.0 o posterior y con iOS 16.2 o posterior. Para configurar los límites de tiempo para las apps que queramos, lo podemos hacer desde su app, aunque luego ya para desbloquearlas vamos a necesitar acercar el dispositivo a nuestro celular.

Se puede usar con varios dispositivos a la vez. Si perdemos el llavero, podemos usar hasta cinco desbloqueos de emergencia en la aplicación, que liberan automáticamente todas las apps. Tiene un valor de aproximadamente 60 dólares y se puede comprar desde el sitio oficial.

(Foto: xataka.com).

La segunda opción es Unpluq, una etiqueta NFC cuyo acceso es a través de una suscripción de un año o hasta tres. También nos permite hacer un seguimiento de nuestros hábitos de uso. Se adquiere desde el sitio oficial y tiene un valor de 82 dólares para un usuario. Es compatible con Android e iOS.

(Foto: xataka.com).

Por último está Scrolly pero, aunque el muñequito se ve muy tentador, solamente funciona para dispositivos Apple. Planean lanzar una versión para Android próximamente. Su valor inicia en alrededor de 50 dólares.

(Fuente: Xataka Argentina)

Nuestros amigos peludos: así impacta en nuestro cerebro tener un gato como mascota

Los gatos suelen tener fama de independientes, pero las últimas investigaciones sugieren que compartimos una conexión única con ellos, impulsada por la química cerebral. La principal sustancia implicada es la oxitocina, apodada como la "hormona del amor". 

(Foto: Shutterstock).

Es el mismo compuesto neuroquímico que se libera cuando una madre acuna a su bebé o cuando los amigos se abrazan, fomentando la confianza y el afecto. Y ahora los estudios demuestran que este neurotransmisor también es importante para el vínculo entre gatos y humanos.

La oxitocina fomenta la confianza y la calma

La oxitocina desempeña un papel fundamental en los vínculos sociales, la confianza y la regulación del estrés en muchos animales, incluidos los seres humanos. Un experimento de 2005 demostró que hacía que los voluntarios humanos estuvieran mucho más dispuestos a confiar en los demás.

También tiene efectos calmantes en humanos y animales, ya que suprime la hormona del estrés cortisol y activa el sistema nervioso parasimpático (el sistema de descanso y digestión) para ayudar al cuerpo a relajarse.

Los científicos saben desde hace tiempo que las interacciones amistosas desencadenan la liberación de oxitocina tanto en los perros como en sus dueños, creando un círculo virtuoso de vinculación. Sin embargo, hasta hace poco no se sabía mucho sobre su efecto en los gatos.

Los efectos de acariciar un gato que ronronea

Los gatos son más sutiles a la hora de mostrar afecto. Sin embargo, sus dueños suelen referir los mismos sentimientos cálidos de compañía y alivio del estrés que los dueños de perros, y los estudios respaldan cada vez más estos testimonios. Investigadores de Japón, por ejemplo, informaron en 2021 de que las breves sesiones de caricias con sus gatos aumentaban los niveles de oxitocina en muchos propietarios.

En ese estudio, las mujeres interactuaron con sus mascotas durante unos minutos mientras los científicos medían los niveles hormonales de los propietarios. Los resultados sugirieron que el contacto amistoso (acariciar al gato, hablarle en un tono suave) estaba relacionado con un aumento de la oxitocina en la saliva de los humanos, en comparación con un período de descanso tranquilo sin su gato.

Muchas personas encuentran relajante acariciar a un felino que ronronea, y las investigaciones indican que no es sólo por su suave pelaje. El acto de acariciar e incluso el sonido del ronroneo pueden desencadenar la liberación de oxitocina en nuestro cerebro. Un estudio de 2002 descubrió que esta descarga provocada por el contacto suave con un gato ayuda, como antes mencionamos, a reducir el cortisol (nuestra hormona del estrés), lo que a su vez puede reducir la presión arterial e incluso el dolor.

¿Cuándo se libera la oxitocina entre gatos y humanos?

Las investigaciones están identificando momentos específicos que provocan la liberación de esta hormona en nuestra amistad entre especies. El contacto físico suave parece ser un desencadenante principal para los gatos.

Un estudio de febrero de 2025 descubrió que cuando los dueños acariciaban, abrazaban o mecían a sus gatos de forma relajada, la oxitocina de los dueños tendía a aumentar, al igual que la de los gatos, siempre que la interacción no fuera forzada para el animal.

