miércoles, 30 de abril de 2025

Agenda Cultural: el Palacio Libertad (ex Centro Cultural Kirchner) suma propuestas multidisciplinarias para comenzar el mes de mayo a todo arte

Música, cine de grandes directores y nuevos clásicos argentinos, una experiencia inmersiva, fotografía y hasta proyección de diapositivas conforman las nuevas actividades para todas las edades, que se suman a las aún vigentes publicadas en nuestro post anterior, al que se puede acceder haciendo click aquí. El centro cultural más importante de Latinoamérica se encuentra en Sarmiento 151, CABA y todos los espectáculos son de acceso libre y gratuito. 


• Poulenc, Ravel y Persichetti, por la Banda Sinfónica Nacional de Ciegos

Bajo la dirección de Agustín Tocalini, el programa incluye el "Sexteto para piano y vientos" de Francis Poulenc, el "Concierto para piano en sol mayor" de Maurice Ravel y la "Sinfonía para banda" de Vincent Persichetti. Como solista invitada, se presenta la pianista Fernanda Morello.

Viernes 2 de mayo, 20:00 - Auditorio Nacional.


• Tesoros del cine: foco Ingmar Bergman

Originario de Uppsala, Suecia, Ingmar Bergman (1918-2007) es reconocido como uno de los cineastas más influyentes del siglo XX. Su obra aborda cuestiones existenciales como la fe, la muerte y la complejidad de las relaciones interpersonales, a través de una profunda exploración de la psicología humana.

Presentados por Mario Durrieu, se proyectan cuatro títulos: "Fresas silvestres" (1957), "Luz de invierno" (1963), "Persona" (1966) y "Gritos y susurros" (1972).

Programación:

Domingo 4 de mayo:
15:30 - Luz de invierno.
18:00 - Gritos y susurros.

Domingo 11 de mayo:
15:00 - Fresas silvestres.
18:00 - Persona.

Sexto piso, sala María Luisa Bemberg.


• Tesoros del cine: foco Werner Herzog

Criado en una aldea remota en las montañas de Baviera, Alemania, Wener Herzog (1942) es uno de los referentes del nuevo cine alemán. Sus icónicas películas filmadas en la selva, resultado de verdaderas odiseas de producción, son muestra cabal de una visión audaz y original que invita explorar los límites de la experiencia humana.

Con una vasta carrera como director, iniciada a los diecinueve años, tiene alrededor de sesenta largometrajes y diez cortos en su haber. También trabajó como productor y como actor en varios filmes.

Presentados por el Festival Internacional de cine Documental de Buenos Aires (FIDBA), se proyectan cuatro títulos: "Fitzcarraldo" (1982), "Cobra verde" (1987), "El hombre oso" (2005) y "Encuentros en el fin del mundo" (2007).

Programación:

Domingo 4 de mayo:
15:00 - Encuentros en el fin del mundo.
17:30 - Cobra verde.

Domingo 25 de mayo:
15:00 - El hombre oso.
17:30 - Fitzcarraldo (función con intervalo).

Sexto piso, sala Manuel Antin.


• Nuevos clásicos del cine argentino

En mayo, este ciclo presenta películas de Milagros Mumenthaler, Fernando Salem y Natalia Smirnoff.

Se proyectan seis largometrajes: "La muerte no existe y el amor tampoco" y "Cómo funcionan casi todas las cosas" (Salem), "El cerrajero" y "La afinadora de árboles" (Smirnoff), "La idea de un lago" y "Abrir puertas y ventanas" (Mumenthaler).

Programación:

Viernes 2 de mayo:
16:30 - La muerte no existe y el amor tampoco.
19:00 - El cerrajero.

Sábado 3 de mayo:
16:30 - La afinadora de árboles.
19:00 - Cómo funcionan casi todas las cosas.

Viernes 9 de mayo:
16:30 - Cómo funcionan casi todas las cosas.
19:00 - La afinadora de árboles.

Sábado 10 de mayo:
16:30 - El cerrajero.
19:00 - La muerte no existe y el amor tampoco.

Viernes 30 de mayo:
19:00 - La idea de un lago.

Sábado 31 de mayo:
19:00 - Abrir puertas y ventanas.

Sexto piso, sala María Luisa Bemberg.


• En el principio fue la magia: actividad de cierre

Como cierre del ciclo, se lleva adelante "Luz, magia, materia", un último recorrido por la muestra junto con el curador Francisco Medail y artistas participantes.

En el principio fue la magia es una exhibición que propone un retorno a los conceptos elementales de la fotografía, a través de un conjunto de artistas que investigan las posibilidades de la luz, la cámara oscura y los materiales fotosensibles.

3 de mayo, 16:00 - Punto de encuentro: quinto piso, espacio entre ascensores panorámicos.


• Graciano 4 Cuarteto

En el marco del ciclo Ensambles, el Graciano 4 Cuarteto interpreta las composiciones propias que integran sus discos.

El grupo está integrado por Manuel Masetti en guitarra, Mateo Gaona en bandoneón, Pablo Giordano en contrabajo y Julián Graciano en guitarra de siete cuerdas, composición y dirección.

9 de mayo, 19:00 - Salon de Honor.


• El Principito, experiencia inmersiva

Como parte de las propuestas de Arte y Tecnología, se presenta en la Sala Inmersiva una experiencia audiovisual original y especialmente realizada para toda la familia, basada en el particular mundo de "El Principito", el clásico de Antoine de Saint-Exupéry.

Mediante proyecciones 360º y sonido envolvente, las animaciones y música de esta propuesta nos sumergen en un universo en el que los paisajes e historias del personaje creado por el autor cobran vida.

Viernes 2 y domingo 4 de mayo, de 14:00 a 20:00 - Segundo piso, sala inmersiva.


• Negativos encontrados: actividad de cierre

Como cierre de la exhibición Negativos Encontrados, se realiza "Proyección de diapositivas", una selección curatorial de diapositivas encontradas.

La actividad busca recuperar la tradición de preparar el carrusel, apagar la luz de la sala y contemplar las imágenes desde otra temporalidad.

4 de mayo, 18:00 - Sala 512.

(Fuente: Palacio Libertad)

La última carta de Pizarnik a Ocampo: un grito de amor que nadie respondió

El texto revela una intensidad emocional que continúa impactando medio siglo después de su envío.

 

La  última carta de Pizarnik a Ocampo revela un amor desesperado y no correspondido

Nació un 29 de abril de 1936, en el Hospital Fiorito de Avellaneda, y murió apenas 36 años después, dejando una obra poética que sigue encendiendo pasiones, interrogantes y homenajes. Alejandra Pizarnik, hija de inmigrantes ucranianos judíos, fue una escritora precoz, obsesiva, marcada por la depresión y por una voz literaria única en el español del siglo XX.

En sus diarios, sus poemas, sus cartas, y en su suicidio —ocurrido en 1972 tras ingerir cincuenta pastillas de secobarbital— se dibuja la figura de una mujer atravesada por el deseo de trascendencia, el miedo a la locura y una intensa búsqueda de amor. Entre los vínculos más enigmáticos de su vida se destaca su relación con la escritora Silvina Ocampo, treinta y tres años mayor, aristócrata, esquiva y tan influyente como inaccesible.

¿Hubo entre ellas una relación amorosa? ¿Fueron amantes o solo compartieron una intimidad poética que desbordaba los límites de la amistad? Las cartas entre ambas, los testimonios de terceros y la lectura en clave contemporánea de sus vínculos permiten especular con una cercanía afectiva y corporal que nunca fue confirmada del todo.