Los investigadores monitorizaron los niveles de la hormona en los gatos durante 15 minutos de juego y mimos en casa con su dueño. Los felinos con un vínculo seguro que iniciaban el contacto, por ejemplo, sentándose en el regazo o empujando con el hocico, mostraban un aumento de oxitocina. Cuanto más tiempo pasaban cerca de sus humanos, mayor era el aumento. 

(Foto: Shutterstock).

¿Qué ocurre con los felinos menos cariñosos? El mismo estudio observó patrones diferentes en gatos con estilos de apego más ansiosos o distantes. Los ejemplares evasivos (los que mantenían la distancia) no mostraron cambios significativos en la oxitocina, mientras que los ansiosos (que buscaban constantemente a su dueño, pero se sentían fácilmente abrumados al ser manipulados) tenían niveles altos de oxitocina desde el principio.

Se descubrió que la oxitocina de los gatos evasivos y ansiosos descendía tras un abrazo forzado. Cuando las interacciones respetan la comodidad del animal, la hormona del vínculo fluye, pero cuando un gato se siente acorralado, es esquiva.

Quizás los humanos podrían aprender algo de sus amigos felinos sobre cómo gestionar los estilos de apego. La clave para crear un vínculo con un gato es comprender cómo se comunican.

A diferencia de los perros, los gatos no dependen del contacto visual prolongado para crear vínculos. En su lugar, utilizan señales más sutiles. La más conocida es el parpadeo lento, una sonrisa felina que transmite seguridad y confianza.

El ronroneo también desempeña un papel importante en la creación de conexiones con las personas. El ronroneo grave no sólo se ha relacionado con la curación de los propios gatos, sino también con efectos calmantes en los seres humanos. Escuchar ese peculiar sonido puede reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial, y la oxitocina media estos beneficios.

La compañía de un gato, reforzada por todos esos pequeños aumentos de oxitocina de las interacciones diarias, puede servir como amortiguador contra la ansiedad y la depresión, en algunos casos proporcionando un consuelo equiparable al apoyo social humano.

¿Son los gatos menos cariñosos que los perros?

Es cierto que los estudios suelen encontrar respuestas más fuertes de oxitocina en las interacciones entre perros y humanos. En un experimento muy comentado de 2016, los científicos midieron la oxitocina en mascotas y propietarios antes y después de diez minutos de juego. Los perros mostraron un aumento medio del 57 % en los niveles de oxitocina después del juego, mientras que los gatos mostraron un aumento de alrededor del 12 %.

En los seres humanos, los niveles de oxitocina aumentan durante las interacciones sociales significativas. Los estudios demuestran que el contacto con un ser querido produce respuestas de oxitocina más fuertes que el contacto con extraños. Por lo tanto, el saludo alegre de un perro es similar a la emoción que se siente al ver a un hijo o a la pareja.

Los perros, al ser animales de manada domesticados para la compañía constante de los humanos, están casi programados para buscar el contacto visual, las caricias y la aprobación de las personas, un comportamiento que estimula la liberación de oxitocina en ambas partes. Los gatos, sin embargo, evolucionaron a partir de cazadores solitarios que no necesitaban gestos sociales evidentes para sobrevivir. Por lo tanto, es posible que no muestren un comportamiento impulsado por la oxitocina con tanta facilidad o consistencia. En cambio, los gatos pueden reservar su comportamiento de liberación de esa hormona para cuando se sienten realmente seguros.

La confianza de un gato no es automática, hay que ganársela. Pero una vez concedida, se refuerza con la misma sustancia química que une a los padres, parejas y amigos humanos.

Así que, la próxima vez que nuestro gato nos mire desde el otro lado del sofá o se suba a nuestro regazo para acurrucarse y ronronear, tengamos en cuenta que también está ocurriendo algo invisible: la oxitocina está aumentando en ambos cerebros, profundizando la confianza y aliviando el estrés de la vida cotidiana. Los gatos, a su manera, han aprovechado la antigua biología del amor.

(Fuente: The Conversation)

miércoles, 17 de septiembre de 2025

Cuando Zitarrosa fue a preguntar por Gardel: se publica una novela gráfica sobre el gran cantautor uruguayo

Publicado por el Fondo de Cultura Económica, este libro de Rodolfo Santullo y Max Aguirre reconstruye una vida inquietante a partir de anécdotas e historias. Ya disponible en edición física, también se puede comprar y descargar en formato digital desde este post.

(Foto: composición propia).