La relación entre Pizarnik y Silvina Ocampo sigue siendo un enigma en la literatura argentina

Una carta encendida en la víspera de la muerte

El punto de partida de esta historia suele ser una carta fechada pocos días antes del suicidio de Alejandra Pizarnik. Allí se dirige a Silvina Ocampo con apelativos afectivos como “Sylvette” y “Silvine”, y le confiesa: “sos mi paraíso perdido. Vuelto a encontrar y perdido”. La carta incluye frases que desbordan la contención literaria: “Quisiera que estuvieras desnuda, a mi lado, leyendo tus poemas en voz viva”, y más adelante: “te amo sin fondo”. El tono es suplicante y desesperado. “Sylvette, cúrame, ayúdame, no es posible ser tamaña supliciada”.

La carta fue publicada en Nueva correspondencia Pizarnik, edición de Ivonne Bordelois y Cristina Piña. Según Bordelois, que además fue amiga de Pizarnik, la reconstrucción de esa relación es compleja: “es muy difícil reconstruir los términos de una relación como la sostenida entre Alejandra y Silvina cuando los testimonios de terceros, por el carácter mismo de la relación, son tan intangibles”.

El enigma de Silvina Ocampo

Silvina Ocampo, hermana de Victoria y esposa de Adolfo Bioy Casares, formó parte de un círculo literario selecto, pero no por ello menos opaco. Fue reconocida por sus cuentos inquietantes, donde los niños, los animales y los rituales familiares se combinan con un erotismo perturbador. De ella se dijo que “es Borges pero con falda”, y también que fue una mujer cuya capacidad de seducción convivía con una crueldad implacable. Su rechazo al foco público fue coherente con su modo de relacionarse: reservada, selectiva, excéntrica.

Silvina Ocampo, figura literaria, fue conocida por su carácter reservado y su círculo selecto junto a su esposo, Adolfo Bioy Casares

En "La hermana menor", Mariana Enriquez señala que la relación entre Pizarnik y Ocampo forma parte del mito biográfico rioplatense. En su retrato, incluso se alude a un rumor temprano: que la madre de Bioy Casares, Marta Ignacia, estaba enamorada de Silvina, y que el casamiento fue una pantalla para encubrir una relación lésbica. Esa versión fue descartada por quienes conocieron a la pareja Ocampo-Bioy, pero persiste como indicio de las múltiples capas de secretos que envolvían a Silvina.

¿Un amor correspondido?

Más allá de la carta final, hay otras huellas. En la Biblioteca Nacional de Maestras y Maestros se conserva un ejemplar del libro Los días de la noche, de Ocampo, que Pizarnik intervino con anotaciones. En la primera página escribió: “nadie te comprende Silvina, se esconden para no ver”. También se conserva una dedicatoria escrita por Silvina: “A Alejandra, en agradecimiento por un cuadro que me encanta. Con cariño”. La relación existió y fue afectiva, pero ¿fue carnal?

El poeta Fernando Noy dijo que sí, que fue una relación física. Pero ningún otro testimonio confirma eso de forma tan directa. A diferencia de Pizarnik —cuya vida amorosa aparece documentada en diarios y cartas—, Silvina cultivó el silencio. Incluso se relató que, días antes del suicidio, Alejandra llamó a la casa de Silvina y que esta no atendió, a pesar de estar presente. Ese desdén —real o simbólico— fue leído por algunos como rechazo, y por otros como el gesto final de una mujer que se cansó de recibir súplicas de quien pedía amor sin medida.

La carta de Pizarnik a Ocampo fue publicada en "Nueva correspondencia Pizarnik" - (EFE)

¿Clase social, deseo o mito literario?

Además de las posibles tensiones amorosas, la distancia entre ambas estuvo mediada por su origen social. Ocampo representaba todo lo que Pizarnik no era: dinero, abolengo, estabilidad. Como dijo Bordelois en una entrevista con la revista Vanity Fair, “no era sólo la persona de Silvina lo que encandilaba a Alejandra, sino su mundo aristocrático de belleza y de esa suerte de irrealidad que rodea a los más afortunados”.

Las cartas de Alejandra revelan no solo amor, sino también una fascinación por aquello que sentía inalcanzable: “nadie como vos”, le escribe, y más adelante: “te beso como yo sé, a la rusa (con variantes francesas y de Córcega)”.

Una relación que no se puede clasificar

El vínculo entre Alejandra Pizarnik y Silvina Ocampo sigue envuelto en zonas grises. No hay pruebas concluyentes de que hayan sido amantes, pero tampoco hay certezas de lo contrario. En un país donde la sexualidad femenina fue muchas veces objeto de censura o invisibilidad, sus cartas y libros son hoy piezas claves para una relectura de los afectos entre mujeres en la historia literaria argentina.

En el cumpleaños 89 de Alejandra Pizarnik, su figura poética sigue viva. Y en cada nuevo aniversario, esa carta final —desbordante, inconsolable, visceral— reaparece como un grito de amor no correspondido, o quizás, como la última página de una historia que nunca se sabrá cómo terminó.

(Fuente: Infobae)

Abrió Espacio Peces, un nuevo centro cultural y artístico en la pujante zona sur de la Ciudad de Buenos Aires

Con "Celebración", muestra que reúne la obra de dieciocho artistas en tres salas, se inaugura el espacio que también contempla la realización de conciertos, presentaciones de libros y charlas.

(Foto: Paloma García).

En el corazón del barrio porteño de Barracas, Espacio Peces (Santa Elena 442, CABA) abrió sus puertas con el objetivo de ampliar la propuesta cultural y artística en una zona que, aunque en crecimiento, aún no es ampliamente frecuentada por el público general ni por los círculos del arte contemporáneo.

Con la apertura de tres salas de exposición de arte, el reducto buscará no sólo fortalecer el circuito artístico del barrio, sino también generar un punto de encuentro entre artistas, coleccionistas, visitantes y los vecinos.

Así, el lugar se suma a una red cultural más amplia, que tiene como puntos destacados el Centro Metropolitano de Diseño, el Pasaje Lanín, el Circuito Cultural Barracas, los Bares Notables como La Flor de Barracas y El Progreso, y otros espacios emblemáticos como La Usina Cultural. Asimismo, el barrio cuenta con numerosos talleres de artistas.

(Foto: Paloma García).

Antes de la pandemia, el lugar funcionó durante doce años como salón de fiestas, y actualmente, además de las nuevas salas de exposición, cuenta con el Salón Océano, destinado a eventos sociales, culturales y corporativos.

"Peces se generó gracias a la colaboración de muchísima gente. Lo que hoy son salas de exposición, fueron salones de fiesta de Peces voladores. En esta nueva etapa quisimos conservar el nombre porque fue una experiencia tremendamente gratificante, en las que las fiestas tuvieron algo verdaderamente mágico", dijo Rosario Cárdenas, directora del proyecto y del espacio.

Por esta razón, sostuvo, a esta primera muestra se la llamó "Celebración", ya que funciona como "punto de encuentro entre lo que es el arte y lo que es la fiesta en donde una se entrega gratuitamente al tiempo ordinario, no al tiempo productivo".

(Foto: Paloma García).

En esta primera exhibición, curada por Natalia Abot y Sergio Cruz, participan la propia Abot, Silvina Babich, Leo Battistelli, Cristina Caronni, Yamila Cartannilica, María Silvia Corcuera, Germán Gárgano, Myriam Joawerbaum, Julio Lavallén, Pilar Lucero Torres, Ana Maldonado, Sofía Nagore, Jorge Pietra, Fernanda Rege, Enrica Salvadori, María Ines Tapia Vera, Gabriela Timo y Silvina Timo.

Por su parte, el artista Gargano sostuvo: "Las galerías siguen estando en buena hora, pero son la cosa institucionalizada. Estos espacios nacen en los márgenes, como las muestras que hacen los pintores en sus talleres, en Chacarita, en San Telmo, esto no pasaba hace 20 años".