Alfredo Zitarrosa se merecía una novela gráfica que cuente acerca de su vida y su obra, pero lo que hicieron Max Aguirre y Rodolfo Santullo en "Zitarrosa", libro publicado por el Fondo de Cultura Económica es otra cosa: reconstruye la potencia de su figura de a partir de ficciones inspiradas en anécdotas. “Música, exilio y compromiso político en un retrato sensible de uno de los grandes de la canción popular uruguaya”, se lee en la web del sello.

Zitarrosa nació en Montevideo en 1936 y murió en el mismo lugar en 1989. Este cantautor, poeta, periodista y escritor uruguayo es considerado una de las figuras más destacadas de la música popular de América Latina en el siglo XX. Su obra se inscribe en la tradición folclórica del Río de la Plata y mezcla géneros como la milonga, el candombe y la zamba con una estética sobria y un lirismo de fuerte contenido social, político y existencial.

El ilustrador de este libro, Max Aguirre, tiene varios libros publicados como historietista y como dibujante y lleva adelante un proyecto musical que mezcla canciones propias, animaciones y dibujos realizados en vivo. Recibió la Legión del Libro de la Feria Internacional del Libro de Montevideo en 2011, ganó el Premio Banda Dibujada a la Mejor Historieta de Ficción para Niños en 2012 y el Premio Banda Dibujada a la Mejor Historieta de Ficción para Jóvenes en 2013. Además, publica la tira diaria Genio y figura en el matutino La Nación y la historieta Discépolo para la revista Maten al mensajero. Ha hecho ilustraciones para distintos medios y editoriales, entre las que se destacan La Nación, Revista Orsai, Editorial Norma, Editions Delcourt (Francia) y Editorial Sudamericana.

El guionista de este libro es Rodolfo Santullo, periodista, escritor, autor de guiones de historietas, televisión y cine, además de editor al frente de Grupo Belerofonte. Ha publicado libros de narrativa y más de cuarenta novelas gráficas en países como Uruguay, Argentina, Brasil, EE.UU, Reino Unido, Francia, Dinamarca, España, Alemania y China, entre las que se incluyen 40 cajones, Dengue, Far South, El Dormilón, Malandras, Mar de Sueños, Valizas y Los últimos días del Graf Spee. Es el guionista de la película La teoría de los vidrios rotos, dirigida por Diego Fernández Pujol.

A continuación, un fragmento de esta novela gráfica: las páginas donde Zitarrosa se encuentra con el escritor uruguayo Juan Carlos Onetti para preguntarle por Gardel.

(Foto: Fondo de Cultura Económica).

(Foto: Fondo de Cultura Económica).

(Foto: Fondo de Cultura Económica).

(Foto: Fondo de Cultura Económica).

(Foto: Fondo de Cultura Económica).

(Foto: Fondo de Cultura Económica).

Para comprar y descargar en formato e-book, hacer click aquí.

(Fuente: Infobae / bajalibros.com / redacción propia)

Conociendo a Daniela Fuchs, una bióloga que encontró su lugar en el mar

La Dra. Daniela Fuchs, prestigiosa docente de nuestra Universidad nos comparte este apasionante artículo. 

Con humor y mucha pasión, la Dra. en Biología recuerda el inicio de una vocación que la llevó a recorrer aulas, laboratorios y, desde 2021, a formar parte de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, en la Dirección de Planificación Pesquera.

"De chicos todos los que estudiamos biología queríamos salvar a las ballenas. Yo vi Liberen a Willy y dije: quiero rescatar a la orca de Mundo Marino". 

Su camino comenzó en la docencia universitaria y en becas de investigación, entre lupas y taxonomía de peces. “Me pasaba horas contando cúspides de dientes para identificar especies. A veces era tedioso, pero siempre encontraba la forma de darle un sentido”, recuerda. Esa curiosidad y constancia le permitieron construir un perfil sólido que hoy se refleja en su rol como técnica profesional.

El desafío de consensuar

Daniela ingresó a la Secretaría en mayo de 2021, en plena pandemia, y comenzó trabajando en el área de pesca continental, con especies de agua dulce, y hoy se dedica principalmente a recursos marinos. Su trabajo la coloca en un espacio clave: la mesa de diálogo entre científicos, gestores, empresarios, sindicatos y representantes provinciales.