"Cada uno de los artistas que intervienen acá fueron elegidos de alguna manera porque conectan con una cosa mágica, espiritual, que tiene que ver con el arte profundo y que es poder comunicarse con un otro no conocido desde el amor", dijo por su parte Abot.

(Foto: Paloma García).

Barracas es un barrio que combina su historia vinculada al puerto y al tango con un ambiente que evoca la tranquilidad de un pueblo de provincia. Este entorno, caracterizado por sus amplios espacios, árboles y una atmósfera de escala humana, resulta ideal para albergar un espacio dedicado a las bellas artes, tanto visuales como plásticas, según explicaron desde la organización.

Además de las exposiciones, el proyecto contempla la realización de conciertos, presentaciones de libros y charlas, integrando diversas disciplinas artísticas.

(Foto: Paloma García).

Con esta inauguración, Espacio Peces refuerza su compromiso de ser un punto de referencia cultural en Barracas, un barrio que, aunque históricamente vinculado a la industria y al puerto, se está consolidando como un polo artístico y cultural en la Ciudad de Buenos Aires.

La muestra puede visitarse hasta el 31 de mayo, los viernes y sábados de 11:00 a 20:00 y los domingos de 11:00 a 18:00. Los demás días, se accede con cita previa concertada por medio de la cuenta de Instagram del espacio, haciendo click aquí. El acceso, en todos los casos, es libre y gratuito.

(Fuente: prensa Espacio Peces / Infobae)

A cincuenta años del fin de la guerra de Vietnam, algunos libros y películas que retratan aquel horror

Un episodio que marcó la historia de Estados Unidos en el siglo XX, derivó en un arco narrativo que va de las novelas de Graham Greene y Karl Marlantes a los filmes de Francis Ford Coppola, Stanley Kubrick y Oliver Stone.

21 de septiembre de 1966: marines estadounidenses emergen de sus trincheras embarradas al amanecer, tras una tercera noche de combates contra los continuos ataques de las tropas norvietnamitas (Foto: AP / Henri Huet).

La de Vietnam ha sido denominada la primera "guerra televisada". Pero también ha inspirado a generaciones de escritores que han explorado sus orígenes, sus horrores, sus secuelas y los fallos y cálculos erróneos inherentes que llevaron al país más poderoso del mundo, Estados Unidos, a un largo, cruel y desesperado conflicto.

También, proyectó una larga sombra durante uno de los períodos más fértiles del cine estadounidense y ha llevado a cineastas durante medio siglo a lidiar con su complicado legado. La producción audiovisual incluye desde clásicos anti-bélicos inolvidables hasta retratos vietnamitas de resistencia, capturando la amplitud de los traumas de la guerra, que aún resuenan.

(Foto: composición propia).

• El americano tranquilo, Graham Greene (1955)

La novela del autor británico Graham Greene lleva mucho tiempo teniendo la estatura de una profecía trágica. En ella, Alden Pyle es un ingenuo agente de la CIA cuyos sueños de forjar un camino mejor para Vietnam -una "tercera fuerza" entre el comunismo y el colonialismo que solo existía en los libros- conducen a una destrucción sin sentido.

Fue publicada cuando la implicación militar de Estados Unidos en Vietnam apenas estaba comenzando, pero ya anticipaba el prolongado y mortal fracaso de los estadounidenses para comprender al país que afirmaban estar salvando.

• Las cosas que llevaban los hombres que lucharon, Tim O’Brien (1990)

La guerra de Vietnam fue el último conflicto prolongado que se libró mientras Estados Unidos aún tenía servicio militar obligatorio y el último en inspirar una amplia variedad de relatos de ficción notables y en primera persona, ninguno más celebrado o popular que esta colección de historias interconectadas de Tim O’Brien publicada en 1990.

O’Brien sirvió en una unidad de infantería entre 1969 y 1970, y este libro, que ha vendido más de un millón de ejemplares, incluye relatos que van desde un soldado que lleva las medias de su novia alrededor del cuello, incluso en batalla, hasta el autor intentando reconstruir la historia de vida de un soldado vietnamita al que mató. El libro de O’Brien se ha convertido en una lectura imprescindible sobre la guerra e inspiró una exposición en el Museo Nacional de Arte de los Veteranos, en Chicago.

1966: helicópteros del Ejército de EE. UU. que prestaban apoyo a las tropas terrestres estadounidenses, sobrevuelan una zona de concentración a ochenta kilómetros al noreste de Saigón, Vietnam. La guerra terminó el 30 de abril de 1975 con la caída de Saigón, ahora conocida como Ciudad Ho Chi Minh, ante las tropas comunistas del norte (Foto: AP / Henri Huet).

• Matterhorn: Una novela de la guerra de Vietnam, Karl Marlantes (2009)

Marlantes, un académico de Rhodes y condecorado comandante de los Marines, ficcionalizó sus experiencias en su novela de más de 600 páginas sobre un recién graduado de la universidad y los otros miembros de la Compañía Bravo mientras intentan recuperar una base cerca de la frontera con Laos.

Al igual que el anteriormente citado libro de Greene, este texto es, en parte, la historia de una desilusión: el descubrimiento de un joven de que la educación y el privilegio no son escudos contra el fuego enemigo.

• El simpatizante, Viet Thanh Nguyen (2015)

Su autor tenía apenas 4 años cuando su familia huyó de Vietnam en 1975, asentándose finalmente en San José, California. "El simpatizante", ganador del Premio Pulitzer en 2016, es el primer libro de Nguyen y una obra destacada en el canon de la literatura vietnamita-estadounidense.

La novela se desarrolla como las confesiones de un ex-espía de Vietnam del Norte que se convierte en consultor de Hollywood y más tarde regresa a Vietnam luchando en el bando contrario.

(Foto: composición propia).

• El canto de las montañas, Nguyễn Phan Quế Mai (2020)

La autora nació en el norte de Vietnam en 1973, dos años antes de la retirada de Estados Unidos, y creció escuchando relatos sobre el pasado heroico y atormentado de su país natal.

Su novela alterna la narración entre una abuela nacida en 1920 y una nieta nacida 40 años después. Quế Mai dedica la novela a varios antepasados, incluyendo un tío cuya "juventud fue consumida por la Guerra de Vietnam".

• La gran afeitada, Martin Scorsese (1967)

La guerra llevaba más de una década en curso y aún faltaban unos ocho años para su conclusión cuando un Martin Scorsese de 25 años creó este corto de seis minutos, una metáfora de la Guerra de Vietnam, según sus propias palabras.

En él, un hombre entra a un baño meticulosamente limpio y estéril, concentrado en la porcelana pulida y el brillo metálico. Luego empieza a afeitarse. Pero cuando su cara está limpia, sigue afeitándose hasta que se corta la piel. La sangre lo cubre y cae a su alrededor, el rojo contrastando con la perfecta pulcritud del baño.

• La niña de Hanoi, Hải Ninh (1974)

Una joven (Lan Hương) busca a su familia entre las ruinas bombardeadas de Hanói en este hito del cine vietnamita dirigido por Hải Ninh.

Fotograma de "La niña de Hanoi", filme de Hải Ninh de 1974 (Foto: Wikimedia).

• Corazones y mentes, Peter Davis (1974)

La controversia acompañó el lanzamiento de este emblemático documental de Peter Davis. Su título proviene de una frase del presidente Lyndon B. Johnson, dicha al escalar la guerra.

• El francotirador, Michael Cimino (1979)

La devastadora épica de Cimino sobre tres amigos de clase trabajadora (Robert De Niro, Christopher Walken y John Savage) de un pueblo acerero en Pensilvania.

• Apocalypse Now, Francis Ford Coppola (1979)

Coppola apostó todo lo que tenía en su obra maestra, adaptando la monumental novela "El corazón de las tinieblas", de Joseph Conrad, a la Guerra de Vietnam.

Fotograma de "Apocalypse Now", filme de Francis Ford Coppola de1979 (Foto: Wikimedia).