“Mi formación como bióloga me da una base para entender las discusiones técnicas y, al mismo tiempo, buscar consensos. Soy un poco mediadora, desde el jardín de infantes me mandaban notas a mi mamá diciendo que yo resolvía peleas entre compañeros, y hoy hago lo mismo con otra escala y conocimientos, pero con actores del sector pesquero”.

La gestión pesquera, explica, exige articular miradas distintas: “El científico suele ver al Estado como el malo, y el empresario al científico como alguien que pone trabas. Pero cuando te sentás en una mesa de diálogo entendés que todos quieren lo mismo: que los recursos duren, que haya trabajo, que las generaciones futuras también puedan aprovecharlos”.

Ese es el trabajo que hace la Dirección de Planificación Pesquera que implica, entre otras cosas, coordinar comisiones de seguimiento de especies como merluza, langostino o calamar, analizar propuestas de medidas de manejo, procurar la minimización del impacto de la pesca en el ambiente marino y asesorar a la Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca para las decisiones que impactan tanto en lo económico como en lo social y ambiental.

Ciencia, gestión y diálogo: el camino de Daniela Fuchs en la Secretaría

Pasión por el mar y la ciencia

Aunque sus primeros pasos en la SAGyP fueron en el sector de aguas continentales, Daniela siente que el mar siempre estuvo cerca. “Me maravillan los descubrimientos. Cuando en el país vimos en tiempo real imágenes inéditas de especies en las profundidades, fue emocionante. Algunos de esos peces solo existían en dibujos que yo había estudiado en la facultad hace veinte años. Eso te abre la cabeza y te recuerda por qué elegiste este camino”, relata.

La bióloga habla de las visualizaciones de la expedición que realizó en Conicet en colaboración con el Schmidt Ocean Institute en el “Cañón de Mar del Plata” sobre el Talud Continental, que tuvo una enorme repercusión en medios y redes sociales de la expedición científica. La iniciativa exploró una de las regiones poco conocidas y con más biodiversidad del Mar Argentino. Con transmisiones en vivo, tecnología de última generación y hallazgos sorprendentes como nuevas especies y curiosos animales marinos que serán muy relevantes para la investigación oceánica nacional.

Es un ámbito desafiante

Sin embargo, en el sector pesquero, reconoce, tiene todavía barreras de género. “Muchas veces me tocó ser la única mujer entre veinte varones, embarcada con Prefectura. Lo más difícil es que te reconozcan como par. Podes ser tan torpe o tan ágil como cualquiera de ellos, y está demostrado que logras trabajar a bordo a su mismo nivel. Yo no ando diciendo que soy “doctora en biología” para mandarme la parte, hago el trabajo que haya que hacer, pero también sé que tengo la formación para discutir de igual a igual. Y ese es un desafío: que tu identidad no quede solo reducida al hecho de ser mujer, sino a tu capacidad profesional”.

Más allá de la biología

Cuando se corre de la ciencia, Daniela se refugia en el arte. Toca el piano, dibuja y pinta la naturaleza a partir de sus propias fotos. “Mi casa está llena de cuadros míos. El que me visita se los tiene que aguantar”, dice entre risas. Esa veta creativa, asegura, la ayuda a equilibrar la rigurosidad científica con un costado más libre y expresivo.

Daniela Fuchs aporta su mirada y compromiso en la Dirección de Planificación Pesquera, un área estratégica para el país que, además de generar divisas y empleo, tiene en sus manos la enorme responsabilidad de cuidar los recursos marinos argentinos para el presente y el futuro, porque “el mar argentino tiene un gran potencial, pero también exige responsabilidad para conservarlo”, sostiene con convicción.

Dibujos de Daniela Fuchas

(Fuente: comunidad@magyp.gob.ar, Daniela Fuchs)

martes, 16 de septiembre de 2025

Agenda Cultural: el Palacio Libertad (ex Centro Cultural Kirchner) continúa renovando su oferta pluridisciplinaria para palpitar la llegada de la primavera

 Música, video, fotografía y poesía son algunas de las propuestas del complejo cultural más importante de Latinoamérica, ubicado en Sarmiento 151, CABA. Como siempre, con acceso libre y gratuito para toda la comunidad.

• Esenciales: Joan Manuel Serrat

Un homenaje a una figura imprescindible de la canción iberoamericana, cuya obra se convirtió en un puente entre la poesía y la música popular. "Mediterráneo", "Penélope", "Aquellas pequeñas cosas", "Tu nombre me sabe a hierba", "Cantares" y otros clásicos del catalán serán interpretados por una orquesta de cuerdas bajo la dirección de Gerardo Gardelín, junto a cuatro voces invitadas: María Álvarez Toledo, Lucas Heredia, Maxi Serral e Ivanna Rossi.

Sábado 20 de septiembre, 20:00.
Domingo 21, 19:00 - Auditorio Nacional.

• Laplace - Cinalli - Fleming


Durante tres noches consecutivas, artistas de distintas disciplinas se unen en un espectáculo especial. Víctor Laplace, en esta ocasión como cantante, estará acompañado al piano por el pintor y muralista santafesino Ricardo Cinalli, junto con la soprano Sara Fleming. La propuesta reúne piezas musicales y monólogos que van del barroco al romanticismo y de los clásicos al tango.

Viernes 19 y sábado 20 de septiembre, 20:00.
Domingo 21, 19:00 - Sala Argentina.

• Tan lejos, tan cerca, de Susana Barbará y Viviana Berco


Una exhibición que invita a detenerse y sumergirse en los fragmentados paisajes de la memoria. La muestra se encuentra compuesta por videos y piezas de cerámica, a modo de ensayo de una arqueología que se pregunta no sólo por lo que fue, sino por la forma que adoptarán los restos de lo que hoy existe.

Miércoles a domingos, 14:00 a 20:00 - Sala 606.

• Melodías en escena


La Orquesta Nacional de Música Argentina y el Coro Nacional de Música Argentina ofrecen el concierto Melodías en escena, bajo la batuta de Damián Mahler. El programa incluye obras originales del director y compositor, con la participación de cantantes solistas invitados.

Miércoles 17 de septiembre, 20:00 - Auditorio Nacional.

• Picnic en el Palacio


Con motivo de la llegada de la primavera, se celebra un evento con un variado programa de actividades vinculadas a la lectura, el arte y la música. Habrá un Bibliomóvil con actividades destinadas a todos los públicos y una feria de productores regionales con degustaciones y productos artesanales.

Domingo 21 de septiembre, 14:00 - Plaza Seca.

• Safari fotográfico: ¡Primavera, cámara, acción!


Para celebrar el Día de la Fotografía y el Día de la Primavera, el Palacio Libertad propone un recorrido por espacios emblemáticos del edificio, junto a la fotógrafa profesional Verónica Caffarone. Se invita a los participantes a asistir con cámara o celular para registrar momentos destacados de la visita.

Domingo 21 de septiembre, 17:00.
Desde el 26 de septiembre viernes y domingos, 15:00 - Planta baja. Hall central.

• Natsuki Nishihara - Julio Coviello


En el marco de Primavera Tango y del Festival de Bandoneón Osvaldo Ruggiero, dos referentes del instrumento se presentan en formato íntimo. Natsuki Nishihara interpretará las obras de su primer disco solista, Camino, y Julio Coviello tocará en vivo Musetta y La Peste.

Sábado 20 de septiembre, 19:00 - Salón de Honor.

• Sábados malditos + Domingo fancy


Recibimos la primavera con un fin de semana en homenaje a Las flores del mal, el poemario cumbre de Charles Baudelaire. Sábados malditos propone lecturas de Catalina Guebel, Pilar Otero y Facundo René Torres, musicalizadas por Princesa Vampiro, y Domingo Fancy propone una tarde de lecturas, serigrafía, juegos y talleres.

Sábado 20 de septiembre, 18:30.
Domingo 21, 16:00 - Quinto piso. Entre ascensores.

• Mores y los poetas, por Gorriones


El sexteto Gorriones ofrece un recorrido por las notables composiciones que el pianista y director Mariano Mores realizó junto a poetas históricos del tango como Mario Battistella, Enrique Santos Discépolo, Enrique Cadícamo, José María Contursi, Ivo Pelay, Homero Manzi, Cátulo Castillo y León Benarós.

Domingo 21 de septiembre, 17:00 - Salón de Honor.

(Fuente: prensa Palacio Libertad)

Libros recomendados: "Encontrémonos en Buenos Aires", la inquietante propuesta del historiador Eric Hobsbawm a su esposa Marlene

Si el peligro los separaba, la Reina del Plata los volvería a unir. En este libro, las memorias de quien compartió la vida con el historiador entrelazan política, huida e intimidad. Ya se encuentra en librerías, y se puede comprar y descargar en formato digital desde este post. 

(Foto: composición propia).