• Pelotón, Oliver Stone (1986)

Stone escribió y dirigió "Pelotón" basándose en sus propias experiencias como soldado de infantería en Vietnam.

• Full metal jacket, Stanley Kubrick (1987)

El estadounidense-británico Kubrick lleva los temas de deshumanización a un lugar aún más brutal. Su filme conecta ambos extremos de la maquinaria bélica.

• El pequeño Dieter necesita volar, Werner Herzog (1997)

Crónica de las vivencias del piloto alemán-estadounidense Dieter Dengler, quien fue capturado durante una misión de reconocimiento en Laos. El mismo Herzog luego rehizo la película como "Rescate al amanecer", en 2007, con Christian Bale.

1966: el soldado de primera clase Lacey Skinner, de Birmingham, Alabama, se arrastra por el lodo de un arrozal evitando el intenso fuego del Viet Cong cerca de An Thi, Vietnam del Sur (Foto: Foto AP / Henri Huet).

• La niebla de la guerra, Errol Morris (2003)

El documentalista Errol Morris entrevista al exsecretario de defensa de Estados Unidos, Robert S. McNamara.

• The Post, Steven Spielberg (2017)

La conmovedora película de Steven Spielberg dramatiza la escandalosa publicación de los "Papeles del Pentágono" por el periódico Washington Post. Protagonizan Meryl Streep, Tom Hanks, Jesse Plemmons y Carrie Coon.

(Fuente: Infobae)

Qué es el translingüismo pedagógico y cómo favorece el aprendizaje de lenguas

¿Utilizamos palabras o frases de otras lenguas en encuentros informales entre amigos o al enviar mensajes escritos? ¿En qué lengua comentamos con otra persona una película que hemos visto en su versión original en, por ejemplo, inglés? ¿Nos ha dicho algún profesor o profesora de segunda lengua o lengua extranjera que no podemos utilizar nuestra primera lengua en clase?

(Foto: Shutterstock).

Tradicionalmente, se ha defendido la idea de que en las clases de lengua se debe utilizar exclusivamente la lengua "meta" (es decir, la lengua objeto de estudio) para evitar la influencia negativa de otras lenguas. Sin embargo, esta perspectiva está hoy en día cuestionada. Primero, porque los hablantes multilingües no aíslan las lenguas entre sí en la comunicación real. Y segundo, porque puede tener muchas ventajas para el aprendizaje activar el conocimiento previo.

¿Qué es el "translingüismo"?

El concepto de "translanguaging", traducido al español como "translingüismo", fue acuñado en el contexto de la educación bilingüe (de galés e inglés) en Gales en la década de los '90. Originalmente se refería a la práctica pedagógica de alternar la lengua en la que se recibe información (input) y en la que se produce información (output).

De este modo, los estudiantes pueden escuchar una explicación, leer un texto o ver un vídeo en una lengua y responder a algunas preguntas, debatir un tema o presentar un resumen en la otra lengua. La práctica didáctica del translingüismo requiere una comprensión profunda para poder procesar y transmitir significado en dos lenguas.

La extensión del concepto de translingüismo

Hoy en día, es un concepto ampliamente utilizado en educación bilingüe y multilingüe en todo el mundo. El concepto original de translingüismo ha experimentado algunos cambios y tiene diferentes acepciones. Se suele distinguir su forma espontánea de su uso pedagógico.

El translingüismo espontáneo sucede cuando se utilizan elementos de dos o más lenguas al comunicar y puede tener lugar tanto dentro como fuera de la escuela. Por ejemplo, éstas son expresiones habituales del lenguaje informal en situaciones de contacto de lenguas (inglés-español o euskera-español):

"Voy al mall a comprar jeans" (Voy al centro comercial a comprar pantalones vaqueros).

"Esta casa es muy txiki guretzat" (Esta casa es muy pequeña para nosotros).

Este translingüismo espontáneo ha tenido un gran desarrollo en situaciones de contacto entre el español y el inglés en Estados Unidos y su aceptación en contextos educativos puede ayudar a que los alumnos bilingües no sean excluidos y tengan más oportunidades en educación, aunque usen variedades no estandarizadas.

El translingüismo pedagógico

Cuando se integran dos o más lenguas en la enseñanza de forma planificada para mejorar el aprendizaje, se está realizando translingüismo pedagógico. Se basa en la mencionada concepción original proveniente de Gales, pero incluye otras prácticas didácticas. Por ejemplo, los estudiantes de cuarto curso de primaria leen, por ejemplo, un texto sobre el ciclo del agua en inglés y después completan una tabla con las palabras que comparten el mismo origen, forma y significado en las otras lenguas del currículum, en este caso euskera y español.

Cognados, es decir palabras emparentadas morfológicamente, en inglés, euskera y español (Foto: composición propia).

En este caso se trata de un ejemplo de translingüismo léxico, es decir, de usar palabras concretas de una u otra lengua. Pero también se puede hacer translingüismo pedagógico en los planos fonético, morfológico, sintáctico, pragmático o discursivo.

Por ejemplo, se puede enseñar cómo escribir una descripción en la lengua meta y seguir las mismas pautas escribiendo otras descripciones en otras lenguas. Las palabras y frases serán diferentes en distintas lenguas, pero la organización del contenido puede ser la misma. Al realizar descripciones en tres lenguas se aprenden mejor las características de los textos descriptivos.

También resulta muy beneficioso utilizar la práctica de cambiar la lengua del input y el output: explicar algo en una lengua y luego realizar ejercicios sobre ello en otra lengua. La idea clave es beneficiarse del multilingüismo  al considerar las lenguas previas no como obstáculo sino como amigas que pueden ayudarse entre sí.

Huesos de la pelvis con su denominación en inglés. Muchos estudiantes en programas bilingües estudian materias de ciencias en dos o más lenguas (Foto: Shutterstock).

Esta manera de combinar las dos o más lenguas de enseñanza puede resultar de gran utilidad en las clases de contenido académico impartidas en una segunda lengua o lengua extranjera (como en el caso de los programas bilingües de inmersión “AICLE”). Muchos conceptos en clases de ciencias o historia tienen su origen en palabras del griego y el latín y son semejantes en distintas lenguas. Los estudiantes pueden comprender con mayor facilidad si activan su conocimiento de otras lenguas y las relacionan con la lengua meta.

Ventajas pedagógicas del translingüismo

Al relacionar el conocimiento previo con el nuevo conocimiento mediante este enfoque pedagógico, se desarrolla la capacidad de reflexionar y analizar el lenguaje a la que nos referimos como conciencia metalingüística. El profesorado puede planificar actividades de translingüismo en las clases de las distintas lenguas y también en otras materias que se enseñen en la primera lengua o en otras lenguas.

El enfoque facilita la comprensión tanto oral como escrita, mejorando el aprendizaje y favoreciendo que el conocimiento se transfiera entre las lenguas. Las lenguas que se conocen mejor sirven de andamiaje para aprender otras lenguas o contenido académico impartido en otras lenguas en clases de inmersión. Al comprender mejor lo que estudian, los alumnos están más motivados y tienen más confianza en sus propias habilidades.

(Fuente: The Conversation)

martes, 29 de abril de 2025

Día del Animal: por qué se celebra el 29 de abril en Argentina y a quién se recuerda

Esta jornada es una oportunidad para reconocer la necesidad de protegerlos contra el maltrato, el abandono y la explotación.

Ignacio Lucas Albarracín es recordado en Argentina cada 29 de abril como defensor de los derechos de los animales (Imagen Ilustrativa Infobae)

La historia de la protección animal en la Argentina encuentra en Ignacio Lucas Albarracín a uno de sus protagonistas fundamentales. Cada 29 de abril, el país honra su memoria, no solo como símbolo de la defensa de los animales, sino también como iniciador de un movimiento que marcó un antes y un después en la legislación y en la conciencia social.

La fecha también invita a reflexionar sobre otras celebraciones que homenajean a las mascotas más cercanas al corazón humano: perros y gatos, quienes tienen sus propios días especiales en el calendario.

Por qué se celebra el 29 de abril el Día del Animal

El Día del Animal en Argentina se celebra todos los 29 de abril en homenaje a Ignacio Lucas Albarracín. Según argentina.gob.ar, existen dos versiones sobre el origen de esta elección, la más difundida sostiene que se instituyó en conmemoración a su fallecimiento, ocurrido en esa fecha en 1926.

El Día del Animal se celebra el 29 de abril en memoria de Albarracín y su legado en la protección animal 

La otra versión, considerada más precisa por los historiadores, indica que el propio Albarracín habría fijado el 29 de abril para celebrar el Día del Animal en 1908, hecho que, de manera asombrosa, coincidió luego con el día de su muerte.

Esta jornada se convirtió en una oportunidad para reconocer la necesidad de proteger a los animales contra el maltrato, el abandono y la explotación, causas a las que Albarracín dedicó su vida.

Quién fue Ignacio Lucas Albarracín

Ignacio Lucas Albarracín nació en la ciudad de Córdoba el 31 de julio de 1850. Tras graduarse como abogado en 1873, optó por un camino poco convencional para la época, dedicó su carrera a la defensa de los derechos de los animales. Fue secretario de la Sociedad Argentina Protectora de los Animales desde su fundación en 1879 y, más tarde, presidente de la institución tras suceder a Domingo Faustino Sarmiento en 1885.

Albarracín propuso incluir la “Educación Humanitaria” en los programas escolares para fomentar respeto hacia los animales

Era conocido como “el loco” debido a sus conductas consideradas excéntricas para su tiempo, tales como interponerse delante de carruajes para impedir el maltrato de caballos o encabezar campañas contra prácticas sociales ampliamente aceptadas como las corridas de toros, las riñas de gallos y el tiro a la paloma. Albarracín también se manifestó en contra de los zoológicos y los circos que utilizaban animales.

Cuáles fueron los aportes de Ignacio Lucas Albarracín a los derechos de los animales

Ignacio Lucas Albarracín fue el principal impulsor de la Ley Nacional de Protección de Animales N° 2.786, promulgada el 25 de julio de 1891, conocida también como la Ley Sarmiento. Esta legislación estableció por primera vez en Argentina la obligación de brindar protección a los animales, prohibiendo su maltrato y caza.

La profundidad de su trabajo fue tal que su legislación sirvió como base legal para la Liga Internacional de los Derechos del Animal en 1977 y posteriormente para la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Albarracín también propuso la incorporación en los programas escolares de la materia “Educación Humanitaria”, destinada a fomentar la bondad hacia los animales en las futuras generaciones.

(Fuente: Infobae/Wikipedia)

La famosa "guerra de los navegadores" la gana un desconocido gracias, entre otras funcionalidades, a sus opciones de privacidad

Chrome es, desde hace varios años el navegador más usado a nivel mundial, pero no significa que sea el mejor. Aunque su popularidad es indiscutible, hay otros que pueden ser una gran solución si necesitamos más herramientas relacionadas con el rendimiento, las herramientas o la privacidad. El que aquí recomendamos es el ideal para cualquier tipo de usuario.

Sitio oficial del navegador Vivaldi (Foto: captura de pantalla).

Antes de entrar en detalles, digamos que es de origen europeo, se llama Vivaldi, y está disponible para Windows, Mac, Linux y Android, lo cual lo hace accesible a la enorme mayoría de los usuarios. Se accede al sitio oficial haciendo click aquí, desde donde se puede descargar para su instalación, que es sencilla, rápida y no presenta complicaciones.

Su primera versión fue lanzada al público en 2015 por iniciativa de Jon Stephenson von Tetzchner, quien fuera CEO y cofundador de Opera, otro de los navegadores más populares al día de hoy. Sin embargo, al cofundador le molestó que la compañía cerrara una numerosa comunidad conocida como My Opera, el germen de aquel navegador y abandonó su puesto en la empresa. Así, decidió comenzar por su cuenta con otra comunidad, bautizada como Vivaldi Community.

Tras ello vio la luz el navegador, en honor al compositor italiano tan reconocido a nivel mundial, así como por la facilidad de recordar este nombre. Vivaldi tiene una visión muy parecida a otros navegadores dirigidos a aumentar la privacidad y seguridad de los usuarios, con la gran ventaja de que incluye también una VPN gratuita y una interfaz completísima.

A la izquierda, la práctica barra que despliega los favoritos, el historial, el cliente de correo, los  contactos, la agenda y hasta un servicio de traducción. Cuando hacemos click fuera de ella, se auto-repliega (Foto: captura de pantalla).

Seguramente lo más sorprendente y útil de sus funciones es la barra lateral izquierda, desde donde se tiene acceso a una buena cantidad de funciones como la lista de sitios favoritos, el historial de navegación, la lista de archivos descargados, un block de notas, los contactos, la agenda / calendario, el servicio de correo electrónico y hasta un muy buen servicio de traducción, motorizado desde los mismos servidores de la empresa. Esta barra vertical se auto-repliega y desaparece cuando hacemos click en cualquier otro lugar de la pantalla. 

Tener una VPN gratuita como Proton es un privilegio de Vivaldi

En lo que respecta a privacidad, cuenta con una VPN gratuita incorporada: Proton VPN, considerada entre las más seguras de las existentes actualmente, sin límite de datos de navegación. Para quienes deseen datos algo más técnicos, su red está cifrada con AES-256 y ChaCha20 y utiliza los robustos protocolos WireGuard® y OpenVPN.

Es una muy buena opción si no usamos ningún servicio de este tipo pero queremos que nuestra navegación sea más privada, sin tener que realizar ninguna inversión de dinero. Como es lógico, al ser un emprendimiento desprendido de Opera, la VPN gratuita es prácticamente una obligación, ya que éste la trae incorporada. Pero aún hay más herramientas que llaman mucho la atención.

Las opciones de configuración de Vivaldi son sorprendentes en cuanto a cantidad y variedad, hasta el punto de poder resultar apabullantes para algunos usuarios. Aquí, la pantalla mediante el cual se accede (Foto: captura de pantalla).

Más allá de la barra lateral izquierda recién mencionada, Vivaldi reserva la parte inferior para algunos "widgets" usuales como las capturas de pantalla -la parte visible o completa con "scroll"- o el aumento del zoom en la página, que suele estar anclado a la barra de navegación en otros como los basados en Firefox, por ejemplo.

Pero esto no es todo: posee herramientas que no se encuentran en otros navegadores, como ver la página en blanco y negro, en escala de grises o incluso en modo sepia, un intensificador de color o un resaltador automático del bloque de texto sobre el que pasamos el mouse.

Aquí se aprecia el blog de la Biblioteca de la Universidad CAECE en modo "escala de grises", activado desde la barra inferior de widgets (Foto: captura de pantalla).

Por último, aunque no menos importante, fruto del compromiso de la empresa con la "inteligencia humana" (según reza en su página web), aquí no encontraremos ningún asistente impulsado por inteligencia artificial, y eso es algo de agradecer. Ante la explosión de este tipo de agentes, encontrar algo que navega a contracorriente es un soplo de aire fresco.

"No creemos en la idea de que todo tiene que ser impulsado por la IA, sobre todo la que utiliza nuestros datos sin permiso o plagia y contamina la web con información errónea", aseguran en su sitio. "Los grandes modelos lingüísticos pueden ser superficialmente impresionantes, pero conllevan enormes costos, consumen energía y agua, a la vez que erosionan la privacidad y la precisión", remata.