"Si las cosas salen mal y la guerra efectivamente estalla, compra un boleto sólo de ida a Argentina. Hay dinero suficiente en el banco. Y, entonces, encontrémonos en Buenos Aires". La frase, que Eric Hobsbawm le dijo a su esposa durante la Crisis de los Misiles, marcó para siempre la intimidad de su historia familiar. Así lo cuenta ahora ella en su libro "Encontrémonos en Buenos Aires" que apareció en inglés en 2019 y ahora se publica en español. Hobsbawm es todavía uno de los historiadores más relevantes, famoso por obras como "Historia del siglo XX", "La era de la revolución" y "La era del capital", pero también por su notorio compromiso político y su vida bajo la vigilancia del MI5 británico.

Historiador inglés nacido en Egipto, Hobsbawm abordó en su obra los grandes procesos del mundo contemporáneo, desde las revoluciones hasta el siglo XX más turbulento. Su perspectiva marxista impactó tanto en su trabajo académico como en sus elecciones personales. Fue profesor y escritor, respetado incluso entre quienes no compartían sus ideas. La vigilancia constante y su condición de intelectual público lo situaron siempre en el centro de la discusión política y cultural.

Este libro traza el itinerario de Marlene Hobsbawm desde su infancia en Viena, rota por el ascenso del nazismo y el exilio temprano. A los cinco años huyó del país con su familia y se instaló en el Reino Unido, donde crecería marcada por las heridas de la guerra y el desarraigo. “Me convertí en una muda autoimpuesta durante un año. Era mi manera de protestar por haber sido desarraigada”, recuerda Marlene sobre ese tránsito abrupto de idiomas y países.

Su juventud transcurre entre París, Roma y una serie de misiones de posguerra con Naciones Unidas en una Italia devastada. En la década de los cincuenta, se aventura en el entonces Congo, una experiencia que, según relata, le parecía “un mundo mucho más seguro para las mujeres”. Ni el clima político ni la distancia la detienen. “No me cruzó por la cabeza que pudiera pasarme algo”, cuenta en sus memorias.

Marlene Hobsbawm, una vida junto al gran historiador del siglo XX (Foto: Wikimedia).

El reencuentro definitivo con el destino se produce en Londres, en casa de su hermano. Allí, Marlene conoce a Eric Hobsbawm. “Había química inmediata entre nosotros”, señala. “Llevaba puesto un abrigo de ocelote de mi prima y le dije que lo había cazado en África. Eric me creyó, al menos por un instante”, recuerda.

Esa propuesta

En su libro, Marlene repasa la historia y detalla cómo el origen de la propuesta de encontrarse en Buenos Aires surgió en medio de la tensión mundial. “Durante nuestras dos lunas de miel y una boda estábamos en medio de la Crisis de los Misiles, con Estados Unidos y Rusia al borde de la guerra. Apenas empezaba a calmarse la situación, pero las últimas palabras de Eric antes de salir de viaje fueron: ‘Si las cosas salen mal y la guerra efectivamente estalla, compra un boleto sólo de ida a Argentina. Hay dinero suficiente en el banco. Y, entonces, encontrémonos en Buenos Aires’”.

Lejos de quedar reducida a una anécdota, la historia de ese pacto recorre la obra y el tono del texto. Más adelante, Marlene glosa una escena de los inicios de su relación: aunque conserva un recuerdo vago de su primer encuentro, la memoria que permanece es la de haber sido la primera en llamar a Eric. Él aceptó con entusiasmo una invitación a cenar una semana después, pero enseguida quiso saber qué estaba haciendo ella en ese preciso momento. Marlene esquivó la respuesta. Era principios de los sesenta y, según relata, “ese tipo de invitaciones eran demasiado rápidas para chicas decentes”. 

La vida junto a Hobsbawm, “una enciclopedia humana”, nunca la intimidó. “Eric no era intimidante para mí. Mi madre no entendía cómo podía vivir con alguien que hacía tantas preguntas, pero en casa era una persona común, relajada. Nos divertíamos y estábamos enamorados. No era complicado”.

La pareja fue espiada durante décadas por la inteligencia británica. “Sabía que nuestro teléfono estaba intervenido. Escuchabas un clic cada vez que lo usabas. Me daba pena por la persona que debía escucharme hablar con mi madre sobre los niños y los pañales”.

El relato de Marlene Hobsbawm se despliega entre la crónica política y la memoria privada, entre la vida de exilio y la construcción silenciosa pero firme de una familia y una comunidad. “Yo quería que mi versión de la vida, la nuestra, quedara por escrito para mis nietos”, afirma sobre el motor que la llevó a escribir estas memorias.

Las peripecias personales y los compromisos políticos aparecen entrelazados: el exilio, la música, la aventura intelectual y el anclaje en la cotidianeidad. Las fiestas en casa, las charlas, las alianzas y también la sensación, jamás borrada del todo, de habitar un mundo en crisis.

Bajo la mirada de Marlene, se despliega una crónica de lealtad, amor y supervivencia, en la que Buenos Aires queda en el centro de un pacto íntimo: el abrazo posible en caso de un mundo al borde del abismo.

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(Fuente: Infobae / bajalibros.com / redacción propia)

Psicogeografía: así son los mapas mentales de nuestras emociones

¿Alguna vez hemos cartografiado mentalmente las calles que hay entre nuestro hogar y nuestro trabajo, haciendo énfasis en estos dos lugares sin visualizar todo lo que existe en medio? ¿O entre nuestra casa y nuestro bar favorito? Parece que, en nuestra cabeza, entre las localizaciones que nos interesan no existe la distancia. O al menos no tanta como realmente hay.

Mapa de una vista aérea de la ciudad de Nueva York con determinados lugares destacados (Foto: rawpixel.com / Shutterstock).

Las personas tendemos a representar el espacio de forma topológica, es decir, buscando cómo se organizan y se relacionan los lugares que conocemos y habitamos. Llamamos mapas mentales (o mapas psicogeográficos) a esas representaciones gráficas subjetivas del espacio vivido, que permiten una interpretación libre del paisaje en relación con las emociones. 

Cómo nos vemos en el espacio

Estos mapas son resultado de nuestra percepción subjetiva del espacio vital en el que se insertan.

Por ejemplo, podemos hacer un mapa de los lugares en los que hemos quedado con nuestros amigos de la universidad, o un mapa del barrio con los lugares que visitamos rutinariamente. Sobre ellos identificaremos sentimientos y percepciones más o menos positivas o negativas: lugares agradables y desagradables, relajados o estresantes, seguros o inseguros, lugares del miedo, alegres o tristes.

Ejemplo de mapa psicogeográfico dibujado por una chica de 12 años (Foto: 'Mapas Divertidos. Achegando a Xeografía aos máis novos', proyecto de I+D+i financiado por el Consello Social de la Universidad de Santiago de Compostela). 

También hacen posible observar el pensamiento espacial de las personas. Gracias a los mapas sabemos cómo nos orientamos, cómo estructuramos el espacio y cómo identificamos hitos, bordes, barrios, sendas y nodos, al representar gráficamente el entorno en el que nos desplazamos, vivimos y nos desarrollamos habitualmente. Se consideran recursos cognitivos útiles en la geografía de la percepción.

El nivel de madurez cognitiva de la persona, junto con su capacidad de pensamiento abstracto espacial, determinan su habilidad para crear una composición cartográfica estructurada, más o menos compleja en detalles, independientemente de su calidad cartesiana. Asimismo nos ayudan a analizar cómo cada uno percibe el espacio vital, y qué hábitos, valores, creencias y sentimientos tiene. 

Además, permiten reconocer los "fondos de conocimiento", es decir, todo lo que sabemos y aprendemos -cultural, institucional, social y geográficamente- a lo largo de la vida. 

Conocer los movimientos para conocer a la persona

Debido a esta relación entre los espacios y la mente, se han comenzado a formular subdisciplinas geográficas como la geografía de las emociones, la psicogeografía o la geografía psicoanalítica.

En ellas, se estudian los estados de ánimo de enfermos crónicos o de grupos sociales, buscando la interrelación entre las emociones y el comportamiento humano y de estos con los lugares, el hábitat y el ambiente social, cultural y económico. Se puede constatar, por ejemplo, cómo la prevalencia de la depresión desciende a medida que aumenta la movilidad espacial de las personas y se multiplican las interacciones sociales, las experiencias y las percepciones de los lugares. 

Guía psicogeográfica de París. Discurso sobre las pasiones del amor, de Guy Debord (Foto: MACBA). 

La tecnología, de hecho, ofrece nuevas posibilidades en el estudio de este campo. Los datos georreferenciados a través de las comunicaciones móviles, las ubicaciones compartidas en internet o las operaciones de pago digital dan información sobre la vida cotidiana de las personas. Eso permite elaborar mapas de estados de ánimo personalizados que localizan lugares de mayor o menor estrés en la vida diaria. Se cartografían así las emociones de los lugares a los que accedemos físicamente o a través de internet, y también de nuestros sentimientos y experiencias.