Además de este enfoque tan inusual en estos tiempos, Vivaldi no tiene inversores externos, por lo que el beneficio se queda directamente en sus empleados, quienes son los propietarios de la empresa.

(Fuente: redacción propia / varios)

El Museo Nacional de Bellas Artes porteño presenta la obra conceptual de Liliana Porter y Luis Camnitzer

A través de piezas gráficas, instalaciones y documentos, la exhibición "Los años del New York Graphic Workshop" revisa los aportes gráficos de ambos artistas durante los ’60.

Liliana Porter y Luis Camnitzer en el taller del NYGW, 1965 (Foto: Basil Langton / Colección Liliana Porter).

Este miércoles 30, el Museo Nacional de Bellas Artes (Av. del Libertador 1473, CABA) inaugura "Porter-Camnitzer. Los años del New York Graphic Workshop", una muestra que se enfoca en una etapa crucial en la obra de la argentina Liliana Porter y el uruguayo Luis Camnitzer, figuras clave del arte conceptual en América Latina.

A través de piezas gráficas, instalaciones y documentos, la exhibición revisa los aportes de ambos artistas desde el New York Graphic Workshop (NYGW), colectivo que fundaron junto con el venezolano José Guillermo Castillo en 1964.

La curaduría de la muestra, a cargo de Silvia Dolinko, combina reconstrucciones de instalaciones históricas de 1969 con nuevos núcleos que contextualizan la participación de Porter y Camnitzer en el circuito artístico de la época. Entre los añadidos figura un análisis más profundo de su intervención en la influyente exposición "Experiencias 69" del Instituto Torcuato Di Tella, así como estampas realizadas en colaboración con artistas como Marta Minujín, Luis Felipe Noé y Jorge de la Vega.

Afiche "Montevideo 1966" (Foto: prensa MNBA).

El New York Graphic Workshop, que operó hasta 1970, representó un punto de inflexión para la concepción de la gráfica como medio en expansión. Desde este taller, sus miembros replantearon la noción del objeto artístico y exploraron formatos como estampas experimentales y exposiciones enviadas por correo.

"Pusieron en juego novedosas estrategias de realización y circulación de las obras en un contexto de fuerte diálogo entre lo local y lo global", explica Dolinko. En tanto artistas latinoamericanos radicados en Nueva York, uno de los objetivos de Porter y Camnitzer era vincular sus trabajos con el circuito cultural de América Latina como una plataforma de visibilidad.

"Horizon" (1968), aguafuerte de Luis Camnitzer (Foto: Alexander Gray Associates, Nueva York).

En 1969, Porter y Camnitzer presentaron sus obras en el MNBA de Santiago de Chile y en el Di Tella, con instalaciones y propuestas de gran carga conceptual. A pesar de haber expuesto en instituciones de renombre, las repercusiones de estas colaboraciones fueron limitadas en su momento. "Con el tiempo, estas creaciones quedaron fuera de la narrativa oficial del arte del siglo XX. Hoy, se reconocen como piezas clave de sus trayectorias y del arte contemporáneo", sostiene la curadora.

Entre las obras destacadas que se exhiben en esta edición se cuentan los emblemáticos grabados de Porter y piezas de su serie "Arrugas". En ésta, la artista no sólo imprime hojas previamente abolladas, sino que invita al espectador a abollar papeles como parte de una experiencia interactiva. Además, se reconstruyen instalaciones icónicas como "Sombras" y la intervención en clave lúdica de esculturas en la planta baja y primer piso del museo.

"Naturaleza muerta" (1970), aguafuerte y lana, de Liliana Porter (Foto: prensa MNBA).

Por su parte, Camnitzer presenta, por primera vez en Buenos Aires, su obra "Living comedor", una instalación en la que palabras asociadas a objetos domésticos se distribuyen en el piso y las paredes, proponiendo al visitante reconstruir un espacio imaginado. También figura "Masacre de Puerto Montt", creada tras un trágico episodio en Chile de 1969, donde campesinos fueron asesinados por carabineros. Este trabajo, compuesto por palabras y líneas de puntos, denuncia el acontecimiento de manera profundamente conceptual.

La muestra incluye también piezas colaborativas del NYGW, documentos inéditos y el Manifiesto del colectivo de 1966. Estas obras dan cuenta del espíritu experimental y la propuesta colectiva que marcaron este proyecto, representando una reflexión sobre los elementos políticos, poéticos y sociales del arte gráfico.

"Arruga tensada (Prueba de artista)" (1970), aguafuerte, lana cosida, de Liliana Porter (Foto: prensa MNBA).

"Porter y Camnitzer hacen de la comunicación con el público un eje central de sus propuestas", señala Andrés Duprat, director del Museo Nacional de Bellas Artes. Según él, esta conexión se explora de maneras únicas: "Camnitzer trabaja con el pensamiento por imágenes que emerge del propio visitante al leer las palabras impresas y pegadas en las salas. Por su parte, Porter propone un gesto poético, como en sus icónicas arrugas sobre papeles previamente abollados, que luego reconfigura para ambientar los espacios del museo".

"En los trabajos de Porter y Camnitzer prima la sorpresa ante gestos simples pero profundamente polisémicos. Estas obras convocan al espectador a asumir una postura activa y a decodificar ideas y procesos", subraya Duprat. En el marco de esta colaboración entre los museos nacionales de Bellas Artes de Chile y Argentina, esta exposición es una oportunidad única para recorrer las trayectorias de dos artistas que siguen vigentes en el arte contemporáneo.

Los horarios de visitas son de martes a viernes de 11:00 a 19:30, y sábados y domingos de 10:00 a 19:30, y estará abierta hasta el 31 de agosto, con entrada libre y gratuita.

(Fuente: Infobae / MNBA)

Estos fueron los seis instrumentos claves inventados durante la llamada "Revolución Científica"

Delimitada temporalmente entre los años 1500 y 1700, estuvo impulsada por varios inventos que se volvieron esenciales para comenzar a comprender mejor el mundo que nos rodea.

Ilustración de Isaac nweton (Foto: Shutterstock).

Gracias a instrumentos como el telescopio, el microscopio, el termómetro y el reloj de péndulo, los científicos pudieron ver cosas jamás vistas antes y medir los resultados de los experimentos con mucha mayor precisión de la que era posible antes.

La consecuencia del uso de instrumentos científicos fue la reformulación de teorías sostenidas durante mucho y a menudo erróneas, como el funcionamiento del sistema sanguíneo del cuerpo humano y el aspecto real de la luna. Los seis inventos fundamentales de la Revolución Científica son los siguientes:

• El telescopio

El telescópio reflector de Newton (Foto: Science Museum, London /Wikimedia Commons).

Se inventó aproximadamente en 1608 y su creación suele atribuirse al holandés Hans Lippershey (1570-1619). El aparato era notablemente sencillo y tenía una lente convexa y una cóncava (una para ampliar y otra para miniaturizar, respectivamente) en cada extremo de un tubo largo.

Sin embargo, fue el italiano Galileo Galilei (1564-1642) quien perfeccionó el instrumento y mejoró enormemente la amplificación posible unas 33 veces. Galileo observó por primera vez la superficie de la luna y vio que tenía montañas y valles, igual que en la Tierra. El italiano detectó cuatro lunas del planeta Júpiter, identificó las fases de Venus y observó manchas solares, lo que lo llevó a creer que el sol era una esfera giratoria. También se usaron telescopios menos potentes en tierra y en el mar para ver el horizonte lejano, lo que fue especialmente útil para los ejércitos y las fuerzas navales.

El astrónomo alemán Johannes Kepler (1571-1630) perfeccionó el diseño de Galileo al utilizar dos lentes convexas, lo que proporcionó una imagen más clara, aunque ahora invertida para el observador. Luego, el científico inglés Isaac Newton (1642-1727) inventó el telescopio reflector en 1668. Este tipo usaba un espejo curvo hecho de una aleación de metal que mejoraba la claridad de la imagen, por lo que el tubo podía ser mucho más corto.