Con estos mapas se pueden ofrecer terapias psicológicas que inciden en el análisis de los lugares cotidianos de la persona, atendiendo a la salud mental como una prioridad en la sociedad actual. Por ejemplo, en el caso de trastornos de ansiedad podemos identificar los lugares tóxicos, los lugares del miedo, y analizar los factores desencadenantes en esos lugares en esos momentos. 

El censo como herramienta para el cuidado

También se pueden realizar investigaciones transdisciplinares entre geógrafos, psicoterapeutas e ingenieros informáticos.

Veamos como ejemplo el caso de Estados Unidos. Existe ahí el precedente de los denominados "Mapas de la desesperación", elaborados a partir de una encuesta telefónica sobre el estado de ánimo a más de 2,4 millones de personas. El objetivo era evaluar la salud mental a nivel territorial y obtener información para planificar y organizar los servicios de salud, tratando de orientar los recursos hacia aquellos lugares donde fuesen más necesarios.

Además de esa evaluación, con una combinación de datos podríamos producir informes psicogeográficos que fuesen más allá. ¿Cómo lo haríamos? A partir del censo. En EE. UU., para recoger datos demográficos en los centros de población, la unidad de medida más pequeña que utilizan es la sección censal. Por tanto, si analizásemos sus secciones censales, podríamos combinar los datos estadísticos con el entorno de las personas y su comportamiento y ser más precisos.

(Fuente: The Conversation)

El "Réquiem" de Verdi resonará en iglesias porteñas y en la catedral de San Isidro

La Compañía Clásica del Sur ofrecerá la monumental obra sacra en cuatro funciones con coro, solistas y proyecciones multimedia.

(Foto: Compañía Clásica del Sur).

La Compañía Artística Clásica del Sur presentará en septiembre el "Réquiem", de Giuseppe Verdi, una de las cumbres del repertorio sacro y coral-sinfónico, en cuatro escenarios de gran valor patrimonial: tres parroquias porteñas y la Catedral San Isidro Labrador.

El ciclo abrirá el sábado 20 de septiembre a las 20:00 en la Parroquia Nuestra Señora de Caacupé (Caballito), continuará el domingo 21 a las 16:00 en la Catedral de San Isidro (Av. del Libertador 16200, San Isidro, Pcia. de Buenos Aires), seguirá el viernes 26 a las 20:00 en la Parroquia Inmaculada Concepción (Belgrano) y cerrará el domingo 28 a las 19:00 en la Parroquia San Pedro González Telmo (San Telmo).

Compuesta en 1874 en homenaje al escritor Alessandro Manzoni, la obra despliega un monumental fresco sonoro donde lo religioso convive con el dramatismo operístico. El célebre "Dies irae" evoca el Juicio Final con intensidad coral y orquestal, mientras que pasajes como el "Agnus Dei" transmiten recogimiento. Con cuatro solistas, coro y gran orquesta, la obra trasciende las fronteras litúrgicas y se convierte en una experiencia universal que, a 150 años de su estreno, sigue conmoviendo a públicos de todo el mundo.

César Tello (Foto: Compañía Clásica del Sur).

En esta ocasión, la dirección estará a cargo de César Tello, al frente de orquesta, coro y un elenco de solistas integrado por Eugenia Coronel Bugnon, Sofía Gaia Godoy, Laura Domínguez, Mónica Koggionis, Claudia Drescher, Nicolás Sánchez, Gabriel García, Jahmai Jahzeel, Franco Gómez Acuña y Bruno Sciaini Santoro. La propuesta se completará con proyecciones y mapping creados por el estudio Philharmonic Pictures bajo la dirección de Dmitrii Ermolin y las ilustraciones digitales de Daria Kotyukh.

Creada en 2014 y declarada en 2024 de Interés Cultural por la Legislatura porteña, la Compañía Clásica del Sur se ha consolidado como un espacio de formación y difusión de la lírica, integrando jóvenes talentos a producciones profesionales y acercando la música clásica a públicos diversos.

Con esta nueva puesta, la agrupación reafirma su misión de tender puentes entre lo sagrado y lo humano, llevando a escenarios comunitarios una de las obras más trascendentes de la historia de la música.

(Fuente: Agencia Noticias Argentinas)