Los telescopios aéreos carecían de un tubo, de modo que las dos lentes podían ubicarse mucho más separadas y así alcanzar una ampliación aun mayor. En el otro extremo de la escala, se usaron telescopios miniatura en instrumentos de navegación ya existentes, como el cuadrante. Las miras telescópicas solían incluir micrómetros para medir movimientos o cambios muy pequeños en el ángulo de los objetos a la vista. Al contar con más y mejores telescopios, fue necesario construir observatorios específicos para alojarlos, como en París (1667) y en Greenwich, en Londres (1675).

Los telescopios, que cada vez eran mejores, hicieron posible ver miles de estrellas nuevas, lo que parecía sugerir que el universo era infinito. El telescopio permitió que los astrónomos pusieran a prueba muchas de las teorías conflictivas relacionadas con los cuerpos celestiales y las compararan con la evidencia física de la observación detallada y prolongada.

Los modelos del universo propuestos por Aristóteles (384-322 a.C.) y Claudio Ptolomeo (en torno a 100170 d.C.) quedaron anulados a favor del propuesto por Nicolás Copérnico (1473-1543), donde el Sol, y no la Tierra, estaba ubicado en el centro de nuestra galaxia. Otros beneficios del uso de los telescopios en astronomía incluían un cálculo más preciso del calendario y mapas de las estrellas más precisos para los navegantes. Por último, este instrumento hizo pensar a los inventores acerca de qué otra utilidad podrían tener las lentes magnificadoras.

• El microscopio

El microscopio de Robert Hooke (Foto: Science Museum, London / Wikimedia Commons).

Tuvo su origen en el telescopio, ya que utiliza los mismos principios de ampliación y miniaturización. El invento se suele acreditar al holandés Cornelius Drebbel (1572-1635) o a Hans Janssen (1590-1608), del mismo origen que el anterior. Uno de los fabricantes especialistas fue el inglés John Marshall, quien diseñó el microscopio compuesto, que tiene tres lentes (la lente ocular, la lente de campo y la lente objetivo) y la posibilidad de agregar luz adicional esencial mediante una vela debajo de la base.

Algunos microscopistas crearon sus propios instrumentos, de los cuales el más famoso tal vez sea el holandés Antonie van Leeuwenhoek (1632-1723), que creó más de 500 microscopios. Leeuwenhoek creó microscopios que ampliaban los objetos 270 veces mediante el uso de un glóbulo de cristal diminuto en lugar de una lente más grande y plana.

Más adelante, se le hicieron adaptaciones al instrumento para mejorarlo, como por ejemplo la adición de un pequeño espejo en la base, cuyo ángulo podía ajustarse para iluminar mejor la muestra bajo observación. El creador de instrumentos inglés Edward Culpeper (1670-1737) usó un espejo cóncavo, lo que aumentó la luz disponible en sus microscopios.

Los anatomistas, entomólogos y botánicos estaban particularmente ansiosos por utilizar este nuevo invento para promover su comprensión del mundo natural. Luego, muchos publicaron obras con ilustraciones hermosas, que revelaban al público exactamente lo que habían visto a través de los microscopios más recientes. Ahora estaba claro que la estructura de un insecto diminuto podía ser tan compleja como la de un mamífero grande.

Uno de estos libros ilustrados, "Micrographia", publicado en 1665 por el inglés Robert Hooke (1635-1703), causó sensación. En 1661, el italiano Marcello Malpighi (1628-1694) utilizó un microscopio para descubrir los vasos capilares, que confirmaron el descubrimiento de la circulación sanguínea realizado por William Harvey. Asimismo, el ya mencionado Leeuwenhoek descubrió los glóbulos rojos, los protozoos y los espermatozoides.

Muchos otros realizaron descubrimientos igualmente asombrosos. Sin embargo, se debía admitir que ver estas cosas no necesariamente significaba que entendían su importancia. El microscopio había revelado un mundo totalmente nuevo, pero se necesitaban más investigaciones e instrumentos para obtener una comprensión más completa de la importancia de lo que ahora se podía observar mediante una lente.

• El reloj de péndulo

El reloj de péndulo de Huygens (Foto: Science Museum, London / Wikimedia Commons).

Los relojes solares y de agua fueron en su mayoría reemplazados por los relojes mecánicos desde fines del siglo XIII, pero estos aún no eran lo bastante precisos para medir los minutos; de hecho, muchos ni siquiera tenían un minutero. Los científicos, en especial los astrónomos que ahora contaban con telescopios, necesitaban una forma mucho más precisa de medir el tiempo.

Galileo diseñó un reloj de péndulo, pero el primer modelo funcional lo inventó Christiaan Huygens (1629-1695) en 1657. En el reloj de péndulo, la regularidad de las oscilaciones pendulares controla con exactitud la caída de un peso. Los mejores relojes de péndulo mostraban una variación máxima de 15 segundos al día, en comparación con los 15 minutos que presentaban los relojes mecánicos.

Ahora los astrónomos podían calcular el movimiento de los cuerpos celestiales con mayor precisión, y en muchos observatorios se instalaron uno o más relojes de péndulo. Gracias a una medición del tiempo más precisa, los científicos que realizaban experimentos en distintos lugares podían comparar sus datos de forma más confiable. Se podían medir cosas nuevas, como objetos en caída en pruebas de gravedad, la velocidad en distancias cortas y los movimientos más refinados de los planetas.

La medición del tiempo alcanzó mayor precisión con la invención en 1675 de relojes portátiles que empleaban un muelle espiral. Estos reproducían la acción del péndulo en un espacio confinado y no eran susceptibles a los movimientos bruscos del dispositivo. De repente, mantener un buen registro del tiempo se volvió más importante para todos, no sólo para los científicos, y muchas personas cambiaron sus relojes mecánicos por la versión del péndulo y se compraron un cronómetro de bolsillo.

La gran complejidad de los relojes llevó a que se usaran como una metáfora común para cualquier cosa intrincada, y sus mecanismos inspirarían más adelante a los ingenieros durante la Revolución Industrial británica para inventar máquinas nuevas, como el motor a vapor.

• El termómetro

El termómetro máximo y mínimo de Rutherford (Foto: Science Museum, London / Wikimedia Commons).

Al igual que los instrumentos mencionados antes, revolucionó las ideas y prácticas. Anteriormente, no había manera de medir la temperatura más que en un rango impreciso de tres condiciones: frío, normal y caliente. El gran médico de la antigüedad Galeno (129-216 d.C.), por ejemplo, solo tenía cuatro grados de temperatura basados en los dos extremos del hielo y el fuego. La palabra clave de la Revolución Científica era la precisión y, así, el termómetro se inventó a principios del siglo XVII, aunque no se sabe quién fue su creador.

Los primeros termómetros eran del tipo termoscopio, es decir, que se llenaba un tubo angosto con agua que subía (o bajaba) a lo largo de una escala cuando se calentaba el aire en la parte inferior o superior, y así se expandía y empujaba el líquido hacia arriba o hacia abajo. El termómetro del tipo termoscopio tenía algunos problemas, ya que no daba lecturas precisas y era susceptible a variaciones en la presión del aire.

Fue alrededor de 1650 cuando los inventores de la Academia del Cimento en Florencia tuvieron la idea de hacer expandir el líquido, y no el aire, del termómetro. Los primeros modelos usaban alcohol en un tubo de vidrio sellado y muy delgado. Para tomar las lecturas en la escala proporcionada con más facilidad, se utilizaba alcohol coloreado. Este instrumento pasó a conocerse como el termómetro florentino y reemplazó al tipo termoscopio para fines del siglo XVII.

Los científicos de Florencia habían realizado experimentos con mercurio en lugar de alcohol, pero eligieron el segundo porque es más sensible al cambio de temperaturas. Las desventajas del alcohol eran que, en el siglo XVII, no era fácil adquirir alcohol puro y tiene un punto de ebullición bajo. Debido a estos dos puntos negativos, los termómetros de la época no eran siempre tan precisos como esperaban sus usuarios y, ciertamente, era difícil comparar lecturas más precisas entre distintos termómetros.

Aun así, fue un gran paso hacia delante, y el próximo desafío fue asegurarse de que todos utilizaran la misma escala de medición para que la creciente comunidad científica pudiera intercambiar y comparar los resultados de sus experimentos.

Algunas instituciones se aseguraron de que los experimentadores utilizaran las mismas escalas de temperatura, pero fue recién en el siglo XVIII cuando dos escalas terminaron dominando el escenario: la Fahrenheit, propuesta por el alemán Daniel Gabriel Fahrenheit (1686-1736), y la Celsius, propuesta por el sueco Anders Celsius (1701-1744).

El termómetro se volvió un instrumento indispensable en muchos campos distintos de la ciencia. Por ejemplo, ahora los médicos podían rastrear los altibajos de las enfermedades de sus pacientes con precisión, y los químicos podían medir las propiedades de las sustancias con las que trabajaban y comparar la configuración de sus aparatos con gráficas de temperatura establecidas.

• El barómetro

El barómetro de Torricelli (Foto: Science Museum, London / Wikimedia Commons).

Fue inventado en 1643 por el italiano Evangelista Torricelli (1608-1647) cuando, mientras trabajaba con Vincenzo Viviani (1622-1703), intentó averiguar cuánto podía elevarse el mercurio dentro de un tubo de vidrio cuando uno de sus extremos se colocaba en un recipiente con mercurio. La presión del aire sobre el mercurio del recipiente hacía subir el mercurio del tubo unos 76 cm (30 pulgadas) por encima del nivel del recipiente.

En 1648, Blaise Pascal (1623-1662) y su cuñado Florin Périer (1605-1672) llevaron a cabo experimentos con aparatos similares, pero esta vez bajo diferentes presiones atmosféricas, colocando los dispositivos a distintas altitudes en la ladera de una montaña (Puy-de-Dôme, en el Macizo Central). Los científicos observaron que el nivel de mercurio en el tubo de cristal descendía cuanto más alto se tomaban las lecturas en la montaña.

Fue el químico angloirlandés Robert Boyle (1627-1691) quien bautizó este lector de presión del mercurio con el nombre de barómetro, hasta entonces conocido como tubo de mercurio. También fue Boyle el que demostró de forma concluyente el efecto de la presión atmosférica mediante el uso de un barómetro dentro de una bomba de aire (próximo y último invento en nuestra lista) donde había vacío. Boyle formuló un principio que se conoció como Ley de Boyle, según la cual la presión ejercida por una determinada cantidad de aire varía de manera inversamente proporcional a su volumen, siempre que las temperaturas sean constantes.

La siguiente pieza del rompecabezas del barómetro provenía de los experimentos realizados por Otto von Guericke (1602-1686) quien observó que la presión de aire variaba según las condiciones del clima. Cuando se descubrió que se podía usar mercurio para medir la presión de aire, se crearon mejores barómetros, que usaban una escala de medición y mezclaba el mercurio con otras sustancias para aumentar su sensibilidad. El barómetro se creó gracias a una colaboración internacional de inventores, y se volvió inestimable para los agrimensores y meteorólogos en particular.

• La bomba de aire

La bomba de aire de Boyle (Foto: Science Museum, London / Wikimedia Commons).

Vamos a hablar de gente que ya mencionamos. En 1654, Otto von Guericke demostró en público y por primera vez cómo funcionaba la bomba de aire, un dispositivo que podía remover aire de un recipiente cerrado. Este dispositivo consistía en dos hemisferios de bronce, pero no permitía introducir nada en su interior. La bomba de aire fue posible gracias a Robert Hooke, quien la construyó por encargo de Robert Boyle. El instrumento permitía colocar especímenes dentro de un domo de vidrio y luego someterlos a distintas presiones de aire.

Hooke había desarrollado un primer modelo en 1659. Boyle y Hooke realizaron todo tipo de experimentos, que incluían someter a plantas y otros organismos vivos a las variaciones de la presión de aire. Estos experimentos, que solían realizarse frente a un público, causaron sensación en las reuniones de la Sociedad Real. En 1671, Hooke incluso construyó una bomba de aire lo bastante grande para meterse en ella.

Afortunadamente para Hooke, la bomba tuvo un rendimiento regular y vació sólo aproximadamente un cuarto del aire del recipiente. Las sensaciones que informó cuando salió de este recipiente sin aire fueron mareos, sordera y dolores. Estos efectos fueron mucho menos letales que aquellos utilizados en incontables criaturas vivas sometidas a la curiosidad despiadada de los científicos. En 1660, Boyle publicó los resultados de sus experimentos con la bomba de aire en el libro "New Experiments Physico-Mechanical: touching the Spring of the Air, and Its Effects" (traducido al español como Nuevos experimentos físico-mecánicos: notas sobre la elasticidad del aire y sus efectos).

Boyle y Hooke lograron demostrar la existencia del vacío, por un tiempo llamado el "vacío de Boyle". No todos estaban de acuerdo en que Boyle había creado un vacío en su domo de vidrio con una bomba de aire, o incluso que tal cosa pudiera existir; Thomas Hobbes (1588-1679) fue el oponente más acérrimo del trabajo de Boyle con los vacíos. El trabajo de Boyle sobre la presión de aire, sobre todo su ley y experimentos con manómetros y pistones, fue importante porque inspiró a los creadores del motor a vapor, que literal y figurativamente potenciaron la Revolución Industrial británica a partir de 1710.

Hacia el futuro

Hubo un debate acerca de si se podía confiar en estos nuevos instrumentos científicos y si lo que revelaban no eran meros trucos. Algunos argumentaban que la evidencia de tales instrumentos, incluso si requerían el ojo humano, no era la misma que se obtenía mediante el uso directo de los sentidos.

Otros argumentaban que instrumentos como el telescopio y el microscopio le mostraban a la humanidad lo que debería permanecer oculto, ya que Dios nos había dado la vista para ver el mundo, y husmear más profundo no era el lugar de la humanidad y se consideraba impío. Para otros, los instrumentos científicos revelaban el increíble detalle y la ingeniosidad de la vida en la Tierra y, en su opinión, uno sólo podía maravillarse aún más ante la obra de Dios.

Los nuevos instrumentos científicos dieron lugar a que los descubrimientos se produjeran con rapidez y en grandes números, y a menudo causaban asombro al mostrar la gran complejidad de la vida. Los telescopios, en un extremo de la escala, y los microscopios, en el otro, revelaron que se requería un sistema de medición totalmente nuevo para que la mente humana pudiera aprehender la escala de los prodigios del universo visible.

La mayoría de los nuevos descubrimientos con el microscopio no ayudaban aún en la medicina práctica, que seguía intentando hallar curas. El telescopio se utilizó para probar que las teorías existentes eran erróneas, pero el microscopio meramente reveló que había que crear todo un nuevo conjunto de teorías. La creación de relojes mejores había transformado la forma de medir el tiempo, pero aún no eran lo bastante precisos como para resolver el problema de la longitud.

En muchos sentidos, la tecnología estaba frustrantemente atrasada con respecto a lo que los científicos necesitaban para medir, evaluar y entender mejor sus campos específicos de investigación. Incluso después de la Revolución Científica, entonces, la ciencia aún tenía un largo camino que recorrer para convencer a muchos de su verdadero valor para mejorar la condición humana.

(Fuente: World History Encyclopedia / redacción propia)